En los días semanas y meses previos a la votación en el Congreso del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Argentina, se emprendieron, ensayaron y desplegaron un sinfín de acciones en diferentes partes del mundo en apoyo a la Campaña. El día 10 de junio esa acción de apoyo cobra forma en […]
En los días semanas y meses previos a la votación en el Congreso del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo en Argentina, se emprendieron, ensayaron y desplegaron un sinfín de acciones en diferentes partes del mundo en apoyo a la Campaña. El día 10 de junio esa acción de apoyo cobra forma en la ciudad de Berlín con un así llamado «pañuelazo» (acciones que desarrollan grupos de activistas feministas en todo el mundo como señal de apoyo al debate sobre la Ley y que utiliza como símbolo el pañuelo verde de la campaña). En la mañana del domingo 10 de junio, nos dimos cita delante del Reichtag (parlamento alemán) con ese propósito.
Este hecho nos hermana y, con ganas de seguir conversando sobre ese proceso que se desarrolla en Argentina, nos damos cita al día siguiente con María Alicia Gutiérrez, feminista, socióloga, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA/Argentina e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y gratuito* desde sus inicios, que nos visita para la ocasión.
Esta entrevista (que se publica ahora, cuando ya sabemos que la Ley ha pasado la votación en el Congreso y antes del debate final del dictamen de la Cámara de Senadores el 8 de agosto, día en que hay convocado otro «pañuelazo» internacional) es fruto de ese encuentro y posteriores conversaciones.
¿Como y cuando surge la campaña, cuales son, a tu modo de ver, sus referentes, su genealogía política?
Las luchas por el aborto en Argentina reconocen una larga historia. Podríamos decir que desde los años 60, con la interrupción de las dictaduras militares, las mujeres se han organizado de manera diversa. En la transición democrática de la década del 80 del Siglo XX se integran a la lucha de los organismos de derechos humanos y se crea la subsecretaría de la mujer, primer organismo público que va a discutir las políticas de equidad, la violencia o la inequidad en el trabajo entre otras cuestiones. Aquí fueron incorporadas mujeres que retornadas del exilio se habían embebido de las teorías y las luchas feministas. Se inician los Encuentros Nacionales de Mujeres que se realizan todos los años en diferentes ciudades del país y que han ido incrementando en número de participantes. Los temas y las integrantes representan una significativa diversidad y las cuestiones referidas a la reproducción, el cuidado, la violencia o la vida cotidiana tienen un lugar central en las preocupaciones de las mujeres. Por otro lado se dieron debates en la década del 90 alrededor de la Reforma Constitucional, una disputa por la Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable y la constitución de la Ciudad de Buenos Aires. Instancias todas de articulación y organización de grupos de mujeres alrededor de MADEL que lideró dichas intervenciones. En paralelo comenzó a gestarse la Comisión por el Derecho al Aborto que tuvo un rol central en las demandas, tanto a nivel parlamentario como en la calle, sindicatos y diversos espacios. La señera figura de Dora Coledesky marcó un rumbo para las nuevas generaciones.
En el año 2001 se produce una enorme crisis política y económica en Argentina. La respuesta social es muy relevante y se pone en cuestionamiento las formas de la organización política, la crítica muy fuerte a los representantes políticos, el «que se vayan todos» y una tentativa, a través de organizaciones sociales diversas, de poner en cuestionamiento el modo de construcción de la política y del poder. Las asambleas barriales fueron una de sus expresiones urbanas.
De esa historia de luchas, de ese espíritu asambleario, de la recuperación de las prácticas políticas feministas de transversalización surge en 2005 la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito para luchar por la legalización y despenalización del aborto. Se constituye con mas de 300 organizaciones que la apoyan (hoy son mas de 500) y con sentido federal. Es una campaña que se desarrolla y se expresa en todo el país.
El pañuelo verde, símbolo de la demanda política, se articuló en una importante sinergia con el pañuelo de las madres de plaza de mayo y la dimensión de los derechos humanos. El lema de la Campaña es «educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar,aborto legal para no morir».
