Gabriel Rolando trasmite lo que le ha sucedido a su pueblo mapuche con la presencia abusiva de las multinacionales, sobre todo, petroleras y gasísticas. Acusa a Repsol de «matar lentamente» a su pueblo y acusa a las corporaciones de utilizar su poder para expoliar y sacar beneficios a su costa. Hace unos días han pasado […]
Gabriel Rolando trasmite lo que le ha sucedido a su pueblo mapuche con la presencia abusiva de las multinacionales, sobre todo, petroleras y gasísticas. Acusa a Repsol de «matar lentamente» a su pueblo y acusa a las corporaciones de utilizar su poder para expoliar y sacar beneficios a su costa.
Hace unos días han pasado por Bilbo representantes de la Confederación de Organizaciones Mapuches de Neuquén, en la Patagonia argentina, invitados por OMAL, afectada gravemente por la contaminación que ha extendido Repsol en su actividad petrolera. Gabriel Rolando Cherqui, portavoz de esa organización explicó a GARA la lucha que llevan en Loma de la Lata, el principal yacimiento gasífero de Argentina, uno de los más importantes de América Latina. Reniega de Repsol y, de hecho, lleva tatuada en su brazo «la imagen de un antepasado con la inscripción `maldito repsol’ porque nos ha hecho mucho daño a nivel personal y como pueblo», según expresó.
¿Qué ha planteado en nombre de su pueblo en estas charlas que ha intervenido en Euskal Herria y en otros puntos del Estado español?
Hemos venido a denunciar y a exponer el desastre que Repsol ha causado en Argentina, en Loma de la Lata. Esa multinacional petrolera ha sido aliada del Gobierno argentino. Ha destruido casi en su totalidad la provincia a cambio de beneficios para ella. Han contaminado todo a causa de su actividad en la extracción de petróleo: la vida humana, el agua, el aire, los animales, la economía de la gente originaria, nuestro pueblo Mapuche. Ojalá no quede impune la expropiación que ha llevado a cabo el Gobierno argentino del control de YPF. Repsol ha hecho mucho daño a nuestra comunidad y territorio. Creo que ha sido el mayor desastre que hemos sufrido por la petrolera, si bien ya veníamos de sufrir la represión desde la invasión. Esta ha sido otra gran agresión.
¿Es la invasión de Repsol?
Si, sí. Hemos venido a Euskal Herria para abrir los ojos a los compañeros, para que se vea que no todo lo que brilla es oro. Este «oro negro», que le llaman ellos, es muy perjudicial. Las consecuencias de la actividad extractiva no tiene retroceso. Si bien aparecerían muchos dólares o euros, pero ha provocado mucho daño en nuestra población: cáncer, malformaciones, abortos y muchos destrozos ecológicos, porque nuestra tierra es ahora inservible.
¿Qué opina de que Repsol reclame una indemnización por haber sido expulsada del control mayoritario de YPF?
En Neuquén, en el yacimiento de Loma de la Lata, es donde se centra la discusión. Repsol reclama la indemnización en base a las supuestas inversiones que hizo. En ese yacimiento se ha encontrado en gas no convencional, pero nunca hicieron inversiones. Como dicen que lo encontraron, reclaman algo que no han hecho. Ese megahallazgo es una mentira. Porque la producción de los yacimientos ha caído. Hay más pozos, pero menos reservas. Es más costoso. Queda menos gas, pero también menos vida. Somos 140 mapuches en un territorio en 7.000 hectáreas en el corazón de Loma de la Lata. Fuera de nuestro pueblo no hay ni gas ni petróleo. En esa extensión hay, aproximadamente, entre 400 y 500 pozos con sus conducciones. Es una gran mina. Cada pozo tiene un gaseoducto. Nos han destruido todo lo que han podido.
¿Qué exige el pueblo Mapuche a Repsol?
El saneamiento de nuestro territorio, que va desde nuestros cuerpos, al aire, agua y medioambiente, pero también que no se siga con esa explotación irracional que nos mata.
¿A qué se refiere?
Hemos conseguido que esté catorce meses paralizada por la elevada contaminación que se ha producido. Está causando la muerte de miembros de nuestro pueblo. La última ha sido mi madre, pero también perdí una hija y un sobrino. Lo que no aceptamos es que YPF haga lo mismo que hizo Repsol.
¿La multinacional española mandaba más que el Gobierno argentino?
Repsol mandaba allá. No mandaba el Estado. Hizo las campañas políticas de los gobiernos de turno. Cuando el Ministro de Energía debía firmar los pasivos ambientales, los impactos ambientales, les daba vía libre. El Gobernador de la zona tenía empresas de saneamiento, por lo que no era rentable que se exigiera a Repsol que no contaminase, porque, de lo contrario, no ganaba su empresa. El problema fundamental en este proceso de salida de Repsol del control de la filial YPF fue que se ha interpretado como la mayor puñalada que el Estado argentino ha cometido, porque Repsol hacía las campañas políticas y favorecía al color que quería. El problema no es tanto el reclamo económico, porque Repsol sabe que no hizo inversiones, sino que llevó a cabo mucho desastre. En ese ámbito se manejan otros orgullos: si te hice la campaña, no me podéis dejar así. Ese es el origen del conflicto.
¿Por qué ha estallado la situación en este momento?
Hace dos meses Argentina defendía que no había contaminación provocada por Repsol. Hoy, sin embargo, nos dice que se va a indemnizar por el daño ecológico y ambiental. Están peleandose para ver quien saca más réditos. Lo que está claro es que en la Argentina llegaron con un montón de dólares y se les abrieron las puertas.
