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Tras el asesinato de Galeano

Los zapatistas siguen organizando el dolor y la rabia

Fuentes: Rebelión

A pesar del brutal asesinato de un compañero los zapatistas continúan organizando su dolor y su rabia pidiendo justicia y no una venganza sanguinaria. «Porque somos zapatistas si no hace rato que hubiéramos tomado venganza y se hubiera hecho una matazón», comentan en uno de los últimos comunicados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. El […]

A pesar del brutal asesinato de un compañero los zapatistas continúan organizando su dolor y su rabia pidiendo justicia y no una venganza sanguinaria.

«Porque somos zapatistas si no hace rato que hubiéramos tomado venganza y se hubiera hecho una matazón», comentan en uno de los últimos comunicados del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

El pasado 2 de mayo fue asesinado brutalmente José Luis Solís López, conocido como Galeano, en la comunidad de La Realidad, Chiapas (México).

Este poblado de bosque tropical durante 1994 fue emblemático del EZLN (Ejercito Zapatista de Liberación Nacional) porque se convirtió en el cuartel general de la dirigencia encabezada por el Subcomandante Marcos, y ahí tuvo sus primeros encuentros con el gobierno federal y con la sociedad civil nacional e internacional. En febrero de 1995 el ejército mexicano entró hasta la comunidad para detener al líder zapatista, quien tuvo que huir con cientos de niños, mujeres y ancianos a la Selva Lacandona para no ser reprimidos por las tropas militares.

En La Realidad, un pueblo maya tojolabal, el EZLN construyó en el 2003 el Caracol «Madre de los Caracoles del Mar de Nuestros Sueños» administrado por la Junta de Buen Gobierno (JBG) «Hacia la Esperanza», el primer espacio para organizar su autonomía. Sin admitir recursos del gobierno, con su propios esfuerzos y trabajo diario, los indígenas zapatistas hicieron de este lugar el primer de los 32 Municipios Autónomos Rebeldes. Ahí nació la primera generación del EZLN.

Según el informe de la Junta de Buen Gobierno, fueron «paramilitares pertenecientes a la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos Histórica (CIOAC-H), al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y al Partido Acción Nacional (PAN)» los que asesinaron a Galeano de tres tiros cuando estaba «rodeado, desarmado y sin rendirse».

Fue un ataque en contra de bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en víspera de un encuentro que los zapatistas tendrían con otras organizaciones indígenas y pueblos originarios y en el cual se preveía podría reaparecer públicamente el subcomandante Marcos tras una ausencia de casi seis años.

Galeano, fue votán (maestro) en la «Escuelita de la libertad según los zapatistas» y es el primer indígena base de apoyo zapatista que matan los partidarios del gobierno desde 2003. Durante el ataque hubo varios heridos y destruyeron la escuela y la clínica de este lugar emblemático del zapatismo.

Después del cruel asesinato algunos medios comerciales de México lo trataron como un enfrentamiento intercomunitario y dieron sólo la versión de los «atacantes» sin esperar el informe de la Junta de Buen Gobierno zapatista de La Realidad o de organizaciones de derechos humanos que estaban mediando conflictos en la zona.

«No se trató de un problema de comunidad, donde los bandos se enfrentan enardecidos por el momento», comentaron los zapatistas en comunicado. «Fue algo planificado (…) él (Galeano) no cayó en la emboscada», comentan. «Lo rodearon 15 ó 20 paramilitares -sí, lo son, sus tácticas son de paramilitares-«, puntualizan los zapatistas en su investigación.

El asesinato de Galeano revela la continuidad de la estrategia contrainsurgente del Estado mexicano frente a un conflicto armado no resuelto desde 1994. Se trata de una ingeniería de conflictos y una guerra de desgaste que quiere acabar con el proceso autonómico que vienen realizando. Frente a este ataque, los mayas zapatistas piden justicia y no venganza reiterando su apuesta por la paz.

Galeano, el votán

Galeano era del equipo de maestros y maestras que participaron en diferentes trabajos de «La escuelita«. Era del pueblo Nueva Victoria, del municipio de San Pedro Michoacán. Pertenecía al Caracol de La Realidad «Madre de Los Caracoles el Mar de nuestros Sueños, zona Selva Fronteriza (Chiapas, México).

