La denuncia del periodista Julio Nudler sobre censuras en el periódico Página/12 provocó conmoción en la profesión y la opinión pública; reflejó el malestar existente en numerosas redacciones y provocó renuncias en la Asociación «Periodistas». Desarrollo de los hechos, comunicados completos y texto de la renuncia de Carlos Gabetta a «Periodistas». El 24 de octubre […]
La denuncia del periodista Julio Nudler sobre censuras en el periódico Página/12 provocó conmoción en la profesión y la opinión pública; reflejó el malestar existente en numerosas redacciones y provocó renuncias en la Asociación «Periodistas». Desarrollo de los hechos, comunicados completos y texto de la renuncia de Carlos Gabetta a «Periodistas».
El 24 de octubre pasado numerosos periodistas, agencias de noticias y medios de comunicación recibieron una denuncia del periodista Julio Nudler, editor y columnista del periódico porteño «Página/12». Nudler afirmaba que el día anterior, 23 de octubre, su habitual panorama semanal había sido censurado por la dirección del periódico a causa de su contenido, en el que se volcaban fuertes críticas y graves denuncias a prominentes miembros del gobierno argentino.
La denuncia de Nudler, reiterada en algunas emisiones de radio y agencias de noticias que lo requirieron, causó una lógica conmoción en el gremio de periodistas y en parte de la opinión pública. El 27 de octubre, la Asamblea de periodistas de «Página/12» aprobó por unanimidad un comunicado (1) en el que se solidariza con Nudler, repudia los términos de un artículo publicado ese mismo día por el director del diario, Ernesto Tiffenberg (2) y señala que «lo sucedido no es un hecho aislado, sino que forma parte de una sucesión de hechos similares».
Al día siguiente del comunicado de la Asamblea de periodistas de «Página/12», la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) se solidarizó a su vez con Nudler y sus compañeros. A través de un comunicado, la UTPBA resaltó que «tanto la trayectoria de Nudler como los argumentos sobre los que se sostiene la columna censurada dejan en claro que la decisión empresaria tuvo como origen único impedir que se conozcan hechos de corrupción -que se mencionan en el texto- vinculados a funcionarios del actual gobierno, no obstante el penoso y estéril esfuerzo por encontrar mentirosos justificativos. (…) Resulta evidente que las explicaciones técnicas y profesionales de la patronal buscan ocultar la verdadera decisión política que adoptó ‘Página/12’ a la hora de censurar la columna, ejerciendo una arbitraria e impune libertad de empresa, en resguardo de determinados intereses económicos», concluyó la UTPBA.
Censura e intereses varios
Como suele ocurrir en este tipo de casos, algunos medios de comunicación y ciertos profesionales se «indignaron» mucho más por razones ideológicas, comerciales, políticas o de interés personal que por la eventual censura a un periodista de prestigio y larga trayectoria. La UTPBA, por su parte, consideró necesario apoyar a Nudler en este caso, pero hace cuatro años se mantuvo inexplicablemente pasiva cuando el diario «Clarín» de Buenos Aires aprovechó una reestructuración de personal para despedir a la totalidad de la Comisión Interna de trabajadores de la empresa, que acababa se ser elegida en Asamblea. Ningún medio del grupo «Clarín» y ninguno de los medios nacionales, con excepción de «Le Monde diplomatique edición Cono Sur» (3) y la revista «Veintitrés», reflejó entonces ese grave episodio.
La censura, en régimen democrático, es en general un mecanismo mucho más sutil que el rechazo de un artículo por un superior jerárquico, algo que por otra parte ocurre cotidianamente por razones que nada tienen que ver con la censura: falta de claridad y precisión, informaciones no verificadas, falta de espacio, asuntos más urgentes o importantes y un largo etcétera. Si cada vez que un editor enmienda o rechaza un artículo fuese denunciado como censor, el ejercicio de un periodismo de calidad resultaría imposible.