Lo que le pasa al pueblo Mapuche, ¿también ocurre en otros pueblos y estados de América Latina?
Está pasando a otros pueblos, pero peor. Por eso, muchos acuerdos que hemos logrado y que sientan jurisprudencia los estamos dando a conocer para que otras poblaciones se defiendan. Los estudios médicos nos han confirmado que tenemos la sangre contaminada por los efectos de la explotación del petróleo y nos aconsejan no tener más hijos, por las malformaciones y muertes prematuras que se están produciendo.
¿Es algo parecido a un exterminio por parte de las multinacionales?
Exactamente. De esta manera, es legal matar a la gente.
¿Qué enfermedades provoca a los habitantes de Neuquén?
Mucho cáncer, encefalías, muchos abortos espontáneos. Primero se vio animales con dos cabezas y mutaciones, el agua enferma por la gasolina. No tomamos agua de las capas friáticas de los ríos. La Justicia ha dictaminado que Repsol tiene que proveer de agua suficiente para el consumo para nuestra población por la contaminación en aquella zona. Ójala la presidenta argentina se siga haciendo cargo del agua. La decisión judicial fue en diciembre de 2009, después de muchas denuncias que hicimos, porque nosotros hemos llevado a Repsol hasta la Corte Interamericana de los Estados Unidos. Tenemos una demanda en la Cámara de Justicia de La Argentina, donde se dice que para sanear Loma de la Lata se debería de empezar con 1.600 millones de dólares. Es una causa que, si quisieran hacer las cosas bien, tendría que empezar a invertirse en sanear nuestro territorio.
¿No han empezado a descontaminar?
No. Argentina va a usar esa demanda ganada por nuestro pueblo para decirle a Repsol que tiene 1.600 millones a su favor. Nuestro miedo es que Repsol se vaya y no invierta esa partida para remediar la situación como es su obligación. Porque esa contaminación que ha generado Repsol nos deja sin pesca, ni ganadería, sin agricultura. Hace cinco años que no llueve y el volcán que tenemos está sin nieve. La realidad es que los niveles de oxígeno han caído.
¿Como sobreviven allí?
Algunos trabajamos fuera, otros con las migajas que vamos sosteniendo con la lucha. En 1997 se firmó un acuerdo con un conglomerado de empresas entre las que estaban Repsol, Dow Chemical por el que aceptaron devolver el territorio de la comunidad y ésta concesionaba una planta, por lo que las empresas indemnizaban a la comunidad. Así nos sostenemos para mantener esta lucha. Por allí están todas las poderosas como Repsol, YPF, Petrobras, Dow Chemical, Total, Panamerican, TGN, entre otras. Estas multinacionales, con sus contratistas y subcontratistas, ha provocado que se superpueble la zona. No se debe olvidar que tanto el Gobierno argentino como las multinacionales, en este caso Repsol, utilizan a la población para enfrentarse con el pueblo Mapuche, que solo quiere vivir en su espacio y con su dedicación a la Tierra Madre. No entienden nuestra posición de rechazo a esas actuaciones con el petróleo y el gas porque nos están matando. Estas empresas han perturbado nuestra vida, nuestra cultura, nuestra salud y la de nuestros hijos, y tienen que dar marcha atrás y reparar el daño que nos han hecho. Pero hay que reconocer que quienes trabajan en las petroleras están sufriendo la contaminación a todas horas.
«Los pueblos originarios estamos unidos»
¿Todos los mapuche están unidos?
Todos los mapuche estamos unidos. Los 27 pueblos originarios de Argentina estamos todos unidos. Con algunos matices, pero llevamos una lucha parecida, unos sufren la extracción de la minería a cielo abierto y a otros les dejan sin bosques. Las multinacionales están arrasando con nuestros recursos. Argentina y Repsol nos ha quitado la posibilidad de decir que esta tierra nuestra es un sitio para vivir. Porque mientras se discute quién se hace cargo de aquello, siguen muriendo miembros de nuestra comunidad. Ha habido ya este año cinco muertos y varios abortos. El primer caso de aborto fue en mi pareja, nuestra bebé murió. Luego nos dimos cuentas con estudios que era por cuenta de la contaminación. La última ha sido mi madre, como ya le dije.
¿Tendrá un mal recuerdo de las multinacionales?
De las multinacionales tenemos un mal recuerdo. Cuando llega Repsol allá teníamos discusiones sobre ese tema, pero en mi vida personal ha marcado la vida. En forma de represalia me hice un tatuaje para repudiar a esta multinacional española que dice «Maldito Repsol». Es mi antepasado mirando la tierra, nuestra tierra, nuestra madre naturaleza. Por más que hoy siga luchando, todo esto dejó una huella muy grande. Nos han hecho mucho daño.
¿Repsol contaminó, pero las autoridades le dejaron campar a sus anchas por el poder que concentra?
Así es. Repsol contaminó, no invirtió, pero mientras ocurría eso las leyes obligan a los Estados a controlar las legislaciones y un poder medioambiental. ¿Dónde estaban? ¿No existían? A nosotros Repsol nos ha venido con 80 millones de dólares para que nos vayamos. A mi me ofrecieron mucho dinero para callarme la boca. Ha habido muchos casos en Loma de la Lata y han comprado poblaciones completas con un puesto de trabajo o un subsidio. Los gremios, sindicatos, etc, se aliaron con Repsol, que decía cuándo había que reprimir si la protesta era constante y se mantenía en el tiempo, luego el juez de turno aceptaba sus argumentos y ahí quedaba todo.