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México bajo el yugo de los intereses energéticos del imperialismo estadounidense

Fuentes: Rebelión

Introducción.

Desde la Segunda Guerra Mundial, la escasez de recursos naturales estratégicos ha moldeado la política de seguridad nacional y defensa de Estados Unidos. Tal es así que, garantizar el acceso a recursos naturales y minerales considerados estratégicos ha llevado a que el gobierno estadounidense, desde la primera mitad del siglo XX comenzara a colocarlos como parte de sus proyectos estratégicos y de defensa.

En tal sentido, sus objetivos han quedado plasmados en su política petrolera, en sus Estrategias de Seguridad Nacional y en su política exterior a nivel mundial. Respecto a la política petrolera, ésta ha sido considerada como un asunto de seguridad nacional, básicamente por su alta dependencia del petróleo del exterior, llegando a contribuir sobre la configuración de la política militar estadounidense.

Tesitura dentro de la cual, los Estados Unidos han intentado garantizar su seguridad energética por medio del fortalecimiento de su integración con Canadá y México. Tratando de lograr así, hacer plausible su dominio energético desde una perspectiva regional.

Punto en el que, se entrelazan la estrategia de Dominio Energético estadounidense, con la reforma energética de México (2013) y la renegociación del TLCAN.

Respecto a la Reforma Energética impulsada por Enrique Peña Nieto, ésta ha tenido como finalidad que México apoye el proyecto estadounidense de maximizar el desarrollo de su potencial energético, donde se incluye la producción de combustibles no convencionales, convencionales y energías renovables.

Y al hacerlo, Estados Unidos ha buscado emplear las exportaciones energéticas como instrumento para ejercer influencia en los países destinatarios y competir por los mercados controlados por naciones consideradas hostiles a sus intereses en el mundo, como Rusia.

Pero más aún, el excedente energético obtenido mediante la Reforma Energética en México, se ha empleado no sólo para balancear los mercados, sino también para mantener el sistema de alianzas internacionales bajo el liderazgo estadounidense. De forma que, se usa la energía como arma geopolítica.

Siendo que, se utiliza la ventaja geopolítica de los energéticos, para alentar a amigos y socios extranjeros a depender cada vez más de Estados Unidos, en lugar de comprar a adversarios como Rusia, Venezuela y/o Irán.

Luego entonces, la estrategia de Dominio Energético es importante en el despliegue del poder estadounidense para consolidar su supremacía internacional, en donde los hidrocarburos juegan un papel fundamental para afianzar su poder, su fuerza militar y su poder geopolítico.

Escenario dentro del cual, la militarización de la política energética ha venido siendo el eje de la política de seguridad nacional con las que EUA ha pretendido contender con potencias “rivales” como China y Rusia, según su Estrategia de Seguridad Nacional, 2017.[1]

Toda vez que, la parte “dura” de esa política pasa por la convergencia de los intereses petroleros y gaseros trasnacionales, su relación con el estado profundo (Deep State) y el complejo militar industrial a quien interesa mantener y avivar conflictos, como parte del negocio de venta de armas. Entramado dentro del cual, además, forman parte la CIA, el Pentágono, la National Security Agency y empresas privadas, como Booz Allen.

Y conforme a tales intereses, se dio la gira del exsecretario de Estado, Rex Tillerson, por países Latinoamericanos, en un intento por reforzar alineamientos a los cuerpos militares regionales y locales, para fortalecer la imposición de esquemas de seguridad nacional, bajo la figura de legislaciones de política pública —como el caso de la ley de seguridad interior en México—, encaminadas a proteger el régimen liberal trasnacional, así como un aliento a las políticas de “regime change” (cambio de régimen) y sanciones a países que no son de su agrado, como es el caso de Venezuela.

Siendo que, para el caso de Venezuela, su importancia radica en que, además de no someterse al dominio de EUA y otros países occidentales, también posee vastas reservas petroleras (casi 300,000 MMb de crudo convencional), minerales estratégicos, biodiversidad y otros recursos de importancia para las grandes potencias.[2]

La Nueva Ruta de la Seda [3] en América Latina, frente al imperialismo estadounidense.

La Ruta Marítima de la Seda, impulsada por China, implica la interconexión por vía marítima entre China, los países del Índico, África y Europa. Pero también establece nexos con Latinoamérica y el Caribe. Para lo cual, la República Popular China ha impulsado una política de concesión y modernización de distintos puertos a lo largo del mundo.