Pero en este caso hubo, por una parte, el citado comunicado de la Asamblea de periodistas de «Página/12»; y por otro un fuerte intercambio de opiniones entre profesionales en el que, en forma más o menos velada, se sugirieron situaciones similares en la mayoría de los medios de comunicación, a causa de presiones tanto oficiales como privadas en relación con la pauta publicitaria.
La Asociación «Periodistas»
En este contexto, se creó una evidente expectativa por el pronunciamiento al respecto de la Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente (Periodistas). Fundada en 1995 por un grupo de prestigiosos profesionales de distintos medios escritos, radiales y televisivos y diversa orientación político-ideológica (4), con el objetivo de defender la libertad de expresión de los eventuales ataques o presiones por parte del Estado o los gobiernos, «Periodistas» realizó en estos años una importante labor en defensa de esos principios, en particular en el interior del país. Al mismo tiempo, publicó varios exhaustivos informes anuales sobre violaciones a la libertad de expresión (5) y participó en varias reuniones internacionales con organizaciones afines. En dos oportunidades amplió su número de miembros, con lo que ganó en robustez y representación (6).
A causa del prestigio y la diversidad de sus miembros y de la tarea realizada en estos años, «Periodistas» se convirtió en la referencia obligada de todos los profesionales o medios de comunicación que son objeto de algún tipo de presión para coartar su libertad de informar. De allí la expectativa creada por su pronunciamiento respecto al caso «Nudler – Página/12», tanto más cuanto que uno de sus miembros fundadores, Ernesto Tiffenberg, es el director de «Página/12» y varios otros trabajan en medios del grupo «Clarín», al que aquél pertenece.
Reunida en plenario el miércoles 3 de noviembre y luego de un intenso debate, la mayoría de miembros de «Periodistas» se pronunció por emitir el siguiente comunicado, con fecha 4 de noviembre de 2004:
«PERIODISTAS realizó una reunión extraordinaria para considerar la situación surgida entre ‘Página/12’ y su columnista de temas económicos Julio Nudler. El tema tuvo repercusión en algunos medios de prensa dentro del gremio periodístico. También provocó un reclamo de pronunciamiento de parte de una asamblea del personal de ese matutino, en el que nos consideramos aludidos.
Después de un amplio debate, los miembros de esta Asociación, fundada en 1995, acordaron ratificar los lineamientos de su estatuto fundacional, que los compromete a involucrarse en todos los casos en que los poderes públicos, directa o indirectamente, afectan la libertad de expresión de un periodista.
Hubo distintas posiciones con relación al caso de nuestro colega Nudler, primando la opinión de que no constituyó un episodio de censura, sino que se encuadra en la dinámica de las habituales relaciones entre un periodista y su editor. Ello excede el marco de los objetivos que siempre se fijó PERIODISTAS.
Nuestra Asociación ratificó su compromiso de defender el derecho esencial a la labor periodística y su compromiso con los derechos y garantías que constituyen la esencia del sistema democrático».
Este comunicado no fue en general publicado por los medios nacionales (no al menos por «Página/12» u otro medio del grupo «Clarín»). La decisión de la Comisión Directiva y de la mayoría de miembros de «Periodistas» provocó la renuncia de 9 de sus miembros: Claudia Acuña, María Laura Avignolo, Carlos Gabetta, Uki Goñi, Jorge Lanata, Tomás Eloy Martínez, Norma Morandini, Silvia Naishtat y Claudia Selser. Otro miembro, Mariano Grondona, se limitó a solicitar que se retirara su firma del comunicado a causa de la falta de mención a un eventual manejo discrecional del gobierno con la pauta publicitaria oficial.
Razones de una renuncia
En la medida en que los suscriptores del «Infórme-Dipló» y de «Le Monde diplomatique edición Cono Sur» tienen derecho a estar informados sobre las actitudes de los miembros de su redacción en estos casos, se reproduce el texto íntegro de la renuncia de Carlos Gabetta:
«Buenos Aires, 5 de octubre de 2004.
A todos los miembros de «Periodistas»:
Quiero comunicarles mi decisión de renunciar a ‘Periodistas’. Deseo además fundamentarla, en mérito a las relaciones profesionales que mantengo con todos los miembros y a la vieja amistad que me une con varios de ellos.
