La Policía de Jujuy realizó este 14 de agosto a la mañana un operativo con más de 300 efectivos de Infantería para desalojar el corte en el cruce de las rutas 9 y 52, en Purmamarca, que las comunidades originarias de la provincia reunidas en el Tercer Malón de la Paz sostienen desde mediados de junio para protestar contra la reforma constitucional del gobernador Gerardo Morales.
«Luego de la jornada de ayer, donde Gerardo Morales perdió su interna, la respuesta contra los sectores sociales que rechazaron la Reforma Constitucional fue de venganza. Una represalia habitual de un gobierno totalitario», denunció la Multisectorial contra la Reforma de Jujuy.
En los videos que enviaron las comunidades desde el corte en Purmamarca se denuncia que el cuerpo de Infanteríallegó sin orden judicial a desalojarlos del acampe, donde permanecían unos 30 comuneros al costado de la ruta, sin realizar un bloqueo.
El operativo policial también se dirigía a Abra Pampa y Humahuaca, y la Policía detuvo al comunero José Palacios. Desde las comunidades indicaron que buscarían sostener el acampe al costado de la ruta en Purmamarca.
Tras la denuncia del operativo policial, integrantes del Tercer Malón de la Paz, que acampan frente a la Corte Suprema desde el 1° de agosto,se movilizaron a la puerta del Congreso de la Nación para exigir una audiencia con la Presidencia de la Cámara de Diputados.
El Tercer Malón de la Paz llegó a la Ciudad de Buenos Aires el 1° de agosto pasado, tras recorrer 1.875 kilómetros desde Jujuy hasta la Capital. El espacio que representa a las 400 comunidades originarias de la provincia exigió ante el Congreso el tratamiento de un Proyecto de ley de intervención provincial y de tierras comunales.
La marcha finalizó en la Corte Suprema para exigir que trate lademanda por inconstitucionalidad de la reforma impulsada por Morales, que restringe el derecho a protesta y pasó por alto las leyes nacionales e internacionales de consulta a los pueblos indígenas. La reforma le da al Estado provincial más facultades para avanzar sobre territorios fiscales, no reconocidos a las comunidades indígenas, en medio del avance de proyectos extractivos de litio.
Hasta el momento, la Corte desoyó el reclamo de las comunidades indígenas para tratar la demanda por la inconstitucionalidad de la reforma -la primera de ellas presentada por el gobierno nacional. Esto llevó a que tres comuneros se encadenaran la semana pasada en la escalinata del Palacio de Tribunales e iniciaran un huelga de hambre, que levantaron tras el compromiso de la Secretaría de Derechos Humanos de conformar una mesa multisectorial para abordar sus demandas.
Compartimos el comunicado:
EL TERCER MALÓN DE LA PAZ DENUNCIA A LA POLICÍA DE MORALES Y EXIGE LA LIBERTAD DE JOSÉ PALACIOS
El Tercer Malón de la Paz estaba en permanencia pacífica al costado de la ruta 9 y 52 en Purmamarca. En el día de hoy, 4 de agosto, la policía de la provincia de Jujuy irrumpió violentamente contra las hermanas y hermanos y destruyó lo construido con el esfuerzo de todos (el fuego donde hacemos las ceremonias diarias y al cuidado de las abuelas, la cocina, la Carpa del Tercer Malón de la Paz los lugares de descanso, etc.)
Denunciamos el atropello a los Derechos Humanos. Pedimos la inmediata liberación de José Palacios, apresado hoy a la mañana. Denunciamos que la policía rompió la Carpa del Tercer Malón de la Paz, donde se realizaban encuentros culturales con todas las personas y organizaciones que apoyan nuestra lucha. Además, ingresaron a donde estaban algunas pertenencias nuestras (carpas, mochilas, ropa, dinero) y las rompieron. Todo fue subido a un camión y luego quemado por las fuerzas represivas.
Nosotros, defensores de la democracia y la paz, no podemos admitir semejante atropello y violación a los Derechos Humanos. En el momento de la intervención policial no había ningún corte de ruta. A la democracia de las comunidades, el gobierno de Gerardo Morales responde con venganza, criminalización, mentira y violencia.
