Traducido para Rebelión por Silvia Arana
«Los grandes banqueros, al mover algunas simples palancas que controlan el flujo de dinero, pueden determinar el éxito o el fracaso de la economía de un país. Al controlar los comunicados de prensa sobre las estrategias económicas que delinean tendencias nacionales, la élite es capaz no sólo de tomar las riendas de poder de la estructura económica de esta nación sino también de extender el control a todo el mundo. Aquéllos que poseen un poder tal quieren lógicamente permanecer en un segundo plano, ser invisibles para los ciudadanos comunes.» (Aldous Huxley)
WikiLeaks ha sido reconocido como una cuña en la batalla contra la desinformación de los medios y las mentiras del gobierno de EE.UU.
Los documentos revelados constituyen, sin duda, un importante y valioso banco de datos. Los documentos han sido usados por investigadores cruciales desde el inicio del proyecto de WikiLeaks. Las primeras revelaciones se enfocaron tanto en los crímenes de guerra cometidos por EE.UU. en Afganistán (julio 2010) como en temas relacionados con los derechos civiles y la «militarización de la patria». (Véase Militarizing the «Homeland» in Response to the Economic y Political Crisis, de Tom Burghardt, Global Research, 11 de octubre, 2008.)
En octubre de 2010, se reportó que WikiLeaks había revelado unos 400.000 documentos secretos de la guerra de Irak, que cubrían sucesos desde 2004 a 2009 (Tom Burghardt, The WikiLeaks Release: US Complicity and Cover-Up of Iraq Torture Exposed, Global Research, 24 de octube, 2010). Las revelaciones contenidas en los reportes de WikiLeaks sobre la guerra de Irak aportaron «más pruebas del papel del Pentágono en la tortura sistemática de ciudadanos iraquíes por el régimen post-Sadam instalado por EE.UU.» (Cita de la misma fuente.)
Las organizaciones progresistas han elogiado el trabajo de WikiLeaks. Nuestro sitio web, Global Research, ha brindado una extensa cobertura del proyecto de WikiLeaks. Las filtraciones se han calificado como una victoria extraordinaria contra la censura de los medios corporativos. Pero hay algo más.
Incluso antes del lanzamiento del proyecto, los medios habían contactado con WikiLeaks.
También hay reportes de mensajes de e-mail entre WikiLeaks y Freedom House. WikiLeaks inició el contacto al comenzar el proyecto en enero de 2007, pidiéndoles asesoramiento e incluyendo una invitación para que formaran parte de la junta de asesores de WikiLeaks. Freedom House, con sede en Washington, es una «organización de control de los gobiernos que promueve la libertad en el mundo». Dice un mensaje: «Buscamos uno o dos miembros para la junta -procedentes de FH que nos aconsejen en lo siguiente:
1. Las necesidades de FH como receptáculo de filtraciones que denuncien corrupción política y comercial
2. Las necesidades de fuentes de filtraciones según la experiencia de FH
3. Recomendaciones de FH de otras personas que puedan ser miembros de la junta de asesores.
4. Recomendaciones generales sobre financiamiento, desarrollo de alianzas, operaciones descentralizadas y contexto político». (WikiLeaks, Leaks, enero 2007)
WikiLeaks también inició negociaciones con varias fundaciones corporativas en busca de financiamiento (WikiLeaks, Leaks, enero 2007):
El eje de la red de financiamiento de WikiLeaks es la organzación alemana Wau Holland Foundation: «Estamos registrados como una biblioteca en Australia, como una fundación en Francia, como un periódico en Suecia», dice Assange. WikiLeaks está asociada en EE.UU. con dos organizaciones caritativas que gozan de exención de impuestos, conocidas como 501C3, que «sirven de fachada» para el sitio web, agrega Assange. No da los nombres diciendo que ellas «podrían perder alguna fuente de financiamiento por sensibilidades políticas».