Respecto a América Latina, es de destacar su importante posición geopolítica estratégica, sus pasos interoceánicos y su proximidad con la Antártida. Aspectos que, se articulan con las obras necesarias para la proyección de la Ruta de la Seda, siendo que ésta, se encuentra focalizada en la creación de rutas bioceánicas para el traslado de mercaderías de un lado del continente al otro a menor costo y en menos tiempo.

De ahí que, una las obras de mayor interés para los impulsores de la Ruta de la Seda es la Hidrovía Paraná-Paraguay, ya que permite transportar eficientemente productos entre la Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, desde y hacia el océano Atlántico, ya que es un canal de comunicación entre toda la región. E igualmente, son de especial interés los corredores bioceánicos que le posibilitan a la Argentina y Chile conectarse hacia el Atlántico y el Pacífico, acortando los tiempos de comercialización intra y extra continentales.[4]

Pero más aún, América Latina es una zona estratégica para el proyecto productivo industrial de la Ruta de la Seda, en tanto que: » a) Representa el 13,6% de la superficie global; » b) Tiene una población de 640 millones de habitantes, más del 8% de la población mundial; » c) Representa en su conjunto un PBI (PPA) de 10 mil millones de dólares, similar al de la India (el tercer PBI mundial); d) Constituye una de las principales reservas hidrocarburíferas del mundo (22% de las reservas de petróleo); » e) Es una de las principales regiones de producción de alimentos del mundo; » f) Es una de las principales reservas de biodiversidad del mundo; » g) Es una de las principales reservas de agua dulce del mundo.

De suerte que, Latinoamérica tiene un papel fundamental para el proyecto multipolar chino. De forma que, el gobierno chino ha impulsado “Asociaciones Estratégicas”, con la intención de profundizar las relaciones políticas y económico-comerciales con los países de América Latina y el Caribe.

Política dentro de la cual, para China, los “socios estratégicos” comparten objetivos en el área económica y en el área política, mientras que los “socios estratégicos integrales” comparten además objetivos en el área científica, tecnológica e incluso la militar.

Y dentro de tal lógica, desde 2014, destaca la creación del Foro de cooperación entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (China-CELAC).

Articulándose el Foro, “China-CELAC, bajo un programa, que ha tenido “3” motores (comercio, inversión y cooperación financiera) y “6” ejes fundamentales: cooperación energética, recursos naturales, construcción de infraestructuras, agricultura, manufactura, innovación tecnológica y tecnología informática”[5].

Y tras seguir esos lineamientos, China, en década y media se ha convertido en un socio comercial de primer orden para América Latina. Multiplicando el valor del intercambio bilateral de bienes por 22 entre 2000 y 2017, pasando de 12.000 millones de dólares a casi 266.000 millones de dólares.

Así como, China pasó de adquirir el 1% de las exportaciones de América Latina en 2000 al 10% en 2017, mientras que en el caso de las importaciones su trascendencia aumentó del 2% al 18% en igual período. Desplazando de tal forma China en 2010, a la Unión Europea como el segundo principal origen de las importaciones latinoamericanas (excluyendo a la propia región), y colocándose muy cerca de desplazarla como el segundo principal destino de sus exportaciones[6].

Tónica conforme a la cual, de acuerdo con cifras de la Administración General de Aduanas de la República Popular de China, el intercambio comercial entre ésta y América Latina y el Caribe, creció 41% en el 2021, alcanzando los 451.591 millones de dólares. Mientras que, las exportaciones e importaciones de China a la región se incrementaron en 51% (229.009 millones de dólares) y 31.4% (222.582 millones de dólares) respectivamente.  

Pero más todavía, en el contexto de la crisis sanitaria derivada de la pandemia, donde Estados Unidos y Europa limitaron el acceso a las vacunas y medicamentos capaces de contener la propagación del coronavirus. Los países latinoamericanos y caribeños recurrieron a proveedores no tradicionales como China, Rusia e India para la importación de medicamentos, vacunas, suministros médicos, desinfectantes, consumibles médicos, kits de prueba, instrumentos, aparatos para diagnóstico, entre otros. 

