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Octubre, Argentina

Fuentes: El Siglo

Llegó Octubre y entramos a la recta final de la carrera presidencial y legislativa en Argentina en medio de la odiosa campaña de los ultrareaccionarios, dentro y fuera de su país, en contra de la Presidenta Cristina Fernández. Se ha llegado hasta la difamación de agrupaciones de derechos humanos del vecino país tan entrañables como […]

Llegó Octubre y entramos a la recta final de la carrera presidencial y legislativa en Argentina en medio de la odiosa campaña de los ultrareaccionarios, dentro y fuera de su país, en contra de la Presidenta Cristina Fernández. Se ha llegado hasta la difamación de agrupaciones de derechos humanos del vecino país tan entrañables como Madres de Plaza de Mayo. El propio gobierno chileno, cuyo sostén político es el mismo de la dictadura de Pinochet, mantiene notoria distancia del gobierno trasandino. Hay razones para ello. Mientras allá se puso coto a la impunidad y se aplica una consecuente política en materia de verdad y justicia respecto de los crímenes de la dictadura, acá se protege al ex juez argentino Otilio Romano y es probable que suceda otro tanto con el recién llegado coronel retirado Alejandro Duret, condenado a 15 años de prisión por la Cámara Nacional de Casación Penal de su país.

Lo importante es que todo indica que el próximo día 23 triunfarán las fuerzas democráticas y populares que apoyan a la Presidenta, la que ya en las primarias de agosto obtuviera poco más del 50% de las preferencias, en tanto que su más cercano contendor alcanzaba un magro 12%. El gobierno nacional, que cumple ya 2 mandatos y que ha debido enfrentar un lockout patronal y enemigos tan poderosos como el Fondo Monetario Internacional, el diario Clarín y los latifundistas, ganó en 23 de los 24 distritos. Los analistas especulan además que el segundo lugar, a buena distancia, no lo alcanzará la derecha ultramontana sino más bien sectores de corte socialdemócrata.

Se consolida entonces el kirchnerismo no sólo como expresión de lo más avanzado del peronismo, sino que aglutinador de los sectores de la Izquierda argentina y de la juventud que hoy participa, se inscribe en los registros electorales y milita. Las políticas populares y de inclusión social del gobierno del otro lado de la cordillera resisten y derrotan la embestida de la poderosa derechona. No es de extrañarse si se tiene en cuenta lo hecho en materia de desarrollo y de redistribución. El 6,47 % del PIB se destina a Educación, que es pública, gratuita y de calidad, y sólo el 2 % al pago de la deuda externa. Agreguemos la re estatización de Aerolíneas Argentinas; la estatización de los fondos de pensiones y el fin de las AFP, la asignación universal por hijo, jubilación para amas de casa, la ley de medios que democratiza la prensa, el aumento del empleo y la ley de matrimonio igualitario que puso fin a la discriminación por sexo. Son cambios materiales y culturales de fondo.

La viuda de Néstor Kirchner aparece pues como la más probable triunfadora en los próximos días. La reelección de la hoy candidata del Partido Justicialista y del Frente para la Victoria será además un fuerte estímulo para las luchas de los estudiantes y trabajadores chilenos, para las fuerzas de Izquierda que aspiramos a cambios políticos y económicos reales, tras décadas de frustraciones, renuncios y complicidades del centro y la derecha criollos.

Mientras trascurre esta esperanzadora espera, acá los Piñera, Hizpeteres y Ubillas levantan un proyecto troglodita para reprimir con cárcel la movilización social traicionando la palabra empeñada con los jóvenes. Sin embargo, más lejos, en el distrito financiero de Manhattan, los indignados de Wall Street, resisten la represión y luchan contra el sistema en el corazón mismo del imperio. Son los tiempos que corren.

Fuente original: www.elsiglo.cl