Gabriel Jacovkis es miembro de Cosofam, el comité de Solidaridad con familiares de presos políticos, desaparecidos y muertos de la Argentina. La conversación que hemos mantenido gira en torno a sus finalidades y actuaciones más esenciales. Jacovkis es músico y escritor. Gran parte de su creación artística está relacionada con el tema del exilio y […]
Gabriel Jacovkis es miembro de Cosofam, el comité de Solidaridad con familiares de presos políticos, desaparecidos y muertos de la Argentina. La conversación que hemos mantenido gira en torno a sus finalidades y actuaciones más esenciales. Jacovkis es músico y escritor. Gran parte de su creación artística está relacionada con el tema del exilio y la lucha por los derechos humanos. Ha escrito tres obras de teatro que han sido estrenadas en los tres ciclos de Teatro por la Identidad de Barcelona y una de ellas fue seleccionada para ser representada en Buenos Aires en el Encuentro de Teatro por la Identidad del 2008.
Cosofam es uno de los primeros organismos de exiliados argentinos de Catalunya. Desde su creación ha organizado numerosos actos, plantadas de árboles, ediciones de libros y documentos con la finalidad de mantener viva la Memoria Histórica sobre los hechos ocurridos en Argentina durante 1976 y 1983, y ha comparecido como acusación particular en los juicios de la sala 5ª de los Juzgados de Madrid a los responsables de la dictadura argentina. Integra la Plataforma Argentina contra la Impunidad y participó activamente en la organización del Simposio contra la Impunidad (Barcelona, 1997).
¿Qué es Cosofam? ¿Qué finalidades persigue?
Cosofam es la Comisión de Solidaridad con Familiares de Presos Políticos, Desaparecidos y Muertos de la Argentina. Se creó en Barcelona en el año 1978 con el objetivo de luchar contra la violación de los DDHH instrumentada por la última dictadura en Argentina. Las actuaciones de Cosofam se centraron desde el comienzo en la denuncia de los crímenes que cometía la dictadura en la Argentina, el trabajo de sensibilización de la sociedad catalana hacia este tema y el apoyo solidario a organismos argentinos como las Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo.
Cuando se habla de desaparecidos y muertos de la Argentina, ¿de qué época estamos hablando? ¿Por qué la represión fue tan sangrienta? ¿Qué fueron los vuelos de la muerte?
Nos referimos al sangriento período que ocupó la última dictadura cívico-militar argentina (1976-1983). Esta dictadura provocó la desaparición forzada de 30.000 personas, cientos de miles de exiliados externos e internos así como el robo de alrededor de 500 bebés, hijos de militantes asesinadas, que fueron criados muchas veces por los asesinos de sus padres.
Esta sangrienta represión tuvo como objetivo anular cualquier posibilidad de reacción del pueblo de un país en el que las luchas populares se habían desarrollado considerablemente. Entre los métodos de eliminación de «desaparecidos» figuraron los tristemente famosos vuelos de la muerte: los militantes secuestrados eran subidos a aviones militares, drogados y arrojados vivos al Río de la Plata.
¿En qué fuerzas políticas se centró la represión? ¿En los montoneros, en el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo)? ¿En qué sectores sociales? ¿Existía en aquellos momentos lucha armada en Argentina? ¿Por qué?
La represión se centró en todos los sectores de la población que criticaban o podían llegar a criticar al «orden instituido». Los grupos más afectados fueron, como siempre en estos casos, los que militaban en el campo popular y luchaban por cambios sociales tendientes a conseguir una sociedad más igualitaria y justa. Esos sectores eran considerados como enemigos del régimen. Como resulta evidente, con esta definición de «enemigo» el espectro era tan amplio que incluía militantes estudiantiles, librepensadores, obreros, burgueses progresistas, minorías de todo tipo, demócratas, sindicalistas honestos, electoralistas o partidarios de conseguir estas cambios a través de la lucha armada. Dentro de esos sectores figuraban organizaciones armadas como ERP, Montoneros, FAR, FAP y otras. Estas organizaciones consideraban que la única manera de conseguir un profundo cambio social era a través de las armas. Habían comenzado a nacer a partir de la Revolución Cubana y con la influencia, reconocida o no, del guevarismo.
El ejemplo golpista de Pinochet, ¿pudo influir en las actuaciones de los miliares golpistas argentinos? ¿Contaron con ayudas exteriores? ¿Hubo resistencia frente al golpe?