Se presenta por primera vez un proyecto de ley en 2007 que no fue tratado. Eso ocurre durante 12 años en 6 oportunidades. A los inicios de 2018 se producen una serie de condiciones que permiten que presentemos nuestro proyecto, ente otras: una enorme concentración en la calle, la reproducción de los medios de comunicación, el aval del gobierno para dar el debate, y así se hizo el día 6 de marzo. Este proyecto fue concebido y reformulado a través de Foros de Reflexión en todo el país durante un año y discutido, artículo por artículo, en la plenaria nacional de Paraná en el año 2016. Tiene algunos cambios significativos en relación al anterior y saca de su formulación la objeción de conciencia, incorpora la autonomía progresiva de lxs jóvenes y propone como sujeto/a de la ley a las mujeres y todas las personas con capacidad de gestar, acorde a los principios de la Ley de Identidad de género.
¿Cuál es la estructura concreta de deliberación, toma de decisiones, y portavocías de la campaña?, ¿y cómo valoras su componente militante?
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito fue el colectivo político que formuló y presento el proyecto, quienes realizaron el cabildeo parlamentario y quienes organizaron las actividades durante los dos meses de debate y el día del veredicto final de lxs diputadxs, La Campaña se constituye así en la principal interlocutora y responsable de 13 años de lucha y activismo. Cada activista, desde su lugar y potencialidades, fueron lxs actores y actrices principales de este evento.
La Campaña se organiza de forma territorial a lo largo de todo el país y a través de redes. Tiene una instancia de toma de decisiones que es la Plenaria Nacional y una articulación,con mandato por un año,que ejecuta las decisiones de la plenaria. Es una organización horizontal, transversal, plural y diversa.
Es importante rescatar la potencia de una forma de organización política que se sostuvo y creció en el tiempo, siendo un ejemplo a mirar en el conjunto de América Latina. Como campaña nacional en el año 2017 asumimos la coordinación de la Campaña 28S sobre la Despenalización y Legalización en América Latina y el Caribe. Desde ese lugar, nuestra práctica política y nuestra potencia y energía estamos dialogando con compañeras de varios países de la región que están impulsando campañas para luchar por la ampliación del derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
¿Qué elementos os habéis encontrado por el camino que han hecho posible o facilitado su proliferación, cuáles son azarosos, cuáles fruto del movimiento, y cómo os habéis relacionado con ellos?
A inicios de 2018, tras una larga historia de logros y fracasos, fortuna y virtud se encuentran. La fortuna en forma de denuncias (como el #Metoo en EEUU) que visibilizó de forma intergeneracional una extensa situación de maltrato por género. Ahí se filtra la deuda histórica argentina: la clandestinidad del aborto y lo difícil de que se produzca un debate serio sobre su legalización. Del otro lado aparece la virtud: la larga tradición de lucha de la campaña, los sólidos argumentos construidos con tesón, esfuerzo y mucho debate se hacen fuertes en los medios de comunicación masivos, superando las históricas resistencias a abordarlo con argumentos del tipo: que la sociedad no está madura, que no es un tema central de la política, y tantas cosas más.
De ahí el presidente de la Nación, Mauricio Macri, insistiendo en su oposición, dio luz verde en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional para que se debata el tema del aborto. En ese momento emergieron múltiples interpretaciones: cortina de humo frente a la crisis y las medidas económicas, uso de un tema sensible para llevar agua a su molino, enfrentamiento con la máxima jerarquía de la Iglesia Católica, querer pasar a la historia con una ley significativa (como el Presidente Raúl Alfonsín con el divorcio y la Presidenta Cristina Kirchner con el matrimonio igualitario) y tantas cosas más. Pero desde el feminismo, y al unísono, surgieron las dudas: ¿a este gobierno le vamos a brindar esta posibilidad?
Sin embargo, desde la perspectiva de la Campaña sentíamos que era una oportunidad que no podíamos dejar pasar. Después de que se presentaron proyectos sin que se lograra debatir ni siquiera en comisiones: ahora fortuna y virtud convergían y, como expresó una compañera: la supuesta cortina de humo en todo caso sería verde. Era un momento histórico, aun conscientes de las divergencias que pudiesen surgir después.
A esto se le suma la sensación de desborde en relación a lo mediático, la aparición del pañuelo en televisión, en debates matutinos y de amplia audiencia….
