¿De dónde venimos? En el transcurrir del gobierno que comenzó en 2003 y continuó hasta 2015, se fueron dando acontecimientos que no pensábamos que íbamos a vivir así, democráticamente, después de tantos años de neoliberalismo. Veníamos de gobiernos con conductas neoliberales, practicadas desde el Peronismo por Carlos Saúl Menem y del Radicalismo por De la […]
¿De dónde venimos?
En el transcurrir del gobierno que comenzó en 2003 y continuó hasta 2015, se fueron dando acontecimientos que no pensábamos que íbamos a vivir así, democráticamente, después de tantos años de neoliberalismo. Veníamos de gobiernos con conductas neoliberales, practicadas desde el Peronismo por Carlos Saúl Menem y del Radicalismo por De la Rúa.
Cuando fue avanzando el gobierno del Presidente Néstor Kirchner, proveniente del Peronismo, tuvimos una grata vivencia al ver que se ocupaba con fervor de los Derechos Humanos con Verdad y Justicia, de la Soberanía Nacional y de la Integración Latinoamericana. Las experiencias anteriores nos hicieron dudar acerca de si el camino tomado era sólo un refresco y luego se volvería a ceder ante las exigencias constantes de los países centrales, en especial Estados Unidos, de las Multinacionales y de los cómplices internos.
Con el transcurrir de los años, con felicidad, se pudo comprobar que, por el contrario, no fue un destello. Cada vez se fue reforzando y profundizando el camino hacia la emancipación nacional y equidad, que fue tomando el Gobierno Nacional y Popular que llamamos Kirchnerismo o más ampliamente, el desarrollado por el Frente Para la Victoria.
Resolución 125
Hubo un antes y un después en este acontecer Nacional y Popular que vivimos con entusiasmo y convicción. El punto de inflexión fue la determinación del Estado Nacional, en marzo de 2008, de retener un mayor porcentaje de los derechos de exportación a los cultivos más significativos. Esto fue una muestra muy clara del rumbo del gobierno que profundizaba así el concepto de equidad o distribución, al diferenciar estas retenciones según los distintos sectores del agro nacional.
Las corporaciones económicas, las judiciales y los medios hegemónicos vinculados al poder, comenzaron una guerra concreta y explícita. Transcurridos tres meses de lockout patronal, el gobierno envió al Congreso un Proyecto de Ley que confirmaba la Resolución 125, introduciéndose medidas especiales para los pequeños productores, lo que significó una política muy trascendente para beneficios de los medianos y pequeños productores. Por supuesto que la Sociedad Rural y la Confederación Agraria rechazaron la medida ya que nunca admitieron la idea de que aporten más los que más ganan.
Carta Abierta
Fue un momento muy difícil para la democracia argentina que estaba en suba. Los grandes medios solidarizados con el agro formaron una oposición infranqueable para aislar al Gobierno Nacional y Popular de toda la sociedad.
Miembros de la cultura tomaron la palabra, en forma de Cartas, para salir del encierro provocado por los Medios y la fuerte acción opositora. Se formó allí el espacio Carta Abierta. Tenían consciencia política y social que les hacía ver la intensión destructiva para con el Gobierno Nacional y Popular. La vida democrática y popular estaba realmente amenazada.
Las cartas se fueron sucediendo con la intensión de esclarecer y no caer en la consigna fácil y con el propósito de dejar en evidencia la fuerte acción opositora a todo acto de gobierno que ya, sin ninguna duda, era un gobierno que trabajaba hacia la equidad social y que ejercía en todos los planos, actos soberanos.
Las Cartas dejaban en claro, la defensa al proyecto democrático más avanzado que la Argentina haya vivido.
A partir de 2008, las acciones tomadas por la oposición, con la clara intensión de que el gobierno no siguiera profundizando las fuertes medidas populares y democráticas. Fueron nombradas cono «Clima destituyente».
También debido a los progresos en la vida democrática, se denominó al gobierno como «Gobierno Nacional, Popular y Democrático».
Estas designaciones surgidas en el devenir político, representan una fuerte calidad simbólica que el período de gobierno comprendido entre 2003-2015, supo acreditar en su esencia.
Algunas características a destacar
El gobierno que gobernó, hasta 2015, al que llamamos kirchnerismo, y que Carta Abierta valoró porque supo apreciar la voluntad política que fue profundizando, con el transcurrir del tiempo, la noción de «Gobierno Nacional, Popular y Democrático», tuvo además una característica particular, que es bueno destacar. Fue imponiendo medidas emancipadoras surgidas de sus intenciones. No obedecieron a pedidos ni presiones populares. Gran parte del pueblo las aprobó inmediatamente, otros con el tiempo, al recibir los beneficios que las políticas adoptadas les brindaban. Otros rechazan y tratan de desprestigiar a como tenga lugar. Son los que nunca quisieron ni quieren que la igualdad sea una meta. Prefieren siempre ser privilegiados creyendo que los son por mérito propio.
