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No a la hipocresía política que elude soluciones, no a la baja de la edad de imputabilidad

Fuentes: Rebelión

Nadie tiene derecho a matar a otra persona. Ni a condenar a una persona a una vida miserable desde su nacimiento. Ni a secuestrar y traficar seres humanos. Ni a gobernar siendo corrupto. Ni a ser cómplice del delito vistiendo un uniforme policial o teniendo un cargo judicial. Ni a inundar de femicidios nuestro país. […]

Nadie tiene derecho a matar a otra persona. Ni a condenar a una persona a una vida miserable desde su nacimiento. Ni a secuestrar y traficar seres humanos. Ni a gobernar siendo corrupto. Ni a ser cómplice del delito vistiendo un uniforme policial o teniendo un cargo judicial. Ni a inundar de femicidios nuestro país.

Desde este lugar, las víctimas se multiplican. Desde este lugar, el delito y la muerte están más emparentados con las acciones violentas de los mayores que de los menores de edad. Por eso, estamos convencidos que este nuevo intento de bajar la edad de imputabilidad para enfocar las culpas en los jóvenes menores de 16 años es tapar el sol con las manos.

La desigualdad y la exclusión social, la falta de oportunidades laborales, la malversación de los dineros públicos, la sociedad de quienes deben velar por nuestra seguridad con el delito y el narcotráfico, la falta de acceso a una educación pública de calidad o a la salud, la lentitud de la justicia o la imposibilidad de acceso a la vivienda producen violencia sistemática y fatal. La falta de políticas integrales para enfrentar el delito organizado es una constante en nuestros dirigentes y la reiterada estrategia de actuar sobre los efectos y no sobre las causas de la violencia es, por lo menos, llamativa por no decir suicida.

Necesitamos discutir estrategias masivas contra el delito y legislar contra los productores de violencia que en Argentina están bastante visibilizados. Sólo falta decisión política. Sostenemos que culpar a los pibes menores de 16 años no es un camino que nos libere de la violencia social y sus consecuencias dolorosas y fatales.

La CTA Autónoma rechaza cualquier iniciativa que impulse la baja de imputabilidad a niños y adolescentes y reiteramos una vez más que ¡NINGÚN PIBE NACE CHORRO!

A través de la rebaja de los costos laborales para las empresas, el Gobierno intenta mentirnos como lo han hecho otros gobiernos que con ellos se van a lograr mejores puestos de trabajo y de mejor calidad.

Ya hemos vivido esta experiencia en Argentina y ha dado resultados tremendos:aumentó desempleo y se flexibilizó mucho más la relación laboral. Nos tenemos que unir las Centrales para dar una respuesta lo más contundente posible frente a este nuevo atropello, frente a este intento de reforma laboral que, con otro nombre, el gobierno intenta llevar adelante.

Pablo Micheli, Secretario General CTA Autónoma. Hugo Blasco, Secretario de DD. HH. CTA Autónoma

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.