Hacemos responsable al gobierno de Gerardo Morales por nuestra seguridad y por lo que pueda sucedernos a quienes seguimos manifestándonos pacíficamente en el cruce de Purmamarca.
Asimismo, solicitamos a los organismos de Derechos Humanos, nacionales e internacionales que nos acompañen denunciando la violencia y persecución que vivimos.
Seguiremos ejerciendo el derecho legítimo a la defensa de la protesta en defensa del Agua, la Vida y los territorios.
¡Arriba las Wiphalas! ¡Abajo la reforma!
Levantan cortes
A poco de las PASO, las comunidades indígenas que estaban apostadas en distintos tramos de las rutas 9 y 52 en Jujuy decidieron en la mañana del jueves 10 levantar cuatro de los cortes vigentes al menos hasta el lunes. La medida incluía la barricada más central y emblemática, ubicada en el cruce de acceso a la localidad de Purmamarca, en el corazón de la Quebrada de Humahuaca.
Así lo hicieron saber las propias comunidades en un escrito, en el cual expresaron que la decisión fue tomada “en razón de las próximas elecciones PASO”. Esto tiene que ver con las restricciones establecidas por la veda que entró en vigencia el viernes pasado y que impedía, entre otras cosas, “toda clase de reuniones públicas que no refieran al acto electoral”.
Si bien las prohibiciones establecidas por el Código Nacional Electoral podrían entrar en colisión con el derecho a protesta, los colectivos indígenas entienden lo inconveniente que resultaría obstaculizar el desplazamiento en un fin de semana tan sensible. Y, en otro punto, también saben que quedan expuestas a la intervención de las fuerzas de seguridad, corriendo el riesgo de padecer represiones amparadas por la ley.
Con todo, las comunidades permanecerían en las zonas donde venían desarrollando los cortes, solo que hasta el lunes lo harían sobre las banquinas. De ese modo seguirían presentes en el territorio, aunque de manera simbólica, en cuatro puntos: el de la ruta 52 sobre la localidad puneña de Susques y los de la ruta 9 a la altura de Tilcara, el paraje San Roque en el departamento de Humahuaca y el acceso a Purmamarca.
Debido a su ubicación estratégica (tanto por la convergencia de dos rutas nacionales con camino a pasos fronterizos como por la cercanía a un pueblo de alta confluencia turística), el corte de la entrada de Purmamarca había sido el más importante de una saga que llegó a extenderse por casi veinte en toda la provincia.
Los cortes de ruta tienen el propósito de mantener visible el reclamo por la polémica Reforma constitucional que el gobernador Morales aceleró sin ningún tipo de consulta comunitaria, a pesar de que varios artículos afectan la utilidad de suelos ocupados por distintos colectivos indígenas desde tiempos inmemoriales. La opinión de estos está amparada por el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo, al que Argentina adhirió y dio rango de ley en 1992.
A pesar de que Morales aseguró en numerosas entrevistas que su gobierno había dialogado con los pueblos aborígenes de Jujuy, luego se supo que lo había hecho, cuanto mucho, con apenas 200 de los más de 400 que hay en la provincia. Eso generó la primera pueblada del 17 de junio en el cruce de las rutas 9 y 57, sobre Purmamarca, que desató una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad y, a consecuencia de ello, las comunidades replicaron los cortes como mecanismo de resistencia.
Sin respuestas por parte de estamentos institucionales, representantes de varias de esas comunidades decidieron viajar a pie hacia Buenos Aires como réplica del itinerario que había hecho en 1946 el primer Malón de la Paz. Desde hace dos semanas, centenares de indígenas de Jujuy están acampando en Plaza Lavalle, frente a Tribunales, a la espera de ser recibidos por los jueces de la Corte Suprema, quienes aún no se han expedido sobre el pedido de inconstitucionalidad de la reforma que realizaron tanto el Ministerio de Justicia de la Nación como el Procurador General. El jueves pasado, los tres maloneros que permanecían encadenados en huelga de hambre en la entrada de la sede del máximo tribunal levantaron la medida como gesto de «voluntad de diálogo».
