Realizada el 17.06.2004 en el programa El Reloj que se emite por FM Urbana (88.3) los jueves de 18:00 a 20:00 en Buenos Aires. ER: ¿Cómo se encuentran los trabajadores de Río Turbio en este momento? DZ: He venido hoy de Río Turbio. El primer día la gente estaba destrozada y yo lo comprobé ayer […]
Realizada el 17.06.2004 en el programa El Reloj que se emite por FM Urbana (88.3) los jueves de 18:00 a 20:00 en Buenos Aires.
ER: ¿Cómo se encuentran los trabajadores de Río Turbio en este momento?
DZ: He venido hoy de Río Turbio. El primer día la gente estaba destrozada y yo lo comprobé ayer cuando llegué. Sé que el impacto duró 2 días. Imaginate que mi señora que vive aquí, en Río Gallegos, estuvo 2 días realmente mal. Se siente mucho porque es una tragedia de características nacionales. A mí me toca muy de cerca porque a muchos los conocía, cenaron en mi mesa y durmieron en la pieza de mis chicos.
ER: Una tragedia que pudo haberse evitado.
DZ: Eso es lo que más bronca te da porque cuando vos venís denunciando el deterioro y luchando para detenerlo y que ocurra lo que ocurrió es un castigo inmerecido; encima se lleva 14 vidas de compañeros entrañables y gente muy luchadora.
ER: Hoy escuchaba a un colega que hablaba de que estos trabajadores «hacían patria» pero hay que vivir en esas condiciones climáticas y al mismo tiempo reclamar mínimas condiciones de seguridad para poder trabajar.
DZ: Te aseguro que viven en condiciones miserables. El trabajo era una forma de matarlos porque era la provocación para que ocurriera este accidente. Aquí no se puede hablar de «hacer patria» cuando no tenés las mínimas condiciones para desempeñarte, realizarte en condiciones dignas de habitabilidad y de trabajo. La primera impresión que te da Río Turbio viniendo de afuera es que estás viendo Chernobyl. Está todo venido a menos. En realidad, quien gobernó durante una década que hoy es muy criticada, fue cómplice de la entrega del yacimiento a manos privadas a través de la vía de la concesión. Debió haber reaccionado mucho antes y no ir a llorar al velorio de 14 compatriotas, sino haber decidido cosas mínimas. No hacer anuncios rimbombantes para aparecer en los medios de la pornoprensa porteña que nos ha tapado estos días aunque por lo menos difundiendo lo que ha pasado. Te da mucha bronca porque se podría haber evitado pero los responsables están ahí. El Estado lo ha tenido a Néstor Kirchner como gobernador, que no controló al concesionario infame, que se enriqueció a costa del empobrecimiento de Río Turbio.
ER: Te referís al empresario Sergio Taselli
DZ: Efectivamente. Pero también el interventor Eduardo Arnold que es santacruceño y actualmente diputado nacional, debió haber hecho cosas mínimas que no hizo salvo pagar los sueldos. Entonces, era inevitable que esto ocurriera. Uno dice fue un accidente y a esta altura es un eufemismo porque en realidad se trata de un crimen.
ER: También el actual Secretario de Energía, Cameron, participó en la Comisión Fiscalizadora.
