Los pasos diarios que vive la historia política Argentina en estos últimos tramos de 2014, muestran, más allá de toda interpretación ideológica y de teoría política, la sucesión de hechos significativos que algunos festejamos y otros lamentan. Esto que parece algo corriente en el devenir de cualquier país que se transforma, en este momento peculiar […]
Los pasos diarios que vive la historia política Argentina en estos últimos tramos de 2014, muestran, más allá de toda interpretación ideológica y de teoría política, la sucesión de hechos significativos que algunos festejamos y otros lamentan. Esto que parece algo corriente en el devenir de cualquier país que se transforma, en este momento peculiar de la Argentina en el que se define a partir de fines del 2015 continuar creciendo en participación, inclusión y soberanía, o volver a las pautas neoliberales de un país para pocos y una mirada favorecedora hacia lo foráneo, lo torna indicador y crucial.
Orden y Derrame
La opción que bosqueja la oposición aspirante a suceder al gobierno, es restituir lo que llaman «orden» para favorecer al poder económico de los grupos industriales, agropecuarios y financieros para lo que se necesita retroceder en muchas de las conquistas alcanzadas en estos últimos años. Aspiran a restituir las recetas económicas de las corporaciones que argumentan que la riqueza del país depende de lo bien que a ellos les vaya en lo económico y que de ese modo podrán transferir sus riquezas en forma de inversión, créditos y bienes para todos los pobladores. Aspiran a que nuevamente la política esté sometida a las ambiciones económicas de las corporaciones económicas.
La política del gobierno es opuesta a esa tan mentada idea que por mucho tiempo nos insistieron acerca de la necesidad de crecer económicamente primero y luego distribuir. Lo que se lleva a cabo y se sostiene teórica y prácticamente es que es necesario distribuir para conseguir crecer. De esta manera se ha podido concretar adelantos y progresos palpables para gran proporción de la población que aportan al bienestar y al fortalecimiento de la esperanza de los habitantes. No es poco. Durante años, esgrimiendo la idea del «derrame», las mayorías más humildes fueron y siguieron siendo postergadas. El tiempo del derrame y posterior distribución nuca se lo ha vivido.
Conquistas y constante acción
Las conquistas obtenidas en estos últimos diez años fueron muchas y tan contundentes que la oposición partidaria que comenzó diciendo que iba a derogar todo lo conseguido, viendo la respuesta negativa que obtendría si así lo hiciera, cambió su discurso y a regañadientes esgrime que las jubilaciones seguirían en el estado, que YPF y Aerolíneas seguirían siendo estatales, que no se anularán los planes sociales, ni la Asignación Universal por hijo, etc, que aunque resulte asombroso, no son los empeños de la mayoría del arco partidario opositor.
También se ha creído que a esta altura el gobierno, que dejará funciones en diciembre de 2015, debe hacer la plancha. A cada iniciativa que se sigue presentando en el Congreso, los diputados opositores no quieren dar quórum. No se presentan, o se retiran, o se oponen o abstienen. Sin embargo, lejos de estar en retirada, la legislatura trabajó muy fuerte este año dictando leyes trascendentes para el país: Ley de pago Soberano que da al ejecutivo la potestad de seguir trabajando en la reestructuración de la deuda, se acordó con Repsol el pago correspondiente a la estatización de YPF, se sancionó el nuevo Código Civil y Comercial que fue discutido desde hace más de dos años en distintas instancias y foros con especialistas de distintos ámbitos. No parece costumbre de este gobierno parar ni en los peores ni en los mejores momentos políticos o económicos.
Ni esperanzas ni utopías
A países como el nuestro, trataron de pararlos de muchas maneras. Nos dijeron que había llegado el fin de la historia, lo que significaba que había llegado el fin de propuestas que contuvieran esperanzas de un mundo mejor. Ni esperanzas, ni utopías. El Dios mercado era el único que podía conducirnos. Los gobiernos democráticos de la región aceptaron ese designio y vivimos el neoliberalismo como solución y, claramente, sufrimos consecuencias de exclusión y sometimiento imborrables que llegaron a su fin cuando se sintió en carne propia que así no se podía subsistir. Muchos gobiernos de Latinoamérica, que han vivido este mismo proceso, hoy transitan estas democracias que luchan por la igualdad de sus habitantes, entendiendo que para lograrlo hay que ser soberano y libertario. No sin grandes esfuerzos, estos países, han salido del neoliberalismo consolidando democracias que han acordado en que la unión con los demás países democráticos de la región los hace más fuertes en su lucha soberana. El rechazo al ALCA y la formación de la Unasur y el MERCOSUR, son entidades que los agrupan que van en ese camino.