“Se persigue a todo aquel que no esté de acuerdo con el gobernador”
Al dirigente Leonardo Rosales le cayeron tres multas contravencionales y una causa penal por participar de los disturbios del 20 de junio en la Legislatura, y las consideró una forma de Morales de “criminalizar la protesta”, al igual que muchos de sus pares quienes criticaron que haya dirigentes multados y piden la derogación del Código Contravencional.
Rosales dijo que son multados quienes participaron de disturbios en Purmamarca, Humahuaca y Capital contra el gobierno y la Reforma constitucional parcial; “la estrategia del gobierno es criminalizar la protesta social con contravenciones y causas penales”.
Asimismo, dijo que quienes integran la multisectorial contra la Reforma (que fueron multados o tienen causas penales) evaluarán coordinar una defensa legal conjunta porque “desde que Morales asumió tiene el poder público en sus manos; el Judicial responde a sus intereses y es más que seguro que no tengamos derecho a una defensa seria”.
“Es una burla pretender que los trabajadores paguen multas de $3.000.000. Eso marca lo que se viene: la persecución a trabajadores, a todos los que se opongan al ajuste, los privilegios y a caprichos del gobernador”.
Jujuy: docentes marcharon para denunciar descuentos salariales y en repudio al crimen de Facundo Molares
Las educadoras y educadores han percibido descuentos salariales por paro que, en algunos casos, llegaron a dejar el recibo de sueldo en cero. Por eso el jueves pasado realizaron un festival y movilización para denunciar la situación.
El acto contó con la presencia de Mercedes «Mecha» Sosa, la secretaria general de CEDEMS, el gremio que nuclea a la educación secundaria. Silvia Vélez, la representante sindical de las maestras y maestros de primaria en el gremio ADEP, brilló por su ausencia.
La docencia jujeña volvió a expresar su descontento con la dirigente y con el gobierno provincial, a la par de renovar su rechazo a la Reforma constitucional, su solidaridad con los movimientos indígenas y sociales frente a los ataques del gobierno provincial y la indiferencia de la Nación, cerrando la protesta con un festival artístico en el cual Wayra Awka, Tojra, y Bruno Arias compartieron escenario con la comparsa de profesoras de música «Los Malpagados».
La noche en la plaza jujeña se cerró con Arias, «Los Malpa» y la nutrida convocatoria de docentes, militantes y ciudadanos solidarizados cantando «Cinco siglos de Coraje» y algunos de los varios himnos con los que se desacredita al gobierno de Morales entre sonidos de cajas y sikus.
La policía de Jujuy volvió a atacar a Camila Müller
Por María Soledad Iparraguirre*
“Tenés 48 horas para salir a desmentir”, le advirtieron las oficiales que irrumpieron por segunda vez en su domicilio. Del maltrato psicológico a cortes con navaja. La Secretaría de Derechos Humanos de Jujuy dispuso su traslado inmediato. Camila permanece en Buenos Aires y recibe atención legal y psicológica. Un relato estremecedor.
Jujuy continúa bajo un Estado de Excepción. Cesó la represión en las calles, pero persiste el hostigamiento por parte de fuerzas policiales; y en paralelo, la judicialización y el armado de causas a quienes se oponen a la reforma exprés de la Constitución provincial impulsada por el gobernador y precandidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales (JxC). Camila Müller es un crudo y estremecedor reflejo. Tras ser nuevamente atacada en su domicilio, la artista y docente debió dejar la provincia para resguardar su integridad.
A diferencia de la primera agresión, -cometida de madrugada y de características propias de los mecanismos de tortura empleados durante la última dictadura militar- el 25 de julio tres oficiales de la policía golpearon la puerta de la casa de Müller avisando que traían una orden de allanamiento. Ella pidió que se la pasaran por debajo de la puerta; así se comunicaba con su abogado.Le respondieron que, mientras se ocupaba de eso, irían a allanar el domicilio de su madre. Entonces Camila abrió.
