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Lo que Milei no dice

Fuentes: Rebelión

“Si la gente no llegara a fin de mes ya se hubiera muerto”.

Así respondió el presidente a un periodista que intentó abordarlo con un reclamo por los ingresos a la salida de La Rural de Palermo el pasado 24 de mayo.

«La gente no llega a fin de mes, presidente», le reprochó el hombre y el jefe de Estado retrucó: «Si la gente no llegara a fin de mes se estaría muriendo en la calle y eso es falso».

«Y bueno, si no llegara a fin de mes ya se hubiera muerto», repitió el presidente, como para que no quedaran dudas de su enunciado.

El nivel de pobreza llegó al 55% y la indigencia al 18% de la población durante el primer trimestre de 2024, de acuerdo con estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA).

«La indigencia subió por arriba del 18% en el primer trimestre, casi el doble que hace un año. Es el resultado de la inflación y el deterioro de los empleos informales», enfatizó, Salvia.

Y añadió «esto se relaciona con que el 50% del empleo es informal, algo que se fue acumulando durante 20 años de la mano de un régimen que no impulsó inversiones y empleo genuino».

En este marco, Salvia advirtió que «desde hace mucho tiempo, en la Argentina hay un segmento de pobreza crónica, estructural, que no se mide por ingresos sino por educación, salud, vivienda, servicios urbanos». 

«Aunque baje la inflación vamos a seguir con pobreza crónica porque buena parte de los empleos son de muy baja calidad», concluyó.

Cómo se resintió el consumo en los primeros meses de Milei

La receta económica aplicada por el gobierno de Javier Milei redundó en una recesión que deprimió los salarios reales y, en consecuencia, precipitó el desplome del consumo. El oficialismo agita la idea de una recuperación de la economía en V -caída veloz, recuperación rápida- pero, hasta el momento, los números duros le llevan la contra.

La Fundación Innovación con Inclusión elaboró una radiografía estadística que exhibe la magnitud del derrumbe de la comercialización de productos y servicios en el primer cuatrimestre de la era Milei. La organización relevó los principales indicadores de supermercados, combustibles, indumentaria, shoppings, autos, motos y más y armó un compendio de la crisis por rubro.

Vale destacar que el consumo representa aproximadamente un 60% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Es decir, de lo que la Argentina produce en un año. En tal sentido, es uno de los motores fundamentales de la reactivación económica.

El consumo masivo cayó en abril un 13,8% en relación a lo vendido el mismo mes del año anterior, de acuerdo a los datos aportados por la consultora Scentia. En el transcurso del año, las ventas caen un 7,2% contra el mismo período de 2024:

·         En supermercados la variación interanual en abril fue del -15,3% y lleva acumulado en el año -9,8% en relación al 2023.

·         En autoservicios independientes la variación interanual en abril fue del – 12,2% y lleva acumulado en el año -4,7% en relación al 2023.

·         En Self Service total la variación interanual en abril fue de -13,8% y lleva acumulado en el año -7,2% en relación al 2023.

Supermercados: acumulan caída de 11,5%

«El dato más impactante en términos de consumo lo refleja las ventas de supermercado. En marzo de este año, la caída fue del 9% en relación a marzo del 2023. Entre enero y marzo, acumula una caída interanual de 11,5%», reza el informe de Innovación con Inclusión.

Al mismo tiempo, destacaron que en la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) a los supermercadistas, ante la consulta de «¿Qué factores limitan su capacidad para aumentar su actividad comercial?», el 64% respondió que el factor principal es la demanda interna.

«La serie histórica de ventas en supermercados desestacionalizada se ubica en los niveles más bajos desde que se publica el índice. Más bajo que en los valores de la pandemia. De octubre a la fecha el indicador cayó: 16,4%«, acota el reporte.

«Los autoservicios mayoristas continúan mostrando rasgos de la profunda recesión. Así, durante marzo de este 2024, la caída fue del 11% en relación a marzo del 2023. Entre enero y marzo, acumulan una caída interanual de 8,5%«, detalla el análisis en base a datos del INDEC.

A la vez, subraya que en octubre del 2023 se había alcanzado el punto más alto de la serie histórica de ventas de mayoristas desestacionalizada: «En este caso la serie aún no ha marcado un piso definido. De octubre a la fecha, el indicador cayó 21,4%«.