Las grandes movilizaciones populares, en ese período fueron para festejar. Si tomamos conciencia de esto, cómo no levantar la copa.
El péndulo
Es importante puntualizar, a esta altura del desarrollo del gobierno neoliberal actual, que como es costumbre en este tipo de gobierno, vino con la idea ortodoxa de la economía que se apoya en instituciones financieras y en los medios hegemónicos de comunicación, económica y socialmente no ofrece soluciones.
Los que se identifican con este tipo de modelo económico, son el sector agropecuario, el exportador y el financiero que tienen en su discurso la propuesta de la efectividad del sacrificio, del no consumo y de la confianza al proceso vigente.
Los argumentos que usan para defender sus medidas recesivas están basados en los supuestos fracasos de los gobiernos populistas. Argumentan que las medidas tomadas que incrementan los salarios, la actividad económica, el consumo, el crédito, hacen que aumente el déficit del presupuesto, la inflación, el desequilibrio entre importaciones y exportaciones va a la baja, se llega al desabastecimiento y en consecuencia se ven obligados a tomar esas medidas duras. Consideran que los perjuicios que provocan, son necesarios por un período para poder salir adelante.
Estas ideas fueron muy bien descriptas por el Ingeniero Marcelo Diamand en 1983, en un trabajo llamado «El péndulo argentino: ¿Hasta cuándo?». Diamand lo explicaba como «el crónico déficit estructural argentino» y a la oscilación pendular de la política económica entre dos corrientes marcadamente opuestas (Informe Industrial 2018). Se ha opinado en distintos sectores que sus ideas siguen vigentes. El debate sigue vivo.
Nos vemos obligados, a pesar de reconocer la calidad del trabajo de Marcelo Diamand, a remarcar que sería muy equivocado considerar que el período 2003-2015 del gobierno kirchnerista, está comprendido en la descripción general que se ha hecho de los gobiernos llamados populares.
Los interesados en desprestigiar el gobierno del Frente para la Victoria, lo incluyen linealmente en esa posición del péndulo.
Gobierno Nacional Popular y Democrático
Hay quienes están impedidos de ver con claridad los sucesos, no corrientes en las democracias formales, porque su ideología de creerse merecedores de privilegios, respecto de otros ciudadanos, desprotegidos, pertenecientes a los conjuntos más pobres, con pocas oportunidades para el crecimiento, los hacen sentir que lo que se les da a estos sectores, es derroche. Nunca pensaron en la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, como algo fundamental que debe plantearse cualquier gobierno que busca gobernar para todos, sin privilegios. De allí que se denominan gobiernos populares.
Tampoco han sentido profundamente, lo que es ser nacionalista en países, como los latinoamericanos, que de un modo a otro siguen peleando por su soberanía. Estados Unidos, principalmente, y otros países capitalistas, siguen actuando como dueños que ponen condiciones a estos países dependientes para asistirlos de forma usurera. Ser nacionalista en los países como los latinoamericanos es pelear por la soberanía del país. No depender de estos poderes y trabajar para el trabajo nacional. Si no somos capaces de crecer económica y socialmente autónomamente, no somos independientes, aún en este siglo XXI. Por eso los gobiernos que sí han trabajado por la soberanía se llaman Nacionales.
Generalmente, los movimientos populares que traen muchos cambios a favor de los más humildes no han tenido formas democráticas. Pero el gobierno que trabajó con convicción en la dirección de equidad y soberanía desde el año 2003, hasta el año 2015, en Argentina, nuestra patria, se ocupó también en fortalecer la democracia.
Podemos decir, con fundamentos, que hemos vivido en ese período, un gobierno Nacional, Popular y Democrático. Se diferencia notablemente de la descripción simple que se hace de los períodos populistas en ese lado del péndulo
Algunas acciones concretadas en el Gobierno Nacional, Popular y Democrático durante el gobierno kirchnerista
Vivimos doce años que, quienes estamos comprometidos afectivamente a la patria, porque nos interesa y creemos que pelear por la soberanía de la patria en que nacimos y habitamos es una tarea necesaria, ineludible y noble, nos dieron respiro, ilusiones y satisfacciones porque el camino que se tomó fue hacia la equidad, hacia la restitución de derechos, hacia la soberanía.