Como muestra, Brasil incrementaría las importaciones de suministros médicos provenientes de China en 134% entre el año 2019 y 2020, mientras que con EEUU y Alemania se redujeron 14% y 13% respectivamente, posicionando al país asiático como el segundo socio comercial del país latinoamericano en este rubro[7].

Tesitura, dentro de la cual, es de gran relevancia el hecho de que México, y el conjunto de Centroamérica (incluido Panamá) y la República Dominicana poseen tratados de libre comercio vigentes con los Estados Unidos. Lo cual, ha contribuido a estrechar más sus relaciones económicas con ese país, particularmente mediante su inserción en diversas cadenas de valor (textil y confecciones, automotriz, electrónica).

Pero, aun así, en 2015 y 2016 México fue el principal destino de las exportaciones chinas a América Latina, desplazando a Brasil, que ocupó esa posición entre 2008 y 2014.

Agregándose a ello que, Argentina se sumó el 06.02.2022, a la iniciativa china de las Nuevas Rutas de la Seda, tras la reunión entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo del país sudamericano, Alberto Fernández[8].

Y tras esa reunión emergieron acuerdos firmados por ambos líderes, como el de 14 mil millones de dólares que serán divididos en diez proyectos de infraestructura y otros nueve mil 700 adicionales para que Argentina se adhiera a la iniciativa china.

Además, ambos países también firmaron acuerdos para potenciar áreas de tecnología e innovación como el desarrollo verde, la economía digital, el ámbito espacial y educación y agricultura, así como energía nuclear.

Mientras que, en cuestiones diplomáticas, Argentina reiteró su apoyo “al principio de una sola China”, en tanto que, el gigante asiático mostró el suyo al conflicto sobre las islas Malvinas que desde hace décadas enfrenta al país sudamericano con reclamos por su soberanía con Gran Bretaña[9].

Así como, Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, visito el 16-02-2022, a Rusia, en medio del impasse diplomático y militar que mantiene Rusia con Ucrania y los miembros de la OTAN, aliado de los Estados Unidos. Y, en el mismo día en el que varias naciones occidentales daban por hecho la invasión rusa a su vecino ucraniano.

Resultando de tal reunión que, además de afianzarse la cooperación económica, se dinamiza la alianza tecnológica entre Brasil y Rusia. Así como se trabajará la biotecnología, la nanotecnología, la inteligencia artificial, la tecnología de la información e investigación en la salud y los océanos.

Destacándose, además, las amplias oportunidades en el sector energético, para ampliar los negocios en las áreas de explotación de gas, petróleo y derivados[10].

De manera que, el aumento en la relevancia de China en el comercio exterior latinoamericano se ha dado principalmente en competencia con los Estados Unidos y algunos de sus aliados, como Gran Bretaña[11].

Motivos por los que, frente al avance de China en América Latina, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, acudió a la toma de protesta de Xiomara Castro[12] como presidenta de Honduras, con el propósito de frenar la entrada de China al país centroamericano. Impulsando Harris, la encomienda del gobierno estadounidense, de evitar que China, pueda fortalecer su comercio en este país [13].

Y siendo que, además, Honduras es de gran trascendencia geopolítica para los Estados Unidos, puesto que, ese país y Colombia son los supremos bastiones militares de protección del mare nostrum caribeño de Estados Unidos[14] bajo la férula del Comando Sur.

Ostentando Colombia, “nueve bases cuasi militares” de Estados Unidos, mientras que Honduras alberga la base aérea estadunidense de Soto Cano, también conocida como Palmerola, cuyo supuesto objetivo es el combate al narcotráfico[15].

La lucha por los recursos energéticos.

En el epicentro de todo lo arriba descrito, se encuentra la competencia geopolítica mundial por los recursos energéticos. Toda vez que, la energía juega un papel clave en el mundo actual, siendo que la industria, los servicios y en general toda la actividad económica giran en torno a un consumo energético que, no deja de crecer.

Tesitura dentro de la cual, la electricidad, el petróleo, el gas y el carbón, son las fuentes más importantes. No obstante, la mayoría de los países consumidores dependen de fuentes de energía externas que tienen que importar, y esta dependencia es cada vez mayor.

Respecto a la demande de energía, destaca la Unión Europea, cuya demanda de gas ha sido cubierto con gas procedente de sólo tres países: Rusia, Noruega y Argelia[16].

