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Entrevista a Julio Gambina, economista, días después del naufragio (I)

«Las inundaciones son una catástrofe social que quieren mostrar como natural»

Fuentes: Rebelión

Mario Hernandez (MH): Estamos escuchando a Charly García en «No bombardeen Buenos Aires» y en comunicación con Julio Gambina. Nos dejaron como si nos hubieran bombardeado. Julio Gambina (JG): Sí, más o menos, con una cantidad de muertos que va aumentando. Es una catástrofe social que muchos quieren mostrarla como natural. Está bien asociarla al […]

Mario Hernandez (MH): Estamos escuchando a Charly García en «No bombardeen Buenos Aires» y en comunicación con Julio Gambina. Nos dejaron como si nos hubieran bombardeado.

Julio Gambina (JG): Sí, más o menos, con una cantidad de muertos que va aumentando. Es una catástrofe social que muchos quieren mostrarla como natural. Está bien asociarla al bombardeo porque también éste es social. Hay gente que decide bombardear una ciudad. No es un fenómeno natural, es social. En este caso tiene que ver con la desidia del Estado municipal, provincial y nacional, de los actuales y de los anteriores. Incluso cuando la presidenta visita Tolosa en La Plata y dice hace 50 años nos inundábamos, uno podría decir, a confesión de parte, relevo de prueba. La pregunta sería qué se hizo en 50 años que el arroyo El Gato sigue desbordándose y generando inundaciones con las secuelas económicas, sociales, incluso culturales y también de las positivas, porque lo más positivo que tuvo todo esto fue la solidaridad social. Lo cultural negativo es todo lo demás que puso en evidencia que el Estado argentino está al servicio de ciertos y determinados intereses porque en simultáneo que se están evaluando las consecuencias económicas y sociales del fenómeno de las inundaciones, el Banco Central dispone de U$S 3.300 millones de las reservas internacionales para que el Poder Ejecutivo pueda cancelar deuda externa con organismos financieros internacionales. Esa cifra duplica o triplica, según quien haga la evaluación, el costo económico que han tenido las inundaciones.

Entonces, me pregunto ¿cómo es la historia? Argentina puede disponer de recursos de sus reservas internacionales para pagar a organismos internacionales que son sospechados, criticados e incluso en el discurso oficial, como corresponsables de los problemas que tiene nuestro país y no se utilizan para una política preventiva. Si no se usaron antes, se puede hacer ahora, porque no puede pensarse que estas situaciones no generen un plan integral de prevención. El mejor ejemplo que se puede dar en este sentido es el de Cuba, un país que sufre tifones, huracanes habitualmente, por su localización geográfica, y cada vez que ocurre una de estas situaciones le ocasiona pérdidas de patrimonio, viviendas, etc., muy serias pero no de vidas humanas porque está todo preparado económica, política, social y culturalmente para resguardar la vida de las personas. Eso supone una inversión previa en la formación de la población, en los equipamientos técnicos adecuados, en la formación profesional de los equipos de ayuda, etc.

Fue lamentable escucharlo a Mauricio Macri decir que la CABA tiene un equipo de emergencia de 600 profesionales altamente calificados pero que se vieron desbordados al ser decenas de miles los afectados por las inundaciones. Bueno, ingeniero Macri, hasta profesionalmente Ud. sabe que no alcanza con 600 personas. Se requiere multiplicar por varias veces la dotación de profesionales y personal capacitado para actuar en emergencias, en todos los ámbitos, porque la emergencia no es un tema localizado, hay que prepararse.

Además, estamos en un tiempo histórico mundial, no solo Argentina, donde estos acontecimientos se suceden. Es lo que se discute en la ONU y muchos otros ámbitos sobre el cambio climático que está asociado al trabajo de los hombres, de la sociedad mundial capitalista, de un modelo productivo que es depredador de los recursos naturales y desgasta la naturaleza que no tiene la capacidad de reproducir lo que el hombre depreda por un modelo productivo que es altamente consumidor de agua, tierra y nutrientes. En Argentina esto lo vemos en la sojización, en la megaminería a cielo abierto, en los récords de producción de automotores o en la propia construcción que llena las grandes ciudades de Argentina de pavimento y edificios sin generar las condiciones para servicios que puedan atender este cúmulo de hormigón. No solo la Ciudad, el Gran Buenos Aires y La Plata sino también lo podemos verificar en otras ciudades y no solo en las capitales provinciales sino en el conjunto del interior de nuestro país. Tiene que ver con el efecto de riqueza de este modelo productivo que genera cuantiosos excedentes que se vuelcan a la valorización inmobiliaria.

