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Montoneros, origen de la organización armada peronista

Fuentes: Rebelión

A propósito del juicio Videla que juzga el asesinato de 31 presos políticos legales por aplicación de la ley de fuga, durante el terrorismo de Estado, un análisis sobre el origen de una de las organizaciones armadas más importantes de Latinoamérica en los años setenta. El origen de la guerrilla peronista Montoneros debe ubicarse dentro […]

A propósito del juicio Videla que juzga el asesinato de 31 presos políticos legales por aplicación de la ley de fuga, durante el terrorismo de Estado, un análisis sobre el origen de una de las organizaciones armadas más importantes de Latinoamérica en los años setenta.

El origen de la guerrilla peronista Montoneros debe ubicarse dentro del contexto de persecución política que sufrió el peronismo después del golpe militar de 1955, que lo derrocó. A partir de ese período se inició una cacería contra las organizaciones sindicales y todo aquello que representara al movimiento político creado por Juan Domingo Perón.

El golpe militar de 1955 tenía como objeto destruir el estado social construido por el peronismo en el interregno de los años 1946-1955. Para eso, el bando militar encabezado por Aramburu – Isaac Rojas y con el apoyo político del Radicalismo, el Socialismo y el Comunismo argentino, proscribieron, persiguieron y fusilaron a los militantes peronistas, que opusieron resistencia a la dictadura militar.

El peronismo desmanteló el orden liberal instaurado después de la batalla de Caseros y que se cristalizó en la constitución nacional de 1853. El final del imperio británico después de la segunda guerra mundial, tuvo como consecuencia el agotamiento del país construido a partir de 1853. Los levantamientos radicales de comienzos del siglo XX, habían obligado al establishment a la concesión de la ley Sáenz Peña, produciendo efectos de importantes consecuencias políticas. En primer lugar incorporando a los sectores medios al escenario político, en segundo término el modelo económico liberal no podía marchar con el modelo liberal en lo político: el radicalismo yrigoyenista ganaba cualquier elección por sobre los partidos conservadores, lo que dio origen al fraude y por último a la década infame. Pero fue el peronismo quien presenta seriamente un proyecto alternativo al plantearse la constitución de una Nueva Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana. Forjó el nuevo proyecto nacional en una nueva Ley Fundamental con la reforma constitucional de 1949. La incorporación de la clase obrera y todos los sectores populares marginados al proyecto nacional de la revolución justicialista se institucionalizó constitucionalmente con los Derechos del Trabajador, de la Familia, de la Ancianidad y de la Educación y la Cultura; a ello le agregó la función social de la propiedad, el capital y la actividad económica, consagrando además la propiedad estatal de los recursos naturales, el monopolio estatal del comercio exterior, de los servicios públicos y de cualquier otra actividad en salvaguardia de los intereses generales. El peronismo planteó construir un nuevo orden social para que el país lograra su efectiva independencia respecto de los centros imperialistas, para lo cual ofreció una alianza a toda la nación, entendiendo por tal a la totalidad de los argentinos. La oligarquía quedo comprendida dentro de esta propuesta, no así las corporaciones internacionales que imponían la dependencia; solo que ahora la oligarquía debía conformase con ser un socio menor, políticamente minoritario y económicamente subordinado a la alianza de la burguesía industrial nacional y la clase trabajadora, bajo un Estado económicamente monopolista y hegemónico.

La revolución libertadora puso fin al proyecto político de nación soberana que había pretendido el peronismo, y reinaugura el desarrollo de políticas liberales que tenían como fin la hegemonía del bloque dominante compuesto por la oligarquía argentina, la burguesía industrial y el capital financiero en alianza con las corporaciones internacionales de origen norteamericano, por sobre el bloque social integrado por los trabajadores y sectores medios.

La resistencia a las políticas oligárquicas fue desarrollada en primer término por el sindicalismo peronista a través de los dirigentes Sebastián Borro, Armando Cabo y Andrés y Framini. Esta lucha fue continuada por Gustavo Rearte y Carlos Caride, creadores de la Juventud Peronista Revolucionaria, en 1964. La resistencia a la dictadura persistió a través de las Fuerzas Armadas Peronistas, cuyos máximos referentes fueron Envar El Kadri y Amanda Peralta. También ejerció un papel determinante el surgimiento de CGT de los Argentinos, que aglutinó a gran parte del peronismo combativo y a sectores de la izquierda no peronista. La culminación de ese proceso de lucha por el regreso de Perón, y la estructuración de un proyecto político nacional y antiimperialista, fue la aparición política de Montoneros en mayo de 1970.

En la conformación de Montoneros, participaron cinco grupos políticos: 1)- La Agrupación Peronista Lealtad y Lucha en Córdoba, cuyo máximos exponentes fueron Elvio Alberione, Cecilio Manuel Salguero y Luis Rodeiro, 2)- El Comando Camilo Torres con Fernando Abal Medina, Carlos Ramus, Norma Arrostito y Mario Eduardo Firmenich, en Buenos Aires y Ángel Emilio Maza y Luis Vélez en Córdoba 3)- El Ateneo Santa Fe, en la ciudad capital de la Provincia homónima con Raúl Clemente Yagûer, 4)- El grupo Reconquista, cuyo principal referente fue Carlos Cirilo Perdía, y 5- por último el grupo Sabino Navarro.

