Los miércoles, frente al Congreso Nacional, los jubilados reclaman sus derechos. Lo hacen desde hace bastante tiempo, pero ahora se manifiestan en contra del veto presidencial que les niega una pequeña mejora en sus haberes en medio de una crisis económica cuya dimensión aún no terminamos de aquilatar. El veto les pegó duro, ya los habían golpeado los recortes en la cobertura de medicamentos que hizo el PAMI y ni hablar del sacudón que les implicó, como a toda la población, los aumentos de precios.
En estos dos últimos miércoles los golpes se materializaron con toda crudeza en palazos sobre los cuerpos de jubilados y jubiladas que se manifestaban frente al Congreso. Recorre las redes sociales un video que quedará para la historia e identificará esta época. En ese material se puede ver un agente de Gendarmería que, por debajo de su escudo, le pega a una jubilada mientras otro gendarme intenta pegarle por arriba. En Argentina entendemos que Gendarmería es un cuerpo armado del Estado que tiene como objetivo cuidar la frontera.
Ahora vemos cómo se ensaña con una mujer jubilada, mientras aún resuenan las palabras del vocero presidencial, Manuel Adorni, que dijo “no hay que tenerle miedo a la represión” y circula la información que una empresa española habría denunciado que emisarios del Gobierno pidieron una coima de 15 millones de dólares para asegurarles la pesca de merluza, durante los próximos 15 años, a un grupo de empresas.
A los jubilados se les vetó una pequeña mejora porque, dicen, hay que cuidar las cuentas oficiales, pero a la vez el propio Gobierno reconoce que los Milei gastaron 2.300 millones de pesos en viajes al exterior. Los golpes que los gendarmes le asestaron a esa jubilada, y a todos sus compañeros, continúan y se hacen infinitos en las incontables reproducciones en la red. Insisto, será una imagen histórica de la época.
Pero, ¿con esa golpiza los gendarmes cuidaban alguna frontera? Y, sí, esos palazos sobre los cuerpos de los jubilados marcan una clara frontera, de un lado está el reconocimiento a quienes trabajaron tantos años para hacer grande a nuestro país, la sensibilidad ante el prójimo, la solidaridad; del otro lado sólo está la crueldad que se alimenta con el discurso cínico del oficialismo y algunos “opositores” que hablan de gobernabilidad.
No hay más tiempo para que usted como ciudadano tenga en claro de qué lado de esa línea está.
Jesús Chirino es Secretario Gremial de la CTA Autónoma Regional Villa María
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