Pero la demanda, también es compartida por parte de países como Estados Unidos, Japón, China y la India.

Para el caso de la India, tras su industrialización acelerada, durante 2007-2008, aumentó en un 40% su importación de petróleo, mismo que, es suministrado principalmente por Arabia Saudí, seguida de Irán, Nigeria, Angola, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos.

En tanto que, China, pese a que, había importado tradicionalmente su petróleo de los países de Oriente Medio, a mediados de los años noventa comenzó a materializar con distintos países africanos una serie de acuerdos económicos que se vieron formulados en distintas transacciones comerciales en las que la extracción de crudo y su refinado adquirieron la máxima prioridad[17].

Mientras que, para el caso del continente americano, éste tiene un gran protagonismo, a partir de la demande energética de Canadá y Estados Unidos. En el caso de los Estados Unidos, aunque este país dispone de una capacidad de producción y unas reservas muy estimables. Se ve afectado por sus altísimos niveles de consumo, que duplican el consumo por habitante de Japón y Alemania con un nivel de desarrollo equivalente, y que alcanzan en su conjunto aproximadamente el 30% de la energía total consumida en todo el mundo, colocándose así los Estados Unidos, como un país fuertemente dependiente del suministro exterior[18].

De suerte que, Estado Unidos, además de ser el mayor productor de gas natural del mundo, también es su principal consumidor. De hecho, hasta 2017, el país compraba más combustible del que vendía. Y si bien la llamada revolución del ‘fracking’ consiguió convertir al país norteamericano en uno de los mayores exportadores de gas del mundo, la potencia todavía tiene grandes limitaciones a la hora de trasladar el gas más allá de sus países vecinos (en 2020, aproximadamente el 55% de sus exportaciones se realizaron por gasoducto hacia México y Canadá)[19].

Por su parte, Brasil, depende en gran medida de la energía hidroeléctrica para la generación de electricidad, en 2020, esta fuente suministró el 66% de su demanda eléctrica.

Sin embargo, en el 2021, Brasil experimento la peor sequía en 91 años, concentrada en las regiones centro-oeste y sur del país. Misma que, además, afecto a Argentina, siendo que, el 75% de la cuenca del río Paraná —la mayor parte del cual se encuentra en Brasil— se vio afectada por sequías moderadas o excepcionales.

Motivos por los que, Argentina y Chile, padecieron cuotas de producción hidroeléctrica anormalmente bajas hasta fin de 2021. Y lo cual derivo, en un desbalance energético regional que golpeo doblemente a la economía brasileña, puesto que, ésta depende de importaciones de electricidad de Argentina y de gas de Bolivia[20].

Estados Unidos quiere los recursos energéticos de México para competir con Rusia.

Espectro conforme al que, los Estados Unidos han contemplado a México para la construcción de Plantas Satélites de Regasificación de Gas Natural, para reexportar gas a otros países sobre todo los asiáticos.

Dado que, el convertirse en un gran exportador de Gas Natural a todo el mundo, le daría la posibilidad a EUA de modificar rutas comerciales y desplazar a competidores de sus mercados y controlar el comercio regional, así como la infraestructura. Compitiendo así, con grandes exportadores de gas como Rusia y Catar, por las monumentales rentas generadas en la producción y comercio del Gas Natural.

Tesitura a partir de la cual, se pude comprender el conflicto que hoy padece Ucrania, puesto que éste, se desprende del oleoducto que une Alemania con Rusia llamado Nord Stream 2. Toda vez que, Washington lo considera una amenaza a su primacía en Europa, y por lo cual, ha tratado continuamente de sabotear el proyecto.

Así, el gobierno Biden se opone a Nord Stream 2, ya que, el oleoducto, es una ventana hacia el futuro, un futuro en el que Europa y Asia se acercan en una inmensa zona de libre comercio que aumenta su poder y prosperidad mutuos al tiempo que dejan fuera a Estados Unidos.

Pero, más aún, unas buenas relaciones entre Alemania y Rusia remarcarían el fin del orden mundial “unipolar” que Estados Unidos impuso a sangre y fuego durante 75 años[21].

Y, para poder competir con Rusia y poder mantener a Alemania dentro de la órbita estadounidense, el Gas Natural de México y la reforme energética instaurada en 2013, por el gobierno de Peña Nieto, le es fundamental a los Estados Unidos.