Vamos al texto de la propuesta. Algunos artículos han sido de compleja redacción y han abierto la puerta a debates más profundos en el movimiento. es el caso del sujeto de la ley (mujeres/personas gestantes) o el caso de los derechos de las menores…
El proyecto propone la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 14 semanas y luego por causal: riesgo de vida o salud de la mujer; malformaciones incompatibles con la vida extrauterina y violación. O sea, es un proyecto que combina plazos con causales. Lxs sujetos del proyecto son las mujeres y toda persona con capacidad de gestar, novedad incorporada en relación a la legislación comparada y acorde a nuestra Ley de Identidad de Género. No proponemos objeción de conciencia, si bien en el dictamen de la Cámara de Diputados se incorpora y es un tema fuerte del debate entre Senadores, la objeción de conciencia institucional.
Incorporamos el derecho a decidir de lxs jóvenes de acuerdo a la noción de autonomía progresiva acorde a los lineamientos de nuestro Código Civil y Comercial.
Es un proyecto de despenalización y legalización del aborto.
¿Cómo relacionas la campaña por el derecho al aborto con la idea de un jaque al control patriarcal de las mujeres en un sentido más amplio, ¿qué pone en cuestión la autonomía de las mujeres respecto a la reproducción del sistema capitalista heteropatriarcal?
Una política pública lo que hace es resolver la tensión entre derechos humanos y la clandestinidad del aborto sobre la que se sustenta la lógica del mercado.
El aborto es una instancia más de la vida reproductiva de las personas con capacidad de gestar. Una ley, como política pública, lo que hace es amparar en la libertad y autonomía a quienes toman la decisión de interrumpir su embarazo. Ni obliga ni coacciona.
Por otro lado es una ley que cuestiona la escisión trabajo productivo/reproductivo. Es decir, para la lógica del capital la reproducción se conecta con la producción ya que sostiene y «produce» la fuerza de trabajo. Posibilitar que las mujeres decidan si quieren o no reproducirse pone este sistema en cuestión, quitando fuerza a la coerción que hasta ahora se pone en el cuerpo de las mujeres y las personas con capacidad de gestar para cumplir con la reproducción social.
Las enormes resistencias históricas para la legalización del aborto dejan en evidencia la construcción estructural del capitalismo y el patriarcado, que remite a la opresión de las mujeres y las personas con capacidad de gestar. Una ley, centrada en las decisiones autónomas, informadas, sobre los cuerpos, pone en cuestión esa lógica históricamente articulada.
¿Cómo se ha desplegado el proceso de debate y deliberación en el Congreso?, ¿y cómo fueron esas horas finales de decisión tanto dentro como fuera de la Cámara?
La suerte quedó sellada con un masivo «pañuelazo» a finales de febrero en las puertas del Congreso Nacional en el que innumerables grupos y personas, entre las que se destacaban especialmente las jóvenes, pusieron en evidencia al grito de #abortolegalya la contundencia de la demanda.
De forma acelerada llegamos a presentar nuestro proyecto el 6 de marzo. 71 diputados de diferentes bloques políticos firmaron la propuesta de la Campaña, gestada a lo largo de un año en Foros de Reflexión a lo largo y ancho del país, y discutida y aprobada en una plenaria nacional.
Se trata, no nos cabe duda, de una construcción colectiva que plasmó un proyecto entusiasmante para algunas, y no tanto para otras, como son todas las construcciones colectivas y sus complejidades: no todo es ni se produce como a cada una le parece mas justo y pertinente.
Esa impronta es lo que permitió, al mismo tiempo, estar listas para un arduo debate que se inició en las cámaras y que se expresó rotundamente en las calles, en las casas, en los espacios de trabajo, de estudio: supuso un punto de inflexión en las luchas feministas, como el Ni una menos y los Paros Internacionales de Mujeres.
Un momento el que el pañuelo verde se desplegó en todos los lugares y momentos posibles.
El proyecto, acorde a las técnicas parlamentarias, fue girado a cuatro comisiones: legislación general, legislación penal, salud, y mujer, familia y adolescentes. El presidente de la comisión de legislación general, Daniel Lipovetsky (PRO) consensuó un plenario de comisiones y se estableció que todos los martes y jueves se escucharían exposiciones de siete minutos.