En cuanto al desempeño de los shoppings, cayó 11% interanual en marzo, aunque desaceleró respecto al -18% de febrero y al -23% de enero. En el primer trimestre, la baja fue de 17,5%. La merma alcanzó el 38% desde diciembre.

En abril las ventas en empresas medianas fueron un 7,3% menores al mismo mes del año anterior luego de caer -12,6% en marzo, -25,5% en febrero y -28,5% en enero. Acumulan un retroceso de 18,4%. Así se desprende del último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

«En el análisis por categorías, encontramos algunos sectores muy sensibles que presentan caídas drásticas en ventas en lo que va del año: Alimentos y bebidas (-23,8%) y Farmacia (-31,3%)», repasa el texto.

La industria automotriz

Según informó la Asociación de Fábrica de Automotores (ADEFA), durante el cuarto mes del año se vendieron 22.450 autos. Se trata de un 33,5% menos que lo producido en abril del año anterior. El rojo acumulado en el primer cuatrimestre llegó a -18%.

Por su parte, la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) informó que se patentaron 38.214 motos el mes pasado, lo que representa una contracción interanual de 4%. En los primeros cuatro meses de 2024, el indicador se desplomó 21%.

Indumentaria

De acuerdo a un relevamiento de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), en el segundo bimestre del 2024 las ventas de indumentaria presentaron una caída del 23% en relación a las ventas del mismo período del 2023.

«El 88% de las empresas encuestadas mencionaron que tuvieron menores ventas que lo vendido en los mismos meses del año anterior. El 29% de los encuestados registraron caídas en torno al 25%. En segundo lugar, el 22% de los encuestados mencionó tener caídas del orden del 35%», sostiene la radiografía de consumo de la Fundación Innovación con Inclusión.

Combustibles

La Secretaría de Energía de la Nación comunicó que la comercialización de combustible al público en abril presentó una caída del 13,7% en relación a lo vendido en el mismo mes del 2023. En el primer cuatrimestre, la retracción se ubicó en 9%.

La consultora Politikon Chaco subrayó que los números del abril cristalizaron «el descenso más fuerte de los últimos 41 meses y el quinto mes consecutivo con ese resultado; respecto al mes previo (marzo 2024) las ventas descendieron 6,9%».

Electrodomésticos y artículos para el hogar

La venta del primer trimestre del año en curso de electrodomésticos y artículos para el hogar que publica el INDEC, mostró una caída promedio de -38% en relación a lo vendido entre enero y marzo del año pasado.

«Las ventas semanales del sector exponen que, en promedio, en las primeras 18 semanas del año las ventas, en relación a las mismas semanas del año anterior, fueron menores. En la semana 18, reportaron ventas promedio que significan una caída del 38% en relación a la misma semana del 2023», analizó Innovación con Inclusión.

En Buenos Aires el consumo se desplomó 35%

El área de Estudios Económicos del Banco Provincia registró que el consumo cayó un 35% interanual en territorio bonaerense en abril. Según informó el Banco, la caída observada en el consumo es similar a lo observado durante la pandemia del 2020.

Entre los rubros más sensibles para el bolsillo, se destacaron bajas de 18,1% en compras de combustibles y de 21% operaciones en supermercados, en sintonía con los datos de supermercados y naftas publicados en el presente documento.

El Índice Banco Provincia de consumo es un indicador del gasto de consumo por cliente con tarjetas de crédito y débito y la billetera Cuenta DNI del Banco de la Provincia de Buenos Aires, deflactado por el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC.

Universidades y jubilaciones: los datos que desmienten las mejoras anunciadas por el Gobierno

Por Carolina Berardi

Mientras la Ley Bases sigue navegando en el Senado de la Nación, en la Cámara de Diputados se producen otros movimientos vinculados a modificar dos temas: el financiamiento universitario y la fórmula jubilatoria. En ambas cuestiones, el Gobierno Nacional falsea los datos para construir una narrativa que oculte el ajuste realizado.  

