La mayoría de los analistas políticos destacan el contundente triunfo de la oposición en las elecciones a constituyentes de la provincia de Misiones. Con casi 13 puntos de diferencia, el FUD del obispo Piña, se impuso sin atenuantes, frente a la desconocida candidata del Frente Renovador, del gobernador Rovira y a las políticas de reelección […]
La mayoría de los analistas políticos destacan el contundente triunfo de la oposición en las elecciones a constituyentes de la provincia de Misiones. Con casi 13 puntos de diferencia, el FUD del obispo Piña, se impuso sin atenuantes, frente a la desconocida candidata del Frente Renovador, del gobernador Rovira y a las políticas de reelección indefinida impulsada presidente Néstor Kirchner.
El éxito del «NO a la reelección», sin duda, oscurece los propósitos de los ocupantes de la Rosada de federalizar los términos constitucionales existentes en la provincia de Santa Cruz, que permitieron al actual presidente presentarse como candidato, en cada una de las elecciones y ser reelecto gobernador durante 12 años continuados.
La aplastante derrota electoral en la provincia de Misiones, es en este sentido, una nacionalización de la crisis de este objetivo. No sólo se trata de la derrota de un opaco caudillo local, sino de la fracaso de todo un plan del kirchnerismo para perpetuarse en el poder a partir de reformas constitucionales, que monten aparatos de gobiernos adictos a nivel provincial.
La intención de renovar mandatos en forma indefinida en las Provincias tiene como blanco dar una continuidad previsible a las aspiraciones presidenciales. Kirchner intenta, a partir de estas reformas, evitar que cada cuatro años los avatares de la lucha electoral pongan al desnudo la descomposición de camarillas provinciales, y que esta descomposición genere brechas lo suficientemente grandes que impidan seguir adelante con la sumisión de las provincias a Nación.
Misiones fue, en este sentido, el ejemplo más claro de nacionalización de la derrota del mecanismo feudal propiciado por el primer mandatario y la puesta en crisis del modelo de hegemonía centralista que empieza a caminar rengo. La derrota electoral de Kirchner pone en riesgo además las aspiraciones de Felipe Solá en Buenos Aires y de Fellner en Jujuy y abre las puertas a toda una crisis descomunal por las candidaturas en el resto de las provincias que puede terminar con el desenlace de uno, dos…mil San Vicentes.
El gobernador Rovira fue criticado por sus opositores por recurrir a los métodos clientelares de todos los políticos burgueses de turno; reparto DNI en forma indiscriminada, mercaderías y subsidios, aprietes directos, mediante patotas, e indirectos, con amenazas de perdidas de trabajo, etc. Las acusaciones en contra del gobernador Rovira no dejan de llamar la atención viniendo de quienes vienen.
El frente de Unidos por la dignidad (FUD) es un armado político que agrupa desde el ex-gobernador Puerta, pasando por la iglesia, el PRO, sectores socialistas y dirigentes locales de la CTA.
Muchos opinadores destacan la vocación democrática del pueblo misionero, el cual puso de espaldas a todo el aparato partidario y clientelar para imponer el NO, pese a las abiertas prácticas corruptas del gobernador Rovira. Pero debemos ser justos en la apreciación de este fenómeno y analizar lo que hay en frente.
1-Porque la iglesia, de Piña y Bergoglio, ha utilizado el recurso clientelar a los desposeídos en forma sistemática desde el principio de los tiempos, como una positiva manera de ejercer el control sobre las almas. La cárítas eclesiásticas se han apoyado desde siempre en la misionera labor de hacer llegar a los pobres las sobras que permitan la continuidad del sistema de dominación de clases.
2- Porque el actual senador Puerta tampoco es ajeno a estas prácticas. Todo lo contrario, durante su mandato en el gobierno de Misiones los índices de pobreza crecieron en forma escandalosa. Misiones es una provincia donde la prostitución infantil, el trabajo esclavo y resto de lacras que acompaña a las recetas de los gobiernos capitalistas y terratenientes no soportan comparaciones. Y esto fue así tanto con Rovira como con el senador ahora devenido en demócrata.
3- Porque no se puede esperar de los Macri y de los Blumberg, aliados al FUD, que estas prácticas clientelares y represivas pasen a la historia. Sólo algún iluso desinformado puede considerar que estos dos personajes, aliados al gatillo fácil y a cuanta experiencia represiva se lleve adelante, pueden tener motivaciones democráticas en los feudos provinciales.
El FUD es un acuerdo episódico de fuerzas heterogéneas, que en ningún momento se preocupará por darle a la Asamblea Constituyente un curso distinto al regimentado por Rovira. En realidad las elecciones del pasado domingo adquieren la forma de un plebiscito por el SI o por el NO. Nadie discutirá darles tierras y viviendas dignas a los vecinos de El Brete, que viven entre desechos de basura y amenazados constantemente por las inundaciones. Nadie discutirá ponerle fin a la mortalidad infantil y al trabajo esclavo de niños en yerbatales y tabacales. Nadie discutirá como ponerle fin a la pobreza y a la infamia de niños y jóvenes prostituidos para poder comer. Nadie discutirá revisar los libros de ese templo de corrupción llamado Yacyretá.
El FUD se transforma, de esta manera, en un fraude a las aspiraciones democráticas del electorado misionero y terminaría disuelto entre pujas internas a la hora de discutir una política de fondo en contra de estas lacras. Es por eso que ya se reconoce que la Constituyente no necesita reunirse. Con lo cual los problemas en Misiones seguirán empeorando después de las elecciones.
La Misiones profunda le dio un fuerte golpe a las políticas clientelares del oficialismo al votar en contra de la reelección. Pero, también le dio un fuerte golpe al progresismo vernáculo y su capacidad de análisis sobre la situación política. La mayoría de los pronósticos anunciaban el triunfo oficialista, a partir de que el presidente Kirchner visitó la provincia en setiembre último; algunos de estos pronósticos aseguraron el mismo día de las elecciones que el crecimiento de los índices de aprobación al gobernador Rovira «fueron de un 60 a un 72 %» por la intervención del presidente en la campaña; el cual a su vez creció a un extraordinario 92 % de adhesión entre el electorado (Pagina12). Poco importó al progresismo vernáculo, si estos crecientes índices se basaban en el reparto de pedazos de carne entre las familias más pobres. Los «progres», a la hora de defender los logros de la «nueva política» poco les importa que se recurran a los métodos de la vieja y podrida política clientelar. Las elecciones misioneras demuestran que las ilusiones de los pueblos van camino a esfumarse, mientras que el «progresismo» oficialista y borocotizado se empeña en una defensa sin principios del gobierno del superávit.
Las elecciones de la provincia de Misiones servirán, sin duda, para sacar muchas conclusiones. Siendo la principal de todas, que la crisis política por la que atraviesan el conjunto de las camarillas oficiales necesitarán de algo más, que de un pedazo de carne arrojado desde un camión, para convencer a los pueblos de las bondades de la «nueva política».
El pueblo misionero, sin dudas, obtendrá todas las conclusiones de la paliza que inflingió al kirchnerismo en estas elecciones, lo que se transformarán en una tendencia que evitará que la «piña se vuelva en contra del pueblo».
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Daniel Cadabón es Delegado de Base Suteba, La Plata