«Mantenerse observador en un conflicto entre el poderoso y el desposeído, no es permanecer neutral sino apoyar al poderoso». (Paulo Freire- educador brasileño). ¿Por qué después de Malvinas, murieron igual cantidad de ex combatientes, como los que murieron en la guerra? ¿Por qué las inmensas movilizaciones de los aparatos sindicales, inmóviles ante el menemato, hace […]
«Mantenerse observador en un conflicto entre el poderoso y el desposeído, no es permanecer neutral sino apoyar al poderoso». (Paulo Freire- educador brasileño).
¿Por qué después de Malvinas, murieron igual cantidad de ex combatientes, como los que murieron en la guerra?
¿Por qué las inmensas movilizaciones de los aparatos sindicales, inmóviles ante el menemato, hace rato no lo hacen para defender el derecho de sus supuestos representados?
¿Por qué el producido de las retenciones va a favor de los grandes grupos económicos y en detrimento de la mentada redistribución?
¿Por qué, el otrora dilecto de Menem, Reutemann, no defendió al país como hoy defiende la postura de la protesta del campo; cuando su mentor lo desindustrializaba, lo rifatizaba, lo vaciaba económica, cultural e institucionalmente?
¿Por qué, si es cierto que «No vale la pena que le vaya bien a unos pocos si no nos va bien al conjunto», las políticas económicas, desde hace demasiado tiempo ya, apuntan en el sentido contrario?
¿Por qué las petroleras (todas transnacionales) no necesitan de movilización alguna cuando quieren mejorar su rentabilidad? ¿Por qué la familia Eskenazi (sindicada como banquera del actual poder político), casualmente, es la socia de Repsol-YPF que vende el 50% de las naftas y el 55% del gasoil en el país?
¿Por qué la escalada de precios casi nunca tiene que ver con la estructura de costos? ¿Por qué Pedro y Pablo en los ´70, cuando marchaban con bronca, hacían referencia a que también roba el comerciante? ¿Por qué, aunque la marcha de la bronca no se escuche, sigue vigente?
¿Por qué el desabastecimiento en los supermercados son cuanto menos, desde dos meses previos, al lock out?
¿Por qué casi todo se parece a la escena protagonizada entre el sindicalista Barreda y el empresario Montessi, en la cabaña de caballos de carrera de este último (que se puede apreciar en la película de Raymundo Gleyzer: «Los traidores»)?
¿Por qué siempre, todo es funcional a ese eufemismo llamado «los mercados»?
¿Por qué nunca se les ocurrió a los que tiran comida en sus protestas, entregarlas a los demasiados desnutridos?
¿Por qué se discute un instrumento de política económica, especialmente importante para las actuales circunstancias (pidiendo su derogación), en lugar de discutir la forma en que se asignarán dichos recursos o la forma de coparticiparlos?
¿Por qué el capital financiero como socio agropecuario viene a provocar distorsiones varias a contramano de las necesidades de la economía real y sustentable en beneficio para el país en su conjunto?
¿Por qué razón a casi 14 años de la imposición constitucional respecto de la coparticipación federal de impuestos, esta no sea da?
¿Por qué razón la CTA aún no puede lograr la personería gremial tras más de 24 años de democracia?
¿Por qué el tren bala es una prioridad en la mentada distribución de la riqueza?
¿Por qué si cada vez estamos mejor, las inmensas mayorías están peor?
¿Por qué el lock out sirvió para la especulación y la suba de precios, que terminaron licuando todos los acuerdos paritarios alcanzados?
¿Por qué no se ordenó desde el Gobierno o de oficio la justicia, como suele ocurrir con otros piqueteros, el despeje de las rutas? ¿Por qué los dirigentes del campo no tienen causas penales por el delito de cortar rutas, como suelen tener los sectores más vulnerables? ¿Por qué esta vez no hubo tanto escándalo con el derecho a la libre circulación?
¿Por qué no sería legítimo que infinidad de pauperizados, excluidos y desocupados corten todas las rutas del país por tiempo indeterminado hasta que se cumplan para ellos, la Constitución, los Tratados Internacionales, la seguridad jurídica y los Derechos Humanos?
¿Por qué quienes realizaron el lock out jamás pensaron en los movimientos de campesinos e indígenas que no siembran transgénicos y sin embargo, son despojados de tierras, arrasados con topadoras, reprimidos por fuerzas de seguridad privadas y/o públicas (avalados por la justicia, en algunos casos)? ¿Por qué ellos no están en la mesa de diálogo? ¿Por qué ellos no tienen subsidios?
¿Por qué los grandes grupos económicos pueden lucrar a costa de la diversidad agropecuaria, la deforestación, la contaminación de tierras y aguas, la destrucción de los suelos, la destrucción del medio ambiente, la biodiversidad y demás calamidades, sin reparación alguna y, demasiadas veces, sin impuesto alguno o evadiéndolos sin más?
«No hay otra definición del socialismo, válida para nosotros, que la abolición de la explotación del hombre por el hombre. Mientras esto no se produzca, se está en el período de construcción de la sociedad socialista y, si en vez de producirse este fenómeno, la tarea de la supresión de la explotación se estanca o, aun, retrocede en ella, no es válido hablar siquiera de la construcción del socialismo». (Fragmento del discurso del Che en Argel-24/02/1965)