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Una regia demora de la Corte Suprema

Fuentes: Rebelión

…la ingeniosidad es apenas una malversación del ingenio. Hacia las elecciones de renovación parlamentaria a fin de octubre del 2013, la mayor parte de los grupos opositores al gobierno ante micrófonos y cámaras de televisión, persisten con adjetivaciones por ‘más seguridad en la Argentina’ y una pronta devalución monetaria como haran proyecto ideològico, en tanto […]


la ingeniosidad es apenas una malversación del ingenio.

Hacia las elecciones de renovación parlamentaria a fin de octubre del 2013, la mayor parte de los grupos opositores al gobierno ante micrófonos y cámaras de televisión, persisten con adjetivaciones por ‘más seguridad en la Argentina’ y una pronta devalución monetaria como haran proyecto ideològico, en tanto el oficialismo apuesta a reiterar en cada participación los logros obtenidos en sus años de gobierno. Y ambos bandos, magnificado o disminuyendo los datos sobre robos, crímenes, dólares y accidentes, se infatúan en ser exclusivamente ellos los auténticos defensores de los intereses de la ciudadanía. Cuando existen otras instancias más acuciantes y sustantivas para debatir que muy pocos desestiman, -ciertas desigualdades sociales, por ejemplo- pero entre las más preocupantes deficiencias dentro de nuestra sociedad actual hay varias muy poco discutidas en serio.

Y quizá eligiendo al voleo pero sin la mínima duda republicana, se nos ocurre como una falla gravísma el silencio de la Suprema Corte de Justicia, dejando sin resolver y convirtiendo esa demora en una rémora perniciosa, la plena vigencia de la Ley de Medios de Comunicación. Una Ley debatida y votada en mayoría por las Camaras Legislativas hace cuatro años, -apenas eso, señoras y señores- frenada tal vez por cuestiones extra judiciales. Sumando un deterioro evitable y más aún por estos días previos a un pronunciamiento electoral de la ciudadanía, asunto nada olvidable y que nos hace un país jurídicamente consolidado. Virtud no propicia a toda la comunidad internacional pero que nosotros practicamos, meintras nuestra Suprema Corte de Justicia obrando con postergaciones ya inexplicables en defensa de una privilegiada hacienda, pareciera funcionar bajo el mismo manual de instrucciones de los aciagos gobiernos militares que ya hemos soportado.

Sería muy lesivo para nuestra constitucionalidad la existencia de algún otro tipo de presión o acicate para no dictaminar sobre algo ya debatido hasta la saciedad, que por estos días hace que supongamos a los Honorables Miembros de la Corte Suprema de Justicia, fastuosamente dotados para retrasar con el ‘cajoneo’ de una democrática ley, la movilidad social de los argentinos. Apenas eso y no digamos ‘casi nada’, en tanto si esto se confirmara así expondría internacionalmente a los más altos responsables de la justicia en nuestro país, -señores Jueces de la Corte Suprema- de nuevo obligados a cumplir con los mandatos mandato de quienes se sienten ‘dueños de la Patria’. Pero en cuanto la ley, – ya demorada con mucha ingeniosidad- nos obligaría a suponer que otra vez aquí se juegan intereses económicos y políticos muy profundos. Que curiosamente y en este especialísimo entuerto, no coinciden con las necesidades o postulados del gobierno actual y eso no sería lo más grave. Más si igualmente esta demora fuera impuesta por esas u otras oblicuas razones, la no aplicación íntegra de la Ley de Medios de Counicación dispuesta por ambas Cámaras legislativas, algún bromista culparía a los miembros de la Suprema Corte por ostensible falta de cumplimiento a los deberes de funcionario público. Pero bué, esas son pobres ocurrencias.

Blog del autor: www.eduardopersico.blogspot.com

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