1.- En México no tiene lugar una transición democrática con el derrumbe del régimen de partido de Estado, ante la llegada de Vicente Fox a la presidencia de la República y el posterior fraude electoral para impedir el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas. Se pasa a una alternancia de partidos de Estado, en la que se da una continuidad sistémica, un mero recambio de élites políticas, en el marco de lo que hemos denominado democracia tutelada.
2.- En este contexto de transición democrática abortada, la rebelión de los mayas zapatistas del 1 de enero de 1994 irrumpió, en el ámbito mundial, en un momento en que el sistema capitalista festinaba su triunfo sobre el socialismo real, e, incluso, cuando uno de sus voceros refería el fin de la historia. Este movimiento representó una oxigenación importante de los movimientos de rebeldía y emancipación, de construcción y fortalecimiento de las utopías concretas, que se deja sentir, a 31 años del histórico levantamiento armado2.
3.- La rebelión de los pueblos indígenas impuso en la cuestión nacional, el debate impostergable sobre sus derechos a la libre determinación y la autonomía, negados sistemáticamente por las élites oligárquicas europeizantes y pro-estadounidenses, y por una mestizocracia, arraigadas todas en mentalidades neocolonialistas profundamente racistas, y, también, hizo evidente la necesidad de asumir el carácter multilingüe, multicultural y pluriétnico de la mayoría de las naciones de Nuestra América, entre ellas, México.
4.- Esta rebelión abre paso a una transformación de los propios sujetos autonómicos, esto es, los pueblos indígenas, dando cabida a los gobiernos del mandar obedeciendo, leyes revolucionarias de mujeres, participación de jóvenes en todas las instancias de poder comunitario; todo ello imbuido de una congruencia ética notable que se consolida con la aplicación, en la cotidianidad y en la vida política, de los principios zapatistas, que contrastan con el pragmatismo, el deterioro y la amnesia de estrategias anticapitalistas de la izquierda institucionalizada, anclada en la mera alternancia en la administración y el manejo de la gobernanza, que no del Estado, para beneficio de la continuidad de la acumulación capitalista.
5.- En el camino de un dialogo y una negociación fracasados con el Estado mexicano, los mayas zapatistas establecen una alianza, que perdura hasta nuestros días, con el movimiento indígena de resistencia en el ámbito nacional, con la fundación del Congreso Nacional Indígena en 1996, y que se refrenda durante la campaña del Marichuy, para lograr la candidatura a la presidencia de la República en el 2018, y, sobre todo, en el actual movimiento en defensa de los territorios ante el proceso de recolonización, militarización y uso del crimen organizado, como otro actor armado de la contrainsurgencia y como sicariato de los intereses corporativos.3
6.- Durante todos estos años, el EZLN ha sido la CONCIENCIA CRÍTICA en el ámbito nacional, que ha resistido todo los cercos militares, ideológicos y políticos, lanzando innumerables iniciativas nacionales e internacionales sobre temáticas de alcance estratégico, como las reuniones en su territorio de miles de mujeres, las giras nacionales e internacionales para diversos fines de concientización y articulación de luchas, siendo la Travesía por la Vida, que llevaron a cabo por la Europa Insumisa, una de las más audaces de las puestas en práctica durante estas tres décadas.
7.- Para la izquierda anticapitalista, el EZLN -CNI- CIG ha sido un referente de la acción política que integra un polo de resistencia no sólo en México, sino también en el ámbito internacional, lo que ha permitido nuclear y mantener una cierta unidad en la diversidad, que cultiva el pensamiento crítico, el compromiso y la entrega que distinguía a la izquierda revolucionaria en momentos históricos de la historia de emancipación de la humanidad, de su lucha contra las cadenas de la explotación de clases, el patriarcado, el racismo y las diversas formas de opresión de los seres humanos.
8.– Frente al colapso en curso, de alcances planetarios, y frente a la imposición de formas cada vez más violentas de acumulación capitalista, el movimiento de resistencia de los mayas zapatistas y de los pueblos indígenas, representan una opción de vida y de eventual sobrevivencia de la especie humana.4
9.- Ante la agresión permanente de las corporaciones en busca de territorios, recursos y saberes de los pueblos, la autonomía que los mayas zapatistas han construido busca redefinir la relación con el entorno circundante. En la profundidad de territorio se busca la unión complementaria de productores y comercializadores para desarrollar una economía solidaria y la autosuficiencia alimentaria, así como la generación de proyectos económicos para beneficio general, optimizando todos los esfuerzos para el ejercicio real de la autonomía como tarea de todos y todas. La defensa de los sujetos autonómicos a la acción del mercado y sus agentes estatales significa el control del territorio desde abajo (comunidades), y desde la sociedad civil nacional e internacional que acompaña este proceso.
10.- El EZLN reafirma la urgencia de recuperar o desarrollar la autonomía económica, productiva y alimentaria de los pueblos con el fortalecimiento del cultivo del maíz autóctono (y no del transgénico), uso de abonos orgánicos (y el rechazo a los agroquímicos), cuidado del agua, uso y protección de las semillas propias; así como la recreación y el fortalecimiento de los sistemas de ayuda mutua, los mercados y tianguis locales y regionales y el aprovechamiento de ecotecnias.
