Los resultados electorales del pasado 11 de agosto fueron un duro golpe para el proyecto político fundando y liderado por el ex presidente Néstor Kirchner, continuado por su sucesora y socia política, la actual presidenta Cristina Fernández, jaqueada hoy desde dentro y fuera del gobierno por sus supuestos «aliados» políticos y económicos, y por errores […]
Los resultados electorales del pasado 11 de agosto fueron un duro golpe para el proyecto político fundando y liderado por el ex presidente Néstor Kirchner, continuado por su sucesora y socia política, la actual presidenta Cristina Fernández, jaqueada hoy desde dentro y fuera del gobierno por sus supuestos «aliados» políticos y económicos, y por errores propios cometidos por gruesos fallos políticos de estrategia y cálculo.
Al inicio del proyecto y como parte de sus alianzas en 2002-2003 a la salida de la crisis capitalista generada por los poderes económicos mundiales que operaban en Argentina, el sistema político local debió recurrir a Néstor Kirchner (al no poder sustentar al ex senador Eduardo Duhalde dada la magnitud de las protestas sociales) para apagar el incendio generado en la estructura política, económica y social dejada por el neoliberalismo extremo encarnado en Carlos Menem y Fernando De La Rúa, títeres de estas políticas depredadoras.
Con las ideas y recursos de apoyo del FMI, el BM, los bancos, las empresas petroleras, las exportadoras de granos, los supermercados extranjeros, las empresas mineras, los laboratorios multinacionales, las empresas de servicios públicos privatizadas (telefónicas, energía, agua, gas) y grupos empresariales de comunicación (City, HSBC, Banca Morgan, Monsanto, Cargill, Dreyfus, Barrick Gold, Chevron, Shell, Exxon, Pfizer, Merk, Astra-Zéneca, Bayer, Syngenta, Nidera, Telefónica, Repsol, Telecom, Wall Mart, Carrefour, Grupo Clarín): todos ellos mantienen hoy su poder y sus ganancias acrecentadas a lo largo de la década ganada en los tres «gobiernos kirchneristas».
¿Qué está pasando entonces que comienzan a generarse condiciones objetivas y subjetivas destituyentes hacia la presidenta argentina, garante de la depredación de las inmensas riquezas naturales, económicas e industriales generadas dentro del territorio argentino?
Cristina Fernández como gerente e intermediaria política entre los depredadores transnacionales y los ciudadanos argentinos (inmensas poblaciones pauperizadas por el modelo económico capitalista) intentó mantener y prorrogar (dada la ausencia de Néstor) su mandato en el poder intentando planear una reformar constitucional abortada antes de nacer que ponía en dificultades al resto de los candidatos de los poderes económicos del menú de opciones neoliberales más o menos fascistoides que desarrolló este poder Mundial en Argentina.
La continuidad de Cristina fortalece además el eje Caracas – Buenos Aires que, tras la ausencia física del comandante Hugo Chávez, debe ser interrumpido para debilitar el objetivo central de todas las empresas y conglomerados transnacionales petroleros, mineros, farmacéuticos, semilleros alimenticios, bancos y financieras, que desean apoderarse completamente de las reservas de crudo, oro e inmensos recursos en territorio bolivariano.
Es por ello, que las fuerzas económicas, políticas y mediáticas han desplegado el mayor movimiento destituyente no militar de los últimos años que posiblemente sea una variante del producido a Fernando De La Rúa y Fernando Lugo, intentando luego del 27 de octubre generar la salida de Cristina y colocar un senador presidente provisional opositor, tras las renuncias de la presidenta y vice, provocadas mediática y fácticamente por el poder real en Argentina.
La correlación de fuerzas parece estar en contra del grupo kirchnerista que está en el gobierno y que será reemplazado antes o después del 2015 por representantes peronistas opositores como Daniel Scioli o Sergio Massa, quienes en un juego de tenazas por dentro y por fuera del partido de gobierno serán los futuros gerentes de esas transnacionales, que ven a Cristina como una mala gerenciadora de sus ganancias.
Fuente: http://www.matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=28101