La pluralidad informativa brilla por su ausencia en prácticamente todos los medios de comunicación convencionales en nuestro país. Periodistas, blogueros y colaboradores típicos de prensa, radio y televisión pertenecen a un mismo saco, el saco de los defensores a ultranza de las políticas neoliberales que nos invaden, y que en base a ellas, justifican todas […]
La pluralidad informativa brilla por su ausencia en prácticamente todos los medios de comunicación convencionales en nuestro país. Periodistas, blogueros y colaboradores típicos de prensa, radio y televisión pertenecen a un mismo saco, el saco de los defensores a ultranza de las políticas neoliberales que nos invaden, y que en base a ellas, justifican todas las tropelías que los Gobiernos, comenzando por el español, practican con sus ciudadanos/as, a modo de experimentos, tomando a la población cual conejillo de indias a ver cuánto pueden aguantar. El panorama es rancio, asfixiante, desolador, cansino, uniforme. Sólo algunos medios de comunicación muy puntuales, como laSexta, se muestran auténticamente críticos con las actuales políticas, y reflejan una foto más o menos correcta y equilibrada de la realidad social del país. Asistimos a un panorama donde los dogmas, la demagogia, la manipulación informativa, la falta de alternativas, el liberalismo, los tópicos y el pensamiento único arrasan en nuestros medios, y ello mina también la propia democracia, pues uno de sus pilares se sustancia en la existencia de unos medios de comunicación plurales.
Pero en general, como decimos, la pléyade de tertulianos/as en los diferentes programas de radio y televisión, así como las colaboraciones en prensa escrita, aglutinan una uniformidad ideológica que es muy difícil de romper. En prensa, los medios escritos de mayor tirada nacional, como El País, ABC, La Razón, El Mundo, La Vanguardia, El Periodico, El Correo, La Voz de Galicia, Diario Sur, La Gaceta, El Confidencial, etc., que tienen todos ellos versión impresa y on-line, se complementan con aquéllos que sólo disponen de versión digital (lainformacion, infolatam, Voz Populi, etc.). Tres cuartos de lo mismo ocurre en la prensa económica (Expansión, Cinco Días, etc,), y en las emisoras de radio, sean por ejemplo RNE, Cadena Ser, COPE, Onda Cero Radio, ABC Punto Radio, etc. El panorama internacional también nos invade con medios de comunicación y agencias de noticias afines y voceros de la política y la economía de corte neoliberal, tales como Bloomberg, Les Echos, Financial Times, The Washington Post, The New York Times, The Economist, The Guardian, The Wall Street Journal, La Stampa, Corriere della Sera, Frankfurter Allgemeine Zeitung, Libération, Le Figaro, etc.
En este panorama, tan sólo algunos medios se desmarcan de dicha línea editorial, y son muy pocos los que ofrecen versión impresa. Quizá destaca de entre todos ellos Le Monde Diplomatique, que recoge orientaciones críticas. El resto se conforman con poseer una versión digital u on-line, y por tanto, aunque Internet posee cada vez mayor fuerza como medio de comunicación alternativo, ofrecen bastante menos cobertura. A todos ellos se unen blogs, bitácoras y medios alternativos, personales o empresariales, donde encontramos ya ideología diversa. Nosotros estamos recogiendo lo más interesante de ellos en nuestra serie de artículos titulada «La Red Social de Izquierdas», pero evidentemente, se nos queda mucho en el tintero. Plataformas, Asociaciones y Organizaciones de todo tipo presentan hoy en día su sitio web, donde difunden pensamientos alternativos, pero como decimos, su cobertura es infinitamente menor.
Sirvan como buenos ejemplos ATTAC España, el Foro por la Memoria, la Plataforma por la Nacionalización de las Cajas de Ahorros, CADTM, Socialismo 21, Democracia Real YA, Colectivo Novecento, Fundacion CEPS, Colectivo Prometeo, Plataforma ¡En Pie!, Plataforma Ciudadana por una Justicia de Todos, Federación Estatal de Organizaciones Feministas, o Fundacion 1º de Mayo, en cuanto a Asociaciones y Plataformas. En cuanto a blogs críticos, valgan como buenos ejemplos los de Vicenç Navarro, Juan Torres López, Alberto Garzón, Carlos Martínez García, o Juan Carlos Monedero. Por último, en cuanto a medios de comunicación críticos y alternativos, tanto impresos como digitales, quizá los principales puedan ser Periódico Diagonal, Mundo Obrero, el Diario Público, la Revista El Viejo Topo, Lucha de Clases, Tercera Informacion, Rebelion, Kaosenlared, Crónica Popular, Cuarto Poder, La Republica, AlbaSud, etc.