A partir de que, la reforma de Peña Nieto favorece la transferencia de infraestructura y activos a las empresas privadas, como ocurre en la frontera norte de México. Donde, se da una interconexión de ductos entre empresas estadounidenses, canadienses y mexicanas.

Sumándole a ello que, Pemex, ha cedido a las empresas privadas 70% de los contratos de comercialización de gas natural. Mientras que, la Comisión Federal de Electricidad licitaría 26 gasoductos, por lo que la iniciativa privada se quedaría con 60% de la capacidad instalada en gasoductos del país[22].

De tal manera, en 2018, se configuro una red entre México y Estados Unidos, de 79 interconexiones transfronterizas para el comercio de petróleo, productos refinados, gas natural y electricidad. Mediante las cuales, se intercambiaron un volumen cercano a los 1.900 mil barriles diarios de petróleo y derivados, así como 2.090 mil millones de pies cúbicos de gas natural que, conjuntamente, equivalieron a 47 mil millones de dólares[23].

Bibliografía.

Universidad Nacional del Rosario. FACULTAD DE CIENCIA POLÍTICA Y RELACIONES INTERNACIONALES. La Nueva Ruta de la Seda como expresión del modelo de gobernanza chino. Su impacto en las relaciones con América Latina y el Caribe (2013-2019). LICENCIATURA EN RELACIONES INTERNACIONALES TESINA DE GRADO Alumno: MIÑO, Tomás. Rosario, 22 de diciembre de 2020.

Universidad Nacional de Rosario. Centro de Estudios Interdisciplinarios Maestría en Integración y Cooperación Internacional. Tesis. La cooperación descentralizada entre Smart Cities en energías renovables en la Unión Europea. ¿Una solución a los desafíos y limitaciones de la Unión de la Energía en el siglo XXI? Autora: Lic. Camila Abbondanzieri. Rosario, Santa Fe, Argentina 12/11/2019.

BBC News Mundo. China vs. Taiwán: qué países de América Latina y el Caribe reconocen a Taipéi. 10 diciembre 2021.

Amylkar D. Acosta M. La crisis energética y las energías alternativas. Bogotá, mayo 30 de 2011

La Jornada. Honduras: pierde Taiwán, gana China y empata Biden. Por: Alfredo Jalife-Rahme. 2021-12-01 06:00

El País. El mundo después del petróleo. Por:FRANCISCO DE ZÁRATE. 26 DIC 2020.

La Jornada. Revuelta de los camioneros canadienses. Por: Alfredo Jalife-Rahme. 2022-02-13.

El Financiero. Destruyendo el NAFTA. Por: Jonathan Ruiz Torre. Febrero 14, 2022.

Notas:

[1] A punto de acabar el año 2017, EEUU publicó casi en tiempo récord una nueva Estrategia de Seguridad Nacional (ESN) que sustituyo a la de 2015.

Este documento de trabajo trata de desmenuzar la nueva Estrategia estadounidense en la que se describe un mundo hipercompetitivo diferente al que hemos visto en décadas anteriores. EEUU debe estar preparado para competir en las mejores condiciones, empezando por el ámbito doméstico. Y para ello se centrará en cuatro pilares o grupos de interés nacional que identifica la Estrategia: (1) proteger el territorio y la forma de vida de los estadounidenses; (2) favorecer la prosperidad del país; (3) preservar la paz mediante la fuerza; y (4) promover la influencia de EEUU en el mundo.

La estructura del documento de trabajo gira alrededor de estos cuatro pilares, al tiempo que analiza los tres grandes grupos de amenazas a los que se enfrenta EEUU en esta competición geopolítica, que es militar, política y, cada vez más, económica. En el primero están China y Rusia, tachadas de potencias revisionistas que desafían el poder, la influencia y los intereses de EEUU, intentando erosionar su prosperidad y su seguridad. En el segundo, los “regímenes canallas”, como Corea del Norte e Irán, que persiguen las armas de destrucción masiva, apoyan el terrorismo y llevan a cabo acciones desestabilizadoras. Por último, está el grupo en el que se incluyen las amenazas transnacionales y criminales, y en el que se encuadra el terrorismo. Después de más de una década y media, la lucha contra el terrorismo deja ser la prioridad de la seguridad nacional de EEUU.

