Luego de una década de gestión chapucera, y en funciones pese a estar condenada por «Incumplimiento de Deberes de Funcionaria Publica» (artículo 248 del Código Penal), desde el 11 de agosto de 2008 en el Expte. Nº 2165/07 de autos «Requerimiento de Instrucción Fiscal N°1 ref/a la muerte de Ana María Acevedo» de Vera Sta […]
Luego de una década de gestión chapucera, y en funciones pese a estar condenada por «Incumplimiento de Deberes de Funcionaria Publica» (artículo 248 del Código Penal), desde el 11 de agosto de 2008 en el Expte. Nº 2165/07 de autos «Requerimiento de Instrucción Fiscal N°1 ref/a la muerte de Ana María Acevedo» de Vera Sta Fe, que tramitó en el Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal Correccional de la Quinta Nominacion de Santa Fe, la directora del Hospital Zonal de Vera, Dra Sandra Barberi, presentó el lunes su renuncia.
Deja atrás una gestión para el olvido y cierto sabor amargo por no llevarse consigo al Ministro Miguel Capiello y a su séquito de inoperantes.
Pese a la suma de $10.000 a la que la condenó el fallo en 2008 siguió en la dirección del Hospital como cualquier delincuente de cuello blanco. Fué premiada en el 2011 por la cartera de salud, que sin soltarle la mano, tapó la muerte de un peón de campo con la orina de un roedor, en connivencia de todo el aparato funcional vendado y amordazado del Frente Amplio Progresista.
Otra acusación que pesa sobre su espalda y la de la médica Alejandra Pujol del mismo «matadero de sanos» llamado Samco, puede leerse en el Expediente N° 984/11 de autos «Investigación preliminar por averiguación de daños en la salud de Néstor Vargas por el uso de agroquímicos en Vera Santa Fe» a cargo del Fiscal Federal Ramiro Gonzalez en la Unidad Fiscal de Delitos Ambientales (UFIMA) por mi denuncia de fecha 21 de octubre de 2011.
En ambos casos los estudios y consultas fueron innecesariamente demorados hasta que finalmente sólo fueron «derivados». Pero ese deber de derivar, se incumple cuando la medida no es tomada a tiempo, algo que debieron prever, pero que ni los «Nudos» ni el impresentable Ministro de Salud santafesino, con su sistema remendón, inepto e inaceptable pueden ni quieren mejorar.
Esto demuestra a esta casta de políticos arribistas deshonestos, representando a una sociedad feudal donde conservadores, derechistas, nuevos ricos sojeros y social-facistas interesadas solamente en obtener o mantener, privilegios sociales anacrónicos. Todo un ejemplo de gatopardismo lampedusiano, «donde la sociedad y los llamados intelectuales de izquierda, carente de conciencia de clase» nada hacen para cambiar el status quo, adormecidos por la falsa imagen de crecimiento, que al decir de Bartomeu Meliá es «productividad pero de pobreza«.
«No hay que combatir las enfermedades, sino evitarlas. Los pobres mueren de enfermedades curables y el Estado tiene la obligacion de llegar a ellos» manifestó al asumir Jorge Obeid en el año 2003 refiriéndose a la salud, pero el caso de Ana Acevedo de Vera y de Gastón Merele de Reconquista son ejemplo del abandono de persona y de que la salud en la gestión justicialista era vergonzosamente deficiente, para pasar a ser deplorable hasta la actualidad.
Ni los pseudoperonistas durante más de veinte años, ni los pseudosocialistas al poder cambiaron el problema sanitario de la provincia, los Samcos santafesinos son un tunel al horror, a los que les cabe la definición inequívoca del ex Juez cordobés Nereo Hector Maggi al referirse al hospital Ceballos de Bell Ville: «El deterioro, la desidia, la higiene y el abandono generalizado de todo el lugar, además de erigirse en sobrecogedoras imágenes, permiten reflexionar sobre cuáles son las políticas sanitarias del Estado;(…)«.
La Revista inglesa The Lancet Global Health publicó el 13 de diciembre 2012 en el Volúmen N° 380 un «Estudio Global de la Carga de Enfermedad (GBD 2010)» realizado por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud» (IHME) de la Universidad de Washington. «A nivel global, los avances en el campo de la Medicina presentan hoy para la mayoría de las personas una cruel ironía: disminuir la posibilidad de muerte prematura, pero vivir muchos años con enfermedades» dijo al respecto el editor Richard Horton.
Esa cruel hironía en nuestro país donde para la salud y la justicia no somos todos iguales, incluye en ambas ramas ambigüedades que el programa político nacional ni provincial se encargan de expresar ni de llevar a la práctica adecuando la realidad de la salud y de la relación médico/enfermo con más «respeto por paciente». La justicia, por su parte, es letra muerta como el Estado de Derecho, donde uno de sus principios más básicos es «la responsabilidad política y administrativa del Estado y de los funcionarios y magistrados, quienes deben asumir y reparar las consecuencias de sus actos, cuando se adoptan violando la Constitución o la ley o afectando a los derechos de los ciudadanos«.
Nestor y Ana pagaron con su vida la desidia, el maltrato de «matadero» siendo alojados en los corrales de espera la primer noche y luego la inspección de «veterinario» (del latín veterinae, bestia o animal de carga) para luego ser «sacrificados». Mientras el Estado miraba para otro lado y la anomia dominaba y domina hasta hoy, a la plebe.
Publicado y enviado por ECOS DE ROMANG
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