En las últimas semanas, tanto estudiantes como docentes universitarios y secundarios han denunciado la falta de financiación de la educación pública. Después de que el Gobierno argentino pagara unos 5.000 millones de euros al Club de París (que renegocia la deuda externa de varios países), estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires […]
En las últimas semanas, tanto estudiantes como docentes universitarios y secundarios han denunciado la falta de financiación de la educación pública. Después de que el Gobierno argentino pagara unos 5.000 millones de euros al Club de París (que renegocia la deuda externa de varios países), estudiantes de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) tomaron sus sedes.
Su principal reivindicación : la finalización del edificio único, postergado desde hace años, debido a la falta de unos cuatro millones y medio de euros. Actualmente, las carreras de esta facultad se dividen en tres sedes, que ni siquiera cuentan con las condiciones mínimas de seguridad. Hace unas semanas, se desplomó una viga del techo. «La facultad no flota en el aire, sino que sufre el ahogo presupuestario de la educación pública y de los trabajadores en general», señala Andrés Flores, de la Comisión por el Edificio Único.
Las reclamaciones de los estudiantes se juntan a las de los docentes. Maximiliano Duquelsky, de la Gremial Docente, que agrupa a los profesores universitarios, detalla sus objetivos : «Media canasta familiar para el cargo testigo (profesores con una dedicación semanal de 20 horas), el 82% del sueldo para los jubilados y el pago a todos los docentes ad honorem». Según un estudio de la Gremial de 2007, en la UBA había 10.000 empleados que trabajaban sin percibir sueldo. Hoy quedan más de 8.000.
Macri «el privatizador»
El 26 de agosto más de una docena de colegios de la ciudad de Buenos Aires fueron tomados por los alumnos. El reclamo : el rechazo a que las becas para alumnos en situación de vulnerabilidad se reduzcan a la mitad. La Coordinadora de Estudiantes Secundarios afirmó que eran más de una docena los establecimientos ocupados.
Desde el Ministerio de Educación de la ciudad autónoma de Buenos Aires se respondió con una circular a las escuelas que exigía a los directivos confeccionar un acta con «los nombres de las personas que tomaron el establecimiento». Una vuelta a las «listas negras» de la dictadura militar, según denuncian las asociaciones estudiantiles.
Los estudiantes secundarios apoyan también el reclamo de sus docentes por aumento salarial. Ante la movilización, el ministro de Educación de Buenos Aires, Mariano Narodowski, hombre de confianza del alcalde Mauricio Macri, respondió que no les autorizaría el aumento porque «es imposible». Mientras tanto, contrata docentes en negro, bajo condiciones que vulneran los derechos laborales.
Cecilia Rovito. Red Eco Alternativo