Real Instituto Elcano. La Estrategia de Seguridad Nacional de la Administración Trump. Por: Carlota García Encina. 09 Abr 2018.

[2] REVOLUCIÓN ENERGÉTICA DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA: DOMINIO ENERGÉTICO EN LA REGIÓN DE AMÉRICA DEL NORTE. Por: Rosío Vargas. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. 2019. PDF.

[3] El proyecto de la “Nueva Ruta de la Seda” se compone de dos rutas, conocidas como “Un Cinturón, Un Camino”. La ruta terrestre es llamada “Cinturón Económico de la Ruta de la Seda”, y une el centro de Asia con Rusia y Europa; y la ruta marítima, denominada “Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI”, que pasa por el Pacífico occidental, el Océano Índico y el mar Mediterráneo, conectándose también a África y América Latina.

China: una nueva estrategia geopolítica global: la iniciativa la Franja y la Ruta / Villagrán, Ignacio… [et al.]; compilado por Laura Lucía Bogado Bordazar ; Maria Francesca Staiano ; Matías Caubet.- 1a ed. – La Plata: Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, 2019.

[4] China: una nueva estrategia geopolítica global: la iniciativa la Franja y la Ruta / Villagrán, Ignacio… [et al.]; compilado por Laura Lucía Bogado Bordazar ; Maria Francesca Staiano ; Matías Caubet.- 1a ed. – La Plata: Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, 2019.

[5] Hasta 2017, China había establecido ocho relaciones con la región: México (2016), Brasil (2017), Argentina (2015), Venezuela (2014), Chile (2016), Ecuador (2016), Perú (2013), y Uruguay (2016). De ellas, siete son “Asociaciones Estratégicas Integrales” (todas salvo Uruguay).

Schulz, J. (2019). La Nueva Ruta de la Seda: Universalismo y pluriversalismo para un nuevo orden mundial. Jiexi Zhongguo (32), 24-46. En Memoria Académica. Disponible en: https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.13112/pr.13112.pdf

[6] América Latina exporta materias primas e importa manufacturas. En 2016, los productos primarios (principalmente porotos de soja, mineral de hierro y de cobre y petróleo) representaron el 72% del valor de las exportaciones de la región a China, muy por sobre su peso en los envíos al resto del mundo (27%). Por el contrario, mientras las manufacturas de baja, media y alta tecnología representaron en 2016 el 91% del valor de las compras regionales desde China, su participación en las importaciones desde el resto del mundo fue sustancialmente menor (68%).

Sin embargo, en los últimos años los capitales chinos han comenzado a diversificarse hacia sectores como las telecomunicaciones, los alimentos y las energías renovables.

Universidad Nacional Autónoma de México – Instituto de Investigaciones Jurídicas Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, A.C. https://idic.mx/. La Franja y la Ruta: algunas reflexiones desde América Latina. Por: Sebastián Herreros. 2018.

[7] Según la CEPAL los principales proveedores de dispositivos médicos de América Latina y el Caribe en el año 2020 fueron: en primer lugar, los Estados Unidos con 33% y en segundo lugar China con 32% (solo el 4% viene de la región). En el periodo 2019 y 2020 la República Popular China (a pesar de no ser un proveedor tradicional en materia de salud) logró duplicar sus exportaciones de dispositivos médicos a la región latinoamericana y caribeña e incrementó significativamente sus exportaciones de medicamentos.

Rebelión. ¿EE.UU. y Europa buscan reducir su dependencia de China en sectores estratégicos? Por Aymara Gerdel. 15/02/2022.

[8] DW. Argentina se suma a la iniciativa china de las Nuevas Rutas de la Seda. 06.02.2022

[9] China también expresó su respaldo a Argentina en sus “esfuerzos para preservar la estabilidad económica y financiera” y se comprometió a “incentivar un mayor uso de las monedas nacionales en el comercio y las inversiones y facilitar a las empresas de ambos países la rebaja de los costos y la reducción del riesgo de cambio”, según el comunicado.

El comunicado señala que se promoverá “la inversión extranjera de China en la Argentina” en sectores estratégicos como energía y electromovidad y las exportaciones del país sudamericano.

“Se trabajará para ampliar la participación de los proveedores argentinos en las obras de infraestructura y se acelerarán las negociaciones sanitarias, fitosanitarias y las habilitaciones para estimular las exportaciones argentinas a China”, añade.