Assange dice que WikiLeaks recibe cerca de la mitad de su dinero de donaciones modestas conseguidas por el sitio web, y la otra mitad de «contactos personales» , incluyendo «gente millonaria que nos contacta por iniciativa propia…» (WikiLeaks Keeps Funding Secret, WSJ.com, 23 de agosto, 2010)
En un comienzo, a principios de 2007, WikiLeaks reconoció que el proyecto había sido «fundado por disidentes chinos, matemáticos y técnicos que trabajaban en compañías nuevas de EE.UU., Taiwán, Europa, Australia y Sudáfrica… (su Directorio de Consejeros) incluyendo expatriados de Rusia y refugiados del Tíbet, reporteros, ex analistas de inteligencia y criptógrafos estadounidenses». (mensaje de WikiLeaks Leaks, enero, 2007)
WikiLeaks delineó sus propósitos en el sitio web de la siguiente manera: «[WikiLeaks será] una versión sin censura de Wikipedia para la filtración y el análisis de documentos de procedencia secreta. Nos centraremos principalmente en los regímenes opresivos de Asia, el antiguo bloque soviético, África subsahariana y Oriente Medio, aunque también esperamos ofrecer un espacio para aquéllos en Occidente que deseen revelar comportamientos antiéticos de sus propios gobiernos y corporaciones» (CBS News – Website wants to take whistleblowing online, 11 de enero, 2007, énfasis agregado)
Estos propósitos fueron confirmados por Julian Assange en la entrevista hecha por The New Yorker en Junio de 2010:
«Nuestros objetivos principales son aquellos extremadamente opresivos regímenes de China, Rusia y Eurasia Central, aunque esperamos ofrecer un espacio para quienes en Occidente que desean revelar conductas ilegales o inmorales de sus propios gobiernos y corporaciones. (énfasis del autor)
En la misma entrevista, Assange advirtió de que «exponer secretos» podría hacer caer gobiernos que ocultan la realidad, incluyendo el gobierno de EE.UU.
Desde un principio, el enfoque geopolítico de WikiLeaks en los «regímenes opresivos de Eurasia y Medio Oriente era «atractivo» para las elites estadounidenses, puesto que parecía coincidir con los objetivos de la política exterior estadounidense. Más aún, la composición del equipo de WikiLeaks (que incluía disidentes chinos), sin mencionar la metodología de «exponer secretos» de gobiernos extranjeros, estaban a tono con las prácticas de las operaciones encubiertas de EE.UU. (y con el apoyo de Freedom House) en pos de desencadenar «cambios de régimen» y promover «revoluciones de colores» en diferentes partes del mundo.
El papel de los medios corporativos: El rol central de The New York Times
WikiLeaks no es un proyecto típico de los medios alternativos. Los periódicos The New York Times, The Guardian y Der Spiegel están directamente involucrados en la edición y selección de los documentos filtrados. The London Economist también ha tenido un papel importante.
Mientras que el proyecto y su editor Julian Assange muestran un compromiso y una preocupación por el respeto a la verdad en la información, las filtraciones recientes de WikiLeaks de los cables de la embajada han sido cuidadosamente «redactados» por los medios corporativos en consulta con el gobierno de EE.UU. (Véase Interview with David E. Sanger, Fresh Air, PBS, diciembre 8, 2010.)
La colaboración entre WikiLeaks y los medios seleccionados no es fortuita, fue parte de un arreglo entre los principales periódicos estadounidenses y europeos y el editor de WikiLeaks, Julian Assange.
La pregunta esencial es: ¿Quién controla y supervisa la selección, distribución y edición de los documentos para el público en general?
¿Qué objetivos de la política exterior de EE.UU. se ven beneficiados con este proceso de redacción?
¿Tiene WikiLeaks alguna participación en el despertar de la opinión pública, en una batalla contra las mentiras y fabricaciones publicadas diariamente en los medios impresos y en la TV?
Si así fuera, ¿cómo es posible que esta batalla contra la desinformación de los medios se lleve a cabo con la participación y colaboración de los arquitectos corporativos de la desinformación?
WiliLeaks ha convocado a los arquitectos de la desinformación mediática para luchar contra la desinformación mediática: un procedimiento incongruente y autodestructivo.
Los medios corporativos de EE.UU. y específicamente The New York Times son una parte integral del establishment económico, conectado a Wall Street, los «think tanks» de Washington y el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, según sus siglas en inglés).
Más aún, los medios corporativos de EE.UU. han desarrollado una relación de largo plazo con el aparato de inteligencia del país desde la Operación «Mocking Bird», un proyecto de la Oficina de Proyectos Especiales de la CIA que funciona desde principios de los años cincuenta.
Incluso antes del lanzamiento del proyecto WikiLeaks, los medios corporativos estuvieron involucrados. Su papel fue definido y acordado por los medios corporativos no sólo en la publicación de las filtraciones sino también en su selección y edición. Como una amarga ironía, los «medios profesionales», usando la frase de Assange en una entrevista con The Economist, han sido socios del proyecto WikiLeaks desde el principio. Algunos periodistas claves conectados con funcionarios de seguridad de política nacional y extranjera han trabajado estrechamente ligados a WikiLeaks en la distribución y diseminación de los documentos filtrados.