El primer relato fue el referido a las universidades. Un intento por construir un discurso favorable apareció días antes de la multitudinaria convocatoria que reunió a miles de personas a lo largo y ancho de nuestro país en defensa de la educación superior. Fue el anuncio de un aumento de 70% en marzo y 140% acumulado en mayo del presupuesto universitario que buscó desincentivar el apoyo a la movilización.  

Pese al rimbombante título, la letra chica indicaba otra cosa: el incremento alcanzaba únicamente a los gastos de funcionamiento de las universidades. Lo mismo ocurre ahora con el reciente anuncio del vocero presidencial de un aumento de 270% para todas las casas de estudio, ampliando lo ya acordado con la Universidad de Buenos Aires. Sin embargo, desde el Consejo Interuniversitario Nacional, que reúne a las conducciones de todo el país de las universidades nacionales, de los institutos de formación y de las universidades provinciales reconocidas por la Nación, aún no recibieron ningún tipo de notificación oficial. Así se efectivice, la conclusión es la misma: un aumento significativo para una porción poco significativa del presupuesto total.

Para dimensionar su impacto, los gastos de funcionamiento representan menos del 10% del presupuesto total universitario: más del 80% corresponden a salarios (docentes, no docentes y de gestión). Por ende, el total del presupuesto universitario se mantuvo prácticamente en el mismo nivel pese a los aumentos ya concretados. El ajuste sobre la educación superior, entonces, sigue en pie: el total de transferencias a las universidades nacionales por parte del Estado Nacional en el primer cuatrimestre del año fue 26% menor en términos reales que un año atrás.

En el caso de las jubilaciones, la semana pasada conocimos un dato que pasó desapercibido en la agenda pública, pero sobre el cual se construye una gran mentira del relato oficialista. La ANSES deslizó una gacetilla de prensa que se titula “la nueva fórmula de movilidad aumentó las jubilaciones casi un 30% más que la anterior”. 

A fines de marzo, Milei firmó el Decreto 274/24 por medio del cual modificó la fórmula de movilidad jubilatoria, es decir, el cálculo mediante el cual se aumentan los haberes de las jubilaciones. La nueva fórmula establecida por el Ejecutivo consiste en actualizar por inflación todos los meses, siempre considerando el dato disponible al momento de pagar, que es el de dos meses atrás. Es decir, ahora a principios de junio, cuando hay que pagar las jubilaciones, aún no conocemos el dato oficial de inflación de mayo sino el de abril. De este modo, los aumentos otorgados en estos tres meses de acuerdo a la nueva fórmula propuesta alcanzaron un 36,81%

CEPA© Proporcionado por eldiario.es

Cabe recordar que, al momento de dictarse dicho Decreto, y pese al aumento correspondiente a la movilidad que se había otorgado en marzo, las jubilaciones sin bono se encontraban 19,2% por debajo de noviembre de 2023 a partir de la escalada inflacionaria desatada por la devaluación y la desregulación de amplios sectores de la economía que encaró el nuevo gobierno.

Reconociendo esta cuestión, se otorgó en abril un incremento extraordinario de 12,5% generalizado para todos los haberes. De este modo, el total del aumento otorgado en este trimestre es de 53,9%, lo cual permitiría una recuperación de los haberes en caso de cumplirse las estimaciones de las consultoras privadas con mayor reputación (“top-10”) que compila el Banco Central, que calculan la inflación para el período en 24,4%. Sin embargo, en el caso de las jubilaciones mínimas, al haberse congelado el bono en $70.000, en junio continuarán 6 puntos por debajo del poder adquisitivo que tenían en noviembre del 2023.

El decreto también estableció un mecanismo de empalme entre las dos fórmulas a concretarse en junio: si la fórmula anterior –atada a la recaudación y a la evolución de los salarios– arrojaba un incremento mayor al ya otorgado, se aumentarían los haberes por la diferencia entre ambas variables. Luego, a partir de julio, rige sólo la nueva fórmula atada a la inflación.