Se inicia el debate…700 expositores durante mas de dos meses que van a desplegar, a favor y en contra, en partes proporcionales, argumentos y fundamentos tanto científicos como jurídicos, éticos, religiosos, sociales, etc. Un lugar destacado lo tuvieron las expresiones de personas de la cultura así como las experiencias de mujeres en sus lugares de pertenencia.
Lxs diputadxs tuvieron una oportunidad histórica de ser partícipes de fundamentaciones a favor y en contra y, desde ese lugar, tomar una decisión que se debate en la siguiente consigna: aborto legal/aborto clandestino. No hay más espacio social a aborto sí, aborto no. Se está a favor del derecho a decidir sobre sus cuerpos y proyectos de vida de las personas gestantes o se promueve la clandestinidad, el negocio y la muerte. Como en otras circunstancias la relación Estado, mercado y sociedad tomó una especial relevancia en las argumentaciones.
Finalmente se logra un dictamen consensuado y se decide que, en sesión especial, será puesto en debate el día 13 de junio.
Las calles aledañas al congreso desde muy temprano se vistieron de verde ( las autoridades habían decidido partir en dos partes iguales la emblemática plaza política). Se organizaron talleres, actividades diversas, pantallas para seguir el debate y un gran escenario por donde desfilaron bandas de música diversas que acompañaron la fría vigilia del día y la noche. La gelidez del clima se compensaba con la inmensa calidez de quienes esperaban activa y fervientemente un dictamen favorable.
Los rumores que corrían con la velocidad de un rayo daban ganador al proyecto de la Campaña y al mismo tiempo perdedora; en un momento estábamos eufóricas y al rato deprimidas: así fueron las tensas 20 horas hasta el veredicto final.
El momento que se produce la votación estuvo rodeado de una escena mística: enfrente de una enorme pantalla en la esquina de Callao y Rivadavia, donde estaba la tradicional confitería El Molino y donde la campaña ponía los miércoles su tradicional mesita para conseguir firmas, cantando las características canciones, junto al silencio para escuchar los últimos discursos. Finalmente la calle estalló en gritos, alegría, llantos y miles de emociones cuando el veredicto fue 129 votos a favor 125 en contra, y así culminábamos una jornada de fiesta y tensiones producidas en buena parte por un número significativo de legisladores que mantuvieron la condición de «indecisos» hasta el final.
La marea verde, incontenible, se alineó atrás de la bandera de la Campaña encabezada por las mujeres pioneras de esta lucha y se comenzó a marchar hasta la calle Corrientes. La algarabía, las canciones, las bengalas y fuegos artificiales, la tradicional corrida de lxs activistas le pusieron alegría y pasión a mas de 30 horas sin dormir.
Nos despabilamos, festejamos, nos emocionamos y brindamos todas juntas en el emblemático Hotel Bauen (recuperado por sus trabajadoras) en esa conjunción de mujeres mayores y jóvenes, de la capital y de diversas provincias del país, etc.
Y ahora…hacia el 8 de agosto.
Desde hace un mes comenzaron las deliberaciones en la Cámara de Senadores. Las exposiciones y argumentos refuerzan lo planteado en la Cámara de Diputados. Sin embargo es importante remarcar que las organizaciones antiderechos han reforzado su accionar violento denunciando por diversas vías a organizaciones por su financiamiento, agrediendo a jóvenes que portan pañuelos en el transporte publico, etc.
El debate es álgido; la situación está en un virtual empate. Las estrategias provinciales arrecian para un lado y para otro. El 8 de Agosto la Cámara tendrá la misión histórica de votar a favor o en contra del dictamen.
Entre tanto la Campaña Nacional sigue organizando acciones colectivas,en sinergia con otros grupos y los ya conocidos MartesVerdes. En los próximos días se harán pañuelazos en todo el país, puentazo (colocación de pañuelos en los puentes de tránsito), estudiantazo, etc. Esto, entre muchas otras estrategias.
*Web de la campaña: http://www.abortolegal.com.ar/
*Convocatoria de apoyo en Berlín: https://www.facebook.com/events/217656115745604/
*Convocatoria en Madrid: día 8 de Agosto en la Embajada Argentina, Calle de Fernando el Santo, 15, metro Alonso Martinez.