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Pergamino, capital nacional de la industria textil (y del trabajo en negro)

Fuentes: Rebelión

La leyenda «Annan de Pergamino» que exhibían los míticos bólidos del Turismo Carretera hizo famosa a esta ciudad del norte bonaerense. Annan de Pergamino fue una empresa pionera en la industria textil pergaminense. En los años 70, fueron muchas las firmas textiles autóctonas que tuvieron una destacada actividad en el rubro (Abda Hnos., Filus, Raies […]

La leyenda «Annan de Pergamino» que exhibían los míticos bólidos del Turismo Carretera hizo famosa a esta ciudad del norte bonaerense. Annan de Pergamino fue una empresa pionera en la industria textil pergaminense.

En los años 70, fueron muchas las firmas textiles autóctonas que tuvieron una destacada actividad en el rubro (Abda Hnos., Filus, Raies y Rasuk) junto a las que provenían de la Capital como Wrangler, Fiorucci y Calvin Klein, entre otras reconocidas marcas de jeans.

Con la política inaugurada por Martínez de Hoz durante la última dictadura, determinada por la apertura indiscriminada a las importaciones, se cerró un ciclo que se caracterizó por el empleo formal de mano de obra calificada. Los trabajadores de ese entonces contaban con sus correspondientes beneficios y derechos laborales. El mismo plan económico se reeditó durante el gobierno de Menem, provocando junto a las privatizaciones, al igual que en todo el país, un considerable incremento de la desocupación en Pergamino.

Hoy en día, en concordancia con el marcado crecimiento de la industria textil nacional, Pergamino se ha constituido (al decir de algunos) en «la capital nacional de la industria textil». Sin embargo, en los últimos años, el panorama es muy distinto al de aquellas épocas en las que obreros y obreras textiles poblaban los comercios céntricos comprando vestimenta y electrodomésticos en cada cobro de quincena. Si bien la prensa no se cansa de elogiar

La producción «a façon» para las grandes marcas de la actualidad: Levis, Wrangler, Kosiuko, Escombro, etc., da origen a numerosos y heterogéneos talleres con distinta capacidad de manufactura pero con un común denominador: el trabajo en negro. Todas estas irregularidades se dan en el marco de una evidente connivencia entre el S.U.T.I.V. (Sindicato Único de Trabajadores de la Industria del Vestido) y las patronales textiles.

El vicepresidente de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria, Ignacio de Mendiguren, quien ocupa igual cargo en la Unión Industrial Argentina (UIA), es un férreo defensor de la política económica kirchnerista, asegurando que «Cristina es la única que asegura el modelo» (Noticias Nº 1604). Si éste es el modelo que le va como anillo a los empresarios textiles, algo huele mal en los pagos de don Atahualpa Yupanqui.

El diario «La Nación» del jueves 20 de enero de 2003 titula «Los textiles empiezan a levantar cabeza». No obstante, cabe destacar que el matutino no aclara que se refiere a los empresarios y no a los trabajadores del ramo que, en algunos casos, cumplen jornadas de hasta 12 horas con salarios que ni remotamente cubren las necesidades de la canasta familiar.

Otra particularidad de este pretendido renacimiento de la industria textil pergaminense es la ocupación de familias enteras que se encargan de tareas accesorias y complementarias como corte de hilos o colocación de botones.

Este método de tercerización en la industria textil, junto al trabajo infrahumano de los «changos» santiagueños que se encargan del despanojado del maíz y a las extenuantes jornadas que cumplen los empleados de los hipermercados, entre otros, constituyen el universo laboral de «La perla (negra) del norte».

El asesinato de Mariano Ferreyra desnudó una realidad que ya es imposible de disimular por parte del gobierno, las patronales y los sindicatos cómplices y socios de éstos. Los trabajadores ferroviarios son la vanguardia en esta lucha. Es de esperar que muchos más continúen su ejemplo.

Blog del autor: http://norbertoglavinovich.blogspot.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.