En este país donde sonó fuerte el «que se vayan todos» para luego volver todos, no es extraño que reaparezcan en la escena pública – quizás siempre han estado sin que lo supiéramos – personajes como Domingo Cavallo e instituciones como el FMI. Menos aún en una gestión donde se maneja la economía del país […]
En este país donde sonó fuerte el «que se vayan todos» para luego volver todos, no es extraño que reaparezcan en la escena pública – quizás siempre han estado sin que lo supiéramos – personajes como Domingo Cavallo e instituciones como el FMI. Menos aún en una gestión donde se maneja la economía del país con criterios empresariales y donde el salario es a lo único que pretenden ponerle tope mientras se les da vía libre a los tarifazos, la especulación y el endeudamiento.
Cuando la semana pasada se habló de un supuesto contacto de Domingo Cavallo con Mauricio Macri, a muchos se nos paró el corazón. Quien estatizó la deuda privada durante la última dictadura siendo presidente del Banco Central, luego ministro de Economía durante parte de los mandatos presidenciales de Carlos Menem y Fernando de la Rúa, el inventor de la convertibilidad en los noventa y del corralito en el 2001, quien les avisó a sus amigos cuándo tenían que llevarse los dólares del país porque se pudría todo, ese mismo es quien volvió a aparecer en estos días. A partir de ahí, sabíamos que con él venía el camino de retorno al FMI.
El Fondo Monetario Internacional salió durante algunos años de la escena. Al menos tuvo bajo perfil luego de los cuestionamientos de muchos países por las crisis que provocaron las recetas a las que sometía a las naciones que pedían préstamos de sus arcas. En Argentina, el pago de los 9.810 millones de dólares de deuda ilegítima que hizo en 2005 el entonces presidente Néstor Kirchner también lo corrió, al menos como prestamista.
De todos modos, jamás dejamos de ser miembros del organismo y por lo tanto nunca se alejó la posibilidad de que el Fondo nos aplicara la revisión del mentado Artículo IV de su estatuto, el que le posibilita auditorías regulares sobre nuestra economía.
Recordemos además que fue el FMI quien en 2009, durante la presidencia de Cristina Fernández, brindó «asistencia técnica» al INDEC intervenido por el entonces secretario de Comercio Guillermo Moreno, para reformular el índice de precios al consumidor a nivel nacional.
Hoy el presidente Mauricio Macri -en su mini intervención grabada- y luego el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en su breve conferencia de prensa, dieron la noticia de que ya se había tomado contacto con la directora gerente del organismo, Christine Lagarde, para comenzar a gestionar una «línea de financiamiento preventivo».
«Esta política depende mucho del financiamiento externo. Durante los dos primeros años hemos contado con un contexto mundial muy favorable, pero eso hoy está cambiando», explicó Macri, intentando justificar como una de las causas de la disparada del dólar lo que pasa fuera del país. Precisó que el otro motivo sería la necesidad de cubrir el déficit fiscal que viene de «la pesada herencia», que se ha profundizado -lo cual no dice- justamente por el peso de los intereses del continuo endeudamiento.
«No es cierto como dicen Macri y Dujovne que la crisis que nos lleva al FMI tiene causas externas. Todo es por el fracaso del gobierno en atacar nuestros desequilibrios fiscales y monetarios. Necesitan consensos para el ajuste que se viene. Para eso tienen que dejar de mentir. Cansan», escribió en su cuenta de twitter el economista liberal José Luis Espert.
Diferentes organizaciones y personalidades han salido a cuestionar la decisión de volver al FONDO.
Desde la organización Diálogo 2000 afirmaron: «Sin duda, un nuevo acuerdo con el FMI no es solución para Argentina, ni tampoco el intento a través del G20, de consolidar la desregulación total del capital, el comercio y las inversiones y entregar a los capitales privados -a través de las llamadas ‘asociaciones público-privadas’- la salud, la educación, el aire, el agua, en fin la gestión de todos nuestros derechos, bienes comunes y patrimonio. Parar el proceso de endeudamiento y suspender el pago de intereses sobre la Deuda ilegítima y fraudulenta, quitarle al gran capital, extractivo y especulativo, su libertad de fuga, sus exoneraciones fiscales y subsidios de toda clase, estimular la economía dignificando los salarios y generando empleo… ¡no es que no hay alternativas!»