Tanto el golpe de estado en Uruguay como el perpetrado en Chile influyeron para que se consumara el del 24 de marzo de 1976 en Argentina. En realidad pienso que más que influir eran el resultado de un plan orquestado desde la Casa Blanca para luchar contra todo aquello que dificultara la ingerencia económica y política de los EEUU en el resto de América. Esta política de los gobiernos norteamericanos se evidenció en la Operación Cóndor orquestada por el gobierno norteamericano a través de la CIA. Este plan coordinó las actividades represivas de los servicios de inteligencia de la Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Brasil y la CIA. El ideólogo de esta operación fue Henry Kissinger, premio Nobel de la Paz en 1973… Este operativo fue el responsable de que secuestrados en un país aparecieran muertos o en campos de concentración de otro. En este Operativo participaron, además de los efectivos locales, agentes de la CIA, miembros de la Logia P2, terroristas anticastristas.
¿Qué produjo, en su opinión, el hundimiento de la dictadura militar argentina?
Pese a la feroz represión la dictadura no pudo contener las manifestaciones de protesta contra la carestía de la vida, la falta de libertades y la violación de los DDHH. La lucha de las Madres de Plaza de Mayo y las Abuelas de Plaza de Mayo había trascendido ya las fronteras de la Argentina y sus denuncias eran asumidas por distintos organismos internacionales y organizaciones de exiliados. Perez Esquivel recibía en 1980 el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la defensa de los DDHH en Argentina. A fin del año 1981 la Deuda Externa Bruta llega a 35.000 millones de dólares. Frente a este panorama de crisis económica y de creciente descontento social, a fin de marzo de 1982 se convoca una manifestación de protesta contra la dictadura militar organizada por la CGT que es duramente reprimida por la policía. Tres días después se inicia la Guerra de las Malvinas con la evidente intención de recuperar el consenso de la población. A mediados de junio se produce la rendición argentina y se acelera la crisis de la Dictadura Militar. En este contexto Bignone, el último presidente de la Junta Militar, llama a elecciones. A estos hechos que explican el hundimiento de la dictadura hay que agregar otro. Cuando se convocan a elecciones gran parte del objetivo de la dictadura estaba cumplido: se habían eliminado totalmente los grupos que luchaban por una sociedad más justa en la Argentina y económicamente el país estaba privatizado, la industria nacional desaparecida y el capital en manos de empresas extranjeras. La deuda externa era de 45.000 millones de dólares. Los militares ya no eran necesarios. Habían cumplido el trabajo sucio y no tenían buena prensa. Pero los socios civiles, los dueños del dinero y del poder, los ideólogos de la dictadura seguirían gozando de sus privilegios sin que ninguno de ellos fuera juzgado.
¿Qué papel han jugado las madres y las abuelas de la plaza de Mayo en la recuperación de la memoria de las personas desaparecidas?
El papel de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo ha sido fundamental no sólo en la recuperación de la memoria histórica en la Argentina sino como referente universal. Su lucha comenzó en plena dictadura, siendo un ejemplo de valentía y coherencia más aún viniendo de mujeres que, en muchos casos, no tenían una militancia previa. Con su trabajo han conseguido mantener vivo el recuerdo de uno de los atentados contra los DDHH más graves del siglo XX. Y esto no es sólo importante para que la historia no se repita (o sea más difícil de repetir) sino que es prácticamente el único gesto de justicia que podemos hacer con las víctimas.
En el caso de Abuelas es particularmente significativo su trabajo: han conseguido hasta la fecha la recuperación de 97 nietos que fueron robados por los asesinos de sus padres cuando eran bebés. Pocos organismos de DDHH tienen en su haber 97 éxitos… Y estos 97 éxitos los han logrado gracias a su incansable tarea, con poco o nulo apoyo gubernamental. En la Argentina no hay policía judicial y ellas han trabajado como verdaderos detectives investigando a los apropiadores gracias a denuncias y datos que les llegan hasta que consiguen dar con el paradero de los nietos. Es una ardua y muy delicada tarea.
¿Y no hay nadie que las haya propuesto para el Premio Nóbel de la Paz o para el Premio alternativo de la Resistencia y la Dignidad?
Las Abuelas están propuestas desde hace dos o tres años al Premio Nobel de la Paz. No conozco el otro Premio.
Cuando se habla de hijos o nietos robados, ¿de qué se está hablando? ¿Quién robó esos niños o niñas? ¿Dónde están?
Alrededor de 500 bebés fueron robados a sus padres por los militares argentinos o sus cómplices. Hoy esos bebés tienen entre 27 y 31 años. Se calcula que más de 40 jóvenes argentinos con su identidad secuestrada pueden vivir hoy en España y algunos de ellos en Catalunya. Los militares los robaron y asesinaron a sus padres, padres que luchaban por un mundo mejor, más justo. Por lo general, las madres embarazadas eran secuestradas en los centros clandestinos de detención, eran salvajemente torturadas y una vez que hubieran parido se las asesinaba, en general en los vuelos de la muerte.
En el colmo de la perversión ideológica esos bebés fueron robados y criados por los asesinos de sus padres, en la mentira y en el engaño.