“Cuando me dieron la dirección de mi mamá, concluí que no era un allanamiento en sí mismo, sino que era otro ataque. Percibí en mi cuerpo la misma sensación de cuando salió la lista de pedidos de captura donde estaba mi nombre, cuando pensé ‘no quiero que me peguen’ y supe que me iban a pegar. Al lado de la puerta tenía un pedacito de machimbre, abrí y le pegué a la oficial, pegué primero. Fue inmediato: me redujeron, entraron dos de las policías (en este caso fueron tres agentes mujeres, la vez anterior había liderado un hombre) y esta vez no me taparon los ojos. Me redujeron a la fuerza con un amarre atrás en la espalda”, detalla Camila.
Ataque y miedo
Muller es una de las cien trabajadoras y trabajadores que fueron cesanteados días después de que Gerardo Morales asumiera como gobernador de Jujuy, en diciembre de 2015, cuando el gobierno nacional comandado por Mauricio Macri cerró el programa Nuestra Escuela, dispositivo operativo de acompañamiento pedagógico con fuerte presencia en los territorios norteños (Puna, Quebrada, Valle y Yunga). A partir de ese momento, trabaja de manera independiente dando clases. Es bailarina, artista e instructora de yoga.
“Tuve miedo y luego me di cuenta que la situación era por un lado distinta y, por otra parte, igual al anterior ataque. Dos entraron. La tercera se quedó en la puerta. Hubo muchos tironeos, la ropa que tenía puesta ese día está toda rota, al no haber un varón fue diferente la fuerza que manejamos las tres y la forma de reducción. Empezaron a golpearme, insultarme; yo grité mucho pidiendo ayuda y me golpearon en la cara con la madera con que yo salí a defenderme. Bromearon mucho con eso. Me di cuenta de que buscaban que yo dijera algo específico. Me decían que me gustan los medios, que quiero mi momento de fama, mientras me cacheteaban y golpeaban mi cabeza”.
En una situación que la docente entendió como un “diálogo” entre sus atacantes, la agente que la golpeaba le dijo que tenía 48 horas para ir a los medios a desmentir todo y decir que le pagaron para hacer pública la denuncia del ataque, mientras la segunda oficial destruía más cosas y efectos personales, a medida que Müller se negaba. “Ella quería que yo parafrasee, que repitiera tal cual me lo estaba diciendo. Una se va y empieza a tirar y romper y destruir cosas de la casa, ya tenían pensado por dónde empezar –lo dije en muchas entrevistas, que tenía miedo de que vieran las fotos de mis hijos–, empezaron tirando y rompiendo las fotos de mis hijos, el retrato de mi papá, desarmando todo lo que podían, tirando cosas de la biblioteca. Empecé a notar que cuando me negaba a repetir, la otra oficial tiraba más cosas, empecé a relacionar eso, se metía más por mi casa y me empezó a temblar el cuerpo de imaginar que agarrarían a uno de mis gatitos y los iban a lastimar para que yo hable. La que más hablaba me insistía ‘repetí, repetí’ y yo me negaba. Entró al balcón y tiró las macetas, fue a la cocina y tiró las ollas, mercadería. Noté ese diálogo entre ellas”.
En un intento por escapar al baño (allí la docente pasó las noches posteriores al primer ataque) Camila sintió que se enganchó la pierna con algo: era una navaja, que le clavaron en la cicatriz que tiene en su vientre, producto de una histerectomía. “Cuando me suelto e intento ir al baño, me rompen el pantalón y me lastiman la pierna, la que hace esto era la oficial que estaba sosteniéndome desde la espalda. Me quedo sin fuerzas, me reducen y me sientan en una silla. Todos son datos que yo misma di en las entrevistas, porque yo dije que tenía miedo de las fotos de mis hijes, fueron hacia eso, que tenía miedo de que me lastimen la herida, fueron directamente hacia eso. Empezó a clavarme en un lugar de la cicatriz, pidiendo y exigiendo que repita, yo seguía sin decirlo, empiezo a sentir que la navaja iba sobre la herida de un extremo al otro y a sentir el corte, ahí ya grito. Tuve muchísimo miedo, me sangraba la nariz, sentía la cabeza abombada: finalmente repetí y lo repetí un montón de veces”. Una de las últimas veces, la amenaza fue explícita: le dijeron que saliera a decir que le había pagado el kirchnerismo.
