Aparece en las “noticias” cosidas a Google: “Ataque de Djokovic a la reputación de Rafa Nadal sacude la ATP”…
Djokovic, al perfilar el jugador perfecto sobre el que se le pregunta (para lo que él, naturalmente, se excluye) en la entrevista va enumerando una selección de las mejores cualidades de todos los tenistas, tanto actuales como históricos.
Pues bien, ahí tenéis este miserable titular: “Ataque… a la reputación de Nadal”… como si la descripción que hace Djokovic del jugador ideal y sus habilidades, tuviese que reducirse a Nadal y a las suyas. A eso le llama “ataque a la reputación…”
El caso del titular de este periódico de cuya cabecera prefiero no acordarme para no hacerle publicidad es el de la mayoría de las “noticias” y el caso del decurso de las noticias de la mayoría de los medios y de los periodistas que trabajan para ellos. El periodismo es la profesión, con la de político, que más detesto desde que empezó esta farsa democrática.
En mi vida, a cada cual, de la clase y condición que sea acostumbro a exigirle en mi interior, en función de lo que se supone hemos de esperar de su educación, de sus estudios y de su posición en la sociedad, y si no, de lo que presume…
Pues bien, la profesión periodística presupone una formación intelectiva importante y muy completa. Por eso no les puedo ni ver, porque los y las periodistas íntegros son francamente minoría. La mayor parte de los que conocemos o nos suenan son unos auténticos depravados. Por lo menos depravados de la cabeza
El caso último de Ferreras, pero muchísimos más, son los casos de gentecilla, como gentecilla lo son esos prelados católicos que justifican la pederastia; que se supone han estudiado mucho…; que han estudiado mucho para, al final poner de manifiesto que son el vivo ejemplo, la encarnación, de la impostura, de la tergiversación, de la depravación intelectiva, intelectual y mental. Personajillos de mierda que, por su influencia en la sociedad, son los causantes de la causa de la mayoría de los acontecimientos funestos de un país como España dominada por chulos y por lerdos degenerados con estudios, con poder, con dinero y muchos de ellos con pistolas…
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