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Más válido que nunca eso de «Dime con quién andas y te diré quién eres»

Fuentes: La Arena

Una de las verdades mejor guardadas del capitalismo dependientes fue la relación bien aceitada entre los popes empresarios y el poder político. Esos misterios comenzaron a rasgarse cuando el presidente de Acindar, José A. Martínez de Hoz, pasó a fungir como superministro de la dictadura militar. Después fue el turno de Domingo Cavallo, operador del […]

Una de las verdades mejor guardadas del capitalismo dependientes fue la relación bien aceitada entre los popes empresarios y el poder político. Esos misterios comenzaron a rasgarse cuando el presidente de Acindar, José A. Martínez de Hoz, pasó a fungir como superministro de la dictadura militar.

Después fue el turno de Domingo Cavallo, operador del grupo Arcor y la Fundación Mediterránea, a 10.000 dólares mensuales de estipendio, ocupando el BCRA con la dictadura y el ministerio de Relaciones Exteriores y el de Economía con Carlos Menem y Fernando de la Rúa.

El grupo bautizado «capitanes de la industria», verdaderos comandantes en jefe de la economía, imponía sus dictados a los ministros de Economía. Y éstos los llevaban, entre resignados y contentos, a los presidentes. Como consecuencia, los grupos monopolistas de adentro y de afuera, los bancos y el capital concentrado, eran cada vez más fuertes en la economía y la política.

Esos manejos son válidos cuando políticos del mismo palo están en Balcarce 50 y adquieren aún mayor frenesí y furia cuando, ocasionalmente, allí mora alguien que tiene veleidades de juego propio. Esto último es lo que ocurre desde 2003 y luego con Cristina Fernández.

Operando desde el llano, aquellos monopolios se tornan más desesperados y hasta violentos, incurriendo en las prácticas destituyentes que se vieron en las rutas argentinas en 2008. Luis Alberto Espineta le cantaba a esas rutas y decía que llevaba buenas cosas. Pero Hugo Biolcati y la Mesa de Enlace estuvieron en esos caminos con metas diferentes a los de Almendra.

Ese contubernio entre monopolios y derecha política se vio cuando la manada opositora fue encerrada de motu propio en el corral de la Rural. La marcaron como vacas propias, con el sello en el cuarto trasero.

Ahora fue la cena del martes en la casa de Héctor Magnetto, uno de los dueños de Clarín, adonde concurrieron, obedientes, Mauricio Macri, Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann, Francisco de Narváez y Felipe Solá. Así fue según la crónica de La Nación y Ambito Financiero. Que Clarín no la publicara sólo confirmó que quien tiró la piedra escondió la mano.

El sentido de la velada fue poner paños tibios en las competencias dentro de ese espectro multipartidario, para fomentar una convergencia de cara a las presidenciales. Esa coalición venía siendo pedida desde círculos empresariales y los editoriales de Clarín y La Nación. Y ahora es planteada con carácter de urgencia, vistos dos factores: cierta mejoría en las intenciones de voto de Cristina Fernández y Néstor Kirchner, y el apremio jurídico que sobrevuela a los dueños de Clarín por la causa de los hijos de su presidenta y la de Papel Prensa.
 
Otra foto de familia

El resultado de la tertulia en lo de Magnetto tiene final abierto. Duhalde ha citado por su cuenta una cumbre del PJ en Entre Ríos, que levantó quejas de Solá y Mario Das Neves. Macri, golpeado por el procesamiento del juez Oyarbide y la Cámara Federal, aún cavila sobre la conveniencia o no de pedir carnet en ese club.

Pero aún cuando todo ese amontonamiento pudiera producirse, es probable que queden afuera Carrió y los radicales, que a su vez podrían ir juntos o separados. La empresa unificadora de los dos diarios choca con diferencias y egos alimentados con anabólicos.

Habrá que ver qué sucede cuando se redoble la presión monopolista  a favor de una alianza amplia de centro-derecha y derecha, con algunos de centroizquierda en rol decorativo.

Esta jugada se preanunció en sede de la Unión Industrial. Allí estuvieron los dueños de casa y otros pesos pesados de la Asamblea Empresaria Argentina. Una foto retrató a Paolo Rocca (Techint), Enrique Cristofani (Santander Río), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Carlos Miguens (Sadesa), Héctor Méndez (UIA), Cristiano Rattazzi (Fiat), Federico Nicholson (Ledesma), Adrián Kaufmann (Arcor), Daniel Funes de Rioja (Copal), Luis Betnaza (Techint), José Ignacio de Mendiguren (UIA), Miguel Acevedo (Aceitera Gral. Deheza) y Jaime Campos (AEA), además del rostro que daba la tonalidad especial: el citado Magnetto.

El comunicado de UIA-AEA tuvo mucha afinidad con los bloques de la oposición, aunque con el remilgo de un lenguaje «políticamente correcto». A diferencia de la procacidad de Biolcati, los empresarios plantearon la necesidad de asegurar la seguridad jurídica para un adecuado clima de inversiones, y elevar la calidad institucional.