La fórmula anterior hubiera arrojado un incremento de 41,48%, es decir, 4,67 puntos porcentuales más que la nueva fórmula (36,81% – ver tabla), y 17 puntos porcentuales por encima de la inflación esperada en el período. Pese a ello, desde el Gobierno aseguran que su fórmula es un 30% mejor. ¿Cómo puede ser? Desde el oficialismo, acuden a la distorsión de los datos para criticar la fórmula previa y reivindicar la propia. Sin embargo, dicho dato es totalmente falso. Lo que hacen desde el oficialismo es incluir bajo el concepto de “nueva fórmula”, el 12,5% de incremento excepcional que se dio en abril. No es la fórmula nueva la que le gana a la anterior, sino la suma con el incremento otorgado por única vez de 12,5%.

El ajuste sobre las jubiladas y los jubilados continúa en marcha: en el primer cuatrimestre se destinaron 33% menos de recursos para las jubilaciones en términos reales que en el mismo período de 2023. Con el agravante de que, al actualizarse por inflación, su poder adquisitivo va a quedar congelado, sin posibilidad de recuperarse a futuro.

Se profundiza la recesión: en marzo la actividad económica cayó 8,4%

La recesión se profundizó en la primera parte del año. En marzo, el Estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró una caída de 8,4% en la comparación interanual y de 1,4% respecto de febrero en la medición desestacionalizada. 

Con relación a igual mes de 2023, seis sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en marzo, entre los que se destacan Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+14,1% ia) y Explotación de minas y canteras (5,9% ia). 

El sector Agricultura, ganadería, caza y silvicultura (+14,1% ia) fue, a su vez, el de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguido por Explotación de minas y canteras (+5,9% ia). 

Por su parte, nueve sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Construcción (-29,9%) e Industria manufacturera (-19,6%). 

Junto con Comercio mayorista, minorista y reparaciones (-16,7% ia) aportan 6,6 puntos porcentuales a la caída interanual del EMAE.

La industria metalúrgica cayó casi 20 %

El desplome para el mes de abril en la rama que es considerada el núcleo del conjunto de la industria, informado por Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), marca la gravedad de la crisis abierta.

Los empresarios ya comenzaron a responder con intentos de despidos o suspensiones como en la fábrica de neumáticos Fate, la de griferías FV o la metalúrgica Weg. Las cifras publicadas el lunes 20 por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) dan cuenta de la gravedad de la situación en la rama que tiene entre sus roles principales proveer de insumos y maquinarias al resto de la industria. La Asociación informa que en el mes de abril registraron una caída interanual del 19,5 %.

La situación metalúrgica se suma a otros fuertes indicios que marcan el carácter de la depresión que sufre la economía argentina. Los despachos de cemento registraron retrocesos interanuales durante 13 meses consecutivos. La caída se verifica desde abril de 2023, con Sergio Massa como súper ministro de Economía, pero se acentuó fuertemente con La Libertad Avanza gracias a la suspensión de la obra pública. También en el cuarto mes del año, el sector automotor registró su quinta baja interanual consecutiva, del 21 %. De conjunto el uso de la capacidad instalada industrial está cerca de caer al 50 % y la energía eléctrica consumida por parte de grandes usuarios industriales bajó en un 9,5 %.

La causa central del derrumbe es el brutal ajuste aplicado por Javier Milei y Luis Caputo. Mientras el gobierno festeja los superávits fiscales, tanto primario (antes del pago de intereses de deuda) como financiero (incluyendo el pago de intereses), las grandes mayorías sufren las duras consecuencias. El fuerte ajuste sobre las partidas destinadas a jubilaciones y pensiones, prestaciones sociales y obra pública están provocando una crisis cada vez más profunda producto de la recesión y la caída de los ingresos.

Según el Índice de Salarios del INDEC, en el período noviembre 2023-marzo 2024, la caída es del 12 % entre los trabajadores formales del sector privado y del 21 % entre los trabajadores formales del sector público, entre los informales el retroceso es del 27 %. Teniendo en cuenta que el principal “motor” de la economía argentina es el consumo, la caída en la producción era (y es) lo esperable. Si a esto le sumamos la paralización de la obra pública y el abaratamiento de las importaciones, podemos ver el combo que está afectando a la industria.