En el primer número de la recién impresa revista «Rebeldía Zapatista» (febrero 2014) pudimos leer a Galeano, sus palabras y su opinión sobre los alumnos de La Escuelita:

«Ahora si que ellos, personalmente, con sus ojos lo vieron y sintieron el sacrificio que nosotros hacemos para lograr todo lo que tenemos. Ellos vivieron ahí con las familias, se dieron cuenta de cuánto sacrificio, cuánto de sufrimiento realiza esa familia para poder cosechar, lograr los recursos y para poder sostenernos y resistir del mal gobierno».

Para él fue bien importante que «con sus propios oídos y con sus propios ojos ven lo que nosotros siempre hemos dicho (…) Ellos pensaban que los zapatistas estaban en las montañas, así lo dicen ellos, nunca pensaron que los zapatistas somos de carne y hueso y somos seres como ellos, que estamos en las comunidades y nos estamos organizando.»

Para Galeano, la escuelita, dijo, «es un medio de cómo comunicarnos para conocernos con otras gentes de la ciudad, de nuestro país y del mundo. Es como un puente para comunicarnos». Y así se demuestra con las muestras de solidaridad que los alumnos expresaron desde varios lugares del mundo después de su brutal asesinato.

«Habían escuchado en discursos, que el pueblo manda y el gobierno obedece, ellos vinieron a verlo con sus propios ojos (…) Esto es lo más grande porque vienen a conocer cómo es el autogobierno de los pueblos zapatistas.», comentó Galeano en este reporte.

Algunos de los alumnos de la Escuelita que vinieron de varios rincones del mundo tuvieron el privilegio de escuchar a Galeano, de conocerle y compartir con su familia y las bases de apoyo este otro mundo zapatista que con esfuerzo diario da cuerpo a su autonomía y les hace más libres, este otro mundo que no necesita ni de partidos políticos ni de gobiernos de turno, este otro mundo que no gusta a «los de arriba».

Organizando la rabia, lágrimas de rebeldía

Hasta hoy llegaron ya más de 75 cartas de solidaridad de varias organizaciones y personas independientes de diversos rincones del mundo que expresaron su repudio a los ataques paramilitares y su solidaridad con las bases de apoyo zapatistas y la familia de Galeano. Desde el País Vasco, Catalunya, España, Argentina, Brasil, Uruguay, Grecia, Italia, junto con decenas de organizaciones de México, Estados Unidos, Canadá y Europa.

Se solidarizaron con los zapatistas desde la activista india Arundhati Roy pasando por la organizadora afroamericana Angela Davis oNoam Chomsky, la periodista y escritora Naomi Klein, el sociólogo Immanuel Wallerstein, el historiador francés Ivon LeBot, Kristinn Hrafnsson -periodista y portavoz de de WikiLeaks-, el sociólogo catalán Manuel Castells, el filósofo político Michael Hardt, el intelectual mexicano Gustavo Esteva, el antropólogo canadiense Pierre Beaucage y centenares de personas más.

También los pueblos y naciones indígenas que conforman el CNI (Congreso Nacional Indígena) exigieron «el fin de la guerra en contra de nuestros hermanos y hermanas zapatistas, y el castigo a los responsables intelectuales y materiales» del asesinato de José Luis Solís López, Galeano. «Es una agresión contra todos los que seguimos aprendiendo de los muchos votanes, quienes siguen enseñando el rostro de la libertad», comentan.

En varias ciudades del mundo se han organizado manifestaciones de solidaridad en las calles y plazas. También desde México, en donde se han anunciado caravanas de apoyo hacia La Realidad para «abrazar a los familiares de Galeano y a las bases de apoyo» y se están organizando actividades solidarias en espacios públicos entre el 18 y el 24 de mayo.

