En principio, en esta etapa del país, los Partidos y/o Frentes progresistas, tienen que poner su esfuerzo en ganar las elecciones de octubre de 2019. Claro es, también que ese Frente no puede formarse de cualquier forma, debe tener propuestas básicas uniformes en todos sus componentes, porque no hay que perder de vista que no […]
En principio, en esta etapa del país, los Partidos y/o Frentes progresistas, tienen que poner su esfuerzo en ganar las elecciones de octubre de 2019. Claro es, también que ese Frente no puede formarse de cualquier forma, debe tener propuestas básicas uniformes en todos sus componentes, porque no hay que perder de vista que no es ganar por ganar. Se quiere ganar para gobernar y se quiere gobernar para transformar el país que está cayendo día a día de manera irreversible, debido a las medidas ejecutadas por el Gobierno de Derecha que nos gobierna desde diciembre de 2015, votado por mayoría del pueblo argentino.
Pero no es ganar la elección solamente la tarea de este momento. Si las elecciones se ganan, es fundamental plantearse cómo se gobernará, qué medidas económicas se instrumentarán desde el primer día de gobierno. Debe ser prioritario plantearse que el plan económico debe estar diseñado para que se proyecte por largo tiempo.
La Izquierda hoy
(No nos referiremos a lo que hoy se llama Izquierda en Argentina, sino a lo que le atribuimos a un Gobierno Nacional, Popular y Democrático que deseamos tener desde diciembre de 2019).
Luego de la caída del Muro de Berlín en 1989, se instaló que era una derrota de la Izquierda y quedaron en dudas los métodos, por mucho tiempo sostenidos, para llegar a un sistema de gobierno de Izquierda. Además no se obtuvieron las transformaciones del mundo que se proponían con la obtención de los Gobiernos de Izquierda. Para esos cambios, que no se dieron, se habían planeado. Lo que se llamó Izquierda era todo proyecto emancipatorio, con igualdad de oportunidades para todos sus habitantes, sin diferentes clases sociales y sin represión.
Y no se consiguió.
Repensando
Hay que repensar la estrategia para que lo que se vaya consiguiendo acerca de la emancipación, la igualdad social, la autonomía durante los Gobiernos Progresistas, sea perdurable, que se instale como idea para que las mentes colonizadas vayan cambiando. Que el sentido común (a decir de García Linera) de los ciudadanos, sienta lógico estar progresando y que las oportunidades sean las mismas para todos y no que caigan en el absurdo de votar, una vez que han crecido durante un Gobierno Popular, a un gobierno que le sacará, y es bien conocido pero no concientizado, los derechos adquiridos.
Deberemos pasar de explicar lo que ser de Izquierda significa a perpetrar los métodos económicos y culturales propuestos. Realizarlos significa ponerlos en acción y prever con anticipación los problemas que podrían aparecer para superarlos y perdurar en la realización del proyecto.
Libertad
Recuperar el concepto de libertad, es otra de las tareas de los gobiernos populares. La libertad que hoy gozan todos los habitantes de nuestro país, es la libertad de morirse de hambre. La libertad que nos proponen los gobiernos de derecha, neoliberales o capitalistas es la libertad de mercado que trae aparejado la desigualdad, el enriquecimiento de pocos a costa del empobrecimiento de muchos. Lo sabemos, pero no está incorporado en las mentes de mayorías que vuelven a votar a gobiernos que sabemos van a implementar ese modelo.
La libertad que resaltamos es ser libres de opresión externa e interna. Pensar libremente, escuchar distintas opiniones, medios de comunicación plurales con igualdad de posibilidades. No tenemos nada de eso. Hay que incluirlo en nuestras futuras acciones, para gobernar para todos.
Colonizados y colonizadores
En 1519, Hernán Cortés llegó a la costa del actual Estado de Yucatán en México con el convencimiento de apoderarse de todo, o sea de conquistarlo totalmente. Para hacerlo derramaron sangre sin inhibiciones de ningún tipo y es lo que hicieron en toda América. La población de América, quedó reducida en casi un siglo, al 10% de lo que era originariamente.
Los europeos se extendieron también en África y Asia. Comenzaba así lo que se iba a llamar «Globalización» que es la causante de la creciente expansión de la Cultura Occidental.
Cuando en México, en la actualidad, se conmemoraron los 500 años de la llegada de Cortés, el presidente López Obrador, pidió a España que pidiera perdón por los cuantiosos crímenes cometidos en la Conquista. El gobierno español se negó explícitamente a disculparse. Notable demostración que no piensan renunciar a ser dominantes aún en la actualidad. Las disculpas serían solamente un acto simbólico.
Nuestro presidente Mauricio Macri le dijo al Rey de España, Felipe VI, refiriéndose a los patriotas que nos independizaron de España, que seguramente se sentirían angustiados en ese momento.
No han dejado, después de tanto tiempo, de tantas luchas por la emancipación, la mente colonizadora.