Pero como decimos, la mayoría de la población ni siquiera conoce de la existencia de estos medios. Y si nos vamos a los protagonistas, voces, tertulianos/as que aparecen en los diferentes programas, volvemos a tener el mismo escenario. Y no hace falta que nos vayamos a los canales típicos de la derecha española, como 13tv o Intereconomía. Realmente existen muy pocos programas críticos de debate, y desde que el Partido Popular nos gobierna, el acoso y manipulación mediática e informativa al que estamos siendo sometidos es aún mucho mayor. En la televisión pública, programas como Los Desayunos de TVE, El Debate de la 1 o La Noche en 24h, y en las privadas, El Gran Debate (Telecinco) o laSexta Noche (laSexta) acaparan toda una serie de personajes que se reparten la parrilla, y que pertenecen en su inmensa mayoría a los medios convencionales. Quizá los más críticos puedan ser El Intermedio y Al Rojo Vivo, junto a Salvados, laSexta Columna, Más Vale Tarde o Equipo de Investigación, todos del mismo canal (laSexta). Para colmo de poderío empresarial, el nuevo grupo mediático que se acaba de establecer, y que aglutina los medios audiovisuales Antena 3, la Sexta, Neox, Nitro, Xplora, laSexta 3, Onda Cero, Europa FM y Nubeox, y al que se le dado el nombre ATRESMEDIA.
Y en cuanto a los intervinientes en tertulias y debates políticos y económicos, la ristra de tertulianos/as se repite hasta la saciedad, dando una imagen muy uniforme de la realidad social, y transmitiendo de forma constante el pensamiendo único, y la carencia de otros puntos de vista y alternativas críticas. Tales, Graciano Palomo, Antonio Papell, Ángel Expósito, Consuelo Álvarez de Toledo, Antonio Arráez, Justino Sinova, Fernando Ónega, Charo Zarzalejos, Javier Fernández Arribas, Manuel Cerdán, Esther Jaen, Manuel Erice, Carmen Morodo, Esther Esteban, Fernando Jáuregui, Juande Colmenero, Carmen del Riego, Francisco Marhuenda, Víctor Arribas, Antonio Casado, José María Brunet, Anabel Díez, Ignacio Camacho, Casimiro García Abadillo, y muchos más. Quizá sólo algunos nombres en clara minoría rompen esta línea, tales como Jose María Crespo, Javier Ruiz o Jesús Cintora. Por supuesto, sus listas de invitados también se adhieren a la propagación del pensamiento dominante.
En cambio, otros muchos nombres de la cultura, de profesionales, intelectuales, artistas, escritores, blogueros, periodistas, economistas y pensadores de izquierdas, o al menos del mundo crítico, o bien del altermundismo, no son invitados nunca (salvo honrosas excepciones) a este tipo de programas. ¿Porqué no invitan por ejemplo a Pascual Serrano, Francisco Frutos, Felipe Alcaraz, Vicenç Navarro, Ignacio Ramonet, Alberto Montero Soler, Julio Anguita, Ginés Fernández, Javier Navascués, Benito Rabal, Jose Antonio García Rubio, Manuel Monereo, Enrique Javier Díez, Raul García Hemmonet, Santiago Alba Rico, Salvador López Arnal, o Juan Francisco Martín Seco, entre otros muchos? Tendríamos, al menos, una opinión bastante más formada de lo que pasa, por qué pasa, y cuáles son las alternativas reales, en vez de tanto mensaje uniforme, manipulador y machacón. Pero claro, eso sería señal de que caminamos hacia una auténtica democracia, que reflejara el verdadero pluralismo de la sociedad.
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