DZ: Exactamente. Es decir, para que se entienda, así como está Taselli en Trenes Metropolitanos y supuestamente el Estado lo tiene que controlar y es increíble que hasta el día de hoy no le hayan rescindido la concesión de ese servicio que padecen Uds., la provincia, cuando la mina se concesiona en 1994, tiene un mecanismo de control a través de la Subsecretaría de Trabajo que tiene poder de policía para sancionar a la empresa, cerrarla, exigirle el cumplimiento del pliego de bases y condiciones con el cual se le otorgó la concesión. A su vez teníamos un representante de la provincia en la Comisión de seguimiento de las privatizaciones a nivel nacional que, entre otros, integraba la diputada Nilda Garré a quien tapamos de papeles denunciando una serie de irregularidades. Cameron, actual Secretario de Energía, estaba en esa comisión y me pregunto: ¿dónde está la intervención de este señor para controlar a este concesionario infame? Entonces, hay complicidad a tal punto que al mismo grupo empresario, del cual participa también la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza (Fatlyf), convertida de gremio en empresa que hace inversiones en energía, no sólo no se lo ha controlado, sino que sigue brindando un servicio público. Nosotros los denunciamos en Río Gallegos pero no lo hizo el Estado provincial ni la Subsecretaría de Trabajo ni siquiera la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) degenarista. Lo denunciamos nosotros con los mineros de base de Río Turbio por vaciamiento. Hemos trabajado 6 meses en esa tarea y actualmente está en marcha esa denuncia en el Juzgado Federal de Río Gallegos y esperamos que se llame a indagatoria cuanto antes incluso a la luz de estos acontecimientos porque en el expediente hay pruebas suficientes que demuestran el vaciamiento que hizo Taselli durante toda su gestión.
ER: No tengo dudas que hubo un crimen ¿pero quién sería penalmente responsable?
DZ: Nosotros comenzamos en el ’99 con la consigna ‘Fuera Taselli’ y en el 2002 logramos ese objetivo. En el ínterin lo denunciamos por vaciamiento. Eso está en marcha. Ahora, que el Presidente Kirchner vaya y lamente lo ocurrido me parece bárbaro pero que tenga un mínimo de respeto para los 14 muertos y el dolor de la cuenca reconociendo que él también es co-responsable, a menos que quiera demostrar que no tuvo nada que ver. Todo lo que no hizo permitió que esto ocurriera y ahora no se puede venir a montar una escena diciendo que lamenta lo ocurrido. Ni siquiera basta con decir los responsables van a caer porque sería como ponerse un espejo enfrente. El deterioro viene de larga data, fue constante y permanente, haciendo trabajar a los mineros a la que me importa. No basta pagarte el sueldo y alguna deuda atrasada como los pasajes que venían reclamando desde la época del concesionario. El año pasado estuvo Julio De Vido, actual Ministro de Planeamiento, anunciando inversiones por 30 millones de pesos de los que llegaron sólo unos pocos miles. Hace 10 días estuvo el Presidente Kirchner anunciando 300 millones de pesos en inversiones pero lo mínimo no lo habían puesto. No hacía falta semejante anuncio mediático porque la situación se le viene advirtiendo hace rato. Silverio Méndez (uno de los trabajadores desaparecido) le planteó al interventor Eduardo Arnold que había que invertir un mínimo en seguridad y mantenimiento y éste lo maltrató. Silverio hoy está enterrado en la mina y Arnold dando entrevistas a los medios amigos llorando lágrimas de cocodrilo. ¿Sabés lo que hizo cuando Silverio le reclamó en una asamblea? Lo querelló al día siguiente. Fue a buscar un abogado y le reclamó $ 50.000 de indemnización. ¿Esa es la actitud de un funcionario en lugar de reconocer que tal vez una persona que está todo el día dentro de la mina puede tener razón y él estar equivocado?
ER: Más allá de las denuncias públicas que hicieron ¿radicaron denuncias ante algún organismo de control?
DZ: La denuncia genérica y más importante fue desarrollada ante la Justicia. Teníamos toda la información de lo que el concesionario recibió y cómo estaba la mina mientras la gestionó. Entre esas cosas figura el tema de la desinversión en relación a la seguridad e higiene. Para darte una idea. Ellos dicen que el accidente se produce por un calentamiento y fricción de la cinta transportadora automatizada. Es un invento de la época de Taselli porque antes había en cada cruce de socavón un botonero como se lo llamaba, una persona que estaba las 8 horas del turno sentado observando si le cinta se trababa y entonces apretaba un botón al más mínimo problema que la misma registrase. Lo eliminan porque la idea era tener menos gente trabajando. Después de automatizar no hicieron nunca más nada. El Estado luego de ver como había dejado las cosas el concesionario podría haber puesto por lo menos una cámara de televisión.
