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El estigma de una alianza

Neuquén: las petroleras y el nuevo desierto

Fuentes: Colectivo Indymedia Pueblos

El 13 de marzo el diario La Mañana Neuquén (LMN) informó – como vocero oficioso del ejecutivo provincial – que durante el primer semestre de 2004 Neuquén fue la segunda ‘receptora’ de «inversiones destinadas a la formación de capital» del país con U$S 638 millones – la provincia de Buenos Aires encabezó las ‘preferencias’ con […]

El 13 de marzo el diario La Mañana Neuquén (LMN) informó – como vocero oficioso del ejecutivo provincial – que durante el primer semestre de 2004 Neuquén fue la segunda ‘receptora’ de «inversiones destinadas a la formación de capital» del país con U$S 638 millones – la provincia de Buenos Aires encabezó las ‘preferencias’ con U$S 2.241 millones. Vale destacar que el 91% de las divisas – U$S 583 millones – tuvieron como destino actividades extractivas, convirtiendo a la provincia en ‘líder’ del sector, seguida por Chubut – U$S 459 millones – y San Juan – U$S 279 millones.
 
El liderazgo neuquino, en sí, no sorprende ya que en esas tierras no sólo se encuentra una de las principales cuencas hidrocarburíferas de Latinoamérica sino también un gobernador aliado a las petroleras. El mandatario Jorge Sobisch lo reconoció en noviembre de 2002 durante la inauguración de una planta de procesamiento de gas construida por Pioneer Natural Resources en Cutral Co. «Los empresarios que están en esta provincia son los aliados estratégicos del gobierno provincial. Y a este gobernador le dicen que hace lobby para que a las empresas petroleras y gasíferas les vaya bien y yo digo sí» (diario Río Negro -RN, 15-11-02).
 
«Aliarse con las petroleras es gobernar», podría ser la frase de cabecera de Sobisch. Una alianza estratégica como la que hacen las corporaciones para compartir recursos, con el fin de incrementar su competitividad, sin llegar a fusionarse. Una alianza estratégica que en 2000 significó prorrogar por 10 años a Repsol YPF el contrato de concesión de un yacimiento que vencía en 2017 y en 2003 se consolidó como forma de gobierno. «(El gobernador) Se propone prorrogar los contratos de concesión de la explotación de yacimientos de gas y petróleo a las empresas que vienen operando en la provincia, como lo hizo hace tres años con Repsol, para alentarlas a que realicen nuevas inversiones. Ya hay borradores para negociar con Petrobras y Pioneer, concesionarias de las áreas más ricas de la cuenca, y anticipó que desarrollará la misma estrategia con el resto de las firmas, aun cuando no están definidas las condiciones» (RN, 18-11-03).
 
Pluspetrol, Chevron-Texaco, Capex también constituían el bloque de empresas con las que asociarse. Según el subsecretario de Energía y Minería, Félix Racco, el mandatario neuquino buscaba «poner a todas las empresas en igualdad de condiciones». Las concesiones a prorrogar comienzan a vencer en 2015 y en el conjunto del país representan el 26% en la extracción crudo y 24% del gas (RN, 22-11-03).
 
El 27 de abril de 2004 el gobernador Sobisch reiteró su «apoyo político» y «garantías jurídicas» (LMN, 28-04-04) en un almuerzo del Club del Petróleo organizado por las empresas Pioneer Natural Resources Argentina y Pan American Energy en el Marriott Plaza Hotel de Buenos Aires. En aquella oportunidad el mandatario se refirió a las «Definiciones sobre política de hidrocarburos basadas en la seguridad jurídica de la provincia del Neuquén» ante un auditorio compuesto – según LMN – de «200 empresarios del sector energético nacional» (sic).
 