Antes de irse, una oficial arrancó un atrapasueños que tenía colgado y el foco explotó. “La explosión me hizo pensar que me habían disparado, de repente no escuché nada, me quedé congelada con el sonido del foco que se reventaba. Ahí me dijeron que si yo no cumplía ellas saben dónde vive mi mamá (la nombraron con el apodo con que la conocen las personas cercanas). Ella es una persona grande, no tiene redes sociales, yo no sé si alguna vez habré publicado su nombre en la red; es raro porque sé que no le gusta”.
Acompañamiento
Luego del segundo ataque Camila se comunicó con sus abogados y la sede jujeña de la Secretaría de Derechos Humanos dispuso su traslado de inmediato. «Entiendo que Camila pueda estar sufriendo la lejanía fuera de su lugar, pero había que sacarla de Jujuy», dice Lorena Mamaní, abogada del CEPRODH, que presentó un habeas corpus y trabaja en la defensa de la docente violentada.
Tras recibir atención médica, Muller pasó esa noche en una casa alejada de la zona urbana, acompañada por sus amigas del colectivo de artistas. Al día siguiente, debió volar a Buenos Aires, donde permanece a resguardo, bajo la tutela del Ministerio de Justicia de la Nación. La docente sufre estrés post traumático y está recibiendo atención legal y acompañamiento psicológico y psiquiátrico del Centro de Asistencia a Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos, Dr. Fernando Ulloa.
Camila arribó a Buenos Aires con lo poco que atinó a guardar en la valija: su equipo de mate, de yoga y Pedagogía de la Esperanza de Paulo Freire, texto que la ayuda a intentar comprender cómo actúan quienes permanecen bajo distintas formas de opresión. Llegó antes que el Tercer Malón de la Paz, que mantiene su reclamo ante el Palacio de Tribunales, en calle Talcahuano, sin lograr aún ser escuchados por la Corte Suprema de Justicia. Invitada por la diputada Leila Chaer, la docente participó en el Congreso de la presentación de un proyecto que busca la creación de una Comisión investigadora de la reforma de la Constitución jujeña.
“De todos mis años de militancia nunca viví momentos tan intensos como este; de estar al filo de la muerte, los ataques, despertarme con asfixia, sentir que por las noches me pasan un cuchillo por la panza, de abrazarme con una persona que vi un par de veces en un corte, encontrarla acá es como si hubiera encontrado a mi hija. Es muy duro estar lejos de mi casa, de mis compañeres, de mi vida. Fue un desafío entender que tenía que cuidarme a mí misma. Pero cuando llegó el Malón, abrazarme acá con gente que quiero, me ayudó a tomar fuerza. Esa reciprocidad andina sucedía ahí, en la Capital, en un abrazo en Plaza Lavalle. Todo estaba gris hasta que vi las whipalas. Lo vi como que la Pacha me mandaba a Buenos Aires un pedacito de Jujuy para que yo pueda sostenerme”.
Wiphalazo frente al Congreso
Grupos feministas y mujeres del Tercer Malón por la Paz realizaron, el miércoles 9, frente al Congreso Nacional un wiphalazo y un pedido de intervención a la provincia de Jujuy.
Luego las mujeres caminaron hasta Plaza Lavalle, frente al edificio de la Corte Suprema, donde llevaron adelante un wiphalazo feminista y el pedido de que la Corte se expida por la inconstitucionalidad de la Reforma constitucional de esa provincia.
Además, permanecían encadenadas a las rejas del edificio judicial y en huelga de hambre dos mujeres y tres hombres a quienes no se les permitía el ingreso para ir al baño, le suspendieron la asistencia del Same, quien solo los asistió una vez y tampoco autorizaron que personal sanitario que acompaña a los y las integrantes del Malón controle diariamente la salud de los cinco manifestantes.
Huelga de hambre y Festival
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y presidente del Consejo honorario del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), se acercó el 8 de agosto para expresar su apoyo a la permanencia ante Tribunales de las y los comuneros del Tercer Malón de la Paz.
Pérez Esquivel ingresó a la sede del máximo tribunal, donde según expresó a los medios presentes “no había ningún juez” para recibirlo.
