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Otro paso atrás de las Madres de Plaza de Mayo

Fuentes: La Haine

1200 policías amenazan un pacífico corte de carretera en el Puente Pueyrredón. Los colegios de los alrededores fueron evacuados por la mañana para que, en caso de represión salvaje, no hubiera niños presentes. Es que el gobierno de nuestro presidente Kirchner se preocupa por la sensibilidad de los niños. El Frente Popular Darío Santillán recuerda […]

1200 policías amenazan un pacífico corte de carretera en el Puente Pueyrredón. Los colegios de los alrededores fueron evacuados por la mañana para que, en caso de represión salvaje, no hubiera niños presentes. Es que el gobierno de nuestro presidente Kirchner se preocupa por la sensibilidad de los niños. El Frente Popular Darío Santillán recuerda a los luchadores piqueteros Darío y Maxi en un puente militarizado. Los pobres organizados recuerdan a los pobres asesinados por organizarse.

Las Madres de Plaza de Mayo afirman que la solución a los gravísimos problemas sociales nunca puede ser la represión.

Los sintrabajo llevaban casi dos semanas (desde el 14 de agosto) pacíficamente concentrados a las puertas de la petrolera Repsol YPF en Pico Truncado (Patagonia), cuando fueron dispersados con muy mala educación por decenas de policías. De estos molestos manifestantes, 20 fueron detenidos, la mayoría jóvenes. Familiares y gente del pueblo que acudió a apoyarles fueron bientratados a golpes y alguno tuvo que ser atendido en el hospital de la localidad, lamentablemente.

El Ministro del Interior, Aníbal Fernández y el Presidente de la Nación, Néstor Kirchner, se comunicaron con Hebe de Bonafini, presidenta de las Madres, y le anunciaron que las fuerzas de seguridad que actuaron en la represión están siendo sumariadas y los que tengan que ser despedidos serán despedidos.

Los sincomida organizados intentaban el 26 de agosto hacer llegar a los dueños de los supermercados y entidades monopólicas un petitorio con una serie de reclamos. La policía federal reprimió este acto inaceptable en la puerta de la Sociedad Rural, en el barrio bonaerense de Palermo. El resultado de la excesiva actuación policial fue de 16 detenidos y 20 heridos.

En la última semana, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, amenazó a las organizaciones piqueteras con la detención de miembros de ellas y advirtió sobre la inconveniencia de la continuidad de las protestas.

Sin embargo, Hebe de Bonafini anunció públicamente, en nombre de las Madres de Plaza de Mayo, que «confían en la palabra» del ministro Fernández y de nuestro presidente Kirchner, y esperan que se cumplan sanciones contra los excesos policiales.

Bonafini no oculta su coqueteo con la élite política mafiosa, al contrario. Se emborracha públicamente de sus contactos con «nuestro presidente». El ministro y nuestro presidente anunciaron que actuarán sin medias tintas contra la represión, sentencia Bonafini ante un movimiento popular que cada día la escucha menos. No por nada en especial. Es sólo que los golpes en la cabeza aturden y no dejan oir correctamente.

La corriente tira hacia atrás, hacia la miseria, hacia la mediocridad. Los pobres se organizan como pueden a contracorriente. Las madres dan un paso atrás. Uno tras otro desde que Kirchner ganó las elecciones y decidió absorber a Hebe de Bonafini, ahora ex-símbolo de la lucha popular. Quizá por casualidad me viene a la mente aquello de que sólo los peces muertos siguen la corriente.