Las simpatías que generó en el peronismo el ajusticiamiento del dictador Pedro Eugenio Aramburu, le permitió a Montoneros comenzar un crecimiento político espectacular que tuvo un impulso importante en la campaña electoral de 1973, con la consigna «Cámpora al Gobierno – Perón al Poder». Para eso los Montoneros desarrollaron agrupaciones que les permitieran intervenir en los frentes de masa, así nacieron la Juventud Peronista (J.P.) que intervenía en los barrios, la Juventud Trabajadora Peronista (J.T.P.), que actuaba en el ámbito laboral, el Movimiento Villero Peronista (M.V.P.), que trabajaba sobre los asentamientos o villas de emergencia, la Juventud Universitaria Peronista (J.U.P.), que hacía lo mismo en las Universidades y la Unión Estudiantes Secundarios (U.E.S.), que participaba en los colegios secundarios.

La imponente masividad de sus movilizaciones y la adhesión de muchísimos jóvenes y de importantes sectores políticos, produjo un crecimiento de Montoneros que se tradujo en importantes cuotas de poder institucional, tanto en las estructuras nacionales como en las provinciales. Así también sus aliados políticos, con el apoyo de Montoneros, obtuvieron varias gobernaciones tales como: Oscar Bidegaín en la Provincia de Buenos Aires, Ricardo Obregón Cano en Córdoba, Salvador Ragusa en Salta, Martínez Baca en Mendoza y Jorge Cepernic en la provincia de Santa Cruz.

Montoneros definió su posición política a través del documento redactado con las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), y titulado «Construir el Poder Popular» [1] . En él remarcan que la Argentina debe optar por la Liberación o por la dependencia, lo que obliga a los argentinos a optar por el pueblo peronista y sus aliados o por el imperialismo y sus socios. Los enormes monopolios de propiedad extranjera y la oligarquía industrial, financiera, comercial y agrícola, eran desafiados por la clase obrera, incluidos un millón y medio de desocupados y los sectores marginales, los pequeños productores urbanos y rurales, la mayoría de los estudiantes e intelectuales y sus aliados, los productores urbanos y rurales medianos y todos los que se identifiquen con los objetivos de la liberación. Luchar contra los monopolios y todas las formas de dependencia, redistribuir la riqueza, nacionalizar y socializar la economía, eran los objetivos políticos inmediatos. Los Montoneros insistían en que solamente el liderazgo de la clase obrera dentro del Frente de Liberación Nacional, era la única garantía de llegar al socialismo nacional.

La pugna con Perón sobre el Pacto Social, y los enfrentamientos con el sindicalismo y los sectores ortodoxos del peronismo, que comienza el día 20 de junio de 1973 en Ezeiza, con la llegada al país de Perón, se profundizaron luego de la muerte del líder. La aparición de la Triple A y la embestida llevada por ésta contra las organizaciones de los frentes masa de Montoneros, llevaron a éstos a pasar a la clandestinidad bajo el gobierno de Isabel Perón. Y a ensayar otras estrategias políticas como el Partido Auténtico.

El golpe militar de 1976, encontró a Montoneros en una «defensa activa» ante el Proceso Reorganización Nacional. Aún así la represión ejecutada por las FF.AA. tuvo como objetivo central la aplicación de un proyecto económico liberal que satisficiera los intereses de la oligarquía argentina y del capital internacional, y para eso tuvo que destruir los niveles de organización popular desarrollado por el peronismo en general, y por Montoneros en especial. Fueron intervenidas la CGT y los sindicatos, las Universidades, disueltos el Congreso Nacional y los partidos políticos; las comisiones internas de las fábricas fueron arrasadas el mismo 24 de marzo, centenares de delegados pertenecientes a la Juventud Trabajadora Peronista y de la izquierda no peronista, fueron detenidos y desaparecidos ese mismo día. Igual suerte siguieron los militantes montoneros que actuaban en los barrios, universidades y colegios secundarios. El sector «colorado» del ejército junto a la Marina de Guerra, hegemonizaron la represión, se utilizó las tácticas enseñadas por los militares franceses que actuaron en Argelia. Se inició una resistencia militar activa contra el Proceso de Reorganización, en los primeros años de la dictadura importantes estructuras de Montoneros fueron destruidas, aún así la resistencia política llevada a cabo por los Montoneros, junto a otros sectores del peronismo y otras fuerzas políticas, contra la dictadura militar, sumado el factor externo de la guerra de Malvinas, tuvo como logro central el agotamiento político del Proceso de Reorganización Militar, y el inició de la etapa democrática en 1983.

 

Bibliografía Consultada:

Soldados de Perón – Los Montoneros. Richard Gillespie. Editorial Grijalbo. Año 1987.

Poder Militar y Sociedad Política en la Argentina. Tomo II 1943 / 1973. Alain Rouquié. Emecé Editores. Año 1998.

Los Cuatro Peronismos. Alejandro Horowicz. Biblioteca Argentina de Historia y Política. Hyspamérica Ediciones Argentinas S.A. Año 1986.

Montoneros – El mito de sus 12 fundadores. Lucas Lanusse. Ediciones B Argentina S.A. para el sello Javier Vergara Editor. Año 2005

[1] «Construir el poder popular», El Descamisado, nº 4 – 12 de Junio de 1973. Pág. 2 – 4, Documento presentado por Firmenich y Quieto, durante una conferencia de prensa el día 8 de junio de 1973.

Federico Figueroa es Abogado, investigador

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.