El movimiento popular y los organismos de derechos humanos atravesamos una situación contradictoria. Por un lado, se han conseguido, gracias a la lucha popular y de los organismos, algunas victorias como las condenas al «Turco Julián» y el comisario Etchecolatz. Ello en el marco especial de 2006, al cumplirse treinta años del golpe. Pero por […]
El movimiento popular y los organismos de derechos humanos atravesamos una situación contradictoria. Por un lado, se han conseguido, gracias a la lucha popular y de los organismos, algunas victorias como las condenas al «Turco Julián» y el comisario Etchecolatz. Ello en el marco especial de 2006, al cumplirse treinta años del golpe.
Pero por otro lado, y como consecuencia de ese avance, la derecha se reagrupa para golpear y evitar su derrota. En ese marco se produce el secuestro del compañero Julio López y aún hoy, a 45 días de su desaparición, no se lo ha podido hallar con vida.
Este hecho generó un profundo debate. ¿El blanco principal de los derechos humanos debe ser Néstor Kirchner? ¿Es el presidente el responsable de esta desaparición? Algunos sectores de izquierda y otros de derecha sostienen que sí. Nosotros creemos que no lo es y que sería terrible confundir el enemigo central, que no es otro que el fascismo y los genocidas, más allá de las legítimas críticas que nos merece la gestión K. Pero ésa es una discusión a dar en un congreso o plenario nacional de derechos humanos. ¿Cómo responder a la agresión fascista? Con Unidad, Movilización y Autodefensa de masas.
La UNIDAD es con todos los que abominan del fascismo, incluso sectores del gobierno de Kirchner y sectores populares que tienen una buena opinión de éste. Aquí hay otro debate porque existen los que no están de acuerdo con la unidad amplia contra los genocidas. La MOVILIZACIÓN incluye actos y contramarchas a los fascistas de «Memoria Completa» y demás fachos, cuando ellos quieren ganar la calle. Algunos organismos de derechos humanos no comparten la posición de los contraactos, porque piensan que eso es hacerle el juego a la derecha y darle aire a la teoría de los dos demonios. Creemos que hay que confrontar con los fascistas en las calles, tomando el ejemplo bolivariano de Venezuela contra golpistas y escuálidos. AUTODEFENSA DE MASAS porque no creemos que haya que pedirles a Kirchner o Solá que nos pongan un policía federal o de la maldita bonaerense en nuestros domicilios. Los militantes tenemos que cuidarnos entre nosotros y no con la policía corrupta.
Todos estos tópicos ameritan un profundo debate político. Otro tanto con la idea de querellar por genocidio, donde también hubo diferencias entre los querellantes en las causas contra los genocidas. Nosotros coincidimos con Justicia Ya La Plata y los que creen que hay que promover las querellas por genocidio, mientras otras organizaciones consideran que no. Hay que analizar la relación adecuada entre la lucha contra los genocidas de ayer y el movimiento por la libertad de los presos políticos y sociales de hoy, reprimidos por la policía mandada por el gobierno K, y la necesidad de amnistía para los miles de luchadores procesados. Para debatir estas y otras cuestiones de fondo y elaborar un plan de acción unido para 2007, sobre la base del balance de este rico y duro año 2006, proponemos convocar a un CONGRESO NACIONAL DE DERECHOS HUMANOS. Estimamos que la fecha más propicia es el viernes 8 de diciembre (feriado), en La Plata, Buenos Aires o Córdoba, según resulte más propicio a la participación de la mayor cantidad de representantes. Podría ser un buen final de año, en unidad y lucha. Y el jueves 7 de diciembre hay que hacer la Marcha de la Resistencia en Plaza de Mayo, que el año pasado quisieron dar por muerta.
Firman:
Irina Santesteban, coordinadora de la la Comisión de Homenaje a los Desaparecidos y Mártires Populares.
Irma Ramacciotti de Molina, secretaria de esa Comisión e integrante de Abuelas de Plaza de Mayo.
Bernardino Zaffrani, abogado de derechos humanos, Río Gallegos, Sta Cruz. Roberto Marmolejo, testigo en causa de derechos humanos, Mendoza.
Elena Rivero, activista docente y miembro del grupo de derechos humanos Chaguar, de Salta.
Adhesiones a: