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Jueves en la plaza, con las Madres

«Señor Presidente: ¡ningún asesino, como Balza, puede ser embajador argentino en ningún país!»

Fuentes:

Marcha del jueves 29 de septiembre de 2005. Mercedes de Meroño (Porota) Compañeros, voy a leerles unos fragmento de una carta que el Obispo de Florida, que se llama Robert Bowan, envió a Bush. «Señor Presidente, Ud. no contó al pueblo americano la verdad sobre por qué somos el blanco del terrorismo. Cuando explicó por […]

Marcha del jueves 29 de septiembre de 2005. Mercedes de Meroño (Porota)

Compañeros, voy a leerles unos fragmento de una carta que el Obispo de Florida, que se llama Robert Bowan, envió a Bush.

«Señor Presidente, Ud. no contó al pueblo americano la verdad sobre por qué somos el blanco del terrorismo. Cuando explicó por qué bombardearíamos Afganistán y Sudán, Ud. dijo que somos blanco del terrorismo porque defendemos la democracia, la libertad y los derechos humanos del mundo.

«¡Qué absurdo, Sr. Presidente!

«Somos blanco de los terroristas porque, en la mayor parte del mundo, nuestro gobierno defendió la dictadura, la esclavitud y la explotación humana.

«Somos blanco de los terroristas porque somos odiados. Y somos odiados porque nuestro gobierno ha hecho cosas odiosas.

«¿En cuántos países agentes de nuestro gobierno depusieron a líderes popularmente elegidos, sustituyéndolos por dictadores militares, marionetas deseosas de vender a su propio pueblo a corporaciones norteamericanas multinacionales? Hicimos eso en Irán cuando los marines y la CIA derrocaron a Mossadegh porque él tenía la intención de nacionalizar el petróleo. Y lo sustituimos por el Sha Reza Palhevi y armamos, entrenamos y pagamos a su odiada guardia nacional -la Savak- que esclavizó y embruteció al pueblo iraní para proteger el interés financiero de nuestras compañías de petróleo.-

«Después de eso, ¿será difícil de imaginar que existan en Irán personas que nos odien?

«(…) Nosotros no somos odiados porque practicamos la democracia, la libertad o los derechos humanos. Somos odiados porque nuestro gobierno niega esas cosas a los pueblos de los países del tercer mundo, cuyos recursos son codiciados por nuestras corporaciones multinacionales.

«Ese odio que sembramos se volvió en contra nuestra para asombrarnos, en forma de terrorismo y, en el futuro, el terrorismo nuclear. Una vez dicha la verdad sobre por qué existe la amenaza y una vez entendida, la solución se torna obvia.

«(…)En lugar de enviar a nuestros hijos e hijas a todo el mundo para matar árabes de modo que podamos tener el petróleo que existe debajo de sus arenas, deberíamos mandarlos para que reconstruyan sus infraestructuras, proveerlos de agua limpia y alimentar a sus niños hambrientos».

Esto, compañeros, lo escribió un Obispo, aunque les parezca mentira.

Por otra parte, compañeros, ¿vieron cómo Balza se defiende? Acusa a todos sus compañeros que estuvieron en Paso de los Libres, dice que él no recibió nunca una orden inmoral y tampoco ilegal. Si así hubiera sido «no la habría cumplido», dice. Balza: no son órdenes ilegales, son asesinatos. Y Ud., como toda las Fuerzas Armadas, estuvo involucrado. Si no, ¿por qué negó siempre que estuvo en la Triple Frontera y ahora no tiene más remedio que reconocerlo?

Le recordamos también, que cuando todos los organismos sacaron una solicitada diciendo que era «un general democrático», nosotras, las Madres, sacamos otra diciendo que era un asesino, por eso le inició un juicio a Hebe. Juicio que perdió porque no pudo demostrar que no lo era. Cuando salió del Juzgado donde Hebe le dijo cara a cara lo que pensaba de usted, salió por una puerta de atrás, porque en el frente estábamos las Madres gritándole asesino. La prensa nos avisó y fuimos corriendo para enfrentarlo, pero usted corrió más y se metió en su coche huyendo cobardemente para no enfrentarse con las Madres.

Señor Presidente: ¡Ningún asesino, como Balza, puede ser embajador argentino en ningún país!

Además, compañeros, quería leerles la carta que las Madres enviamos al presidente Lula, de Brasil.

«Estimado amigo y Presidente, Luis Inácio «Lula» da Silva: desde la Asociación Madres de Plaza de Mayo nos dirigimos a usted para pedirle que no extradite al Padre colombiano Francisco Antonio Cadenas Collazos, conocido en el Brasil como el Padre Oliverio Medina. Si usted entrega al padre Oliverio se convertirá en cómplice de los parapoliciales colombianos que quieren asesinarlo.

«Cuando usted venía a nuestra Plaza de Mayo era un gran defensor de la vida y un gran defensor de los pueblos en lucha; esperamos que no haya cambiado.

«Le pedimos en nombre de todas las madres que componen la Asociación que siga siendo un defensor de los derechos humanos, de los derechos de asilo.

«Necesitamos presidentes que sigan escuchando los reclamos y el grito de los oprimidos.

«Un abrazo fraterno.».

Bueno, compañeros. Hasta el jueves que viene.