«A la Alianza Cambiemos no le importa nada, solo aumentar la ganancia de los dueños de las empresas de servicios y alimentar un ciclo económico de endeudamiento externo eterno e ilimitado que concentra brutalmente la riqueza y expande al mismo tiempo la pobreza de las mayorías. La devaluación salvaje, la suba de las tasas de interés a cifras siderales son parte de la misma operación colonial de atarnos a las cadenas de dominación del FMI, el encargado de la usura internacional y asistente fiel de todos los gobiernos autoritarios y cipayos desde 1955», afirmaron desde la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
Por su parte, Gabriel Solano, legislador porteño del Partido Obrero en el Frente de Izquierda, dijo: «La vuelta al FMI representa el intento de un salvataje que sirve para refutar que Argentina tenía reservas suficientes para hacer frente a una fuga de capitales que se transforme en una crisis financiera y bancaria. La vuelta al FMI no será gratis: representa antes que nada la decisión de avanzar en un ajuste de enormes dimensiones. En su informe de la revisión del artículo IV, el FMI recomendó bajar las jubilaciones, subir la edad para jubilarse a los 70 años, despedir empleados públicos y avanzar decididamente en la reforma laboral. Un ajuste de este tipo refuta toda idea de ´gradualismo ´ y plantea un choque aún más agudo con los trabajadores y todo el movimiento popular»
Del mismo frente político, Juan Carlos Giordano, diputado nacional de Izquierda Socialista, aseguró: «El nuevo pacto con el FMI significará más endeudamiento, ajuste, tarifazos, techos salariales y reforma laboral antiobrera. Es un nuevo paso en el saqueo y la entrega del país a manos del imperialismo y los banqueros internacionales. Ya no quedan excusas. La CGT tiene que romper el pacto con Macri. Exigimos un paro general y un plan de lucha para repudiar el pacto Macri-FMI y derrotar el ajuste de Cambiemos y los gobernadores. Quienes convocaron a la marcha del 21F deben llamar ya al paro y a un plan de lucha. Llamamos a los trabajadores a votar esa moción en los lugares de trabajo y estudio para evitar este nuevo acto de entrega y sometimiento».
«El FMI ya venía incidiendo: la reforma jubilatoria que se hizo en Argentina no es casualidad que se esté intentando en otros países de América Latina», dijo la diputada nacional del FIT, Myriam Bregman.
Según manifestó Juan Marino, dirigente nacional del Partido Piquetero, «los tarifazos son parte de las condiciones que exige el FMI para otorgar la línea de crédito de 30.000 millones de dólares que, según la agencia Bloomberg, Macri y Dujovne le pidieron».
La legisladora de Libres del Sur, Victoria Donda, responsabilizó al gobierno por los efectos de la economía nacional porque «eligió el peor camino» al «atar su futuro a las exigencias de los factores financieros». «La responsabilidad por un endeudamiento excesivo es exclusiva del gobierno de Macri. Ningún ajuste es suficiente para los buitres financieros», completó.
«Otra vez nos llevan al Fondo para que un puñado de vivos se llene los bolsillos, el pueblo pierde trabajo, salario y paga las consecuencias», advirtió por la red social Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores y diputado de Unidad Ciudadana.
Cabe recordar que el FMI había aparecido en la vida política de nuestro país antes de ser mencionado hoy. En 2016 Macri decidió aceptar la revisión anual que no se hacía desde 2006. Así se retomaron relaciones y fue el mes pasado que nos visitó la directora gerente y elogió el rumbo económico del gobierno. «Los dos primeros años del gobierno de Macri han sido asombrosos», dijo Christine Lagarde en clara referencia a la política de liberalización de nuestra economía.
«El FMI apoyó la política gradual, atacando el déficit fiscal pero cuidando a todos, sobre todo a los que menos tienen». Se trata «del financiamiento más barato que tenemos disponible. El FMI nos presta a tasas menores que los mercados internacionales. Esto refuerza la solvencia de Argentina», afirmó hoy Dujovne para quien este FMI es uno muy distinto al de hace 20 años.
Como devolviendo la gentileza, la directora gerente publicó un comunicado en la página oficial del FMI en el que dijo: «La Argentina es un valioso miembro del Fondo Monetario Internacional. Agradezco la declaración que el presidente Macri hizo hoy y espero con interés continuar nuestra colaboración con la Argentina. Se han iniciado discusiones sobre cómo podemos trabajar juntos para fortalecer la economía argentina y llevaremos estas conversaciones a cabo en breve».
Con un poco de memoria, la mínima indispensable, los argentinos y las argentinas sabemos que el retorno al FMI es un viaje de ida… al menos por un largo tiempo.
Fuente: http://www.redeco.com.ar/nacional/economia/23926-volver-al-fondo
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.