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En el gobierno analizan volver a despertar la discusión por la Ley de Entidades Financieras, después de casi un año de debates planchados

Señales oficiales sobre la reforma del sistema financiero

Fuentes: Rebelión

En los últimos días, sorpresivamente el kirchnerismo pareció comenzar con un lento reflote de la discusión en torno de la modificación de la Ley de Entidades Financieras heredada de la última dictadura militar que, entre otras cosas, impide que el Estado pueda orientar el crédito hacia el sector productivo. La propuesta que cosecha airados rechazos […]

En los últimos días, sorpresivamente el kirchnerismo pareció comenzar con un lento reflote de la discusión en torno de la modificación de la Ley de Entidades Financieras heredada de la última dictadura militar que, entre otras cosas, impide que el Estado pueda orientar el crédito hacia el sector productivo. La propuesta que cosecha airados rechazos de un activo grupo de banqueros locales, había sido congelada bruscamente tras haber sido debatida sin éxito en la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados.

«Hay algunas señales en ese sentido», reconoció una fuente oficial respecto de la posibilidad de avanzar en la modificación de la ley 21.526, que lleva 33 años de vigencia. Mientras tanto, en determinados rincones del oficialismo todavía mantienen cierta resistencia en jugar de lleno esta partida.

El silencio hermético al que se han llamado funcionarios y cuadros económicos del kirchnerismo se abrió apenas estos últimos días para dejar trascender que la batalla por la reforma financiera, que se había cargado al hombro el diputado y presidente de Credicoop, Carlos Heller, vuelve a la arena pública.

De hecho, la última aparición fuerte de Heller para impulsar esta temática en la agenda fue el jueves pasado, nada menos que en el Cefidar, un organismo patrocinado por los bancos Nación, Provincia y Credicoop, en una jornada de debate en la que además participó Juan Carlos Fábrega, el presidente del Nación.

La discusión -que había sido dormida por el kirchnerismo repentinamente- reaparece ahora en medio de una creciente puja con la CGT por el rechazo de la presidenta Cristina Fernández al proyecto de ley para distribuir dividendos de las grandes compañías, sumado a la negativa a modificar el mínimo no imponible para la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.

Táctica y estrategia

Puede darse entonces que el kirchnerismo esté reflotando la temática para mantener en sus manos la iniciativa en la agenda del progresismo económico o es tal vez que la reforma financiera sea un horizonte concreto que el Gobierno pretendió siempre lograr, sólo que había esperado a tener el vivo cuadro de apoyo popular que las elecciones presidenciales le dejaron para retomarlo.

Como sea, es seguro que el debate se dará también en el riñón oficial, dado que algunos sectores sostienen que antes de avanzar en una nueva ley que regule el universo financiero, es preferible comenzar con la modificación de la Carta Orgánica del Banco Central. Una de las principales defensoras públicas de esta posición, en rigor, fue siempre Mercedes Marcó del Pont desde la titularidad de la autoridad monetaria.

La carta orgánica, que es de octubre de 1992, restringió la función de prestamista de última instancia que hasta entonces había tenido el Central, prohibió remunerar encajes y habilitó la eliminación del seguro de depósitos.

Concentración

En el debate parlamentario, todo el arco político había acordado en la necesidad de reformar la regulación del sistema. El marco legal actual autoriza a los bancos comerciales a operar con la mayor amplitud posible, lo que generó naturalmente una desespecialización crónica, agravada por la imposibilidad del Estado para orientar con efectividad y celeridad el crédito a determinados sectores productivos.

En realidad, en estos 33 años de vigencia, la ley de José Alfredo Martínez de Hoz fue complementada y modificada por 139 normas, que abarcan la variopinta gama de leyes, decretos, resoluciones, comunicaciones del Central y disposiciones del fisco. Hay dos rasgos que resultan característicos e innegables: la concentración y la extranjerización.
Si para el momento de aparición de la ley de la dictadura funcionaban en el país 725 entidades, en la actualidad ese número se redujo a apenas 80. La banca pública disponía hace 20 años de 36 bancos y ahora apenas si supera los diez, mientras que si las entidades cooperativas alguna vez llegaron a ser 38, hoy sólo funciona una, el Credicoop.

Otra variable para analizar la concentración del sistema es tomar la evolución del panel de las 10 principales entidades bancarias, el cual en 1975 absorbía el 55% de los depósitos del total del sistema, mientras que para 2002 esa relación había ascendido a 80% y actualmente ronda el 75 por ciento.

Los proyectos que preocupan a los bancos

Cuando el proyecto de Carlos Heller comenzó a tomar volumen y se acercaba al Congreso, aparecieron otras dos propuestas para modificar la Ley de Entidades Financieras elevadas por el diputado Gerardo Milman, del bloque de Margarita Stolbizer, y por Federico Pinedo, del PRO.

La intención de Alfonso Prat Gay, el presidente de la Comisión de Finanzas, fue desde un comienzo la búsqueda de un dictamen que condense los 3 proyectos; sin embargo, desde el núcleo de Heller rechazaron sucesivamente esta variable. Subrayan que las diferencias son esenciales.

En primer lugar, porque según el proyecto que impulsa el presidente del Creedicop el sistema debería regirse bajo la lógica de «servicio público», mientras que lo más próximo a esta postura figura en el texto de Milman que lo plantea como «de interés público». Apenas una palabra, pero que en los hechos puede dar un margen de acción al Estado determinante al momento de intervenir en el universo financiero.

El texto de Heller también sostiene que los bancos tienen que destinar para las micro, pequeñas y medianas empresas el 40% de los fondos al sector privado. Además, introduce un mecanismo de regulación de tasas, para que ninguna entidad pueda cobrar a las pequeñas compañías una comisión superior al 5% de la media que se paga en el sistema.

En cambio, el proyecto del diputado de derecha Federico Pinedo sitúa el eje sobre «el ahorro público y el blanqueo de la economía» y se opone radicalmente a que pase a ser un «servicio público».

Fuente original: relatosdetierra.blogspot.com/2011/11/senales-oficiales-sobre-la-reforma-al.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.