Después de pensármelo con calma (algo más necesario que nunca, visto el tono de algunas discusiones), mis conclusiones son las siguientes.
Si el asunto Nudler – Página/12 se hubiese limitado a un entredicho editor/periodista, hubiese resultado evidente que, al margen de adhesiones personales o reacciones emocionales, ‘Periodistas’ no hubiese tenido que intervenir, sencillamente porque no le correspondía. Que el asunto hubiese tomado estado público y que algunos medios como ‘Noticias’ se hubiesen servido del tema para denigrarnos, no me hubiese preocupado. En ese caso mi posición hubiese sido callar o emitir un comunicado breve diciendo eso: que no era de nuestra competencia.
Pero ocurre, tal como insistí en señalar desde el principio, que la Asamblea de periodistas de ‘Página/12’, reunida expresamente, se solidarizó con Nudler y denunció que ‘lo sucedido no es un hecho aislado, sino que forma parte de una sucesión de hechos similares’. Con lo cual, para mí -y tal como sugerí en forma reiterada- se imponía una reunión de nuestra Comisión Directiva con algún representante de la Asamblea de periodistas de ‘Página/12’ o, al menos -como sugerí durante los intercambios respecto al contenido del comunicado final- que se incluyese mención de esa denuncia, instando a los periodistas de ‘Página/12’ a ‘precisar esos ‘hechos similares’ porque de otro modo no podrían ser tomados en consideración’.
Para mí éste era un aspecto fundamental, ya que por un lado nos hacíamos eco de una denuncia muy seria vinculada con el asunto Nudler y, por otro, abríamos una investigación orientada hacia eventuales presiones indirectas del gobierno sobre ‘Página/12’. Esto último, además, era una vía perfectamente en línea con nuestros estatutos, que indican que nuestra misión esencial es denunciar y desbaratar presiones oficiales directas o indirectas. Entonces, ¿cómo detectar éstas últimas si no prestamos atención a algo tan fuerte como la denuncia de una Asamblea de colegas?
Esa es la base de mi decisión. Pero yo no sería consecuente con mis principios y con el respeto que le tengo a la mayoría de los miembros de ‘Periodistas’ si no expresase mi punto de vista sobre el desarrollo de los acontecimientos. Creo que el tema Asamblea de periodistas de ‘Página/12’ se ‘ninguneó’, por decirlo suavemente. Uno de los miembros, con la aprobación tácita de la mayoría presente, dijo durante el Plenario que eso era ‘un problema sindical’, como si esa Asamblea hubiese reclamado un aumento de salarios en lugar de denunciar censura… Cuando sugerí que se incluyese el tema en el comunicado sencillamente no hubo opinión: se lo suprimió. Por suprimir, hasta se acabó suprimiendo la mención a la vocación de ‘Periodistas’ de combatir eventuales presiones estatales sobre los medios mediante el manejo de la pauta publicitaria. Además, durante la reunión supimos y confirmamos que la dirección de ‘Página/12’ había censurado la firma de Nudler (se utilizó el eufemismo ‘levantó’), aunque publicaba sus artículos, y eso también fue considerado un asunto ‘entre el editor y el periodista’.
En definitiva, que el comunicado final da por completo la razón a ‘Página/12’, mediante el mecanismo de ignorar en forma deliberada hechos esenciales. Por último, no puedo dejar de señalar que toda la discusión interna tuvo lugar en un clima de renuncias previas al Plenario que sostuvimos el miércoles 3 (7), lo que sin duda creó un ambiente de cisma, de catástrofe, que desplazó el tema Nudler – Página/12 a segundo plano. Se trataba de ‘salvar a Periodistas’, más que de atender a un caso de presumible censura.
Creo, como Unamuno, que «hay veces en que callar es mentir». Y creo, por todo lo que he dicho anteriormente, que ‘Periodistas’ ha mentido en este caso; que no ha cumplido con su función de defender la libertad de expresión y que en definitiva ha tenido un reflejo corporativo que la pone al nivel de una cofradía de provincias, a pesar de los esfuerzos por asimilarla a prestigiosas organizaciones internacionales.