“Ninguno de los jueces está presente, nos recibieron los secretarios. Nos dijeron que no hay ninguna definición y no pueden explicar por qué no los reciben”, explicó Pérez Esquivel.
Además, sostuvo que hará gestiones con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para que les permita colocar carpas que los refugien del frío, como “han autorizado la carpa que está emplazada hace tiempo en Plaza de Mayo por integrantes de la comunidad Qom”.
“Vamos a hacer gestiones para que tengan espacio, baños químicos porque los están privando de todo. Esto es una violación, es racismo, discriminación e intolerancia no sólo por parte de la Corte, sino del gobierno de la Ciudad”, denunció.
La justicia jujeña extendió la prisión preventiva del abogado Alberto Nallar
La justicia jujeña, a través del juez de control, Rodolfo Fernández, determinó extender por diez días la prisión preventiva de Alberto Nallar, el abogado que representa a las comunidades originarias en el marco de las protestas en Jujuy. Nallar continuará con prisión domiciliaria hasta el 13 de agosto.
Asimismo, Nallar envió un mensaje al pueblo jujeño para contar su situación: «Le cuento a mi querido pueblo jujeño que el Jefe del Poder Judicial me impuso diez días más de prisión domiciliaria para descansar de mí hasta el día de las elecciones. Me acusan de haber instigado con mi asesoramiento legal a la masiva protesta que se está llevando a cabo lo cual, como todos sabemos, es falso, ya que fue el propio Morales el que enardeció al pueblo con su ilegal Constitución, con el saqueo a los pueblos originarios y la humillación de los docentes» manifestó.
Continuó «hoy nos sorprende ver a sus rivales políticos compitiendo con él a ver quién finge la mejor sonrisa, pero sin animarse a exhibir su prontuario, lo cual nos induce nuevamente a cometer el error de la anterior elección. Mientras el pueblo juega su salud, su integridad física, sus famélicos bolsillos y hasta su libertad, para defender el Estado de derecho en Jujuy, los candidatos que reclaman nuestro voto no expresan el más mínimo compromiso con nuestra causa. Por eso creo que, si nos abstenemos de votar, los VOTAMOS A TODOS para que podamos comenzar a reconstruir una auténtica democracia. Alberto Elías Nallar».
Armando Quispe: “El Malón es una lucha indoamericana contra el capitalismo y el imperialismo”
Por Rodrigo Savoretti
La Asamblea del Tercer Malón de la Paz, está integrada por no menos de 300 comuneras y comuneros, representantes de 420 comunidades originarias de Jujuy, pertenecientes a 12 pueblos nación preexistentes a la República y el Estado Nación de Argentina.
MásDeAgencia entrevistó a uno de sus voceros, Armando Quispe, de la comunidad de Quetas, quien comentó las implicancias del histórico Tercer Malón en un contexto represivo donde impera el racismo y la discriminación de todos los gobiernos y las autoridades judiciales.
¿Cuáles son las victorias que se han cosechado desde los cortes de ruta hasta ahora con la decisión de nuevamente, como en 1946 y en el 2006, encabezar una marcha hacia Buenos Aires?
Bien, yo creo que ha pasado más de un mes donde realmente hemos tenido sobre todo la satisfacción de que el pueblo de Jujuy ha tomado la conciencia de lo que significa la reforma constitucional en la provincia.
Cuando nosotros comenzamos prácticamente de este tema no se hablaba y después de todo lo que pasó, de la aprobación con represión, de las represiones que hubo en los cortes de ruta, de la permanencia de las comunidades, el pueblo de Jujuy ha tomado conciencia de todo ese proceso y hoy está de pie.
Para nosotros esa es la mayor victoria. Después somos conscientes de que esto es una batalla que continúa y por eso hemos tomado esta decisión de nacionalizar esta lucha porque lo que está pasando en nuestra provincia no es un caso aislado, está pasando en todas las demás provincias.
