Hace unos días comenzó a circular la noticia de que diversos organismos de derechos humanos denunciaron al Secretario General de la UOCRA y Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, por cumplir funciones de inteligencia durante la última dictadura militar en nuestro país. Su nombre y su DNI figuran en el listado del […]
Hace unos días comenzó a circular la noticia de que diversos organismos de derechos humanos denunciaron al Secretario General de la UOCRA y Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, por cumplir funciones de inteligencia durante la última dictadura militar en nuestro país. Su nombre y su DNI figuran en el listado del Personal Civil de Inteligencia del Batallón 601, del cual dependían diversos centros clandestinos de detención de varios puntos del país -incluido el Campo de Mayo-, en el período de la misma, por lo que queda exenta cualquier posibilidad de confusión.
Martínez, hoy fuertemente vinculado con el kirchnerismo, comenzó a desempeñarse prestando servicios para la UOCRA en el año ´78, pero en el ´90 fue elegido Secretario General en dicho gremio y comenzó a integrar la CGT de San Martín. En el ´95, mientras comenzaba el nuevo gobierno de Menem, él accedió a la conducción de la CGT. La presidenta, Cristina Fernández, le brinda su apoyo para que ocupe el cargo que en la actualidad ocupa Hugo Moyano.
El número de trabajadores de la construcción desaparecidos entre el ´76 y el ´83 excede los cien, estando Martínez dentro del sindicato. El reclamo apunta a que se investigue cuál es la vinculación entre estas desapariciones y el sindicalista.
Durante ese período los infiltrados podían estar en cualquier lado, como vemos, incluso en un espacio en que la labor debía ser proteger y bregar por los intereses de los mismos trabajadores y trabajadoras a quienes aparentemente entregaba este señor. Era terrible pero era, también, la época del horror, la imposición de la muerte y la tortura como única alternativa a la forma de vida «derecha y humana». Sin embargo hoy ya no estamos bajo un régimen de terrorismo de estado, aunque si nos referimos a algunos acontecimientos sucedidos en los últimos años, se abren ciertas dudas.
Hace tres meses, la UOCRA reprimió ferozmente a las y los docentes que reclamaban en Santa Cruz por sus derechos. Quizás el estandarte de modelo político no represor ya tambaleaba por otras muertes, así que no convenía actuar con las fuerzas policiales para esto, mejor reservar el episodio para la llegada de la protesta a la Capital Federal, tal como sucedió.
El dato que vuelve aún más alarmante la situación es no sólo la cercanía de este personaje con el gobierno nacional y el aval que recibe del mismo, sino la indiferencia que sus integrantes muestran hacia el caso, además del obvio encubrimiento. La actual Ministra de Seguridad Garré tiene en su poder la nómina en la cual figura este dato desde el año pasado, momento en que se desempeñaba como Ministra de Defensa, sin embargo la información no se conocía de manera pública.
El modelo kirchnerista se caracteriza por utilizar la bandera de los derechos humanos, fundamentalmente los referidos a los violados mediante los golpes de estado, cada vez que puede; pero es evidente que se le «pasan por alto» algunos detalles, sobre todo aquellos que de alguna u otra manera lo involucran. La presidenta, quien se postulará para su reelección en octubre, no ha emitido ningún tipo de explicación sobre esta noticia, así como tampoco lo ha hecho nadie de su confianza.
Las sombras parecen alargarse en el atardecer de este año electoral.
Soledad Arrieta. Escritora y periodista de opinión. Blog: www.cotidianidadeshumanas.
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