Hacia la equidad: Muchas personas que siempre estuvieron excluidas socialmente del país, vivieron la inclusión, ser parte, hallarse con derechos, poder tener y gozar de atribuciones que nunca habían vivido. Se implementó la Asignación Universal por Hijo, se distribuyó a cada escolar una notebook, se dieron subsidios para que la gente no tuviera que pagar tanto a las empresas de Luz, Gas y Agua y para el transporte. Se pudieron jubilar personas que no tenían los aportes correspondientes porque fueron trabajadores en negro o amas de casa, trabajadores nunca valorados. La jubilación fue aumentada con una fórmula que tenía en cuenta la recaudación y la inflación, todos los meses de marzo y de septiembre, de modo que no pierda valor frente a la inflación. Se construyeron miles de casas a través del Programa PROCREAR, que daba créditos no indexados para construir la casa propia de miles de personas. Se implementó el Plan Cunitas, que otorgaba a cada niño nacido una caja con todos los objetos prioritarios para los primeros momentos de cada nueva vida. En educación el presupuesto aumentó considerablemente. Mejoras y creación de nuevas escuelas. Se crearon 17 nuevas Universidades Nacionales en distintos puntos del territorio argentino, lo que dio la oportunidad a muchos jóvenes sin recursos a acceder a la Universidad y muchas cosas más.
Hacia la soberanía: Se ocupó de tratar la deuda externa de modo de desendeudarse y desprenderse del FMI, para poder manejar con autonomía el manejo de los intereses financieros. No se dejaron cuentas externas abiertas. No se les pagó a los Fondos Buitre, se recuperaron las empresas nacionales que habían sido vendidas, restándonos soberanía, como YPF, Aguas Argentinas, Aerolíneas Argentinas. Se nacionalizaron los fondos jubilatorios que estaban en las AFJP, que se quedaban con usureros intereses de los fondos de los jubilados. Se construyeron satélites nacionales que se mandaron al espacio, que estaban orientados a poder llevar conexión a lugares recónditos del país y para tener privacidad en comunicaciones. Se reanudó el Plan Nuclear, que había sido totalmente detenido y se pudo terminar Atucha II y hacerlo funcionar hasta el 100% de potencia. La industria creció y se mostró que se podía progresar en lo nacional para tender a depender cada vez menos de las grandes corporaciones. Se reforzó y contribuyó a la relación con los otros países Latinoamericanos, con la idea de formar La Gran Patria Latinoamericana. Se tenía en claro que cada país tiene algo fundamental necesario para el desarrollo y la idea es no necesitar más de Estados Unidos y los demás países capitalistas.
Estado actual
Estamos viviendo desde diciembre de 2015, un Estado Destructor. No es que les sale mal, vinieron a eso a destruir todo lo logrado en soberanía nacional. Los grandes países imperialistas no aceptan que haya gobiernos independentistas como fueron Brasil, Ecuador, Argentina, Uruguay, Venezuela, como lo es Bolivia.
Atacan de todos modos, mintiendo, inventando causas a los integrantes de los gobiernos nacionales y populares que vivimos en los años anteriores. En Argentina comenzaron a destruir, aun cuando estaba el gobierno de Cristina Kirchner, con el Atentado a la Amia y con el caso Nissman. Actualmente continúan insistiendo con estos eventos, que han sido desechados ya varias veces. El arma utilizada para destruir nuestra soberanía, en la actualidad, es el Fondo Monetario Internacional.
En este gobierno encontraron los soldados necesarios para esta destrucción que la realizan alevosamente. Arruinan la Industria Nacional, la Educación Nacional, cierran escuelas, disminuyen el presupuesto en educación, en salud. Disminuyen las jubilaciones que ahora aumentan menos que la inflación, se eliminan las moratorias para jubilarse a las personas que no tienen los aportes completos. A la Ciencia y Técnica, las Universidades, al Conicet se les corta presupuesto y se detienen los programas de desarrollo autónomo. Se echa personal, consecuentemente, del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Se pierden miles de puestos de trabajo… y más y más medidas regresivas.
No hay otra posibilidad, si nos interesa que Argentina sea un país independiente, que ser opositor. La tarea no es fácil, pero la gente está tomando conciencia de la situación de pérdida continua que estamos viviendo. Continuamente hay grandes movilizaciones, en todo el territorio, para mostrar la conmoción que las medidas adoptadas por el gobierno producen en los ciudadanos. Todas en contra de los sectores con más necesidades. Los distintos colectivos políticos, los gremios, las organizaciones políticas que estamos en oposición a esta rapiña oligárquica, debemos unirnos. Por ahora hay que resistir. Después debemos ganar elecciones.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.