A mediados de abril las trabajadoras y trabajadores de Sport Tech iniciaron una nueva medida de fuerza en reclamo de que el Juez Horacio Robledo los autorice a continuar produciendo en la fábrica como cooperativa. La medida en la puerta de la fábrica consiste en changas de costura en la vereda y de esa forma […]
A mediados de abril las trabajadoras y trabajadores de Sport Tech iniciaron una nueva medida de fuerza en reclamo de que el Juez Horacio Robledo los autorice a continuar produciendo en la fábrica como cooperativa. La medida en la puerta de la fábrica consiste en changas de costura en la vereda y de esa forma también visibilizar sus ganas de trabajar. Las máquinas fueron prestadas solidariamente por una trabajadora. El 26 de abril se movilizaron al Juzgado junto a la CTA-A
Las máquinas de coser en la puerta de la fábrica, una gran bandera con el lema «No al vaciamiento, Sí al trabajo» y un gacebo que resguarda del sol a las obreras y obreros textiles que resisten. La postal de la calle Iturraspe en el partido de San Martín es de la ex fábrica Sport Tech, hoy Cooperativa 8 de Enero.
El ruido de las máquinas muestra la voluntad de continuar trabajando, ya sin patrones ni estafadores; los pedidos de las grandes marcas deportivas, la posibilidad concreta de llevarlo adelante; y la constante presencia de decenas de trabajadores demuestran la convicción de lograr que la justicia les de la continuidad para poder producir cooperativamente.
Las y los trabajadores, organizados en el Sucev-CTAA (Sindicato Unidos de Costureros y Empleados del Vestido) a principios de año resistieron la quiebra fraudulenta de Sport Tech y conformaron la cooperativa 8 de Enero. La causa recaló en el juzgado comercial 25 de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Horacio Robledo, pero según los trabajadores los pasos legales para que la cooperativa se haga cargo de la compañía se ven entorpecidos por dilaciones de dicho magistrado. «Por una decisión política del Juez y del Síndico nos están dilatando hace tres meses la posibilidad de trabajar. Tenemos pedidos de varias fábricas, somos una de las pocas cooperativas formadas que tiene ya pedidos comerciales para empezar a trabajar y poder dar sueldos por lo menos de 15.000 pesos a más de 70 familias. Sabemos que 15.000 pesos es una miseria, pero por lo menos queremos empezar a trabajar», explicó Fernando Castillo, trabajador de la ex Sport Tech y Secretario General de SUCEV-CTAA. «Además, hay más de 70 familias que tienen sus sueldos aprisionados o retenidos por el Juez y el tipo en vez de repartir los sueldos lo puso en un plazo fijo en dólares. Lamentablemente, él tiene ese derecho legal de hacerlo, pero no es moral, los compañeros necesitan la plata para pagar el alquiler, los compañeros necesitan comprar alimentos, pagar su medicación, ya tenemos muchos compañeros enfermos por permanecer acá, con bronquitis y neumonía», agregó Castillo.
En una entrevista de la Revista Resistencias Fernando Castillo (trabajador de la ex Sport Tech y Secretario general del sindicato SUCEV), Mirta Franco (trabajadora de la ex Sport Tech y prensa del sindicato SUCEV) y Pablo Puebla (Secretario General de la CTA Autónoma de San Martín y referente de la OLP), amplían la información
¿En qué situación se encuentra el conflicto?
FC.: Se van sumando conflictos día a día. El primer conflicto fue un patrón siniestro, Pablo Enrique, que estaba fraguando una quiebra fraudulenta para vaciar la fábrica. Por suerte la organización nuestra, el Sindicato Único de Costureros y Empleados del Vestido (SUCEV -CTAA), pudo impedirlo.
Se pudo frenar el vaciamiento y se ganaron los sueldos adeudados de enero y febrero, aguinaldo, vacaciones y el bono de 5.000 pesos. Cuando lo ganamos, ahí nace otro problema. Automáticamente dan la quiebra, que es completamente fraudulenta, no investigaron nada y la dieron. El juez, en vez de entregarnos los sueldos, los pone en un plazo fijo.
Otro problema es que el juez no termina de autorizar que nosotros trabajemos en forma de cooperativa. Si esto se autorizara daría trabajo a, por lo menos, 72 familias.
¿En qué situación se encontraba la fábrica previo al pedido de quiebra?
MF- Nosotros denunciamos que es una quiebra fraudulenta porque cómo puede ser que una fábrica que tiene pedidos de las marcas más importantes del mundo quiebre. Por ejemplo, pedidos para 80.000 prendas de Nike y otro de 60.000 de Puma, para hacer camisetas a un club tan importante como Independiente.
La fábrica tiene capacidad para dar trabajo a 500 trabajadores, nosotros no estamos luchando solamente para los 72 actuales. Estamos pensando en poner una escuelita para que aquel trabajador que no pueda conseguir trabajo, pueda aprender y conseguir.
¿Cómo van a continuar?
MF- Ahora nuestro problema es que el juez no nos está autorizando poder seguir trabajando. Por eso decidimos poner las máquinas acá en la vereda para que, aunque sea, podamos llevar el pan de cada día a nuestros hijos. Estamos luchando en contra de muchas cosas porque nos hicieron denuncias, pero la fábrica está intacta gracias a nosotros que estamos acá día y noche.
¿Que representa la lucha de Sport Tech?
PP: Los compañeros y compañeras, hombres y mujeres, de la ex-fábrica Sport Tech, resisten al modelo neoliberal, asociándose y clavando una bandera de esperanza de que se puede salir adelante y construir sus propios trabajos.
Ante esta situación, vecinas, vecinos, organizaciones sociales, organizaciones políticas y pequeños y medianos empresarios textiles de la zona, se acercaron a solidarizarse con los trabajadores. Lo más importante es que están produciendo, levantaron dos pedidos para llevar adelante. Inclusive uno que está a un nivel de exigencia de primera calidad, que nos representará en el deporte a nuestra selección argentina.
Fuentes: ACTA-CTA, Revista Resistencias, Resumen Latinoamericano.
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