Irónicamente, el socio de WikiLeaks, The New York Times, que ha constantemente promovido la desinformación ha sido acusado de conspiración. ¿Por qué? ¿Por revelar la verdad? ¿Por manipularla? Según el Senador Joseph Liberman:
«Creo que WikiLeaks ha violado el Acta de Espionaje, pero, ¿qué pasa con las organizaciones periodísticas -incluyendo The New York Times– que aceptaron distribuir las filtraciones? Para mí, The New York Times ha cometido, al menos, un acto anticívico y si ha cometido un delito o no, creo que merece ser objeto de una investigación a fondo por parte del Departamento de Justicia.» (WikiLeaks Prosecution Studied by Justice Department – NYTimes.com, 7 de diciembre de 2010)
El papel del NYT en la redacción de las filtraciones fue francamente reconocido por David Sanger, corresponsal en jefe de la oficina de Washington:
«Revisamos los cables cuidadosamente para tratar de reescribir el material que pensamos podría perjudicar a individuos o afectar a operaciones en proceso. Hasta tomamos la medida inusual de mostrar alrededor de 100 cables al gobierno de EE.UU. y preguntarle si tenía sugerencias sobre la redacción de los cables.» (Véase PBS Interview; The Redacting and Selection of WikiLeaks documents by the Corporate Media, PBS Interview on «Fresh Air» with Terry Gross: 8 de diciembre, 2010, énfasis agregado por el autor de la nota.)
Sin embargo Sanger también dice en la entrevista:
«Es la responsabilidad del periodismo de EE.UU., desde la fundación del país, dar la cara, tratar de involucrarse en los temas más difíciles de la actualidad y hacerlo independientemente del gobierno.»
¿Cómo lo pueden hacer independientemente del gobierno y al mismo tiempo pidiéndole al gobierno de EE.UU. que hagan sugerencias sobre la redacción de la noticia?
No se puede describir a David Sanger como un modelo de periodista independiente. Es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) y del Grupo Estratégico del Instituto de Aspen, al que pertenecen entre otros Madeleine Albright, Condoleeza Rice, el ex Ministro de Defensa William Perry, el ex director de la CIA John Deutch, el presidente del Banco Mundial Robert. B. Zoellick y Philip Zelikow el ex director ejecutivo de la Comisión 9/11 (Veáse F. William Engdahl, Wikileaks: A Big Dangerous US Government Con Job , Global Research, 10 de diciembre, 2010).
Vale la pena señalar que varios periodistas estadounidenses miembros del Consejo de Relaciones Exteriores han entrevistado a WikiLeaks incluyendo Richard Stengel, Time Magazine (30 de noviembre, 2010) y Raffi Khatchadurian, The New Yorker (11 de junio, 2007)
The New York Times ha estado históricamente al servicio de la familia Rockefeller en el contexto de una larga relación. El actual presidente Arthur Sulzberger Jr. es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, hijo de Arthur Ochs Sulzberger y nieto de Arthur Hays Sulzberger, quien fue administrador (trustee) de la Fundación Rockefeller. Ethan Bronner, Deputy Foreign Editor del periódico, al igual que Thomas Friedman entre otros, son miembros del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).
Los Rockefellers, a su vez, poseen una porción considerable de acciones en varias corporaciones de medios estadounidenses.
Cables de la Embajada y del Departamento de Estado
Nadie debería sorprenderse de que David Sanger y sus colegas del NYT centren su atención en una difusión altamente selectiva de los cables de WikiLeaks, enfocándose en áreas que apoyan los intereses de la política extranjera de EE.UU.: el programa nuclear de Irán, Corea del Norte, Arabia Saudí y el apoyo de Pakistán a Al-Qaida, las relaciones de China y Corea del Norte, etc. Estas filtraciones se usaron como material para artículos y comentarios del NYT.
Los cables de la Embajada y del Departamento de Estado publicados por WikiLeaks fueron editados y filtrados. Se usaron con fines de propaganda. No conforman un conjunto de memorandos completo ni tienen continuidad.
De una lista selectiva de cables, las filtraciones se usan para justificar la agenda de política exterior. Un caso ilustrativo es el supuesto programa nuclear de Irán, al que se refieren numerosos cables del Departamento de Estado, al igual que el apoyo de Arabia Saudí al terrorismo islámico.