Por todas estas razones, creo que ‘Periodistas’ ha perdido su autoridad moral para defender la causa de la libertad de expresión. En consecuencia, para usar el dignísimo argumento de otra de las renunciantes, ‘a mí, esta Asociación no me representa’.
Con todo, es mi deseo que ‘Periodistas’ enmiende este grave traspié y, con el tiempo, siga realizando la tarea que en muchas ocasiones anteriores tan útil ha resultado a la causa de la libertad de expresión.
Saludos a todos. Carlos Gabetta».
1 Comunicado de la Asamblea de periodistas de «Página/12»: «Como compañeros de Julio Nudler, quien desde hace más de 14 años escribe sus columnas y artículos en ‘Página/12’, reivindicamos su derecho a informar y repudiamos el contenido del editorial aparecido hoy en el diario con la firma de su director, Ernesto Tiffenberg. Consideramos redundante detenernos a señalar la honestidad profesional e intelectual de un hombre que tiene una impecable trayectoria y que, como muy pocos, ha alcanzado un indiscutido prestigio entre sus colegas y lectores.
Por lo tanto, resultan inaceptables las maliciosas imputaciones que se le formularon desde la dirección periodística que le confió durante años la jefatura del área de Economía y que luego dejó en sus manos los panoramas semanales de esa sección. Es un disparate suponer que tamaña responsabilidad hubiera sido delegada en alguien que tuviese la más mínima relación con el texto agraviante difundido en la edición de hoy.
Como compañeros de trabajo de tantos años nos sentimos orgullosos de la actitud asumida por Julio Nudler ante un acto de censura que nos lesiona como periodistas y que hace peligrar la relación de confianza establecida con los lectores desde hace 17 años. La nota censurada denunciaba graves actos de corrupción que involucran a altos funcionarios del actual gobierno nacional. Además, lo sucedido no es un hecho aislado, sino que forma parte de una sucesión de hechos similares.
Contra lo que se pretende insinuar en el editorial, decimos que la rigurosidad con que Julio Nudler trata la información es la única manera de respetar y sostener la credibilidad del medio en el que desarrollamos nuestra tarea. Ante una situación de tamaña gravedad, exigimos un inmediato pronunciamiento de las organizaciones que dicen defender el derecho a la información y a la libertad de prensa».
2 Ernesto Tiffenberg, «Campaña», Página/12, Buenos Aires, 27-10-04.
3 Martín Latorraca y Hugo Montero, «Los métodos de un multimedio argentino», Le Monde diplomatique edición Cono Sur, diciembre de 2000.
4 Santo Biasatti; Atilio Cadorín (f); Nelson Castro; Ariel Delgado; Rosendo Fraga; Carlos Gabetta; Rogelio García Lupo; Andrew Graham-Yooll; Mariano Grondona; Roberto Guareschi; Jorge Lanata; José Ignacio López; Tomás Eloy Martínez; Joaquín Morales Solá; James Neilson; Magdalena Ruiz Guiñazú; Hermenegildo Sabat; Oscar Serrat; Osvaldo Soriano (f); Ernesto Tiffenberg; Jacobo Timerman (f) y Horacio Verbitsky
5 El último de ellos «Ataques a la prensa: informe 2003», Asociación para la Defensa del Periodismo Independiente, Buenos Aires, 2004.
6 Se incorporaron María Laura Avignolo, Claudia Acuña, Ana Barón, Isidoro Gilbert, Uki Goñi, Martín Granovsky, Mónica Gutiérrez, Ricardo Kirschbaum, Fanny Mandelbaum, Norma Morandini, María Moreno, Daniel Muchnik, Silvia Naishtat, Teresa Pacitti, Fernán Saguier, María Seoane y Claudia Selser
7 Los renunciantes fueron Joaquín Morales Solá, Ricardo Kirshbaum y José Ignacio López. Todos retiraron sus renuncias una vez decidido el contenido del comunicado.