La Cámara de Diputados  convirtió en la madrugada de hoy en ley el Régimen de Responsabilidad Fiscal,  que impone limitaciones para el gasto público primario de las  provincias.
El justicialismo, con el respaldo de otros bloques aliados,  consiguió sacar el proyecto enviado por el Gobierno para compensar ante el Fondo  Monetario Internacional (FMI) la imposibilidad de sancionar una nueva  Coparticipación, tras ganar en la votación general y en la particular.
 
La norma logró en la votación general 139 votos a favor,  86 en contra y 3 abstenciones, mientras cuando se dio el tratamiento en  particular, el oficialismo logró frenar cualquier tipo de cambio que la  oposición buscaba introducir al texto aprobado por el Senado.
La ley no  permite el aumento de gasto primario en las provincias en caso de un incremento  del crecimiento y pone límites al endeudamiento con organismos internacionales  porque, según el entender del oficialismo, las provincias reciben más dinero por  coparticipación federal de impuestos.
El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda,  Daniel Snopek (PJ-Jujuy) fue el encargado de defender el proyecto del  oficialismo al afirmar que la iniciativa ‘limita los gastos a las verdaderas  posibilidades de la economía’.
‘No es cierto que esta ley congelará los gastos’, aclaró  Snopek en la sesión, y enfatizó que se trata de ‘un camino para la adhesión de  las provincias y no es una imposición para los distritos y los  municipios’.
El diputados Claudio Lozano (CTA) criticó con severidad  al proyecto del oficialismo por entender que se apunta a ‘aumentar el superávit’  y definió a la iniciativa como ‘una convertibilidad fiscal’.
‘Sería bueno que primero se discuta una reforma  tributaria, una modificación del sistema previsional y la coparticipación  federal’, argumentó.
Por su parte el diputado radical Noel Breard (Corrientes)  aseguró que ‘son mentiras que se estén repartiendo las cargas en la Argentina  como dice el oficialismo’ y que la ley responde a los pedidos del FMI que  reclama ‘más superávit fiscal para pagar la deuda’.
También cuestionó con dureza el proyecto el diputado  Gabriel Llano (Demócrata-Mendoza) por entender que la ley ‘aumenta la  discrecionalidad y favorece un sistema perverso’.
‘En la Argentina, para que las provincias reciban algo,  tienen que ser amigas del mandón de turno’, señaló Llano, que integra el  Interbloque Federal.
En tanto, Alberto Natale (Demócrata Progresista de Santa  Fe) cuestionó al Gobierno por haberse aumentado el presupuesto por medio de un  decreto en poco más de cuatro mil millones de dólares y que la ley ‘suena como  una hipocresía’.
El justicialismo para lograr sesionar tuvo que trabajar  arduamente y sólo así pudo conseguir el quorum de 129 diputados necesario para  tal fin.
El oficialismo, mediante el concurso de sus propios  legisladores, a quienes se sumaron del Frepaso, los representantes del partido  de Luis Patti (Paufe) y otras bancadas minoritarias, empezó la sesión con 130  diputados. En el PJ, había demasiados diputados que respaldaron la ley a desgano  y porque lo pedía el Gobierno y para hacer realidad la tradicional ‘disciplina  partidaria’, admitió un legislador duhaldista.
El bloque de diputados bonaerenses por el oficialismo  tuvo que recibir pedidos de Eduardo Duhalde para que voten a favor de la ley e  incluso del gobernador Felipe Solá.
Por su parte, el radicalismo, el ARI, el Socialismo, la  Izquierda Unida, el bloque de Lozano (Emancipación y Justicia), el Frente para  el Cambio de Alicia Castro, la mayoría del Interbloque Federal y los  legisladores de Adolfo Rodríguez Saá, esperaron en el Salón de los Pasos  Perdidos hasta que el PJ, cerca de las 19, consiguió quórum.
 Una vez consumado ese trámite, la mayoría de los  diputados de la oposición ingresaron al recinto a dar el debate. Mientras tanto,  afuera del Congreso, se congregaron algunos miles de manifestantes para rechazar  el proyecto de ley convocados por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA),  la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y otras agrupaciones sociales.