11.- La experiencia zapatista y la de otros procesos en América Latina muestran que el desarrollo de una red multiétnica consolidada de comunidades y regiones, e incluso de pueblos diversos, es otro de los cambios trascendentes en las actuales autonomías, en las que la pugna intracomunitaria por conflictos seculares, linderos o recursos se puede superar para responder unidos ante la intrusión violenta de los Estados y las corporaciones capitalistas. Todas las transformaciones internas, rupturas y redefiniciones en los ámbitos comunitarios, regionales y nacional son imposibles sin esa conformación y fortalecimiento de un sujeto autonómico con capacidades de afirmación hegemónica hacia adentro, de tal forma que contribuya a la cohesión interna a través de la construcción de consensos, democracia participativa, tolerancia y la superación de las divisiones religiosas, étnicas o políticas, lucha contra la corrupción y los intentos de cooptación por parte del Estado y sus agentes, incluida la delincuencia organizada y los programas asistencialistas de carácter contrainsurgente del actual gobierno, en la version de “segundo piso” de la llamada cuarta transformación. Desde la perspectiva integral de la autonomía que se formula en los ámbitos políticos, jurídicos, económicos, sociales y culturales y que fundamenta la instrumentación a escala particularmente comunitaria, de acuerdo a los últimos comunicados, se reafirma el valor y la importancia de las prácticas políticas que se materializan en asambleas comunitarias, sistemas de cargo, tequio y, en general, en las obligaciones y contribuciones comunitarias. Se hace énfasis en la importancia de la articulación e interacción de las comunidades y las organizaciones indígenas autónomas en todo el país para el ejercicio de la autonomía, en los ámbitos y niveles que los sujetos autonómicos decidan.
12.- Ante la agresión permanente de las corporaciones en busca de territorios, recursos y saberes de los pueblos, la autonomía zapatista busca redefinir la relación con el entorno circundante. En la profundidad de territorio se busca la unión complementaria de productores y comercializadores para desarrollar una economía solidaria y la autosuficiencia alimentaria, así como la generación de proyectos económicos para beneficio general, optimizando todos los esfuerzos para el ejercicio real de la autonomía como tarea de todos y todas. La defensa de los sujetos autonómicos a la acción del mercado y sus agentes estatales significa el control del territorio desde abajo (comunidades) y desde la sociedad civil nacional e internacional que acompaña a este movimiento.
13.- Los procesos educativos y de socialización en el territorio zapatista, asimismo, se generan a partir de y por las comunidades, tomando en cuenta los saberes surgidos de los pueblos y otros actores populares, y aquellos que enriquezcan a los sujetos autonómicos, en el entendido que el dialogo intercultural fortalece la autonomía. Esta situación es más notoria y necesaria cuando dos o más pueblos confluyen en un proceso autonómico, y la unidad del sujeto autónomo frente al Estado transnacionalizado se torna indispensable, ya que, en las actuales circunstancias, éste sujeto se opone directamente a los agentes estatales (funcionarios, policías, ejército, jueces, crimen organizado, etcétera) al servicio del capital. La lucha por las autonomías forma parte de un proyecto nacional que se ha venido gestando a lo largo de muchas décadas de exclusión, de miseria y discriminación contra los pueblos indígenas. Estas autonomías forman parte de un proyecto nacional, en el que los sujetos autonómicos han buscado integrarse, junto con otros sectores de la sociedad mexicana. Específicamente, el EZLN, durante estos 31 años, se ha dirigido a estudiantes, campesinos, obreros, amas de casa, intelectuales, pequeños empresarios, asalariados, profesionistas de todas las razas, todas las religiones, todas las etnias para formar una nación distinta donde, como ellos dicen, “quepan todos los mundos”. No reivindican la autonomía para dar continuidad a la marginación estructural de raíz colonial y funcional también en la globalización neoliberal. La demanda de la autonomía y la libre determinación son vías para alcanzar una mayor democracia, equidad de género, para combatir la discriminación, integrarse a un mercado equitativo en el que puedan vender libremente sus productos y en el cual los pueblos indígenas sean considerados ciudadanos y se les reconozca como sujetos políticos capaces de participar en los procesos nacionales. Las autonomías, en consecuencia, expresan un replanteamiento alternativo a las formas nacionales impuestas desde arriba por los grupos oligárquicos que se fundamentaron en el integracionismo – asimilacionismo, o en el diferencialismo – segregacionismo, que constituyeron políticas igualmente provocadoras de etnocidios y negación de derechos ciudadanos y colectivos de pueblos y comunidades indígenas. Así, las autonomías son procesos de democratización, articulación nacional y convivencia política –desde abajo– entre agrupamientos heterogéneos en su composición étnico-lingüístico-cultural.