Las lenguas afiladas de los empresarios querían significar lo mismo que el torpe sojero: están disconformes con este gobierno populista. Según ellos, con la letra de Mariano Grondona, aquél se parece cada vez más al de Hugo Chávez.

El titular del bloque kirchnerista de diputados, Agustín Rossi, comentado el rol de sus adversarios del PJ en este tuteo con los empresarios, les achacó ser la pata peronista de las corporaciones.

De todos modos el gobierno nacional no cesa de cultivar tanto como puede el apoyo y/o la comprensión de esos grupos concentrados, a los que subsidia y tolera que manejen los resortes básicos de la economía. Trabaja sobre ese mismo padrón. ¿Franco Macri, Marcelo Midlin y Jorge Brito no son aliados suyos? ¿El Ejecutivo no tuvo nada que ver con el alejamiento de AEA de los brasileños de Petrobras y Loma Negra, el local Grupo Plaza y la española Gas Natural BAN?

La presidente reitera un error. Cree que como Fiat es parte de las terminales que en 2010 venderán 700.000 vehículos, su titular Cristiano Rattazzi se hará kirchnerista. Nada que ver. Antes el tano se vuelve a Turín a nado.
 
Uno mal, el otro bien

Uno es el jefe de gobierno porteño. El otro es Héctor Timerman. Y tuvieron una semana bien diferente.

Macri se está secando en Bolívar 1, sede de su gobierno, porque en la Legislatura fracasó entre martes y jueves pasado su operativo destinado a conformar una comisión de juicio político a medida de sus necesidades. Aún con matices, la oposición firmó un dictamen de mayoría archivando ese proyecto oficialista, pidiendo a la justicia copia del expediente (esto también lo acordó el PRO) y planteando al pleno de la cámara la formación de una comisión investigadora con los 13 bloques.

A los seguidores del empresario devenido en político sólo les quedó el recurso de las chicanas, los cuartos intermedios y concurrir a los programas de TV amigos para dar sus versiones.

Pero así como están las cosas es muy posible que el jueves 12 la Legislatura termine votando esas mociones acordadas por la oposición, incluso por dos legisladores que responden a De Narváez y hasta hace poco se sentaban como parte del oficialismo.

Unos días más tarde el juez Oyarbide tendrá en su despacho a Andrés Ibarra, funcionario macrista sospechado de haber fichado a Ciro James como funcionario de Educación. Ibarra, nada que ver con Aníbal, está a cargo de los Recursos Humanos del gobierno de la Ciudad. ¿Será un ascenso luego de los contratos que hizo rubricar en Educación, incluido el de James?

Aunque el sentido común sugiere que como consecuencia del procesamiento confirmado y estos traspiés en la Legislatura la candidatura presidencial de Macri se está desflecando, se dice que los duhaldistas y Magnetto dieron por válida la hipótesis de que el jefe del PRO estaría mejor en las encuestas. Su rol de víctima de los Kirchner le daría unos puntos de más. ¿Dónde habrán hecho esos sondeos? ¿En el predio de la Rural? ¿En la mesa de Mirtha Legrand? Difícilmente haya sido en la cancha de Boca, pues hasta allí el ex presidente del club anda mal visto por los simpatizantes, luego de que operadores suyos en la Comisión Directiva casi hicieron caer el contrato con el ídolo Riquelme.

En cambio el que tuvo una buena semana fue el canciller. Este se dio el lujo de abrir en San Juan la sesión de cancilleres de la 39º cumbre del Mercosur, que al día siguiente concluyó de la mejor forma con Cristina Fernández anunciando la firma del Código Aduanero, negociado a lo largo de seis largos años. Los medios de la corporación aseguraban hasta ese momento que la reunión se apagaría sin ese compromiso.  De ese modo la delegación argentina dijo que el semestre de presidencia pro-témpore del país había resultado muy positivo.

En ese encuentro de presidentes del Mercosur, Cristina se congratuló del acuerdo sellado con José Mujica, de Uruguay, sobre el monitoreo conjunto a UPM-Botnia.

Timerman, ya en Buenos Aires, avanzó en sus explicaciones a una amplia comitiva de asambleístas de Gualeguaychú, al que recibió sin ninguna amansadora -típicas de la burocracia administrativa- en el Palacio San Martín. Su postura fue muy clara en el sentido de que si aquella planta llegara a contaminar más vale que no se atendrá a la pauta de 12 ingresos al año. La forma como se harán los análisis científicos y qué ítems se van a medir, algo no detallado en los compromisos con el canciller Almagro de la otra orilla, será negociada entre los dos países.

Los vecinos se fueron conformes 50 y 50, según dijeron algunos, lo que aún así supone un gran avance respecto a la cerrada negativa que muchos de ellos tenían en el corte de Arroyo Verde.

Fuente original: www.laarena.com.ar