Las bases piden la intervención del EZLN

Parte de la Comandancia del EZLN se trasladó a La Realidad. Llegaron al menos, el Subcomandante Insurgente Moisés y el Subcomandante Insurgente Marcos a escuchar las voces de las bases de apoyo de este poblado tojolabal. Marcos se dedicó a escribir las palabras que escuchó en boca de sus compañeros. En uno de los momentos relata como uno de ellos llora y otro le dice:

«compañero subcomandante insurgente, no lo entiendas mal nuestras lágrimas, no son de tristeza, son de rebeldía».

La Comandancia llegó porque la Junta «Hacia La Esperanza» del caracol de La Realidad decidió retirar su participación en la investigación de los hechos y «pasar a las manos de la Comandancia General del EZLN todo el asunto, para que investigue bien y para que se haga justicia.»

El Ejercito Zapatista les comentó que si ellos intervienen puede hasta ser perjudicial, pero aún así, decidieron esperarles.

«A la comandancia del EZLN la persiguen los gobiernos, ustedes lo saben bien porque ya estuvieron cuando la traición de 1995. Entonces ¿quieren que estemos por aquí para ver de este problema y que haya justicia o quieren que mejor nos vamos a otro lado? Porque todos ustedes pueden sufrir ahora la persecución directa de los gobiernos y sus policías y militares»

Entonces el hijo de Galeano interviene e insiste en que se queden para que «se encuentre a quienes asesinaron a su papá.»

«Las investigaciones las está conduciendo el Subcomandante Insurgente Moisés. Él estará informando de los resultados, o él a través mío.» expresó Marcos.

Algunas de las decisiones que los zapatistas tomaron desde La Realidad fueron suspender por tiempo indefinido la reunión con los pueblos originarios y sus organizaciones en el Congreso Nacional Indígena, el homenaje que prepararon para el recién fallecido intelectual mexicano-catalán Don Luis Villoro Toranzo -que estaba agendado para el 1 de junio.

También decidieron suspender su participación en el Seminario «Ética frente al Despojo» que organizan artistas e intelectuales de México y el Mundo la primera semana de junio.

Recordemos que cuando hicieron públicos los eventos arriba especificados se anunció que «si su estado de salud lo permitía» aparecería el Subcomandante Marcos en algunos de los eventos abiertos al público.

Decirles que no están solos

«A nosotros han sido el dolor y la rabia quienes nos han traído hasta acá. Si los alcanzan a sentir también, ¿a ustedes a dónde los llevan? Porque nosotros aquí estamos, en la realidad. Donde siempre hemos estado. ¿Y ustedes?»

Con este apelo algunas organizaciones mexicanas decidieron desplazarse a La Realidad en los próximos días y organizar actividades de sensibilización en sus espacios, calles, plazas de varias regiones del país.

En el último comunicado firmado por el Subcomandante Marcos se anuncia que el próximo 24 de mayo se hará un homenaje al compañero asesinado, Galeano, en todos los caracoles. «Y que estaría bueno si ese día también hacen ellos algo en sus lugares, según su modo de cada quien y sus tiempos.»

Además, hacen una especial invitación a las compañeras y compañeros de lo medios libres «o alternativos o autónomos o como se diga, o sea los que no son de paga. Los medios de paga no están invitados, ni los vamos a recibir.»

Nada de lo que en Chiapas ocurre, nada de lo que ocurre en México es ajeno a los que alguna vez convivieron con los zapatistas y vivieron su proyecto de autonomía y libertad en primera persona. Y en la patria de la solidaridad, no hay extranjeros. Hay millones de ciudadanos del mundo que ahí están sin estar estando y que saben que en Chiapas, los enmascarados desenmascaran al poder.

Marcos se despide de esta carta insistiendo en una de sus post datas que sus esfuerzos, son para la paz.

«Si me piden que resuma nuestro trabajoso andar en pocas palabras serían: nuestros esfuerzos son por la paz, los esfuerzos de ellos son por la guerra.»

Por primera vez, los zapatistas publican la foto de un compañero asesinado mostrando su rostro.

¿Y les mando la foto del finado? (le pregunta el Sub Marcos a Moisés)

– Sí, pero la de cuando está vivo, no la del cadáver. Porque nosotros recordamos a los compañeros por lo que luchan en vida. (responde el Subcomandante Insurgente Moisés).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.