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PRISA, la modernización capitalista y su agresión obrera ininterrumpida

Fuentes: Rebelión

Más allá de editoriales de vómito, de informaciones sesgadas, de revistas masculinas para hombrecitos de clase media-alta, de colaboradores sumisos o muy serviles, de cosmovisiones sionistas, antichavistas e imperiales, están las relaciones laborales internas del grupo. Muchos trabajadores/as despedidos en una de las últimas «remodelaciones» ya lo advirtieron: no serán las últimas medidas antiobreras que […]

Más allá de editoriales de vómito, de informaciones sesgadas, de revistas masculinas para hombrecitos de clase media-alta, de colaboradores sumisos o muy serviles, de cosmovisiones sionistas, antichavistas e imperiales, están las relaciones laborales internas del grupo. Muchos trabajadores/as despedidos en una de las últimas «remodelaciones» ya lo advirtieron: no serán las últimas medidas antiobreras que tomarán, no están por acuerdos, ni de mínimos ni de máximos. Acertaron. No lo son los «últimos ajustes».

Prisa ha emprendido una nueva oleada de recortes y hachazos [1]. Para celebrar el año nuevo: ¡viva 2014! El objetivo, en jerga neoliberal: seguir ajustando las cuentas de la corporación «a la espera de que se dinamicen sus ingresos». En la tarde del lunes 20 de enero, se comunicó «a los trabajadores de Canal Plus un recorte del salario de un 10% por las ‘pérdidas operativas’ de la compañía». No sólo eso: «a comienzos de semana se presentaba un ERE en ASIP (empresa de servicios de Prisa) para despedir a 98 empleados» (el recorte salarial del 10% afectará a los trabajadores que no sean despedidos).

En lo que queda de mes, se cree que nuevas divisiones del Grupo anunciarán más y más recortes. ¡La contrarrevolución ininterumpida!

No sólo es eso. Canal Plus ha anunciado también el recorte de otras prestaciones sociales (la subvención del comedor y del transporte). ¿La justificación? La esperada: la situación económica de la compañía no ha mejorado en 2013. ¡Hay que recortar y despedir, no queda otra! La empresa habla de «los malos resultados de los primeros nueve meses con pérdidas netas de casi 60 millones de euros». Añaden, en tono de justificación humanista, que «han recortado ‘en todo lo posible’ antes de proponer estas medidas». En el sueldazo del señor Cebrián y de otros grandes ejecutivos de la casa por ejemplo.

La reducción salarial se plantea provisionalmente, hasta que se vuelvan a conseguir beneficios suficientes. «Si, a medio plazo, el mercado se comporta de la manera esperada, es razonable pensar que lo podamos conseguir». Humo, inmenso humo; engaño, cuento falsario, otro más.

No es, por supuesto, la única empresa del grupo. Esta misma semana se ha sabido de un ERE en Agrupación de Servicios de Internet y Prensa (ASIP), una empresa de servicios del Grupo. Ha anunciado un ERE que afectará a más del 50% de la plantilla, a 98 de los 195 trabajadores de la plantilla. Además, complementariamente, de una rebaja salarial del 10%.

Los sindicatos, más que prudentes, señalan con razones más que atendibles lo que la dirección busca con estas medidas: despedir nada menos que a la mitad de la plantilla y abaratar, como dicen ellos, los costes laborales. Todo ello, sin respetar por supuesto «los acuerdos alcanzados entre la parte sindical y la empresa Prisa el 14 de junio de 2011», un acuerdo de mínimos que velaba, se dijo, por la conservación de los puestos de trabajo. El punto nodal de los acordado. ¡Tonterías! ¡A la papelera con el acuerdo!.

Pero, ¿serán los únicos recortes? No. Las informaciones indican que serán «sólo los primeros pasos y que los recortes salariales se intentarán aplicar en casi todas las empresas». En las próximas semanas, serán otras compañías del grupo menos conocidas quienes anuncien las nuevas noticias y agresiones.

Mientras tanto, eso sí, los propietarios usamericanos del grupo se ubican en las cercanías de esos 85 super-ricos que concentran tanta riqueza como 3.600 millones de personas empobrecidas del mundo y los ejecutivos de la «marca España y V de Alemania» se incluyen entre el selecto grupo de ricachones hispánicos que tienen mando en plaza y acumulan dinero y dinero, tanto como 9 millones de ciudadanos empobrecidos de este país de países, el de la historia más triste que decía, con la razón e indignación del mundo, Jaime Gil de Biedma.

Notas:

[1] http://www.prnoticias.com/index.php/periodismo/1147/20127325

Salvador López Arnal es nieto del cenetista aragonés asesinado en Barcelona, en mayo de 1939, por defender la Segunda República de todos los pueblos de España, José Arnal Cerezuela.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.