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Lo que está detrás de las elecciones en Argentina

Fuentes: La Jornada

Este domingo se realizarán en Argentina las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para determinar cuáles partidos podrán participar en las elecciones de octubre próximo y quiénes serán los candidatos de las agrupaciones que concurran. En octubre próximo se deberá renovar la mitad de la Cámara de Diputados (127 de las 257 bancas) y un […]

Este domingo se realizarán en Argentina las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para determinar cuáles partidos podrán participar en las elecciones de octubre próximo y quiénes serán los candidatos de las agrupaciones que concurran. En octubre próximo se deberá renovar la mitad de la Cámara de Diputados (127 de las 257 bancas) y un tercio del Senado (24 de las 72 bancas), y en algunas provincias se elegirán también los parlamentos locales y los concejos deliberantes de algunas ciudades. Los partidos y las alianzas de éstos, para llegar a las elecciones legislativas de octubre próximo necesitarán obtener 1.5 por ciento del electorado de cada uno de los 24 distritos en que se presenten, de modo que las PASO serán un primer filtro. Este hecho ha dado por resultado la constitución de alianzas muy poco consistentes, sólo para lograr obtener el mínimo exigido. Alguna de ellas, como UNEN, junta dirigentes y ex dirigentes de la Unión Cívica Radical con posiciones que van desde el más rancio conservadurismo hasta un centroizquierda muy moderado, y otra junta a Fernando Pino Solanas, peronista de centro, con Lilita Carrió, ex radical, de derecha, los cuales tienen posiciones directamente opuestas.

En el Senado el tercio que se renovará será elegido en ocho distritos (ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego) y en ellos la mayoría obtendrá dos bancas y la primera minoría, una. El grueso de los 127 diputados que deberán renovarse serán escogidos en las provincias de Buenos Aires (35), Santa Fe (9), Córdoba (9) y en la ciudad de Buenos Aires (13). Algunas provincias resolverán en las PASO quiénes serán en octubre los candidatos a legisladores provinciales o a los concejos deliberantes municipales.

Como es posible votar, por ejemplo, por el candidato a senador de una lista pero por el candidato a diputado de otra, en las PASO se definirán también las relaciones de fuerza entre las diversas tendencias que integran una alianza y se verá cuáles son los porcentajes relativos que obtienen los diversos partidos, lo cual incidirá en las expectativas de voto para octubre. A este respecto, los sondeos en general coinciden en dar al kirchnerismo (que se presenta como Frente para la Victoria) algo más de 30 por ciento a escala nacional y más votos que en las legislativas del 2009, lo cual hace prever que mantendrá su actual mayoría en las cámaras, donde dependerá de partidos aliados para lograr la mayoría absoluta. En la decisiva provincia de Buenos Aires no está claro si vencerá el peronista de derecha Sergio Massa, ex secretario general de la Presidencia y actual alcalde de Tigre o, por el contrario, el kirchnerista alcalde de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, quien sigue a Massa por muy poco en las encuestas y podría superarlo en las urnas. En la capital, Buenos Aires, ganará probablemente el partido ad hoc del alcalde Mauricio Macri, una alianza de peronistas de derecha y neoliberales extremos de diverso pelaje y el kirchnerismo podría ocupar el tercer lugar. En Santa Fe, los candidatos del Partido Socialista obtendrían la primera mayoría, seguidos probablemente por los kirchneristas que, en cambio, tendrían sólo el cuarto lugar en Córdoba, donde triunfaría la lista del gobernador peronista derechista, el Gallego De la Sota. En cuanto a la izquierda anticapitalista, dividida en varias listas, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), sin duda superará la barrera de 1.5 por ciento (en la capital, por ejemplo, las encuestas le dan entre 4 y 6 puntos) y en octubre estaría en condiciones de elegir por lo menos un diputado nacional en la capital y otro en la provincia de Buenos Aires, mientras no está claro en cambio qué sucederá con la alianza entre la Nueva Izquierda (Marea Popular) y el sector que rompió con Pino Solanas por la izquierda pero mantiene lazos ambiguos con los socialistas antikirchneristas y otros grupos de centroderecha.

Sobre todo, de las PASO -en las que votarán unos 30 millones de electores, entre ellos 600 mil entre 16 y 18 años- saldrán no sólo los candidatos a parlamentarios para octubre, sino también las alianzas (y las candidaturas) posibles para el 18 de octubre del 2015, cuando se renovarán la Presidencia de la República y también la alcaldía de la ciudad de Buenos Aires, desde hace años en manos de Macri. Si el candidato kirchnerista en la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, fuese elegido gracias al apoyo de Cristina Fernández y del gobernador bonaerense y ex vicepresidente de la nación con Néstor Kirchner, Daniel Scioli, muy probablemente se reforzaría la candidatura presidencial de éste, que es un peronista conservador y a la derecha del actual gobierno, con el cual ha tenido muchos roces. Si Macri, por último, lograse un buen éxito en la ciudad de Buenos Aires y una cantidad de votos aceptable para sus candidatos en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, podría ser a partir de octubre el eje de la oposición de derecha y extrema derecha, sobre todo de la peronista, al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, posiblemente desgastado ante grandes sectores, sobre todo de la clase media por las dificultades en el panorama económico.

Las PASO serán, por consiguiente, un test sobre la popularidad de la presidenta y sobre su capacidad de arrastre de votos para su partido y también una preselección, en el campo de la oposición, tanto de la persona en mejores condiciones para enfrentar al kirchnerismo en las elecciones presidenciales del 2015 como de los posible precandidatos oficialistas, ya que una tercera elección de Cristina Fernández de Kirchner parece improbable, pues requiere obtener el voto de dos tercios de las cámaras, o sea que el Frente para la Victoria sume votos de otros partidos.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2013/08/11/index.php?section=opinion&article=016a1pol