Los convidados de piedra
 
Logko Puran, Gelay Ko, Wiñoy Folil, Kaxipayiñ y Paynemil son algunas de las comunidades mapuche que a pesar de vivir de cerca la explotación gasífera y petrolera en Neuquén no logran entender a qué se refiere el gobernador cuando afirma que «el crecimiento económico (producto de la inversión de las petroleras) mejora la calidad de vida de la población». «El suelo contaminado con agua de purga, (utilizada para regar las picadas y tirada en un cañadón), aceites derramados, petróleo, químicos que se depositan en nylon y se desparraman en el suelo, caños (ductos de gas) expuestos en la superficie, piletas a cielo abierto, etc. El aire contaminado con gases, ruidos, polvo por la circulación de vehículos, etc.» Tal era el paisaje que describía en una gacetilla de prensa el Grupo de Apoyo al Pueblo Mapuche Werken Kvrvf luego de visitar la comunidad Logko Puran en noviembre de 2001. Todavía no se había cumplido un año del ingreso de Pioneer Natural Resources a ese rincón del territorio mapuche.
 
Años antes, en octubre de 1995, la perforación para instalar una bomba de agua en la comunidad Paynemil reveló la contaminación de la napa freática por condensados de gasolina. Más tarde se confirmó la polución con metales pesados y otras sustancias tóxicas de las aguas fluviales y subterráneas, muerte de animales de crianza, intoxicación en los organismos de niños y adultos. Según la Evaluación de Daño Cultural/Ambiental realizada en 2001 por el laboratorio Umweltschutz de Argentina en las comunidades Kaxipayiñ y Paynemil, los restos de metales pesados hallados en la zona investigada son 700 veces más altos de lo permitido por la legislación argentina.
 
Pero el fuerte impacto sobre el medioambiente y la salud de los pobladores, por su acción corrosiva, no termina allí sino que llega al corazón del pueblo. «Sabemos que las petroleras han generado un impacto cultural grande porque hoy vemos todo nuestro sistema de conocimiento alterado – subrayó Relmu Ñanku, kona de la comunidad Logko Puran en una entrevista realizada en Cutral Co. Cuando hablamos de que uno de los principales ejes del pueblo y de la cosmovisión mapuche es la educación mapuche, estamos hablando de que hay una forma para transmitir conocimiento y esa forma es la que hoy está siendo atentada todo el tiempo por la explotación petrolera. Una de las formas de transmitir el conocimiento es en un rewe (espacio ceremonial) y hoy nuestros lugares de ceremonias, nuestros lugares más sagrados, están siendo minados por pozos de petróleo.»
 
«¿Esto qué provoca? – continuó – Que el mapudugun, nuestro idioma, se deje de practicar; que el contacto con las fuerzas que hay en el lugar también se deje de practicar, deje de existir esa conexión; que la práctica de la medicina también sea alterada porque todos los remedios (lawen) están contaminados. Entonces todo el sistema de conocimiento hoy está siendo alterado por las petroleras.»
 
La coyuntura del pozo
 
Desde mediados de la década pasada las denuncias y acciones contra petroleras fueron en aumento: presentaciones ante la justicia, manifestaciones, cortes de ruta y caminos internos de yacimientos, escraches. En la actualidad el conflicto más candente es en Logko Puran, donde la apertura de locaciones movilizó a la comunidad en diciembre pasado y obtuvo como respuesta primera la represión policial y luego una mesa de diálogo con la empresa – que hasta el momento no avanzó -.
 
La coyuntura para quienes viven en la boca del pozo no es la mejor, a la ‘alianza estratégica’ en el plano provincial se suma la decisión del ejecutivo nacional de transformar la Patagonia en un gran polo energético, apostando al desarrollo gasífero-petrolero, minero e hidroeléctrico. Durante la 10ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático el presidente Néstor Kirchner afirmó: «Los argentinos valoramos el derecho a la vida como un bien supremo, por eso simplemente no podemos aceptar que sociedades enteras estén condenadas a la desaparición, sólo porque en algún otro lugar del mundo no se acepta asumir el esfuerzo necesario para evitar que ello suceda». Pero las petroleras y el avance de su frontera son intocables.
 
Por su parte Pioneer Natural Resources, a miles de kilómetros del conflicto, anunció en la 11ª conferencia anual Latin Oil & Gas – Río de Janeiro, Brasil – que en 2005 planea perforar 125 pozos en Argentina, de los cuales al menos 90 se ubican en la cuenca neuquina -. Esto le permitirá aumentar más de un 10% la producción de hidrocarburos y según destacó la agencia BNAmericas (11-01-05) la petrolera «seguirá evaluando el potencial de acumulaciones de gas más profundas que debieran permitir un crecimiento de la producción de 8-10%».
 
Un nuevo desierto que conquistar.