Según datos de presidencia argentina, China es el primer socio comercial extra-Mercosur del país, el segundo destino para las exportaciones agroindustriales y su primer inversor en energías renovables.

A su vez, China financia diversos proyectos de infraestructura, energía y transporte, a lo que se suma la colaboración entre ambos países en materia de agricultura, educación, cultura y deportes.

La Jornada. 2022-02-06.

[10] France 24. Bolsonaro y Putin se reúnen en Moscú para afianzar la cooperación económica. 17-02-2022.

[11] En 2016, el 29% de las exportaciones chinas a la región se dirigió a México, y el 20% a Brasil.

Universidad Nacional Autónoma de México – Instituto de Investigaciones Jurídicas Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, A.C. https://idic.mx/. La Franja y la Ruta: algunas reflexiones desde América Latina. Por: Sebastián Herreros. 2018.

[12] Xiomara Castro, esposa del ex presidente Manuel Zelaya –depuesto por la dupla Obama/Biden y su secretaria de Estado Hillary Clinton–, bajo el pretexto de la anatemizada ayuda petrolera de Venezuela y su ALBA chavista.

La Jornada. Detrás de la elección en Honduras: choque China-Estados Unidos y Trump-Biden. Domingo 28 de noviembre de 2021.

[13] XEVT. Kamala Harris fue a Honduras a frenar la entrada de China y la migración a EE. UU.: Jalife. Por: Juan Oyosa. Febrero 01, 2022.

[14] Para más información se puede consultar: Rebelión. La importancia para el saqueo de América Latina del Océano Pacifico y el «gobierno secreto» en los EE.UU. Por: Ramón César González Ortiz | 23/01/2016.

[15] La Jornada. Detrás de la elección en Honduras: choque China-Estados Unidos y Trump-Biden. Domingo 28 de noviembre de 2021.

[16] Monografías del CESEDEN, 114. La Nueva Geopolítica de la Energía. Ministerio de Defensa, Instituto Español de Estudios Estratégicos. 2010.

[17] Monografías del CESEDEN, 114. La Nueva Geopolítica de la Energía. Ministerio de Defensa, Instituto Español de Estudios Estratégicos. 2010.

[18] Monografías del CESEDEN, 114. La Nueva Geopolítica de la Energía. Ministerio de Defensa, Instituto Español de Estudios Estratégicos. 2010.

[19] Mover este combustible no es sencillo si no se cuenta con gasoductos conectados con el lugar de destino. La alternativa es su licuefacción y transporte mediante buques metaneros. Sin embargo, es un proceso complejo que requiere de infraestructura especializada para enfriar el producto hasta convertirlo en Gas Natural Licuado (GNL). El número relativamente pequeño de plantas de licuefacción con las que cuenta Estados Unidos —algunas en zona de riesgo por el paso de huracanes y tormentas— es el cuello de botella que impide ampliar el volumen de exportación más allá de las costas del país.

Getem. Las transformaciones del escenario energético mundial. Por: Ángeles Sánchez Díez Universidad Autónoma de Madrid (UAM)

[20] Getem. Las transformaciones del escenario energético mundial. Por: Ángeles Sánchez Díez Universidad Autónoma de Madrid (UAM)

[21] Rebelión. Washington considera el oleoducto NordStream2 una amenaza a su primacía en Europa y ha tratado continuamente de sabotear el proyecto. La crisis de Ucrania no tiene que ver con Ucrania, sino con Alemania. Por Mike Whitney | 16/02/2022

[22] REVOLUCIÓN ENERGÉTICA DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA: DOMINIO ENERGÉTICO EN LA REGIÓN DE AMÉRICA DEL NORTE. Por: Rosío Vargas. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. 2019. PDF.

[23] UNED, EIDUNED. TESIS DOCTORAL 2020. LA SEGURIDAD ENERGÉTICA DURANTE LA TRANSICIÓN A UNA PRODUCCIÓN DE ENERGÍA BAJA EN CARBONO: EL CASO DE MÉXICO. Por: GLORIA ALICIA FUENTES ROLDÁN. PROGRAMA DE DOCTORADO EN SEGURIDAD INTERNACIONAL.

Ramón César González Ortiz, licenciado en Sociología y maestro en Estudios Políticos por la UNAM. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.