¿Existen fosas comunas también en Argentina?
Existen fosas comunes, se han descubierto muchas y se siguen descubriendo.
Las Madres de Plaza de Mayo, en la búsqueda de sus hijos desaparecidos, han hecho mucho por descubrir estas fosas en todo el territorio de la República Argentina.
Los responsables políticos y militares de toda aquella barbarie, ¿han sido juzgados? ¿Han sido inhabilitados para cargos públicos?
Voy a contestar a estas preguntas con palabras de Carlos Slepy, publicadas recientemente en el diario argentino «Página 12»:
Veamos primero las cifras de las investigaciones judiciales en curso. Lo ideal sería conocer el número, aunque fuera aproximado, de los culpables del genocidio, para saber cuál es la proporción de ellos que han sido sometidos a la Justicia. No será posible mientras no exista voluntad política y judicial -quedan desde luego a salvo los pocos y esforzados funcionarios políticos y judiciales que son el espejo en que muchos otros tendrían que mirarse- de abrir los archivos y profundizar las investigaciones para que se sepa cuántos militares, policías, gendarmes, prefectos, personal penitenciario, fueron los represores directos; cuántos civiles: médicos, sacerdotes, rectores de universidad, decanos de facultad, directores de colegios, jueces, fiscales, abogados, gerentes y jefes de personal de empresas, etcétera, colaboraron en los crímenes y cuántos fueron los responsables económicos coautores del exterminio. Ante esta falencia, comparemos el número de condenados y procesados en relación con el número de víctimas. A diciembre de 2008 había en nuestro país 36 condenados y 533 procesados. Esto significa que, en relación con el número de aproximadamente 30.000 desaparecidos y asesinados, si dejamos a una lado la multitud de torturados y otras víctimas del exterminio, sólo ha sido condenado el 0,12 por ciento de represores y se encuentran procesados el 1,77 por ciento. En otro sentido, y habiéndose instalado en el país más de 400 centros clandestinos de detención y exterminio hay, en promedio, poco más de un represor procesado por cada uno de esos centros, como si cada uno de ellos hubiera cometido en exclusiva, él sólo, todos los crímenes habidos en un centro clandestino. O, visto de otro lado, menos de dos represores procesados por cada mil víctimas.
No es ningún consuelo, desde luego, pero en algunos países, como sabes, han sido condenados el 0% de los represores y se encuentran procesados también el 0%. España es un ejemplo. ¿Cuál han sido el comportamiento de los presidentes y gobiernos democráticos tras la caída de la dictadura?
Durante el primer gobierno democrático (Raúl Alfonsín) se llevaron a cabo los juicios a las juntas militares, hecho inédito en la historia de Latinoamérica ya que nunca se había juzgado a responsables de golpes militares y violadores de los DDHH. Pero esta medida que parecía ejemplar fue rápidamente ensombrecida por las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida que detuvieron los juicios.
El siguiente gobierno (Carlos Menem) indultó a los pocos militares sentenciados. La impunidad volvió a proteger a los genocidas. Hasta que durante el gobierno de Néstor Kirchner estas leyes de la impunidad se abolieron. Esto trajo como consecuencia la reanudación de los juicios a muchos militares responsables de crímenes de lesa humanidad.
¿Ha habido entonces algún cambio de actitud destacable en las dos últimas presidencias argentinas?
Pienso que el cambio de actitud de los dos últimos gobiernos de la República Argentina respecto a los DDHH es importante. De todas maneras falta mucho camino por recorrer. Julio López, testigo fundamental en la causa contra el genocida Etchecolaz, fue desaparecido y muy probablemente asesinado por bandas parapoliciales o policiales que vieron peligrar su impunidad. No hay juzgados por este crimen. Los militares juzgados gozan en muchos casos de prisiones de lujo cuando no domiciliarias (aunque esto parece estarse modificando gracias a la presión de los organismos de DDHH). Las causas no están unificadas con lo cual los testigos (en su mayoría amenazados, sobre todo después del caso López) deben acudir a cada juicio como si fuera el primero. Y allí, durante sus declaraciones, revivir el horror que vivieron durante la dictadura. Eso multiplicado por el número de juicios que se realizan.
La lentitud, en general intencionada, del comienzo de los juicios hace que las prisiones preventivas se agoten y los genocidas puedan quedar en libertad.
¿Y por qué las fuerzas policiales, militares y parapoliciales siguen teniendo tanto poder y actúan de ese modo? ¿El gobierno ejerce su poder sobre ellas?
