Los pobres de Argentina registran el menor nivel de consumo desde la grave crisis socioeconómica de 2001-2002, a causa de la inflación y el aumento de los precios de los alimentos, reveló hoy la consultora privada Equis. Los hogares pobres pueden adquirir apenas 43% de los bienes que integran la canasta de bienes y servicios, […]
Los pobres de Argentina registran el menor nivel de consumo desde la grave crisis socioeconómica de 2001-2002, a causa de la inflación y el aumento de los precios de los alimentos, reveló hoy la consultora privada Equis.
Los hogares pobres pueden adquirir apenas 43% de los bienes que integran la canasta de bienes y servicios, con la que se mide el nivel de pobreza en el país, mientras que en medio del colapso económico de 2001-2002, la capacidad de compra era de 47%, sostuvo el estudio.
Entre enero y marzo pasado, los hogares pobres tuvieron un ingreso promedio de 615 pesos (192 dólares), cuando el costo de la canasta básica fue de 1.435 pesos (447 dólares), de acuerdo al análisis de los precios de los bienes y servicios hecho por la consultora. «La brecha de la pobreza es récord», en los últimos años, señaló Equis.
En cambio, el cuestionado Instituto Oficial de Estadísticas (INDEC), ha calculado el precio de la canasta básica en 982,38 pesos. El último dato difundido por el INDEC indicó que un 23% de la población era pobre en el primer semestre de 2007, pero dejó después de actualizar cifras. Los cálculos oficiales estiman que la inflación anual de 2008 se ubica en torno a 10%, pero analistas económicos y organizaciones de consumidores la calculan en 25% en promedio.
El aumento del costo de vida, en particular de los alimentos, sin correlato en los salarios y otros ingresos populares, significa en los hechos un aumento del número de pobres, según distintos estudios privados. En 2007, la cantidad de pobres habría aumentado 1,3 millones de personas en la Argentina, quebrando la tendencia a la baja que se sostenía desde 2003, advirtió el economista Ernesto Kritz de la firma SEL Consultores.
La nueva pobreza tiene la característica de afectar a personas que están dentro del mercado laboral, pero cuyo ingresos apenas alcanzan para cubrir la canasta básica. A finales de 2007, la pobreza urbana se habría situado entre 28,1% y 30,6%, según Agustín Salvia, profesor-investigador de la Universidad de Buenos Aires y director del Observatorio Social de la privada Universidad Católica.
«En el segundo semestre de 2007 la incidencia de la pobreza en la población fue de 30,3%. Esto significa que unos 10,8 millones de personas están en una situación de privación, de los cuales 3,5 millones son indigentes», dijo Salvia.
Sin embargo, según el Gobierno, el indicador de pobreza bajó de 57% en 2002 a 23% en 2007, es decir que afectaba el año pasado a nueve de los 40 millones de argentinos.