Venimos recorriendo provincia por provincia encontrándonos con cada uno de los pueblos indígenas en su territorio y prácticamente todos dicen lo mismo, todos tienen la misma realidad, las mismas situaciones lamentables, digamos, de la invasión de los multinacionales, del avasallamiento de derechos, de la prohibición de la protesta, de la destrucción de las políticas de Estado. No sabemos cuándo va a terminar, pero estamos seguros de llevar esto hasta las últimas consecuencias.
En ese sentido, ¿Cuál fue el recibimiento de los pueblos originarios de otras provincias? ¿Qué significó, para ellos, recibir al histórico Tercer Malón?
Ellos entienden esta situación, ver a los hermanos de La Puna, marchando por la ruta, visitándolos en su territorio, intercambiando palabras, conocimientos. Entienden y entendemos que es una lucha de todos. Entonces, eso hace que nos hermanemos aún mucho más y que aunemos esfuerzos. Como te decía anteriormente, mucha gente se está sumando a este malón. Así que, la verdad, en ese aspecto, es, digamos, un proyecto de la unión de los pueblos, no solamente de las comunidades, sino de todo el pueblo argentino.
¿Cuál creés que va a ser la reacción de un Congreso que no está conformado ni siquiera por 1% de indígenas? ¿Cuál es la crítica al sistema democrático que no incluye a la comunidad indígena en la institucionalidad?
Hoy estamos frente a dos modelos del país, claramente. Eso hace que, de alguna manera, en ambos sectores haya intereses, haya legisladores, representantes con intereses propios. Es una empresa difícil de lograr los objetivos que hemos planteado. Pero no por eso tenemos que renunciar. Y esta marcha, esta caminata, tiene que ver precisamente con eso. Con lograr más elecciones, con lograr más apoyo, con hacer una lucha nacional y, de esa manera, obligar a los poderes, tanto judiciales, legislativos y ejecutivos, que tomen cartas del asunto. Porque lo que está pasando en Jujuy son cosas muy graves, muy feas. El hecho de que haya hermanos detenidos, hermanos con causas, de que la policía esté persiguiendo en las casas es muy grave.
¿Terrorismo de Estado se le puede llamar?
Totalmente. Y esto no es nuevo. Esto viene pasando desde hace muchos años. El tema de la reforma ha sido el motivo que desbordó y exhibió todo lo que venía pasando en estos ocho años. Acá hay comunidades que han perdido los territorios ya mucho antes. Lo que está pasando también con los derechos de los docentes, de los trabajadores, de las organizaciones sociales. O sea, es todo un conjunto de muchas cosas que, con la reforma, se profundizan mucho más, incluso yendo en contra de los derechos de la ciudadanía. Así que, por eso, esto es una lucha de todo el pueblo.
¿Cuáles son las características políticas de la asamblea malonera en un contexto nacional pero también latinoamericano complejo donde los pueblos originarios están siendo amenazados a lo largo y ancho de la región?
Hay que decir, que la disputa por el nuevo orden mundial está detrás de todo esto. Están las multinacionales, está el saqueo, el extractivismo, lo que está pasando en Perú, por ejemplo, tampoco es una cuestión nueva. Pasa en todos los países de esta gran Indoamérica y, es obvio, que los pueblos se levanten en defensa de sus derechos. Es esto, digamos, o sea, Perú aún es mucho más grave, llevan mucho tiempo en la lucha, tienen más de 70 muertos actualmente, somos conscientes de lo que está pasando, y nosotros, con este malón, también hay que explicar esa lucha.
De hecho, en este proceso, estos días, se han comunicado con nosotros comunidades indígenas de Uruguay, de Paraguay, de Bolivia, incluso residentes del mismo Perú. Estamos frente a una lucha indoamericana en contra del capitalismo y del imperialismo. Una lucha en defensa de los derechos, de los recursos naturales, del territorio, pero más que nada en contra del sistema colonialista actual. Entonces, los enemigos son bastante fuertes, poderosos, y no va a ser una lucha fácil. Pero nosotros tenemos la fuerza del pueblo, la adhesión de todos los pueblos, y por eso vamos a llevar esto hasta las últimas consecuencias.
Fuentes: Página/12, Resumen Latinoamericano, Red Eco Alternativo, Anred, MasdeAgencia.com.ar
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