La decisión de la presidente de Argentina, Cristina Kirchner, de pagar la deuda que el país mantiene con el Club de París fue criticada por diversas organizaciones sociales y sindicales. El anuncio realizado el martes (2) fue bien recibido por economistas y empresarios argentinos y por organismos financieros internacionales. A pesar de que la presidente […]
La decisión de la presidente de Argentina, Cristina Kirchner, de pagar la deuda que el país mantiene con el Club de París fue criticada por diversas organizaciones sociales y sindicales. El anuncio realizado el martes (2) fue bien recibido por economistas y empresarios argentinos y por organismos financieros internacionales. A pesar de que la presidente habló de US$ 6.706 millones, el portavoz del Club afirmó que la suma total sería de US$ 7.900 millones.
En un manifiesto, Jubileo Sur de América caracteriza a la deuda como ilegítima e ilegal. Refiriéndose a los préstamos concedidos por el Club de París a la dictadura militar Argentina (1976-1983), el documento afirma que sirvieron para imponer un modelo económico y político que significó la desaparición de 30 mil hombres y mujeres, vaciamiento de empresas públicas, privatizaciones, violaciones de los derechos humanos, sociales, económicos y culturales del pueblo argentino.
El manifiesto llama la atención sobre el hecho de que el anuncio del pago de la deuda se realizó después de la visita del subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Thomas Shannon, que demostró un cierto malestar de Estados Unidos por el retardo del pago.
Ante esto, los manifestantes exigen la realización de una auditoría integral para saber cuánto fue pedido y para qué, cuánto verdaderamente entró en el país, en qué fue utilizado, cuánto ya se pagó y cuánto realmente el país debe. Además, quieren tener conocimiento sobre los beneficiarios de esos créditos y cuál será el resultado de este pago en el presente y en el futuro del pueblo argentino.
La Central de Trabajadores de Argentina (CTA) también criticó la decisión de la presidente. Según la CTA, una vez más fue postergada la distribución de renta en el país. «La CTA ha mantenido una posición activa y por unanimidad por el NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA a través de sus congresos nacionales y por eso reafirmo esas banderas para denunciar que con el pago al Club de París, el gobierno vuelve a privilegiar los intereses de los poderosos y que la deuda se paga con el hambre del pueblo», afirma el secretario del Interior de la CTA, Víctor Mendibil.
«Es imperioso investigar el origen de la deuda y afirmar la tradición histórica asumida contra las deudas ilegítimas calificando a la deuda asumida por la dictadura como deuda odiosa, al tiempo que debe estudiarse y juzgarse a todos los funcionarios involucrados en negociaciones que taparon la posibilidad de investigar a fondo el origen de la deuda. Todos los turnos de gobierno constitucional hicieron su renegociación a espaldas del Congreso y del Pueblo», agrega el secretario.
Las negociaciones con el Club de París ya venían arrastrándose hace más de un año, pues la entidad exigía como condición previa para el pago la realización de una auditoría del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las cuentas del país, pero Néstor Kirchner y Cristina siempre se negaron a ello. El Club de París es un forum informal de acreedores oficiales y de países deudores. Su función es coordinar formas de pago y renegociación de deudas externas de los países e instituciones de préstamos.