Ciudad de Buenos Aires- El Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) acordó con la Comisión Nacional de Comunicación, la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA) y el diputado Osvaldo Nemirovsi cerrar 130 radios de Amplitud Modulada, para luego licenciar 10 de esas frecuencias. La información sobre el acuerdo sellado entre las dependencias estatales, ARPA y el […]
Ciudad de Buenos Aires- El Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) acordó con la Comisión Nacional de Comunicación, la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA) y el diputado Osvaldo Nemirovsi cerrar 130 radios de Amplitud Modulada, para luego licenciar 10 de esas frecuencias.
La información sobre el acuerdo sellado entre las dependencias estatales, ARPA y el diputado Nemirovsi, a cargo de la comisión parlamentaria de Radiodifusión, fue publicada a fines de septiembre.
Sin embargo, poco revuelo causó la medida, que implica reducir de 130 a 10 las frecuencias de AM que no cuentan con una licencia o Permiso Precario Provisorio.
Esta media cobra sentido si se la piensa en el marco de la legislación vigente en radiodifusión: una ley de la dictadura (nro 22285) que, más allá de la última modificación del artículo 45, guarda su eje autoritario, y el decreto 527/05 que suspendió la litación de las licencias por 10 años.
Frente a esta evidente amenaza a las radios comunitarias, el COMFER insiste en que la licitación de los permisos para las 10 AM serán emitidos considerando la posibilidad de que las cooperativas participen del proceso de adjudicación de licencias, tal como lo habilita la modificación del artículo 45.
No obstante, las 10 frecuencias que pretenden adjudicar no cubren el vacío que dejarán las 130 que el organismo intentará cerrar.
Una vez más la concentración del éter se ve reforzada y estimulada por acciones provenientes del ámbito público. Mientras los clásicos dueños de los canales de aire se regocijan con 10 años de yapa antes que se les venzan los plazos otorgados por la ley 22285, el Estado, a través de sus organismos deja sin aire a cientos de personas que participan de las radios comunitarias.