El programa nuclear de Irán
Se están usando los cables filtrados para alimentar la campaña de desinformación sobre las Armas de Destrucción Masiva de Irán. Mientras que los cables se usan como «prueba» de que Irán representa una amenaza, las mentiras y fabricaciones de los medios corporativos referentes al supuesto programa iraní de armas nucleares no tienen ningún sustento en los cables puesto que en ellos no aparece ninguna mención al respecto.
Una vez que las filtraciones son canalizadas por los medios corporativos, editadas y redactadas por el NYT, van a servir inevitablemente a los intereses de la política exterior de EE.UU., incluyendo las preparaciones de la guerra de EE.UU.-OTAN-Israel contra Irán.
En referencia a la «inteligencia filtrada» y la cobertura del supuesto programa nuclear de Irán, David Sanger ha tenido un papel clave. En noviembre de 2005, el NYT publicó un reporte conjunto de David Sanger y William Broad titulado «Relying on Computer, U.S. Seeks to Prove Iran’s Nuclear Aims».
El artículo se refiere a documentos misteriosos robados de una computadora iraní que incluía «una serie de dibujos de un vehículo para transportar misiles que supuestamente correspondería a un arma nuclear iraní»:
«A mediados de julio, oficiales de inteligencia estadounidenses convocaron a dirigentes de la Agencia Internacional de Inspección de Armas Atómicas. La reunión fue en el ático de un rascacielos en Viena, desde el que se veía el Danubio, y les mostraron el material que habría sido robado de una computadora «laptop».
Los estadounidenses proyectaron en una pantalla y desplegaron sobre la mesa de conferencia materiales de más de mil páginas de simulaciones por computadora y testimonios de experimentos, diciendo que demostraban un largo esfuerzo invertido en el diseño de una cabeza nuclear, según media docena de europeos y estadounidenses que participaron de la reunión.
Los documentos, según reconocieron los estadounidenses desde el principio, no eran una prueba de que Irán tuviera la bomba atómica. Presentaban los materiales como la prueba más contundente, hasta la fecha, de que a pesar de las declaraciones de Irán de que su programa nuclear tiene fines pacíficos, el país está tratando de «construir una cabeza nuclear compacta que encaje sobre sus misiles Shahab, que podrían llegar hasta Israel y otros países de Oriente Medio». (William Broad y David Sanger, «Relying on Computer, U.S. Seeks to Prove Iran’s Nuclear Aims», NYT, 13 de noviembre, 2005, énfasis del autor)
Estos «documentos secretos» fueron entregados por el Departamento de Estado a la Agencia Internacional de Inspección de Energía Atómica para demostrar que Irán estaba desarrollando un programa de armas nucleares. Era también un pretexto para reforzar las sanciones económicas contra Irán, llevadas adelante por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La autenticidad del material se cuestionó y finalmente un artículo del periodista de investigación Gareth Porter confirmó contundentemente que los documentos de la misteriosa «laptop» son falsos. (Véase Gareth Porter, Exclusive Report: Evidence of Iran Nuclear Weapons Program May be Fraudulent, Global Research, 18 de noviembre, 2010)
Los dibujos de los documentos filtrados por William J. Broad y David E. Sanger no representan los misiles Shahab sino los obsoletos misiles norcoreanos que fueron decomisados por Irán a mediados de la década de 1990. Los dibujos correspondían a «cabezas nucleares incorrectas»:
En julio de 2005 Robert Joseph, vicesecretario para Control Armanentístico y Seguridad Internacional de EE.UU. hizo una presentación oficial de los supuestos documentos referidos al programa iraní de armas nucleares a los dirigentes de la agencia en Viena. Joseph desplegó fragmentos de los documentos en una pantalla de computadora, enfatizando las series de dibujos técnicos sobre 18 diferentes maneras de encajar una carga de explosivos en una cabeza nuclear de un misil iraní de medio alcance, el Shahab-3. Cuando los analistas de IAEA analizaron los documentos descubrieron que los esquemas correspondían a cabezas nucleares que los militares iraníes habían descartado para trabajar con un nuevo diseño. Las cabezas nucleares dibujadas correspondían al diseño de los misiles norcoreanos No Dong, que Irán había adquirido a mediados de la década del noventa… Los documentos de la «laptop» se referían a un modelo anterior de las cabezas nucleares que ya había sido rediseñado… (Gareth Porter, énfasis del autor de la nota)
David Sanger, que trabajó diligentemente con WikiLeaks, bajo el estandarte de la verdad y la transparencia, tuvo también un papel clave en la «filtración» que Gareth Porter describe como información falsa.
Fuente: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=22389
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