Con la negación al pedido de López Obrador, España confirmó su mente colonizadora y con el comentario denigrante de Mauricio Macri, quedó a la luz la mente colonizada.
Hablamos de La Patria Grande que pudimos palpar en los primeros años de este siglo con Chávez en Venezuela, Evo en Bolivia, Correa en Ecuador, Lula en Brasil, Néstor y Cristina en Argentina. Unidos se propusieron ser una América Latina Unida e Independiente. Ninguno se vendió. En ese momento Cuba fue reincorporada a la OEA. Pero no lo iban a permitir, y todos los países que luchamos por la soberanía con Gobiernos Nacionales, Populares y Democráticos fuimos atacados y derrotados con la cabeza colonizadora de Estados Unidos, y con nuestros coterráneos con mentes colonizadas que pusieron, una vez más, a gobernar.
Un poco de historia reciente y futura
En los 12 años anteriores a que gobierne Macri, todo el pueblo argentino vivió mucho mejor de lo que ahora vivimos. Se nacionalizaron empresas que habían sido privatizadas por otro gobierno neoliberal anterior, se le dijo no a los fondos buitre, se abrieron 16 nuevas Universidades Estatales en lugares recónditos del país, se recuperaron los fondos jubilatorios a manos del Estado, se ampliaron las jubilaciones notablemente, se desarrolló la industria nacional, se progresó en la Ciencia Nacional en muchos sentidos, era un país que tenía como meta ser autónomo. No en vano se acogió la consigna, tan sentida Tenemos Patria.
El neoliberalismo trajo pérdida económica, material, se volvió a someter a mandatos foráneos y también, no explícitamente comentado, se le da poca apreciación al ser humano.
Con la muletilla el «Cambio», la ayuda imprescindible de los medios gráficos, televisivos, radiales y en las redes, que responden al poder neoliberal, se metieron en las mentes de personas que habían recibido beneficios para una vida digna con derechos y votaron el «Cambio». Sabemos que el cambio fue cierto y muy importante, pero todo para peor. Creyeron que si proponen cambio, sería para mejorar. Algunos, viendo desde donde venía la propuesta, supimos que no sería beneficioso.
De allí que insistimos con la tarea fundamental del cambio cultural. No debe ser un enunciado solamente, hay que definir ahora, qué haríamos si se recobra el gobierno, el día después. Esta urgencia es en lo económico, en lo cultural sobre la necesidad de cambiar el sentido común de nuestra población. No somos europeos, no somos yankees, no somos países dominantes que para tener el buen nivel por el que luchamos, extraen riqueza y someten a nuestros países, pero tenemos la posibilidad de tener un país soberano, equitativo socialmente, libre y contamos con la convicción, absolutamente necesaria, de trabajar para la constitución de la tan anhelada Patria Grande, que nos daría el intercambio comercial beneficioso para todos los países de esta región y la protección solidaria entre los países hermanos. No debe ser solamente un enunciado, se impone describir con nitidez las medidas a desarrollar, cómo y con qué.
Nuestros países debieran ejercer el proteccionismo, defender la industria nacional ante las importaciones en oposición a lo que las mentes colonizadas prefieren, que es tener acceso a todo bien material que el mundo expone. Se oponen al cepo de dólares y no se sienten en falta llevando los dólares al extranjero en detrimento del país en el que viven, tienen sus hijos y los educan.
Resultado del neoliberalismo es, también, formar mentes individualistas y eso también hay que modificarlo. Los que crecieron con el Gobierno Nacional, Popular y Democrático, creen que ha sido mérito propio. Ahora que se les cortan sus derechos adquiridos y la vida se les complica, escuchan sin enfurecer y lo aprehenden como suyo, que es debido a «la pesada herencia».
Es momento de analizar lo hecho, lo conseguido, lo no alcanzado, lo perdido, lo que consideramos aciertos y también los errores, pero hay que salir de la fase descriptiva e interpretativa.
Las experiencias pasadas, siempre brindan aprendizaje, y nos han demostrado que con el triunfo del Capitalismo a partir de la Caída del Muro de Berlín en 1989, los acontecimientos seguirán siendo recordados y analizados, pero no sirven para proyectar las tareas necesarias para tener una sociedad en el futuro, sin diferencias de clase y sin opresión, como siempre se dijo que se anhelaba desde la Izquierda.
El trabajo a realizarse está planteado. Los que así nos lo proponemos, debemos poner fuerza en el cambio de Sentido Común, aún de nuestras mentes. Tarea indispensable.
Acciones
Si va a haber un Frente de Unidad para las elecciones, tiene que ser formado bajo estas definiciones y con el compromiso de cumplirlas cualquiera sea el elegido si se va a primarias. No vale más lo que se ha hecho cuando después de las primarias en 2015, se saboteó la candidatura de Aníbal Fernández en la Provincia de Buenos Aires.
Estamos en un momento crucial, no valen los atajos, ni las líneas medias. Lo de hoy es, nuevamente, Patria o Colonia.
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