14.- Las autonomías indígenas no ignoran al Estado ni al poder que ejerce a partir del monopolio de la violencia legalizada por un marco jurídico y “legitimada” por una hegemonía de clase. Bajo esta premisa, se considera a las autonomías como formas de resistencia y de conformación de un sujeto autonómico que se constituye en un interlocutor frente al Estado y frente al cual impone una negociación, pero paralelamente, si ésta fracasa, se va construyendo la autonomía de facto. Por ello, las autonomías no se otorgan, se conquistan a través de cruentos levantamientos y extensas movilizaciones. Los autogobiernos no son considerados “islotes libertarios dentro del universo capitalista”. En “Leer un video”, los zapatistas señalan claramente : “el nuestro no es un territorio liberado, ni una comuna utópica. Tampoco el laboratorio experimental de un despropósito o el paraíso de la izquierda huérfana”. Los indígenas no difunden una imagen idílica de sus movimientos “suponiendo que estos agrupamientos avanzan saltando todos los obstáculos”, critica que no parece fundarse en la investigación empírica y en un conocimiento profundo de la autonomíaa indígena.
15.- La coyuntura actual en nuestro país muestra los límites y la crisis de esta “democracia tutelada”, que alienta y determina la mundialización capitalista, caracterizada por una acumulación militarizada y delincuencial. A partir de este tutelaje, los poderes facticos e institucionales laceran los derechos de los pueblos a través de la recolonización de sus territorios, a la vez que erosionan los derechos ciudadanos, al vaciar de contenido la democracia representativa, y convertirla en un proceso meramente procedimental, con alternativas que pasan por progresistas pero que, en los hechos, son proclives a la expansión y reproducción del capitalismo. En este tipo de democracia tutelada, las izquierdas institucionales pierden toda capacidad contestataria y transformadora, al ser incapaces de sustraerse a la lógica del poder capitalista, dada su efectividad para cooptar dirigentes e intelectuales que asumen un papel de legitimación de sistemas políticos basados en la desigualdad y la explotación capitalista.
16.- En suma, la rebelión de los mayas zapatistas en 1994, y el desarrollo posterior de este movimiento como constructores de poderes autonómicos en permanente cambio, plantea una alternativa emancipatoria, que, aunque cercada por la contrainsurgencia, en su variante delincuencial, representa un venero de lucha anticapitalista, antirracista y antipatriarcal, junto con el Congreso Nacional Indígena – Consejo Indígena de Gobierno, y el acompañamiento de numerosos grupos solidarios de la sociedad civil nacional e internacional, que hicieron presencia en el conversatorio reciente de fin de año 2024-enero 2025. Este movimiento plantea la necesidad de reformular la reconstitución de la nación, pero, desde abajo, como lo explicita la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, a partir de vincularse estrechamente a los problemas y las demandas, las luchas y resistencias de las mayorías populares, esto es, enraizarse y nutrirse en el espacio y el tiempo de la nación pueblo.
17.- Es en este contexto de múltiples formas de violencia neoliberal que prevalecen en el ámbito mundial y nacional, que tiene lugar una situación de emergencia en territorios de nuestros hermanos y hermanas del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, marcada por una profundización de la estrategia de guerra de contrainsurgencia a través de la acción de varios actores armados. Por un lado, grupos paramilitarismo, que multiplican sus ataques contra las comunidades zapatistas, y, por el otro, la presencia creciente en todo el estado de Chiapas de carteles del llamado crimen organizado, todo ello en el marco de un proceso de militarización y militarismo profundizado por los gobiernos cuarto trasformistas.
18.- Pese a una estrategia de contrainsurgencia que no ha dejado de estar activa desde 1994, recrudecida en la actualidad por acciones extremas de provocación del paramilitarismo delincuencial, la militarización y el militarismo desplegados en la extensión y profundidad del territorio nacional por el gobierno cuarto transformista, el EZLN celebra el 31 aniversario de rebelión. Mantener la llama de la utopía concreta y posible, la congruencia ética del “para todos todo, para nosotros nada”, es un extraordinario mérito político del EZLN en estos sus 41 años de lucha, sin rendirse, sin venderse y sin claudicar.
Notas:
2 Ver: Gilberto López y Rivas. Pueblos Indígenas en tiempos de la Cuarta Transformación. México: Bajo Tierra Ediciones, 2021. También: Gilberto López y Rivas. Mandar Obedeciendo: la ruptura del cerco. https://vocesenlucha.com/mandar-obedeciendo-por-gilberto-lopez-y-rivas/, 2023
3 Ver Gilberto López y Rivas. Estudiando la contrainsurgencia de Estados Unidos. Manuales, mentalidades y uso de la antropología. Plaza y Valdés Editores, 2021
4 Ver Gilberto López y Rivas. Reseña del libro de Carlos Taibo, Colapso. Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo», (Buenos Aires: Libros de Anarres, 2017) https://redh-cuba.org/2018/05/colapso-capitalismo-terminal-por-gilberto-lopez-y-rivas/
Gilberto López y Rivas. Doctor en Antropología, profesor investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Articulista de La Jornada.
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