«Las empresas proveedoras de las cadenas de valor de la construcción y el consumo final son las que han demostrado peores desempeños relativos, con caídas que superan el 20 % de manera interanual. Por otro lado, las que proveen a los sectores de petróleo, gas y minería han demostrado los mejores desempeños relativos, aunque en el promedio también registran caídas en su producción», explican desde ADIMRA. Una síntesis de una parte del plan del gobierno, destruir las ramas con mayor valor agregado y favorecer el extractivismo de los bienes comunes naturales por parte de las grandes empresas extranjeras.

Pero incluso para los propios objetivos del gobierno nacional el plan económico comienza a mostrar sus límites. Durante los primeros cuatro meses del año la recaudación se contrajo 10,1 % en términos reales (descontada la inflación), y al desagregar este resultado se puede ver que la recaudación vinculada al tipo de cambio (impuesto PAIS, retenciones a las exportaciones) creció un 51 % gracias a la devaluación de diciembre mientras que la recaudación del resto de los impuestos retrocedió casi 25 %. Habiéndose limitado los efectos de la devaluación y sin inversiones extranjeras a la vista las posibilidades de un “repunte de la economía” son muy difíciles de ver. El propio jefe de Gabinete, Nicolás Posse, (actualmente renunciado) admitió que «En cuanto al Presupuesto prorrogado de Economía, el Producto Bruto de este año se proyecta con una caída del 3,5%». Mientras Milei y sus funcionarios continúan sosteniendo que se viene la “recuperación” o que “lo peor del ajuste ya pasó”.

Por eso, la perspectiva de una depresión empieza a conversarse y analizarse entre economistas y no economistas. Es más, la desaceleración del ritmo de aumento de la inflación no es independiente del panorama general o resultado del éxito del gobierno, sino que, por el contrario, la baja en el ritmo de aumento de los precios se explica porque “no hay plata” para comprar, cae el consumo popular, retroceden las ventas y la producción se derrumba. Para evitar la situación siga empeorando es fundamental enfrentar los despidos en cada fábrica y exigir a las centrales sindicales un plan de lucha que no se detenga hasta tirar abajo el DNU de Milei, la Ley Bases que buscan aprobar en el Senado y el conjunto del plan de ajuste del Gobierno.

Las pymes registraron una caída interanual del 18,3% en abril

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) presentó su informe de abril, en el que se refleja una caída del 18,3 % en comparación con el mismo mes del año pasado. No obstante, mejoró un 3,1 % en relación con marzo último.

Desde la CAME indicaron que abril fue el quinto mes consecutivo en que la actividad cayó, con una tasa de contracción interanual que fue la mayor de los últimos tres meses. Con ese resultado, el primer cuatrimestre del año cierra con un desplome acumulado del 19 %.

De acuerdo al informe sectorial, en abril las empresas operaron al 70,1% de su capacidad instalada, mostrando un aumento de apenas 0,1 puntos porcentuales frente a marzo.

”Durante abril, la industria Pyme se encontró con una situación marcada por la escasez de consultas y pedidos de producción, aunque la reposición de stocks se desarrolló sin mayores complicaciones y los insumos estuvieron fácilmente disponibles”, observó la CAME.

En el primer cuatrimestre del año, los diversos sectores industriales de Argentina operaron en un escenario de elevada inflación (289,4 % interanual en abril) y fuerte caída de la demanda por el desplome del consumo, en medio del drástico ajuste fiscal puesto en marcha por el Gobierno de Javier Milei.

El año pasado, la industria argentina acumuló una caída del 1,8. Para 2024, consultores privados esperan que la contracción del sector manufacturero se mantenga en la primera parte del año con la posibilidad de que, si la economía logra encaminarse hacia la estabilización, repunte parcialmente durante el segundo semestre.

El salario formal cayó 15% en términos reales en el último semestre

Los salarios de los trabajadores formales se derrumbaron 14,9% el último semestre según un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA).

Tras la devaluación del 13 de diciembre que llevó al dólar a dar un salto de 118,3% elevándolo hasta la zona de 800 pesos y el posterior fogonazo inflacionario, los ingresos de los trabajadores se vieron fuertemente golpeados durante diciembre y enero. 

Durante enero la caída real del salario llegó al 21,3%, siendo más importante aún en las clases bajas con el fuerte salto de los alimentos y bebidas, uno de los rubros más sensibles que durante el último mes de 2023 y los primeros dos de 2024 acumuló un alza superior al 65%.

