Este fin de semana, los asambleístas argentinos conmemoraron seis meses de protestas ininterrumpidas con cortes en los tres pasos fronterizos. Las autoridades de ambas orillas se preparan para reunirse en Nueva York a fin de mes. Mientras la construcción de la planta de celulosa de Botnia sigue su curso en Fray Bentos, a orillas del […]
Este fin de semana, los asambleístas argentinos conmemoraron seis meses de protestas ininterrumpidas con cortes en los tres pasos fronterizos. Las autoridades de ambas orillas se preparan para reunirse en Nueva York a fin de mes.
Mientras la construcción de la planta de celulosa de Botnia sigue su curso en Fray Bentos, a orillas del Río Uruguay -más del 95 por ciento de las obras están terminadas-, los vecinos de Gualeguaychú, en la provincia argentina de Entre Ríos, cumplieron ayer seis meses de bloqueo permanente en la ruta 136, con una concentración sobre el puente internacional General San Martín, uno de los tres pasos fronterizos con Uruguay.
Los asambleístas de Colón y Concordia, por su parte, no quisieron quedarse atrás y el sábado realizaron cortes en los accesos a las ciudades de Paysandú y Salto Grande durante seis horas. El bloqueo total de las fronteras seguramente se repetirá el próximo fin de semana largo, en coincidencia con el feriado argentino del 25 de mayo. Esta acción aún no fue confirmada, pero lo cierto es que los ambientalistas ya se preparan para llevar adelante los cortes de manera conjunta.
Por lo pronto, los vecinos de Gualeguaychú esperan concretar antes una reunión con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para conocer detalles de la postura que el gobierno nacional llevará al encuentro con las autoridades uruguayas, a realizarse en Nueva York entre el 29 y 30 de mayo.
Según adelantó la semana pasada el canciller Jorge Taiana, en ese cónclave propiciado por el «facilitador» real Juan Antonio Yánez, la Argentina insistirá con la relocalización de la planta, como sucedió con la pastera de la compañía española ENCE, que se mudó al Río de la Plata.
Si bien la postura coincide con el reclamo de los asambleístas entrerrianos, las expectativas de llegar a un acuerdo en este punto son más que desalentadoras si se tiene en cuenta que Botnia ya está desarrollando pruebas de funcionamiento para poder inaugurar su fábrica antes de fin de año, de acuerdo a los plazos previstos.
El gobierno uruguayo intentará, por el contrario, negociar medidas para reducir el impacto ambiental sin trasladar la planta. La directora de Medio Ambiente, Alicia Torres, adelantó días atrás que la transnacional finlandesa presentará un plan de acondicionamiento paisajístico para no romper la «armonía visual» de la zona. Torres explicó que ésta es una de las exigencias impuestas a Botnia por la Dirección Nacional de Medio Ambiente para que el Ministerio de Vivienda le otorgue las autorizaciones ambientales. «La empresa después decidirá cómo efectúa ese acondicionamiento, tanto sea con una forestación en el entorno de la planta o cualquier otra iniciativa», agregó la funcionaria.
De paso, Uruguay aprovechará el encuentro de Nueva York para plantear sus preocupaciones por posibles atentados contra la pastera finlandesa, como se especuló la semana pasada.
«Las ministras de Defensa e Interior me informaron que tomaron todas las precauciones para que no ocurra nada fuera de lo normal y estoy de acuerdo con ello», dijo el canciller Reinaldo Gargano el jueves último, aunque descartó que los militares vuelvan a Fray Bentos para custodiar el perímetro de la fábrica. Al menos por el momento.