Deuda Externa – Fondos Buitre
La definida posición de Argentina ante el ataque de los fondos buitre externos e internos, es una acción que enaltece el camino elegido para tratar la deuda externa que el país tiene por el accionar de gobiernos anteriores, de dictadura primero y luego de gobiernos democráticos que abrazaron al neoliberalismo. Se enfoca con precisión la relación entre la deuda y el poder interno y externo, que no son inocentes al tratar de interponerse ante cualquier posible arreglo beneficioso para los países subordinados. Esto pasa con todos los países que han sido dependientes de estos poderes, de allí que el accionar de nuestro país en esta materia, sirve también para todos los países hermanos con similar problemática. Los países son asequibles frente al accionar de grandes empresas multinacionales que además de controlar la producción y el mercado domina la tecnología y su aplicación. Por ellos se pretende que pase cada decisión autónoma de los países subordinados cuando pretenden hacer su propia planificación. La necesidad de importar es una dificultad para los países que viven de la exportación de productos primarios sin valor agregado, dado que las divisas obtenidas por las exportaciones es menor que la necesaria para importar. De allí la importancia de los planes tecnológicos e industriales llevados adelante en este último período que contempla la sustitución de importaciones favoreciendo además de por el ahorro de divisas, la independencia industrial, la creación de mano de obra contribuyendo así a la creación de empleo genuino y movimiento interno comercial. La tecnología, la energía, los recursos naturales son temas instalados en el proyecto político porque la economía del país está fuertemente relacionada a estos contenidos. De haberle hecho caso a lo exigido por los Fondos Buitre y avalado por sectores internos opositores al gobierno, este camino fructífero iniciado, hubiera sido cercenado.
Desde los 90, con la política de la convertibilidad, se fue conformando la gran deuda externa que fue e intenta ser el timón de nuestra economía. Las reestructuración de la deuda con el blindaje primero y el megacanje después en 2001, llevaron al default de la deuda. En los gobiernos kirchneristas se efectuaron dos nuevas reestructuraciones en 2005 y 2010 con una quita del 70% y con un 93% de aceptación. Una sentencia de el juez Griesa confirmada por la Corte Suprema de Estados Unidos, intenta llevar al fracaso a esta notable reestructuración. Es una lucha con el capital financiero internacional que muestra la falta de legislación en la materia y que es usada en contra de las reestructuraciones posibles de los países emergentes.
Recientemente, en la reunión del G-20, Argentina, a través de su ministro de economía Axel Kicillof, advirtió públicamente acerca del riesgo que significa que los fondos buitre puedan bloquear reestructuraciones ya acordadas de la deuda. Esto afecta especialmente a los países como el nuestro que saliendo del neoliberalismo, trabajosamente, están recuperándose económica y socialmente. La relación es directa, cuando más deuda han contraído respecto a su producto interno, mayor es el esfuerzo que hay que realizar para salir de la recesión. De allí la necesidad de contar con un instrumento legal internacional para que los países tengan un marco jurídico para tratar estos temas evitando el comportamiento arbitrario de los sectores especulativos, como ocurre actualmente con la acción de los fondos buitre en relación a la reestructuración de nuestra deuda.
La advertencia argentina tuvo una respuesta positiva ya que esta cuestión ha sido incluida en el documento final de la Cumbre. Tanto Kisillof como el canciller Héctor Tímerman, también participante de la Cumbre del G-20, calificaron este hecho como «un hecho histórico».
Es de destacar, quizás a modo anecdótico pero interpretativo, que los líderes de las naciones y aún los jefes de Estado, en el transcurso de la reunión, fueron cambiando el lenguaje, casi naturalmente, pasando de la denominación «grupos financieros», con la que se referían a los grupos especulativos, a «fondos buitre».
