La militarización de las fronteras de Argentina y Chile con Bolivia coincidió con la entrada de la corporación estadounidense Ensorcia Metals, a la que Buenos Aires y Santiago entregaron la fabricación de las baterías de litio, a diferencia de Bolivia, que tiene el mayor reservorio, y que creó una empresa estatal para su industrialización asociándose […]
La militarización de las fronteras de Argentina y Chile con Bolivia coincidió con la entrada de la corporación estadounidense Ensorcia Metals, a la que Buenos Aires y Santiago entregaron la fabricación de las baterías de litio, a diferencia de Bolivia, que tiene el mayor reservorio, y que creó una empresa estatal para su industrialización asociándose con empresas europeas, señala un grupo de investigadores de la red boliviana Marka Abia Yala.
«La geopolítica del litio se ha transformado profundamente desde una situación muy complicada a una altamente peligrosa para las economías y la paz regional», indican los investigadores en su estudio «Bolivia en la mira militar».
Esta decisión soberana de Bolivia se cita como una de las causas por las que Estados Unidos apresuró el golpe en ese país. Una serie de acuerdos firmados entre el Comando Sur y otras instituciones militares y de inteligencia de Washington con el gobierno de Mauricio Macri, significaron el aumento de la presencia militar estadounidense en toda la nación, con preponderancia en la frontera con Bolivia, zona activada desde el 2018, añade Marka Abia Yala.
Más aún, tropas especiales, asesores, y grupos mercenarios extranjeros estarían actuando junto a las fuerzas armadas y de seguridad de Bolivia que reprimen las protestas contra el golpe al presidente Evo Morales, y las investigaciones destacan las fronteras permeables de ese país con Argentina Chile, Brasil y Paraguay, asientan los investigadores en el texto Militarización y Relaciones de Estados Unidos con América Latina publicado por Marka Abia Yala, con el que colaboran expertos de América Latina.
Esta corresponsal ha recibido mensajes desde distintos puntos de Bolivia en los que refieren que han visto a personas, aparentemente extranjeros, juntos a las fuerzas golpistas en medio de la represión.
«El amedrentamiento a Bolivia mediante la instalación de bases y acciones en la frontera con Chile y Argentina se produce en un acelerado proceso de comprobada militarización del continente, y por eso las visitas del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence así como de James Matti exsecretario de Defensa, a ambos países, antes de ser reemplazado en julio de este año por Mark Esper», señalan los investigadores en el documento Bolivia en la mira militar de Estados Unidos.
En agosto del 2018, la Asamblea Popular de la Puna en la provincia argentina de Jujuy denunció incursiones de militares estadunidenses en la Quiaca (frontera con Bolivia) después de un acuerdo de cooperación entre el gobierno de Mauricio Macri y la Guardia Nacional de Georgia para «enfrentar situaciones de desastres naturales, controles en las fronteras y la colaboración en misiones de paz», firmado en diciembre del 2016 y ampliado en el 2018. Presencia militar que sirve para instalar una base encubierta en la frontera con Bolivia, además muy cerca de donde está el litio tanto argentino como chileno y boliviano.
El gobierno de Evo Morales reaccionó también en agosto del año pasado ante las maniobras militares Estrella Austral realizadas en las fronteras de Argentina y Chile con Bolivia. La utilización de helicópteros, aviones, paracaidistas, blindados, tropas, aparecían como en ensayo de invasión.
El presidente boliviano expresó su preocupación por la presencia militar de Estados Unidos, y más aún cuando diplomáticos argentinos confirmaron que Macri decidió instalar una unidad militar en Abra Pampa, Jujuy, a unos 70 kilómetros de la frontera con Bolivia, cuando el Comando Sur construía una base en la provincia de Neuquén, cerca de los yacimientos de Vaca Muerta en el sur y también en Ushuaia, Tierra del Fuego.
Al denunciar ejercicios militares en la región de Antofagasta, el líder aymara tuiteó: «Tropas de EEUU en América Latina no garantizan dignidad ni soberanía. Vivimos tiempos de liberación de los pueblos y no de subordinación a imperios».
Las coincidencias entre un nuevo despliegue de tropas argentinas, chilenas y del Comando Sur y el viaje de Ivanka Trump a Jujuy en septiembre pasado, y especialmente la inusual comitiva que la acompañó entre ellos dos mil 500 agentes federales, aunado al hecho de que opositores bolivianos se reunieron con la hija del mandatario estadounidense Donald Trump, y las sospechas del tipo de armamentos desplazados para una «maniobra» que también provocó una advertencia del gobierno de Morales, originó que un grupo de analistas esté preparando un informe para solicitar las explicaciones sobre la participación argentina en el golpe contra Morales, encubriendo con fuerzas propias la participación militar de Estados Unidos.
Stella Calloni. Periodista argentina y corresponsal en su país del diario La Jornada.
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