Si esta es la realidad del capitalismo contemporáneo, no solo de la Argentina, pero incluyéndola, hay que exigir que el Estado tenga en cuenta estos datos de la realidad porque van a haber muchas imprevistos por efectos naturales pero, insistamos, exacerbados por el accionar social de los seres humanos.

No se ha discutido mucho, pero en medio de la inundación, hubo varias explosiones en la planta de YPF en Ensenada. 

MH: Hoy hice referencia al tema de la lista de muertos y también a este tema porque están ocultos en la información. Corregime si no es así, pero tengo entendido que los daños en la destilería demandarían una inversión de U$S 3.000 millones adicionales a los previstos en importación de combustibles. 

JG: Es muy probable y te agrego, estamos con una empresa estatizada parcialmente pero que sigue con un criterio de gestión similar al que tenía la empresa privada a punto tal que las inversiones se están buscando en el mercado mundial con las transnacionales petroleras como Chevron, lo que es paradigmático.

La sociedad argentina adhirió mayoritariamente a la estatización aun siendo parcial porque hay un imaginario de independencia nacional en el manejo energético, hidrocarburífero, pero no nos equivoquemos, no nos hagamos los rulos, hoy la intervención del Estado en la economía actual no está vinculada a un proyecto de desarrollo, incluso de un capitalismo nacional, parecido al de los ’40 y ’50. Desde que se instaló la lógica del Rodrigazo, de la dictadura militar, con las privatizaciones y liberalización de la economía, lo que se busca es un capitalismo inserto en la economía mundial y, por lo tanto, se busca petróleo, combustibles para el desarrollo de una sojización que supone exportación del producto, de una megaminería, un desarrollo de la industria automotriz donde más del 70% va a parar al mercado externo. El tema es una producción para colocar en el mercado mundial, lo que supone salarios bajos para poder competir internacionalmente y lo que ha habido es una depredación de los recursos naturales hidrocarburíferos y, Argentina, que en los últimos años fue gran exportadora de combustibles, se ha transformado en una importadora de energía al nivel de U$S 10.000/11.000 millones anuales que es el equivalente al superávit comercial total que tenemos en un año.

Con esta nueva situación de la explosión en la destilería su presidente dice que se va a asegurar el abastecimiento de combustible en todas las estaciones de servicio de YPF, pero se va a lograr con mayor importación de combustible, por lo tanto, hay que prever que en este 2013 y en el horizonte mediano del 2014, las importaciones de combustibles van a ser mayores, con lo cual el tema de las inundaciones es mucho más serio que la cuestión que se muestra como catástrofe natural o como un fenómeno que se puede resolver con algunos subsidios.

Hoy, la Legislatura de la Ciudad ha aprobado un incremento de los subsidios que parecen broma. Van a haber 30 días para presentar los daños, otro tanto por parte del municipio para investigar si son reales, pero acotados a una cifra limitada de $ 25.000 por todo concepto pero sin analizar la cuestión de fondo que, insisto, es el destino del presupuesto y los recursos para una prevención y una planificación de los Estados municipal, del partido que sea, provincial, gobierne quien gobierne y nacional para estar prevenidos ante situaciones como éstas, que no tengamos dudas se van a reiterar en Buenos Aires o cualquier otra ciudad argentina.

Hace poco la inundada fue Santa Fe que está a la vera del río Paraná, lo mismo puede ocurrir en Entre Ríos o Corrientes.

MH: A fin de año pasó en Rosario, en sus barrios marginales.

JG: Normalmente lo que ocurre en Rosario, en Santa Fe, donde sea, es que los más golpeados son los sectores vulnerables, los más empobrecidos. También puede golpear a algunos sectores de altos recursos y se han visto 4×4 inundadas y muchos edificios nuevos tapados por el agua, pero el drama afecta a los sectores de más bajos ingresos. Los sectores de altos ingresos tienen como resolverlos por los seguros, pero aquéllos que tienen su casa o vivienda precaria y restricciones para abastecer las necesidades cotidianas de la familia, tienen serias dificultades porque no pueden resolver el ingreso cotidiano ni el día ni la semana siguiente del acontecimiento y tienen que dedicarse a rescatar lo que sea o ver cómo recupera condiciones de vida para vivir al día, por lo tanto, no es lo mismo cómo afecta a unos y otros.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.