País que funciona y reclamos – Peronismo, Progresismo, Gorilismo, Socialismo
Podemos decir que éste es un país que está funcionando y que hay varios tópicos trascendentes que hacen historia de la buena para la política argentina y latinoamericana.
También vale pensar en algunos reclamos. Rotundamente, no a los de la derecha que quiere volver al liberalismo, mayoría del arco opositor. Interesa comprender posiciones progresistas que, genuinamente (o no), esperan acciones más radicales, muchas veces ignorando (u ocultando) la tremenda dificultad que implica cada paso que se da en contra de los poderes establecidos.
Esto lleva a la discusión eterna, en la interpretación de la historia argentina, del Peronismo. Hay una clara oposición al peronismo desde la izquierda basada en una premisa ideológica valedera que es cómo puede validarse la idea del peronismo que es conciliador entre la clase obrera y la clase media y que concierta el socialismo nacional con el capitalismo, aunque lo adjetiven «humano». El lugar de la «izquierda buena» es dificultoso porque interpela al peronismo desde otro lugar que el gorilismo, pero se ve muchas veces rozando esa misma condición. Cuesta desde el punto de vista ideológico e intelectual al izquierdismo apoyar al peronismo, pero vale la pena recordar y valorar que el mayor movimiento de masas que se produjo en el país fue con el peronismo. La resistencia peronista proscripta por años es una muestra de la lucha de clases que siempre involucró al peronismo. Proveniente de esa lucha, en los 60 y 70 surge el llamado peronismo de izquierda que atrajo a muchos de los izquierdistas que reconocieron, justamente, ese papel primordial en la lucha de clases que surgió desde el peronismo.
Hoy las cosas son diferentes. El kirchnerismo viene del peronismo pero incluye transversalmente, como gustan decir, sectores del progresismo, no peronistas pero anti gorilas. Hasta dónde puede profundizar el kirchnerismo no lo sabemos. Por ahora, sigue actuando en la dirección que cualquier progresista de buena leche desearía. Más inclusión, más igualdad, más desarrollo científico-tecnológico tendiente a la autonomía soberana. Mayor y crucial enfrentamiento con los monopolios internacionales y nacionales. Aún para aquellos que se proclaman progresistas (y no consideran al kirchnerismo progresista), no parece que las acciones políticas desarrolladas en este período, se van pareciendo menos a lo aspirado, que las realizaciones de los sujetos pertenecientes al Frente Amplio Progresista, o al UNEN, o actualmente al Frente Amplio UNEN o FAUNEN, al que pertenecen la Coalición Cívica ARI, Proyecto Sur, Libres del Sur, Partido Socialista, Partido Socialista Auténtico, Unió Cívica Radical y Gen. Los que proponen como única opción válida para el futuro una Argentina socialista, como el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), compuesto por el Partido Obrero (PO) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), tampoco en sus actos parecen acercarse al ideario socialista con sus realizaciones. Precisamente, en conflictos que se han gestado desde el gobierno, de enfrentamiento con los monopolios, se han colocado del lado liberal, por conveniencia momentánea, por minutos de TV o por seguir con el lema «cuando peor mejor».
Preguntas válidas sin las necesarias respuestas
Advierten a los ciudadanos con el fracaso económico que se avecina, ajuste, devaluación. Pareciera una expresión de deseos. No se manifiestan para elogiar ninguna acción soberana que asume el país que es destacada en el mundo, ni la apertura de todas las paritarias, ni la movilidad automática en las jubilaciones, etc. Cuando liberales apelan a la necesidad de volver a privatizar Aerolíneas y aún YPF, no salen a defender la postura estatal. Lamentablemente, todo este arco opositor progresista no está contribuyendo, como debiera ser, si el deseo real fuera profundizar más hacia la equidad y soberanía, hacia la justicia social, hacia la independencia tecnológica, factores necesarios en la emancipación total nacional. Su función en este camino sería importantísima. ¿Creen que si el gobierno que sigue a éste en el 2015, retoma el camino anterior a 2003, el país no va a estar mucho peor? ¿Creen que si no es la dictadura del proletariado, da lo mismo lo que vivimos hoy que en los 90? Preguntas válidas sin las necesarias respuestas.
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