Esas fuerzas crecieron brutalmente durante la última dictadura cívico-militar. Pese a la Fuerzas Armadas como institución han perdido poder como grupos parapoliciales no lo han perdido. Los integrantes de estos grupos son en su gran mayoría integrantes en activo o ex integrantes de la policía las Fuerzas Armadas. Manejan redes de juego, de tráfico de armas y drogas, de prostitución, en fin, todo lo que define a una organización mafiosa. Esos «trabajos» son los que les proporcionan autonomía económica. El resto de los «trabajos» están destinados a proteger su impunidad, tanto por sus delitos actuales como por los cometidos durante la dictadura. Es el caso de la desaparición de Julio López y de los secuestros y amenazas a los que se ven sometidos los testigos en las causas contra los genocidas.
El gobierno no puede considerarse como monolítico ni mucho menos. Dentro del gobierno hay sectores democráticos y sectores que no lo son. Inclusive en más de una oportunidad se ha denunciado la presencia, en algún estamento gubernamental, de civiles comprometidos con la última dictadura. Hay actitudes del gobierno tendientes a controlar estos importantes resabios de la dictadura. Pero o por imposibilidad o por falta de interés no siempre se hace. Es el caso del secuestro de López, la fuga de algún represor, el «suicidio» de otro, las amenazas contra militantes de DDHH, el gatillo fácil…
Los represaliados, los familiares, ¿han sido resarcidos de algún modo?
¿Cómo se puede resarcir a las víctimas de un genocidio o sus familiares? ¿Cómo se puede resarcir a alguien que fue asesinado? ¿Cómo se puede resarcir al que durante los años de dictadura vivió escondido, mudo, sordo, ciego? ¿O al que se exilió y vivió fuera del país donde se había criado, tuvo hijos y sus hijos se siguen sintiendo exiliados?
La única manera de mitigar este sufrimiento es juzgando a TODOS los responsables de este horror y son muy pocos los que cumplen condena.
Hubo un resarcimiento económico a los sobrevivientes o a los familiares de las víctimas, se hicieron algunos pocos monumentos pero todos esperamos ver las cárceles llenas de los genocidas y que éste sea el mejor e insuficiente homenaje a las víctimas.
Cuando se habla de muertos y desaparecidos, ¿se incluye los soldados que fueron enviados a las Malvinas, a aquel enfrentamiento tan desigual y tan absurdo por otra parte?
La guerra de las Malvinas fue provocada por la dictadura para nuclear a la gente alrededor de un nacionalismo barato y absurdo. Y buscar apoyo popular para un régimen genocida pretendiendo hacer que la gente olvidara los crímenes de la dictadura no haciendo sino sumar otros en el campo de batalla. En las Malvinas hubo cientos de crímenes perpetrados por las Fuerzas Armadas. El primero fue el enviar mal pertrechados a soldados que no murieron por las balas inglesas sino por el frío, las gangrenas o las infecciones. Cuando hablamos de los 30.000 desaparecidos no incluimos a los muertos en las Malvinas. Creo que este tema merece un largo análisis y no sé si en este reportaje hay lugar…
Tal vez, de acuerdo, mejor para otra ocasión. Cosofam ha repudiado las expresiones del Primer Ministro de Italia Silvio Berlusconi al hablar con burla de los detenidos-desaparecidos en Argentina. ¿Qué declaraciones fueron esas? ¿Cómo es posible que un primer ministro de un país democrático se exprese en esos términos?
Berlusconi declaró, dice que como broma, que los vuelos de la muerte «Eran bellas jornadas, los hacían descender de los aéreos». Tal vez sorprenda que hoy, con el reinado de lo «políticamente correcto» ese señor haya hecho público su pensamiento. Pero yo lo veo totalmente coherente con su ideología y su proyecto de gobierno. ¿Por qué no va a ironizar sobre los vuelos de la muerte y toda la represión fascista del último gobierno militar argentino un señor que detenta una abierta política racista hacia gitanos, rumanos, argelinos, un señor que quiere impedir que una mujer en coma durante 17 años pueda morir dignamente, un señor que aprueba brigadas de vigilancia…?
No creo yo que Italia sea en este momento un país democrático. Fascismo no es democracia.
Finalmente, en Argentina, con vacilaciones, se ha perseguido a los responsables de esa barbarie represiva. No ha sido así en el caso de España. Ningún político, ningún militar, ningún oligarca, ha sido condenado nunca por crímenes cometidos durante nuestra guerra y durante los 40 años del franquismo. ¿Qué opinión le merece a usted un silencio histórico como éste que le describo?
No me gusta. Pero tampoco me gustan algunas comparaciones. En el Estado español, tal como ha sido en la República Argentina, son los organismos de DDHH los que trabajan para rescatar la memoria. Nunca es tarde para hacerlo y las fosas comunes que el franquismo llenó de cadáveres ahora poco a poco se están abriendo. Somos nosotros, lo que integramos la sociedad, los que debemos presionar y exigir que los que cometieron crímenes contra la humanidad, paguen por sus delitos.