Tras ese bimestre donde los ingresos no reaccionaron a la velocidad de los precios, de acuerdo al informe del CIFRA, la recesión funcionó como un freno para las subas de precios. “En ese marco, algunas negociaciones paritarias pudieron recuperar parte de lo que habían perdido, lo que se muestra en el promedio como un mínimo repunte relativo”, explicó.

La pérdida de poder adquisitivo se sintió más fuerte en el sector público, donde se verificó una caída de 21,3% contra un sector privado que tuvo una caída del orden del 11,2%, dando como promedio del semestre el 14,9%. 

En la misma línea, el salario mínimo, vital y móvil sufrió una caída incluso mayor, alcanzando un alarmante 28,8% entre noviembre de 2023 y mayo del año en curso.

Analizando en retrospectiva hasta el inicio del Gobierno de Alberto Fernández, en comparación con noviembre de 2019, los ingresos reales de los trabajadores formales retrocedieron un 24,2% (y 32% medido en alimentos); los del sector público se contrajeron casi 30% mientras que los del privado lo hicieron en un 20,9%.

Canasta ATE-Indec: una familia necesita $ 1.200.000 para cubrir todas sus necesidades

La Junta Interna ATE-Indec difundió su relevamiento mensual denominado ¿CUÁNTO DEBIERA SER NUESTRO SALARIO COMO MINIMO? correspondiente al mes de abril. Un trabajador/a necesitó, en ABRIL de 2024, $ 1.253.953 para satisfacer las necesidades mínimas de un hogar constituido por una pareja de 35 años con dos hijxs en edad escolar. Este valor se compone de $ 447.339 necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y de $ 806.614 para acceder a otros bienes y servicios básicos», afirman las y los trabajadores de dicho organismo.

En el texto también denuncian que: «El 8,8% correspondiente al IPC del mes pasado no es un dato que el gobierno deba festejar, por el contrario, es el producto de haber pisado los salarios de lxs trabajadorxs activxs, sean formales o informales, las jubilaciones y las pensiones, que produce una brutal caída del consumo. A eso se le debe sumar, producto del “programa económico de saqueo que propone LLA”, miles de desocupados y familias bajo la línea de la pobreza, entre otras cosas por la paralización de la obra pública, el ataque a las pymes y la inexistente presencia del Estado para controlar los precios de los alimentos, la educación y la salud».

¿Qué gastos recortó fuerte el gobierno en el primer cuatrimestre?

El ministro Luis Caputo celebró en sus redes haber alcanzado superávit fiscal primario de $264.952 millones en abril, lo que le permite al gobierno mantener su hoja de ruta indeclinable que se centra en el déficit cero.

Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) elaboró un informe en el que muestra en detalle en qué se apretó el cinturón el gobierno en el cuatrimestre para lograr este superávit fiscal. Y entre otras cosas, puntualizó que el objetivo se logró poruna reducción del gasto superior a la caída de ingresos y a los intereses de la deuda.

«Del análisis sobre el mes de abril surge que los ingresos totales tuvieron una variación interanual real negativa de 6,5%. Esto en función de que los ingresos tributarios decrecieron un 8,9% y los ingresos no tributarios crecieron un 18% en términos reales.

Por el lado del gasto primario, este descendió un 23,7% interanual real», dice el informe.

Y agrega que, como resultado de lo anterior, el déficit primario se transformó en un superávit primario de $265.000 millones. El gasto en intereses bajó 16,4% en términos reales respecto al mismo mes del año pasado. En efecto,el déficit fiscal se convirtió en un superávit fiscal de $17.000 millones». De esta manera, todo el cambio del resultado fiscal fue explicado por una reducción real del gasto primario y de intereses.

Recorte del gasto publico en el 1 cuatrimestre 2024.© Proporcionado por Perfil

Ahora bien, en tren de mostrar dónde fueron los mayores recortes, aparecen los gastos en jubilaciones y pensiones como los que más vienen soportando el ajuste, con una contracción del 35% en el cuatrimestre.

Según el análisis del IARAF, en el I cuatrimestre de 2024, 15 de los 16 gastos bajaron interanualmente en términos reales, resultando una baja real del 32%.