ER: Lo que era una medida de seguridad fue reemplazado por nada.
DZ: Por la desidia. Todo sigue para adelante porque ellos no son los que entran a boca de mina. Arnold se sienta en el Congreso y cada tanto está con los mineros prometiendo cosas pero viaja en avión, come la mejor comida y duerme en los mejores hoteles mientras tanto los obreros lo hacen en el pabellón. Las denuncias por el tema de seguridad son infernales y son muchísimas y los mineros se lo han planteado en la cara. Además, esta situación produce un relajamiento en las costumbres del trabajador. Al más mínimo olor debe haber un tipo que diga: ‘¡afuera todos!’ o si se ve un poco de humo. Todas esas cosas se fueron deteriorando porque la producción de la mina se fue relajando transformada en un ente administrativo pero con gente que está adentro, heridos de muerte, porque trabajaban en condiciones que tarde o temprano iba a ocurrir lo que ocurrió con el concesionario o con cualquiera.
ER: ¿La existencia del botonero estaba estipulada en el Convenio Colectivo de Trabajo?
DZ: Las viejas condiciones anteriores a la devastación de los bienes del Estado y la entrega del patrimonio nacional eran absolutamente rígidas. Vos tenías mineros trabajando con un casco viejo pero estas condiciones se mantenían. Si vos observás con atención la cara de los mineros, su ropa, su casco, te da la impresión de estar recorriendo alguna compra-venta de chatarra en cualquier lugar de Buenos Aires porque todo el equipamiento es obsoleto. Imaginate lo que pasa dentro de la mina. Es pavoroso. Han venido chilenos con equipamiento y te das cuenta que lo nuestro es vergonzoso.
ER: Eduardo Arnold lo querelló a Silverio pero Néstor Kirchner te reclamó un millón de pesos cuando lo acusaste de complicidad con Carlos Menem y Taselli. ¿Qué pasó?
DZ: Es buena la comparación porque creo que Arnold imita. El objetivo es hacerte callar, asustarte. Kirchner desistió en su momento porque creo que Verbitsky le explicó que era una barbaridad tirarse contra la libertad de expresión en un tema muy caro a todo el mundo siendo que ya era un candidato presidencial. Finalmente terminó desistiendo pero reclamando la devolución de la tasa de justicia que ni siquiera había pagado en su totalidad. Arnold hace lo mismo. Mide 2 metros y Silverio 1,50. Hubiera esperado que terminara la asamblea y lo hubiera encarado pero no, se le ocurrió ir a contratar un abogado, pagó $ 1.250 de tasa de justicia y lo querelló por $ 50.000 más calumnias e injurias. ¡A un laburante que con una calentura razonable le estaba reclamando algo justo independientemente de los términos que haya utilizado! ¡Es vergonzoso! Después desiste de la querella porque yo la convenzo a la colega que llevaba el caso. A mí me tocó defenderlo a Silverio. Finalmente, se ve que lo convenció.
ER: En tu oficina nos comentaron que el gran calor en la mina convierte el lugar en una bomba de tiempo.
DZ: Yo llegué esta tarde. Esto hay que tomarlo con precaución porque uno no conoce bien. Hablan de 2 cosas. De una temperatura superior a los 50º C y de la existencia de gas grisú. Hoy (jueves) no pudieron hacer nada de tareas de rescate y con esa temperatura es imposible porque calcina.
ER: ¿Querés agregar algo más?
DZ: Les agradezco esta oportunidad porque es una forma de que se expresen estos 14 compañeros, entre ellos mi amigo Silverio y el compromiso que asumimos quienes lo conocimos de hablar por él. Lo que escuchaste tal vez te lo hubiera estado diciendo Silverio con otras palabras porque yo he podido estudiar y eso me lo pagó mi pueblo. También Silverio me dio esta oportunidad.