El acuerdo firmado con Israel de asistencia militar fortalece al sector más duro de la ultraderecha sionista que ocupa Palestina y agravia todos los derechos humanos en Gaza y Cisjordania.
Juan Domingo Perón
Según informa la Página oficial de la Presidencia de la Argentina el 26 de junio pasado el ministro Rossi firmó una acuerdo de colaboración militar con Israel.
En palabras del ministro, candidato a diputado al Parlasur en las listas del Frente Para la Victoria: «Es un fuerte impulso para la industria de la defensa argentina y significa una inversión de 111 millones de dólares», afirmó Rossi tras la rúbrica en el salón Belgrano del Edificio Libertador. Asimismo, destacó el acuerdo mediante «el mecanismo de compensación industrial denominado offset que permite concretar proyectos productivos con transferencia de tecnología» al tiempo que «implica abrir mercados para la industria de la defensa». Además, el titular de la cartera explicó que «hoy concluimos una tarea de seis años que se inició en la gestión de la ministra (Nilda) Garré. Fue un trabajo técnico intenso entre la cartera de Defensa, con la Secretaría de Ciencia, Tecnología y Producción para la Defensa, el Ejército Argentino y nuestros pares israelíes».
En la misma página se consignan las declaraciones de Mishel Ben Baruch «Es un paso sumamente importante, no sólo por el proyecto sino por las excelentes relaciones entre ambos países», indicó, y completó: «Es el comienzo de una excelente amistad entre ambos Ministerios y deseo que todo se desarrolle de la forma más exitosa posible».
Baruch es nada menos que director del Departamento de Asistencia Exterior y Exportaciones del Ministerio de Defensa del Estado de Israel que como casi todos saben recibe la principal ayuda militar de los EE.UU. en la región conocida en Occidente como Medio Oriente y posee una de las industrias militares más complejas, integradas y desarrolladas del mundo con destacado desarrollo en todo lo que sea tecnología de espionaje y sabotaje con la que han asistido a todas las dictaduras militares del Cono Sur en los años 70 y 80, y hoy juegan un rol fundamental en sostener la guerra contra el pueblo de Colombia.
Hasta aquí la información casi pura.
Formulemos algunas preguntas para el señor ministro que gusta posar de «progresista» y hasta reparte, como si fueran objetos de adorno, volúmenes de las actas de la Junta Militar «encontradas» cuarenta años después en un sótano de dependencias militares aunque cuando la Justicia le pidió información sobre el hijo de Nora Cortiñas, adujo no tener información alguna sobre los desaparecidos.
• Descartada la doctrina de seguridad nacional, ¿en que marco doctrinario se inserta la estrategia de colaboración con la Industria Militar de un país ocupante de territorios palestinos desde hace décadas, de un modo tan brutal que no son pocos los ámbitos internacionales que han condenado dicha ocupación como un nuevo Apartheid (al tipo de Sudáfrica) e incluso un Genocidio silencioso en tiempo presente?
• ¿Por qué razón nunca se retomaron los debates sobre una nueva doctrina de seguridad nacional para la región que había comenzado la administración Garré y luego sepultara Puriccelli?
• ¿Ignora el señor ministro que en todo el mundo se desarrolla una campaña por el Boicot Comercial a Israel, con importante éxito en Europa, tal como en su momento se realizó contra el gobierno del Apartheid Sudafricano y la militancia exiliada de la Argentina en los años 70 propiciaba contra Videla?[1]
• ¿El acuerdo de colaboración suscripto, incluye el intercambio de información y provisión de materiales estratégicos para el arma de Inteligencia, tan valorizada durante la gestión Milani al cual el ministro defendió a capa y espada con el discurso de la derecha argentina de que los familiares de los desaparecidos mienten y es la «Justicia» (la misma que el señor ministro descalifica cada vez que sus fallos afectan al Gobierno nacional o a alguno de sus integrantes) quien debe decidir si Milani participó o no en el secuestro de Agapito Ledo?
• ¿Cómo es que durante seis años se desarrollaron conversaciones con el Ministerio de Defensa de Israel sin que haya habido oportunidad para el movimiento popular de opinar sobre el tema y que se haya concretado la firma del acuerdo justo cuando en apariencias el gobierno de Argentina y el de Israel estaban enfrentados por las repercusiones del caso Nisman? Los acuerdos estratégicos con la derecha israelí son más fuertes que cualquier diferencia coyuntural de menor importancia o business are business si me permite tres palabras en ingles que no se hebreo (algo de idish aprendí de niño pero casi lo olvidé).
• ¿O es que el acuerdo con el Ministerio de Defensa de Israel actúa como compensación al fallido acuerdo de Scioli con la Mekorot Tahal Group en el 2012 (la empresa israelí estatal de aguas que usurpa el agua de los palestinos y los condena a la sed y la sequía de sus plantaciones), acuerdo frustrado por la movilización popular contra la penetración del capital sionista (que sostiene y se beneficia de la ocupación del Estado de Israel sobre Palestina) en la provincia de Buenos Aires?
Esperamos respuestas.
Notas
[1] Más información sobre la Campaña y sobre los acuerdos fallidos de Scioli con Mekorot en la web http://stopthewall.org/es
José Ernesto Schulman es secretario nacional de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. Blog del autor: cronicasdelnuevosiglo.wordpress.com
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