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¿Por qué?

Fuentes: Rebelión

«La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos en cualquier parte, diagnosticarlos incorrectamente y aplicar el remedio equivocado» (Groucho Marx). ¿Por qué el Gobierno se endeuda en el mercado a tasas del 13,3% cuando tiene reservas en el BCRA superior a los u$s 50.000 millones o podría financiarse a tasas menores a través del […]

«La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos en cualquier parte, diagnosticarlos incorrectamente y aplicar el remedio equivocado» (Groucho Marx).

¿Por qué el Gobierno se endeuda en el mercado a tasas del 13,3% cuando tiene reservas en el BCRA superior a los u$s 50.000 millones o podría financiarse a tasas menores a través del régimen previsional de reparto y ayudar a la sustentabilidad del sistema?

¿Por qué, según Mario Cafiero y Moners Sanz, funcionarios del gobierno liquidaron retenciones favorables a multinacionales cerealeras, «erróneamente»?

¿Por qué mientras se habla de distribución del ingreso, las brechas entre los que menos tienen y los que más tienen es abismal?

¿Por qué si tenían tan claros los números, quién era cada quién, cuanto producía cada uno, que extensiones de campo poseía, lo que producía, etc.; cuando impusieron las retenciones lo hicieron tan indiscriminadamente?

¿Por qué es imposible un golpe de Estado siendo que existen demasiadas evidencias en Latinoamérica de que todo es posible, incluyendo los golpes de Estado: Venezuela, Bolivia y Ecuador están pintados? ¿Por qué no, en un país cuya historia es emblemática al respecto? ¿Por qué resulta imposible pensar en ello cuando Jorge Julio López sigue desaparecido? ¿Por qué casi todos los actores de aquel entonces reaccionaron en cadena como demostrando que todo está intacto? ¿Por qué se está tan seguro cuando hay un pueblo que sólo se junta si le tocan el bolsillo o en las noches de San Juan -como diría el Nano- y permanece indiferente ante los genocidios cotidianos de tantos hermanos? ¿Por qué tal imposibilidad resulta obvia cuando peronistas y radicales siguen explicando la historia o contándola a su manera? ¿Por qué se soslaya tan cándidamente tal posibilidad olvidando el instrumento Blumberg? ¿Por qué es imposible en un contexto global de guerras imperiales preventivas y funcionales? ¿No es acaso, esta misma sociedad la que casi recontrareelige al gomo de Anillaco? ¿No es esa misma sociedad que tras el piquete y cacerola la lucha es una sola, luego pidió desalojar a los piqueteros para poder circular? ¿No es ese mismo pueblo que reinstala una y otra vez a los mismos dirigentes de los que se siente saturado? ¿No es la misma gente que escucha oportunos sermones en las Iglesias? ¿La misma gente que vive escuchando, viendo o leyendo la dirección mediática que imponen los grandes socios del poder real? ¿Por qué es imposible cuando los testigos del genocidio se encuentran intimidados y desprotegidos? ¿Por qué es imposible cuando los juicios van tan lentos y los genocidas se mueren? ¿Por qué es imposible cuando todos los partícipes necesarios de entonces siguen entendiendo en casi todo lo institucional y dirigencial? ¿O acaso es imposible porque las políticas económicas siguen siendo funcionales? De ser así, hay que decirlo con todas las letras.

¿Por qué los monopolios cada vez tienen más poder?

¿Por qué el sistema impositivo sigue resultando tan regresivo?

¿Por qué la economía en negro todavía, a casi 25 años de democracia, representa casi el 50%? ¿Por qué sobre el 50% de la economía blanqueada hay casi un 35% entre evasión y elusión? ¿Por qué el trabajo en negro todavía representa más del 40% de la población económicamente activa?

¿Por qué la extraordinaria renta financiera y de capitales sigue exenta de impuestos?

¿Por qué los recursos estratégicos de un país no están en manos del Estado?

¿Por qué se habla desde 1983 de «planes económicos» cuando no pueden diferenciarse nítidamente del trazado a partir del terrorismo de Estado?

¿Por qué las tierras fiscales -si el menemato dejó algunas- no se transforman en tierras productivas, agrícolas-ganaderas, por manos de los millones de desocupados agrupados en cooperativas que abastezcan en exclusividad al mercado interno?

¿Por qué para evitar la destrucción del suelo y el medioambiente que la sojización, inevitablemente produce, no se procede a la expropiación de tierra a los grandes popes del campo y se plantea, inclusive, la posibilidad de una profunda reforma agraria? ¿Por qué no ocurre lo mismo con bosques, minería, agua, energía, etc?

¿Por qué, juntamente con los reintegros a los pequeños productores, no se implementó una alícuota mucho mayor sobre el 4% de los terratenientes que representan el 70% de la producción?

¿Por qué el Indec todavía permanece en la nebulosa de la duda impidiendo el sinceramiento de las variables? ¿Por qué las metodologías de cálculo nunca se corresponden con la realidad, desde siempre?

¿Por qué la retórica intenta ser de izquierda y el manejo de la economía es de derechas?

¿Por qué un sector de la sociedad se considera con más privilegios que otros menos favorecidos para ejercer sus derechos? ¿Por qué los derechos adquiridos y la seguridad jurídica siempre son para pocos? ¿Por qué siempre son pocos los que perjudican a los más?

¿Por qué, las leyes de la física (los polos opuestos se atraen), pueden operar en el plano del comportamiento humano?

¿Por qué Moreno, al que todos supuestamente le tenían miedo, esta vez no pudo?

¿Por qué unos pocos pueden desabastecer al país? ¿Por qué, cuando el país está abastecido, hay hambre y desnutrición? ¿Por qué, el hambre y la desnutrición persisten aunque se crezca durante varios años a tasas chinas?

«Desde que los capitales monopolistas se apoderaron del mundo, han mantenido en la pobreza a la mayoría de la humanidad repartiéndose las ganancias entre el grupo de los países más fuertes. El nivel de vida de estos países está basado en la miseria de los nuestros» (Fragmento del discurso del Che, en Argel 24/02/1965)