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La represión como mecanismo de control

Fuentes: Rebelión

Es sabido que la represión social es una de tantas herramientas que usan los gobiernos y los agentes con poder económico y político como empresas trasnacionales, mineras, las grandes industrias, etc. ¿Pero con qué finalidad?

La finalidad de reprimir los movimientos sociales en lo general, es para garantizar la continuidad de los procesos de dominación y explotación de una población sobre otra, con el objetivo de explotar los recursos naturales de la región y explotar la fuerza de trabajo. De esta manera, muchas regiones del mundo se han vuelto ricas como España, a costa de la explotación de otras regiones como América Latina que ha sido víctima de saqueos de recursos naturales por parte de los países imperialistas desde la llegada de Colón a América en 1492 hasta nuestros días, solo que ahora el poder se centra en algunos países con gran poder económico y bélico, y en empresas de gran poder económico y de alcance internacional, empresas trasnacionales que están estrechamente relacionadas con los mercados financieros (mercado de dinero) y que tienen un poder enorme en comparación con la mayoría de países del mundo.

Con este gran poder que tiene las empresas, los países imperialistas y las organizaciones creadas por los anteriormente mencionados como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, imponen condiciones a los países de economías más pequeñas o países pobres, todo con un doble discurso, con una doble moral. Por una parte, ofrecer ayuda económica para lograr el crecimiento de estas regiones pobres o con economías pequeñas y por otra parte la de explotar los recursos de las regiones, explotar la fuerza de trabajo que es más barata que en los países imperialistas, crear demanda de productos en estas nuevas regiones (nuevos mercados), dominarlos con un discurso hegemónico.

Si de alguna manera surge algún movimiento disidente, algún movimiento social que esté en desacuerdo con las condiciones de explotación impuestas por las sociedades dominantes y comienza a organizarse contra estas fuerzas dominantes, se tendrá que hacer uso de la fuerza. Es un recurso que le funciona bien a los aparatos represores dominantes, romper movimientos sociales a partir de provocar confrontaciones violentas entre grupos de provocadores para crear las condiciones de represión. Se dejan crecer los movimientos y en algún punto de auge, provocan el conflicto y con el conflicto justifican la represión. Con la represión se logran dos cosas fundamentales, la primera es la desarticulación de los movimientos a partir de capturar a sus líderes y la segunda es sembrar miedo en la sociedad, dejar precedente de lo que pasa si te organizas en contra de las fuerzas dominantes.

Estos agentes dominantes y represores, están presentes en todas las instituciones de Gobierno, en todo el aparato de Estado, y se encargan de impulsar políticas públicas que garantizan esta dominación y explotación de una sociedad a otra, a partir de reducir la participación del Estado, privatizar sectores convenientes para los Capitalistas, con las que se beneficia a algunos pocos a costa de la explotación de la mayoría. Estas políticas públicas son conocidas como neoliberales.

Es por eso que se requiere un Estado fuerte, honesto, del pueblo y para el pueblo para hacerle contrapeso a los agentes dominantes que la mayoría de las veces, como ya mencionamos antes, son empresas trasnacionales.

A pesar de que el actual Estado mexicano goza del liderazgo de un presidente electo democráticamente, un presidente con una perspectiva neo-desarrollista, que ve por su pueblo, existen instituciones en el actual Estado mexicano que son rígidas estructuras neoliberales, que responden a intereses de una minoría, estas instituciones naturalmente, son instituciones represoras, con doble discurso y doble moral.

Existen diversos ejemplos de estas instituciones, como la Universidad Nacional Autónoma de México, en la que a pesar de ser una gran institución que beneficia a muchísima gente en relación a su desarrollo personal, académico, profesional, deja mucho que desear en relación a resolver diversas necesidades de su población.

Esta institución la tomo de ejemplo porque es una institución noble, creada para el desarrollo de su sociedad, que enmascara muy bien su doble moral, en la que por una parte invita a apropiarse de la UNAM en sentido de sentirte PUMA, de crear identidad y pertenencia con la gran institución, y por otra parte la de reprimir estudiantes para garantizar la permanencia se su estructura de poder, mostrando que es una estructura rígida que no permite cambios aunque la comunidad lo requiera.

El ejemplo en concreto lo tenemos en la preparatoria 5 “José Vasconcelos” de la UNAM, en la que, a inicios de febrero del presente año, estudiantes que intentaron hacer de su comunidad, una comunidad más inclusiva y democrática, fueron reprimidos por el aparato administrativo, con una “expulsión provisional”, acusándolos de vandalismo, sin mostrar pruebas y sin llevar un debido proceso, los estudiantes (algun@s menores de edad) fueron negados de su derecho a la educación.

Esto se suma a otras expulsiones de estudiantes en otros planteles como la Facultad de Artes y Diseño, en la que se expulsaron a cuatro estudiantes a principios de este año, acusados de lo mismo que los estudiantes da la preparatoria 5. La principal relación que existe entre estos estudiantes es que todos estuvieron involucrados en movimientos estudiantiles en búsqueda de la democratización de la UNAM.

Además de la denuncia de dichos actos represivos de la autoridad de la UNAM, queda mencionar que el cambio que hubo en rectoría de la universidad, con el ahora nuevo Rector Lomelí Villegas, solo representa la continuidad de una estructura rígida, que se mantiene a partir de reprimir a su propia comunidad.

Como conclusión objetiva, es necesario decir que la represión, junto con las estructuras rígidas neoliberales, tiene fecha de caducidad. Es insostenible la forma de antidemocracia que prevalece en estas instituciones, insostenible porque el cambio hacia la democracia se da desde abajo, desde el pueblo, desde la mayoría, y ese cambio, ya arrancó.

Inevitable será detener los procesos democráticos.

“Con el pueblo todo, sin el pueblo nada” “¡Presos políticos, libertad!”