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La peregrinación al 2015

Política y economía en la Argentina

Fuentes: Rebelión

Los resultados de las elecciones PASO como una vidriera de lo que pueda acontecer en las vísperas de octubre, marcan en primer lugar un desencanto con el gobierno nacional y su gestión en paralelo al rechazo del proyecto re re e leccionista que a estas horas se encuentra descartado. Las razones más frecuentes se enraízan […]

Los resultados de las elecciones PASO como una vidriera de lo que pueda acontecer en las vísperas de octubre, marcan en primer lugar un desencanto con el gobierno nacional y su gestión en paralelo al rechazo del proyecto re re e leccionista que a estas horas se encuentra descartado.

Las razones más frecuentes se enraízan en un desgaste de 10 años de gestión, el desatino inflacionario, los problemas de seguridad y transporte como los más llamativos sin descontar la sensación o materialización de hechos alusivos al incorrecto manejo de fondos públicos por gran parte de los funcionarios públicos.

Reflejado vía los medios de comunicación lo que se transformo en una lucha entre traidores y patriotas bajo teorías conspirativas sobre el objetivo de desestabilización de las instituciones gubernamentales.

Entre medio, los políticos opositores que faltos de proyectos alternativos o su dificultad para manifestarlos frontalmente a la sociedad en su conjunto, parecen ocupar solo un lugar meramente denunciatorio.

No obstante ello, la ciudadanía porteña ha optado por darle tanto al PanRadicalismo como a la expresión capitalina UNEN un nuevo lugar en el abanico político, también quizás al ver que el macrismo tiene los mismos vicios de corrupción que el oficialismo y que su expresión como gestión eficaz dista de serlo.

En ese esfera peroneana y que representa casi mas del 40% del padrón electoral, el bonaerense es donde se dirime la política nacional y que por lo cierto ninguna expresión disímil ha podido perforar; lo que las convierte allí en electores testimoniales.

El ascenso del tigrense expresa la voluntad de volver a entusiasmar tanto a sectores medios como populares de remontar una gesta peronista que supere las contradicciones e identidades kirchneristas que a las tientas se han «corrido» y han enfrentado sectores sociales entre sí.

Las disputas de poder trazan imaginarios o catalogaciones de los rivales que muchas veces distan de la realidad y en particular de los márgenes que el contexto geopolítico internacional permite.

En este sentido – y en el plano económico – existe una punción de repliegue geoeconomico al interior como una válvula de escape a la continuada crisis externa que aun no tiene un final concreto.

Solidificar las fuerzas productivas internas como motor incluye también una cierta solidez institucional que acompañe y de lugar al famoso lema de que sin un Estado fuerte no existe una Economía de Mercado.

El proceso sucesorio – aun lejano en términos electorales – no define claramente a los eventuales sucesores que van desde una designación preferencial hasta una interna abierta por parte del oficialismo; siendo también una incógnita el destino del massismo en cuanto al teatro provincial o nacional.

Lo cierto es que todavía cierto margen de movilidad presenta el Gobierno Nacional y que finalmente será el péndulo de los actores involucrados.

Ezequiel Beer. Geógrafo (UBA). Analista Político.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.