La excepción fue el gasto en asignaciones universales para la protección social (10,3%).

Los gastos que más cayeron fueron:

·         transferencias de capital a provincias (-98,2%),

·         inversión real directa (-79,7%) y

·         Transferencias corrientes a provincias (-75,6%).

En el I cuatrimestre del año el gasto público nacional pagado bajó $11 billones en $ constantes respecto al primer cuatrimestre de 2023.

Resulta importante analizar la distribución del recorte del gasto público. Se aprecia que:

1.       Jubilaciones y pensiones soportaron el 35% de la reducción total,

2.       la inversión real directa el 15%,

3.       las transferencias a provincias el 14%,

4.       subsidios a la energía el 8% y

5.       salarios el 8%, entre los más importantes.

El ajuste fiscal del primer cuatrimestre fue equivalente, en términos anuales, a 5,5 puntos porcentuales del PIB, es decir 1 punto porcentual del PBI mayor al necesario para lograr el equilibrio fiscal.

Haciendo un poco de retrospectiva, el informe recuerda que en enero el ajuste había sido equivalente a 8 puntos porcentuales y en el primer bimestre a 7 puntos porcentuales del PIB. «El equilibrio fiscal requiere un esfuerzo anual de 4.4 puntos porcentuales del PIB».

«Al anualizar las variaciones interanuales reales de los ingresos y gastos del primer cuatrimestre del año, es posible obtener una medida en términos del superávit primario anual», explica Argañaraz.

En el trimestre los ingresos totales cayeron en un 5% en términos reales y el gasto primario cayó un 32% en términos reales. Por su parte, el gasto en intereses de la deuda aumentó un 3,1% real.

«Por lo tanto, la mejora anual equivalente del resultado primario es de 5,6 puntos porcentuales del PIB, lo que significaría pasar de un déficit primario de -2,7% del PIB de 2023 a un superávit de 2,9% del PIB en 2024. El gasto anualizado en intereses es de 1,8% del PIB», indicó.

Así, concluye que el resultado financiero anualizado es positivo por 1,1% del PIB (fue negativo de 4,4% del PIB en 2023). Finalmente, Argañaraz indica como fundamental resaltar que estos datos anualizados no significan una proyección fiscal de 2024, sino una anualización equivalente del comportamiento fiscal del primer trimestre del año.

Con un nuevo DNU, Milei y Caputo endeudan al país por $ 35 billones más

El lunes 27 el ministerio de Economía a cargo de Luis “Toto” Caputo anunció el lanzamiento de nuevos bonos con el objetivo de cancelar deuda pública previa y, a la vez, seguir secando de pesos la actividad económica. A través del DNU 459/2024, la cartera que conduce el “crack” de las finanzas amplió en $ 35 billones (es decir $ 35.000.000.000.000) la autorización al propio Ministerio para emitir Letras del Tesoro nacional, que en teoría serían reembolsables dentro del ejercicio 2024.

El DNU explicita que el objetivo es “afrontar las emisiones por renovación de vencimientos” y las letras podrán ser en pesos “o su equivalente en otras monedas”. El Gobierno justifica esta “adecuación del monto” de los bonos emitidos por el Tesoro “en el marco de una estrategia de reducción de emisión monetaria vía rotación de Pases a Letras del Tesoro”. En síntesis, se licúan los pasivos del Banco Central a cambio de profundizar los del ministerio de Economía.

Además, el Poder Ejecutivo argumenta que es necesario y urgente hacerlo por decreto dada “la naturaleza excepcional de la situación planteada” que “hace imposible seguir los trámites ordinarios previstos en la Constitución Nacional para la sanción de las leyes”. Curiosamente, en estos meses el Congreso viene funcionando a pleno.

El DNU con el que sólo se logra patear la deuda para adelante (acrecentándola) lleva las firmas de Milei, Caputo y el resto de los ministros del Ejecutivo. Una nueva hipoteca descargada sobre las espaldas de la población trabajadora en beneficio de los especuladores financieros, especialmente los buitres multinacionales con los que tan bien se lleva Caputo y que, en su anterior paso por el Ministerio, con Macri, dejaron al país más hundido que antes.

Fuentes: Perfil, Clarín, La Izquierda Diario

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.