Las organizaciones nucleadas en el colectivo Justicia YA! denunciaron que los genocidas Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera fueron beneficiados porque la Cámara de Casación Penal «cajoneó» por casi dos años la confirmación del fallo de la Cámara Federal por el que se anuló el decreto con que el presidente Carlos Menem indultó a […]
Las organizaciones nucleadas en el colectivo Justicia YA! denunciaron que los genocidas Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera fueron beneficiados porque la Cámara de Casación Penal «cajoneó» por casi dos años la confirmación del fallo de la Cámara Federal por el que se anuló el decreto con que el presidente Carlos Menem indultó a los máximos responsables del genocidio cometido en la Argentina. Hoy reclamaron nuevamente ante la justicia que sean trasladados a una cárcel común.
«Videla y Massera siguen indultados porque Casación todavía no resolvió la apelación de los defensores y nadie sabe por qué, siguen sin cumplir la condena a prisión perpetua», denunciaron los organismos de Derechos Humanos, a días de que se conociese que un perito italiano verificara que el máximo responsable de la Armada estaba en condiciones óptimas de ser juzgado por sus crímenes.
Tras esa noticia, Justicia YA! reclamó que el ex almirante cumpliera efectivamente la pena de prisión perpetua que pesaba sobre él y que fuera sometido a nuevos peritajes. Massera había recibido esa condena en el juicio a las juntas militares en 1985. La impunidad le quedó asegurada el 29 de diciembre de 1990 con el indulto del ex presidente Carlos Menem.
Tras la presentación en 2007 de la Asociación de Ex Detenidos- Desaparecidos (AEDD) y de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) reclamando esa medida, la Cámara Federal declaró la inconstitucionalidad parcial del indulto, en lo referido a las penas de Videla y Massera. Ese fallo decía que estaba resuelto que «se continúe con la ejecución de la pena privativa de la libertad que se le impuso a Jorge Rafael Videla y a Eduardo Emilio Massera».
En esa oportunidad, la Cámara fue muy clara, estableciendo que Massera debía cumplir su condena sí o sí. «La incapacidad sobreviviente que se le decretó en otras causa en las que se encuentra sometido a proceso no es motivo para excluirlo de los efectos de esta decisión», argumentaron los magistrados haciendo referencia a la declaración de incapacidad con la que había sido beneficiado en 2002. Los jueces dijeron claramente hace ya casi dos años que si no podía cumplir la condena en la cárcel, se contemplaba la «ejecución de la pena en establecimientos de carácter asistencial médico y psiquiátrico».
Nada de eso pasó. Como sostuvieron desde Justicia YA!, la justicia «bate sus propias marcas asegurando la impunidad». Massera está en libertad y Videla goza de prisión preventiva en una cárcel de lujo ubicada en Campo de Mayo, guarnición que había estado bajo su control durante años. En el día de ayer, casualmente, se dio a conocer que el marino fue internado tras sufrir un síncope cardíaco en el Hospital Naval, el mismo centro de salud que servía de oficina para el represor Alfredo Astíz.
Justicia YA! volvió a presentarse hoy ante la Cámara de Casación para exigir que se disponga la ejecución de la condena que pesa sobre ambos genocidas y que sean trasladados a una cárcel común. «Repugna constatar tanta complicidad disfrazada de justicia», manifestaron.